Rol general

Participantes: Eliwood, Sagan, Cloud Aerend, Aira, Ankira

Normas: Turnos durables dos horas. Una vez se pasen esas dos horas el siguiente al que le toque postear puede saltar turno. El rol es libre y lo podéis desarrollar como queráis para resolver la acción. Intentad rolear lo mejor que podáis, ya que se valorará el rol y el estilo, no lo que consigáis. Ambientación intervendrá en ocasiones puntuales para guiar el rol.

Moderación: Ambientación

Os han invitado a una fiesta en un castillo de Nandelt. Un noble os ha enviado una carta invitandoos a un banquete. El castillo está situado en algún punto del norte del reino de Raheld, en medio de un frondoso bosque.

Llegáis al castillo y os invitan a entrar a una bella sala, decorada para la ocasión, con una gran mesa en el centro. Sin embargo lo primero que os llama la atención es que hay muy poca gente. Tomáis asiento y esperáis durante media hora, pero no pasa nada.

Pero de pronto se escuchan una serie de crujidos y una serie de engranajes chirriando al girar. Y sin previo aviso el suelo se abre y caéis en una celda bajo el salón de banquetes. La celda es de piedra, por lo visto a prueba de hechizos. En una esquina hay una robusta puerta, cerrada a cal y canto. Al otro lado se escucha el sonido de armaduras, lo que os indica que os vigilan.

Segundos después de caer el techo se cierra: estáis atrapados

Estábamos atrapados. Nada mas caer me lancé a la puerta y la golpeé con los puños, pero solo obtuve por respuesta el sonido de una arma afilándose.

Me aparté cautelosamente de la puerta. Me di cuenta de me había dejado la bolsa en la sala de arriba, por lo que no disponía ni de mi báculo ni de mi arco. Por suerte llevaba la espada colgada a la espalda, pero parecía que me iba a servir de poco, ya que mi sentido de mago me advirtió que toda la habitación estaba encantada.

Me tranquilicé un poco y miré a los que también habían caído.

- ¿Que hacemos? - medio pregunté - la habitación está hechizada, no se puede salir

¿Por que siempre me pasarían todas las cosas raras a mi...?

Habíamos caido en una especie de celda subterránea,de piedra,bajo el salón de baile... Repasé mentalmente lo que habia ocurrido. Estábamos en la fiesta... no venia nadie mas,y entonces aquellos extraños ruidos... eso era. El suelo se habia abierto de repente... Miré a mi alrededor,y entonces ví la puerta en la esquina,se escuchaban ruido tras la puerta,asi que nos vigilaban. Esto empezaba a darme mal rollo... "Eres un pequeño imán de problemas..." Busqué con la mirada a Eliwood y a Sasha,estaba alli tambien,y eso me...tranquilizó un poco. Escuché la pregunta que hizo el chico,pero me quedé callada,no era una pregunta de la cual supiera la respuesta. Eché un vistazo circular a la habitacion,intentando ver algun resquicio,marca o indicio de alguna puerta oculta,alguna manera de poder salir,pero no veia nada. - No hay mas salida aparente que la puerta vigilada... -terminé por concluir en voz alta. "¿Como podemos salir de este sitio?..."

