Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
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Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
[ROL PRIVADO. Dragon Droican // Lena // Jacobo (Más adelante)]
Amanecía un nuevo día en los puertos de Puerto Esmeralda. Llevaba varios días hospedado en una pequeña casa, cuyos dueños habían accedido amablemente a alojarme sin coste alguno. Aún así, no podía evitar salir a comprar todas las mañanas algo que llevarme a la boca, y de paso alguna que otra cosa para los dueños de la casa, por las molestias que pudiera ocasionar. Me encantaba el ambiente de la ciudad. Por todos lados se dejaba oler la mar, y el sonido de las olas se entremezclaban con el bullicio ocasionado en el mercado.
Me dedicaba a dar varios paseos por la ciudad todos los días. Volvía a la hora de comer a la casa de los amables señores, y a la tarde, cuando el sol comenzaba a ponerse, volvía a salir a ver el ambiente de nuevo. No paraba, necesitaba un cambio de aires y por fin lo había conseguido. No había hecho más que tropezar una y otra vez con la misma piedra, y el mero hecho de recordarlo me hacía entristecer. Era por eso que evitaba recordar cualquier cosa y me dedicaba a abrir mi corazón al pueblo de Puerto Esmeralda. Todos ardían de alegría y felicidad, era una ciudad que rebosaba actividad, y eso me gustaba. Me mantenía ocupado todo el día.
Varias veces, el joven anciano que me alojaba se dedicaba a contarme sus historias de cuando era joven. Había sido mercader, y se dedicaba a viajar por todo Idhún, en busca de los lugares menos frecuentados para llevar a sus habitantes productos que pudieran necesitar. Toda una obra de caridad, era bueno saber que había existido gente de tal calibre. Pocos como él quedaban en Idhún. Su mujer, por el contrario, había servido de sacerdotisa a Wina durante varios años, dejándolo cuando conoció por primera vez a su marido.
Entre tantas historias, me dedicaba a comprar cosas que se podían conseguir en pocos lugares. Y en eso me hallaba ahora, en busca de objetos que me llamaran la atención para aumentar mi colección. Era pequeña, pues el gusto había empezado hace poco. Contaba en mi haber con mi Lágrima de Unicornio, que no me despegaba de ella para nada. Y estaba en busca de algún amuleto que pudiera ayudarme a canalizar la magia, pero no lo encontraba.
- Dime, muchacho, ¿buscas algo en especial? - me preguntó un mercader. Yan, por lo que podía ver en sus facciones. Negué varias veces, mirándole con una sonrisa. Simplemente miraba, no me dedicaba a comprar todo lo que veía, más porque no era dinero lo que me sobraba, ni mucho menos.
Y así era mi día a día, y así llevaba haciéndolo desde hacía varios, en espera de que sucediera algo ... aunque no lo buscara intencionadamente.
Amanecía un nuevo día en los puertos de Puerto Esmeralda. Llevaba varios días hospedado en una pequeña casa, cuyos dueños habían accedido amablemente a alojarme sin coste alguno. Aún así, no podía evitar salir a comprar todas las mañanas algo que llevarme a la boca, y de paso alguna que otra cosa para los dueños de la casa, por las molestias que pudiera ocasionar. Me encantaba el ambiente de la ciudad. Por todos lados se dejaba oler la mar, y el sonido de las olas se entremezclaban con el bullicio ocasionado en el mercado.
Me dedicaba a dar varios paseos por la ciudad todos los días. Volvía a la hora de comer a la casa de los amables señores, y a la tarde, cuando el sol comenzaba a ponerse, volvía a salir a ver el ambiente de nuevo. No paraba, necesitaba un cambio de aires y por fin lo había conseguido. No había hecho más que tropezar una y otra vez con la misma piedra, y el mero hecho de recordarlo me hacía entristecer. Era por eso que evitaba recordar cualquier cosa y me dedicaba a abrir mi corazón al pueblo de Puerto Esmeralda. Todos ardían de alegría y felicidad, era una ciudad que rebosaba actividad, y eso me gustaba. Me mantenía ocupado todo el día.
Varias veces, el joven anciano que me alojaba se dedicaba a contarme sus historias de cuando era joven. Había sido mercader, y se dedicaba a viajar por todo Idhún, en busca de los lugares menos frecuentados para llevar a sus habitantes productos que pudieran necesitar. Toda una obra de caridad, era bueno saber que había existido gente de tal calibre. Pocos como él quedaban en Idhún. Su mujer, por el contrario, había servido de sacerdotisa a Wina durante varios años, dejándolo cuando conoció por primera vez a su marido.
