Completamente confuso [RC]

Estaba perdido, desorientado y completamente confuso. Desconcertado en su maximo esplendor. Gente color celeste de cabeza alargada se paseaba a mi alrededor. Yo aún no estaba seguro de dónde estaba y menos aún de qué hacía allí, por lo que me puse a dar un paseo. Y al levantarme descubrí que estaba mucho más débil de lo que recordaba, me mareé y caí al suelo con pesadez.
Me desperté en una pequeña estancia casi vacía. Tenía una ventana redonda que daba al exterior, un pueblo con extrañas cúpula azules, muy diferente de mi amado bosque. Salí de la habitación. Parecía que una pareja de celestes me habá cuidado. Les di las gracias, charlé un poco con ellos y, dándoles las gracias de nuevo, fui a ver la ciudad con las dudas aún paseándoseme por la cabeza.

Un celeste se me acercó. Bueno, un semiceleste, que yo supiera los celestes eran calvos. Me preguntó cómo había llegado hasta allí y yo me pregunté lo mismo otra vez. Lo último que recordaba era el hechizo que había lanzado la bruja de Shur-Ikail, separándome de...
-¡Alynn! -exclamé, sintiéndome fatal por no haber pensado antes en ella.
Volví a mirar al chico semiceleste, como pidiendo disculpas por mi reacción, y pasé a las formalidades.
-Buenos días... tardes... lo que sean -hablaba muy atropelladamente, me notaba la inquietud moviéndome la lengua demasiado rápido-. Me llamo Irkan, no sé cómo he llegado hasta aquí y debo volver a Shur-Ikail.
Cualquier otro creería que estaba loco de atar, pero aquel muchcacho era un semiceleste. Igualmente, otras cosas me preocupaban.
-Por el amor de Wina... -seguía murmurando- ¡Agh! Por los Seis, Alynn, tengo que irla a buscar...
De repentí me comencé a preguntar por qué me preocupaba tanto. Al fin y al cabo, ella se podía proteger perfectamente sola. ¿Habría derrotado a la hechicera?
-Lo siento, lo siento... -dije, agachándo la cabeza- Debo volver a Shur-Ikail...
Yo seguía disculpándome, corriendo como podía a través de las calles, sin saber siquiera dónde estaba. ¿Hacia dónde ir?

Él seguía estando algo confuso, o al menos eso me decía la expresión de su cara, suponía que al él le extrañaba mucho que yo fuera solo un mestizo semiceleste, ya que por allí solo paseaban celestes, no paraba de disculparse, provenía de Shur-Ikail y no paraba de nombrar a una chica llamada Alynn, ese nombre me sonaba y él no paraba de decir que tenía que ir a rescatarla, pensando en voz alta, se fue corriendo hacia la nada, yo corrí tras él-¡Espera!-le gritaba yo, él no se detenía, intenté detenerlo con un hechizo, pero aún no dominaba muy bien la técnica del mago y se desvió (conseguí ser mago en Alis lithban, por si las dudas) y cogí por un atajo, intentando detenerlo, me puse por delante suya-Pero...¿a dónde vas?-le pregunté, no le dejé marcharse por si las moscas, temía que se perdiera, o algo peor-Mi primo es celeste, está de viaje y tiene aquí una casa, quédate ¿vale?-le ofrecí que se quedara en la casa de mi primo, que no estaba muy lejos, él parecía un poco nervioso, esperando una respuesta, me quedé quieto, de forma que no pudiera esquivarme.

El semiceleste con quien me había topado me había alcanzado y ahora estaba frente a mí. ¿Por qué se preocupaba tanto? Yo ya sabía cuidarme solito, o almenos, eso creía. Dije unas palabras en arcaico y el suelo tembló un poco a los pies del semiceleste, lo suficiente como para que cayera al suelo. Seguí corriendo largo rato a través de las calles.
Al fin, salí de la ciudad. Ni siquiera miré atrás para ver si el chico me seguía. Me acerqué a un árbol que había por ahí, me senté entre sus raíces y coloqué la palma de mi mano sobre su tronco. Cerré los ojos y murmuré un hechizo de empatía. Me encantaba esa sensación que se apoderaba de mi cuerpo cuando usaba ese conjuro, pero en ese momento procuré olvidarla.
¿Dónde estoy? Fui siguiendo las indicaciones que me daba el árbol, intentando hacerme una idea de por donde caía aquella ciudad. ¿Hacia dónde ir? Shur-Ikail quedaba al norte.
Abrí los ojos y miré una de las ramas del árbol, apuntando temblorosa hacia un punto incierto en la lejanía: el norte. Me puse en marcha.

De repente un temblor me hizo caer y el semifeerico pudo escapar, cuando me levanté ya no podía alcanzarle, a pesar de que yo corriese muy rápido, ya lo había perdido entre esas calles llenas de celestes, ese chico era muy raro, no aceptaba mi ayuda, a parte de que mis intenciones eran buenas, yo solo quería que descansara un poco, parecía algo cansado, yo ya sabía que podía cuidarse el solo pero aun parecía un poco confuso, así que intenté hacer un hechizo buscador y...¡qué milagro! Funcionó de verdad y enseguida noté donde estaba, intenté que esa sensación se hiciera más fuerte para buscarlo más rápido y allí lo encontré, sentado entre las raíces de un árbol, se notaba como una de las raíces del árbol señalaba hacia el norte, el semifeerico salió corriendo en su dirección, al principio solo me preocupaba que se perdiera, pero después sentí curiosidad y empecé a seguirlo.

Eché un vistazo atrás. El mestizo me seguía. "Que me siga" pensé, encogiéndome de hombros "pero yo hasta bien entrada la noche no paro".
Cuando los tres soles empezaban a hundirse en el horizonte aminoré la marcha. No había comido en todo el día y empezaba a notarlo. Di un vistazo en derredor y no vi al semiceleste por ningún lado. No le di importancia. Sabía que los celestes no soportaban que matasen animales cerca de ellos porque les dolía, si no me equivocaba, así que me alegré de que no estuviese por allí cuando murmuré un hechizo y maté a una par de pájaros con una rama. Monté una pequeña hoguera por las cercanías. Odiaba el fuego, pero de alguna manera tenía que cocinar las aves, aunque mi parte feérica me pedía a gritos que no lo hiciese.
Después de comer, planté mi semilla de Erworn y me puse a dormir, tenía pensado partir con las primeras luces del alba.

DEJO POST

Off Rol: Perdón perdón perdón perdón por tardar tanto
Me había olvidado del rol por completo

Off Rol: Dejo el rol porque había muerto, lo siento Mac