No tuve demasiado tiempo para poder admirar la sala tan delicadamente decorada. En un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos todos los presentes cayendo dentro de una sala con paredes de piedra, iluminada tan solo por la luz de la flama de una antorcha. Por rededor se veía que la sala era infranqueable, no había ningún modo de salir de allí a no ser que fuera por la puerta, una puerta, muy robusta.
Primero tuve que recobrarme del golpe, la caída había sido sin previo aviso y quería ver los daños que había sufrido, por suerte nada que se vieran reducidas mis facultades. En esta situación lo mejor es no perder los nervios, tranquilizarse y pensar fríamente en la situación, por lo tanto me senté en el frío suelo a pensar. No pude evitar mirar a los presentes, uno la había tomado con la puerta, golpeándola una y otra vez para llamar la atención de las personas que se encontraban al otro lado de la puerta. Aunque la única respuesta que obtuvo fue una fría amenaza. Entre medio de la gente vi a Aira, como no, ella era un imán para los problemas. En ese momento estaba comprobando las paredes de la sala, buscando alguna rejilla, algún mecanismo que al igual que nos había hecho bajar también nos hiciera subir. Pero por la mueca de su cara no encontró nada satisfactorio.
El chico que estaba dándole a la puerta empieza una conversación. ¿Qué podíamos hacer? Buena pregunta, primero, podríamos preguntar el porqué estamos aquí.
- No se porqué estamos aquí, pero como todo debe de tener su razón, podríamos preguntarselo a nuestros "vigilantes", ¿que os parece? - pregunté mientras me acerqué a la puerta - ¡Señores! ¿Se puede saber que hacemos aquí encerrados y su causa?
Grité al final, para que se me oyera claramente al otro lado de la puerta. Y entonces esperé la respuesta.

Las cosas pasaron demasiado rápido. Desde que recibí aquella carta de parte de un noble de Nandelt sentí mucha curiosidad. No conocía a nadie por la zona, y en otra situación seguramente no habría aceptado ir. Pero por esa vez seguí a mi instinto.
Llegué a una sala que a mi parecer estaba bastante bien decorada. Y empezaron las cosas extrañas. Tal vez eran solo suposiciones pero había demasiada poca gente para ser una fiesta. Mire a los que allí estaban pero me quede mirando fijamente a la de cabellos violetas. No me había encontrado nunca con nadie cuya melena fuera de ese color y me llamó mucho la atención. Pero justo cuando me estaba acercando para hablar con ella, empecé a escuchar una serie de ruidos, un tanto anormales y de repente el suelo se abrió haciéndonos caer a todo a una especie de... ¿celda?

Me lleve la mano al tobillo. No habia sido una buena caida. Ni siquiera nos dieron tiempo a prepararnos-pensé. Supongo que fue una manera de intentar deshacerme de los nervios que tenía. Allí en el suelo, empecé a mirar a mi alrededor buscando una salida. Solo había una gran puerta que parecía muy fuerte. Uno de los chicos empezó a aporrearla pero cesó al obtener como respuesta un extraño ruido. Lo mas seguro es que hubieran vigilantes fuera. Luego escuché sin oír lo que decía. Seguía intentando buscar una salida, aunque parecía que la única era aquella puerta.
La chica de cabellos violetas confirmó lo que yo estaba pensando. Volví a mirarla fijamente. Seguía llamándome mucho la atención... pero no sabia porqué.
Otro de los chicos dijo que podíamos preguntar a los vigilantes porque estábamos allí y sin esperar respuesta de los demás se dirigió a los guardias.

Me puse de pie, medio inconscientemente y mi tobillo me devolvió un agudo dolor que conseguí disimular gracias a que una nueva chica había caído como lo hicimos nosotros anteriormente.

-No deberías haber venido, esto ya pintaba raro desde el principio- murmuré para mi misma.

Ambientación* escribió:En una esquina hay una robusta puerta, cerrada a cal y canto. Al otro lado se escucha el sonido de armaduras, lo que os indica que os vigilan.

Segundos después de caer el techo se cierra: estáis atrapados

Cloud, ya que está cerrada, no puedes asomarte por la puerta, por lo que no puedes saber lo que hay al otro lado. Si queréis salir por ahí tendréis que tirarla abajo.