Entre tantas historias, me dedicaba a comprar cosas que se podían conseguir en pocos lugares. Y en eso me hallaba ahora, en busca de objetos que me llamaran la atención para aumentar mi colección. Era pequeña, pues el gusto había empezado hace poco. Contaba en mi haber con mi Lágrima de Unicornio, que no me despegaba de ella para nada. Y estaba en busca de algún amuleto que pudiera ayudarme a canalizar la magia, pero no lo encontraba.
- Dime, muchacho, ¿buscas algo en especial? - me preguntó un mercader. Yan, por lo que podía ver en sus facciones. Negué varias veces, mirándole con una sonrisa. Simplemente miraba, no me dedicaba a comprar todo lo que veía, más porque no era dinero lo que me sobraba, ni mucho menos.
Y así era mi día a día, y así llevaba haciéndolo desde hacía varios, en espera de que sucediera algo ... aunque no lo buscara intencionadamente.
Dragon Droican- Oráculo de Yohavir
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Su personaje es: Dragon Droican, Mago 1er Grado (Magia Telúrica)
Trabaja de: Juglar - Plaza de Vanis
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Puerto Esmeralda. Una ciudad costera de aventuras, de comercio, donde cientos de personas, humanas o no disfrutaban de una vida relajada, feliz y sin demasiados percances. Comerciantes, guerreros, caballeros de Nurgon y otros tantos no tan nobles hacían sus vidas. Una ciudad perfecta para hacer una vida perfecta, o al menos eso era lo que solían decir por los caminos.
"Pues a mi esto solo me parece otra colmena de humanos" Pensaba Elenara y es que el lobo con piel de cordero, seguía pensando como un lobo. Y es que las ciudades humanas le recordaban a colmenas de abeja, miles de personas conviviendo juntas, apretujadas unas contra otras en aquellas casitas. Sin duda prefería los lugares abiertos, salvajes.
Sin embargo su viaje le había llevado hasta allí, y allí se quedaría, por lo menos las próximas semanas. El único motivo que le había llevado hasta allí era el mar. Recordaba haber visitado el mar cuando aún solo conocía el mundo como una dragona y el impulsó de sus recuerdos le había arrastrado hasta aquella ciudad y su olfato lo había percibido a leguas de distancia. El salitre estaba impregnado en aquella tierra, como si cada piedra que se hubiera levantado en aquella ciudad estuviera compuesta por la sal del mar, un olor constante, agradable. Y cuanto más consciente era Elenara del olor del mar más ganas sentía de adentrarse en la ciudad y encontrar la playa.
Aquella mañana mientras se desperezaba y bajaba disimuladamente de un tejado donde había pasado la noche, sorprendentemente podía dormir prácticamente en cualquier sitio, se colocaba la capa ya que aunque lucía un sol esplendido, Elenara sentía frió, aunque eso no le extrañaba, siempre sentía frío en aquellas tierras norteñas.
- Bueno -Se llevó las manos a las caderas y observó la calle del mercado en la que se encontraba mientras hablaba sola - Me da que por aquí lo único que voy a poder cazar son gatos callejeros...
Anduvo unos instantes, aquel día en el mercado había bastante gentío por suerte para ella, estaba por una zona en la que los puestos eran pequeñas armerías y joyerías, llenas de amuletos de todo tipo sin embargo localizo un puesto con fruta. Se subió la capucha de la capa, ocultando su rostro a la par que pasaba muy rápido junto a una frutería y agarraba una manzana con la fluidez y el disimulo del que ha robado miles de manzanas en miles de puestos. Escondió la mano bajo la capa alejándose del lugar relajada, aunque los humanos eran sumamente obtusos si salía corriendo sería demasiado descarado.
"Pues a mi esto solo me parece otra colmena de humanos" Pensaba Elenara y es que el lobo con piel de cordero, seguía pensando como un lobo. Y es que las ciudades humanas le recordaban a colmenas de abeja, miles de personas conviviendo juntas, apretujadas unas contra otras en aquellas casitas. Sin duda prefería los lugares abiertos, salvajes.
Sin embargo su viaje le había llevado hasta allí, y allí se quedaría, por lo menos las próximas semanas. El único motivo que le había llevado hasta allí era el mar. Recordaba haber visitado el mar cuando aún solo conocía el mundo como una dragona y el impulsó de sus recuerdos le había arrastrado hasta aquella ciudad y su olfato lo había percibido a leguas de distancia. El salitre estaba impregnado en aquella tierra, como si cada piedra que se hubiera levantado en aquella ciudad estuviera compuesta por la sal del mar, un olor constante, agradable. Y cuanto más consciente era Elenara del olor del mar más ganas sentía de adentrarse en la ciudad y encontrar la playa.
