Eresmus el juglar

Historia de Un Amor imposible

Recuerdo el día en que me presentaron a Amelie... ohh! que bella era…
El día en que me sonrió y me dijo su nombre, sentí que algo en mi interior se despertaba, algo que llevaba mucho tiempo dormido.
Pasaron dos semanas y todavía seguía un poco confuso. Llamé a Amelie por teléfono para decirle que necesitaba hablar con ella; Nos encontraríamos en el pasillo de su clase, durante el cambio de clase. Tuve suerte y Amelie aceptó.
Después de clase salí corriendo, aunque estaba confuso y no sabía como decirle lo que sentía por ella. Amelie estaba esperando en la puerta de su clase, con los brazos cruzados y con la típica sonrisa que la caracterizaba. Pero había algo raro en ella, su mirada era triste...

La niña y el anciano

Acercaos todos y escuchad la cancion que os va a contar Eresmus, el juglar:

Paseando una niña,
por el bosque ella tan inocente
un anciano se acerca con morriña
y le sonrie con un solo diente.

La niña siempre sonríe sin muecas
tan inocente es ella
el anciano le pide cuatro cosas
ese favor las oculta una moneda

El primer favor es tocarse la nariz
el segundo pagarle cuatro monedas
con una canción absurda, me rio yo de ellas
aquellas que son mejores y apestan a la bestia Morliz.

Bueno, es una cancion un tanto absurda, pero es lo que tiene el escribir a las 22.44 de la noche jeje.

Bien, aqui está la continuacion de:
Historia de un Amor Imposible

Recuerdo de la primera parte:

Recuerdo el día en que me presentaron a Amelie... ohh! que bella era…
El día en que me sonrió y me dijo su nombre, sentí que algo en mi interior se despertaba, algo que llevaba mucho tiempo dormido.
Pasaron dos semanas y todavía seguía un poco confuso. Llamé a Amelie por teléfono para decirle que necesitaba hablar con ella; Nos encontraríamos en el pasillo de su clase, durante el cambio de clase. Tuve suerte y Amelie aceptó.
Después de clase salí corriendo, aunque estaba confuso y no sabía como decirle lo que sentía por ella. Amelie estaba esperando en la puerta de su clase, con los brazos cruzados y con la típica sonrisa que la caracterizaba. Pero había algo raro en ella, su mirada era triste...

Me acerqué a ella y ella hizo lo mismo. Borró su sonrisa y hablamos los dos a la vez:

-Tengo algo que decirte

Nos callamos y yo le hice un gesto para que empezara ella. Amelie asintió empezó a hablar:

-Mis padres y yo nos vamos a mudar, tal vez dentro de un par de días…

Mi corazón dio un vuelco al recibir la noticia. Me quedé pálido, y notaba las pulsaciones de mi corazón como si golpeasen a mi lado un tambor.
Amelie se cruzó de brazos, aun con la misma mirada preocupada que tenía antes.

-¿Y tu que querías decirme?

Abrí la boca, pero sin articular palabra. La noticia de Amelie me había impactado totalmente, y no sabía que decir.

-Yo…Yo… Amelie… Me gustas.

Dije, y no pude evitar sonrojarme, estaba totalmente muerto de vergüenza. Me fijé en que Amelie también se había sonrojado y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios.

-Oh, Jake… Yo… Vaya…