Dejé de buscar por las paredes,no habia ningun indicio ni marca de nada. Una sala monocromática de piedra,unicamente con la puerta vigilada... Me quedé un momento pensando que hacer. No podiamos utilizar la magia,lo que por lo menos a mi no me dejaba mucho margen de maniobra. Podríamos tirar la puerta abajo... ¿pero cuánta vigilancia podria haber detrás de la puerta? ¿Y podríamos salir de donde quiera que estemos sin ser atrapados? Me acerqué entonces a la puerta. Era robusta si,pero entre todos podriamos tirarla sin mayor problema.
Eliwood les habia gritado a los vigilantes pero parece que estos no le habian prestado la menor atencion. Entonces escuché la voz de Sasha en mi mente,tambien pensaba que podriamos echar la puerta abajo,pero no concordaba en la ultima parte. "Que conste,no te dejaremos atras." Le respondí telepaticamente tambien,sabiendo que me oiria. No se iba a quedar atrás...si habia que luchar se luchaba. - Entonces... ¿tiramos la puerta abajo..? -pregunté en voz baja a los demás. Me fijé en que una chica me miraba,parecia feerica,pero tambien tenia rasgos celestes... "Una mestiza." supuse.Una chica más habia caido en la celda...volví a mirar a la chica mestiza. Ella se puso de pie,pero senti como sentia dolor y me acerqué a ella. - ¿Estas bien...? -le pregunté,pero me di cuenta de que no sabia como llamarla,asi que solo espere que me respondiera.

La situación cada vez era más inaguantable. Esta celda podía con todos nosotros. El tenernos enjaulados, tal como animales me hacía poner más nervioso cada vez. Cada uno iba dando sus ideas, ya algunos se miraban esas paredes como resignación. Tal sentimiento me ponía cada vez peor, hasta que Sasha (hasta ese momento no vi que estaba ahí, algo en mi interior ya me había advertido, pero ante la situación pasó a segundo plano) dió una de las mejores ideas, tirar la puerta abajo. La verdad, no me gustaba que se me metiera en mi cabeza, pero por esa vez estuve de acuerdo con él. No fui el único que estubo de acuerdo, Aira también, demostrandolo con esa pregunta. Por eso, me dispuse a contar mi plan.
- Ante la indisposición de nuestros vigilantes a responder nuestras dudas, creo que lo mejor será disponernos a hacer notar más fuerte nuestras quejas. He estado mirando el tamaño de nuestra celda, y creo que tengo tamaño suficiente para transformarme en dragón y "sorprender" a nuestros vigilantes. ¡Apartaos!

Con esto último, esperando a que todos se apartaran para dejarme espacio, me dispuse a transformarme en dragón. Necesité tomarme un poco de tiempo para tranquilizarme, nunca había efectuado mi transformación ante tanta gente. Al final, me tranquilicé y me transformé. Era una gozada poder desencadenar todo el poder del dragón, ya hacía desde que llegué al castillo que no me transformaba y me resultaba incómodo tanto tiempo sin liberar mi parte dragón. Aunque me pude trasnformar, la celda era demasiado pequeña, me sentía como una sardina en una lata. Por suerte, antes de transformarme me había orientado hacia la puerta, así que no me tuve que mover mucho. Me encaré hacia ella y con una llamarada rocié toda la puerta. En un principio, la puerta parecía como si cosquillas le estuviera provocando, pero poco a poco, la puerta fue deshaciéndose. Al mismo tiempo, al otro lado se empezaba a oír gritos de alerta, cosa que quería decir que lo estaba haciendo bien. Estuve un poco más, hasta que, con un solo zarpazo desencajé lo que quedaba de puerta y agrandé el marco provocando un agujero en la pared suficientemente grande para salir todos de golpe.
Entonces, me volví a mi forma humana, me giré a los demás y les grité:
- ¡Compañeros, ahora es nuestro momento! ¡Salgamos!

Off: no se si algun mod dice que no se puede transformar dentro de la jaula, aun asi yo sigo con el rol...

Sasha vio como Eliwood se trasformaba en Dragon, y al hacerlo su instinto Shek se disparó. Y tuvo que usar su fuerza de voluntaf para no atacarle... Se acercó a Eliwood y puso una mano sobre uno de sus hombros.

-Bien hecho, Dragon...

Y despues corrió hacia la puerta y empezó a pelear contra uno de los guardias, y acabó dejandole inconsciente.
Cogió el arco del guardia y el carcaj con flechas.

-Vamos chicos, ¿A que esperais?

Preguntó mientras lanzaba dos flechas hacia un segundo guardia.