Aquella mañana mientras se desperezaba y bajaba disimuladamente de un tejado donde había pasado la noche, sorprendentemente podía dormir prácticamente en cualquier sitio, se colocaba la capa ya que aunque lucía un sol esplendido, Elenara sentía frió, aunque eso no le extrañaba, siempre sentía frío en aquellas tierras norteñas.
- Bueno -Se llevó las manos a las caderas y observó la calle del mercado en la que se encontraba mientras hablaba sola - Me da que por aquí lo único que voy a poder cazar son gatos callejeros...
Anduvo unos instantes, aquel día en el mercado había bastante gentío por suerte para ella, estaba por una zona en la que los puestos eran pequeñas armerías y joyerías, llenas de amuletos de todo tipo sin embargo localizo un puesto con fruta. Se subió la capucha de la capa, ocultando su rostro a la par que pasaba muy rápido junto a una frutería y agarraba una manzana con la fluidez y el disimulo del que ha robado miles de manzanas en miles de puestos. Escondió la mano bajo la capa alejándose del lugar relajada, aunque los humanos eran sumamente obtusos si salía corriendo sería demasiado descarado.
Invitado- Invitado
Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Por primera vez desde que había llegado a Puerto Esmeralda, me estaba agobiando. El gentío abrumaba a cualquiera, más si poseías el don de desentrañar los sentimientos de los que estaban a tu alrededor. Realmente no me entendía a mí mismo. Buscaba lugares donde los sentimientos alegres me calmaran y una vez que lo encontraba me agobiaba. No me lo pensé mucho más, solté el colgante que había estado observando en la mesa del mercader y salí un poco del bullicio, para respirar.
Tomé aire varias veces, mientras observaba a la gente realizando sus compras matutinas. Entre tanto joyería y armería, había varios puestos de alimentos, entre los que destacaba una llena de frutas de todos los tipos. Me llamó la atención el color de las manzanas. Eran rojas, pero un rojo brillante que se dejaba ver por toda la calle. Me pregunté por un instante de donde vendría aquella fruta, y me acerqué al puesto, en el que había una anciana vendiéndola y varios pueblerinos alrededor. Me fijé en una figura encapuchada que me llamó la atención.
Y cuál fue mi sorpresa que lo pillé con las manos en la masa, ¿o quizás "la" pillé? No formé un escándalo, aunque sabía que debería avisar a la anciana, simplemente esperé a que la figura se alejara un poco y cogí una manzana que había captado mi atención.
- Joven, creo que se equivoca, no son 3 monedas, sólo es 1 por cada pieza de fruta que se lleve - dijo la anciana, al ver que en su palma depositaba 3 monedas de cobre. Sonreí abiertamente mientras cerraba la palma de su mano fuertemente - Que Wina te guíe, joven - dijo la mujer guardándolas, y volviéndo la vista hacia otro cliente.
Era de muy mala persona robar, encima a pobres mercaderes que a veces no les llegaba ni para comer. Era por eso que le había dado tres monedas, una por la mía, una por la que acababa de ser robada, y otra por las molestias. Acto seguido, seguí el camino que había seguido la figura encapuchada, de la cual estaba casi seguro de que era una chica, y la empecé a buscar.
La encontré dos calles más abajo, disfrutando del manjar que acababa de robar. La mía estaba guardada en la bolsa que llevaba. Me acerqué un poco, no quería meterme en problemas, sólamente quería decirle una cosa.
- No está bien robar al más necesitado, criatura - dejé en suspense la última palabra, me recordaba tanto a ella ...
Tomé aire varias veces, mientras observaba a la gente realizando sus compras matutinas. Entre tanto joyería y armería, había varios puestos de alimentos, entre los que destacaba una llena de frutas de todos los tipos. Me llamó la atención el color de las manzanas. Eran rojas, pero un rojo brillante que se dejaba ver por toda la calle. Me pregunté por un instante de donde vendría aquella fruta, y me acerqué al puesto, en el que había una anciana vendiéndola y varios pueblerinos alrededor. Me fijé en una figura encapuchada que me llamó la atención.
Y cuál fue mi sorpresa que lo pillé con las manos en la masa, ¿o quizás "la" pillé? No formé un escándalo, aunque sabía que debería avisar a la anciana, simplemente esperé a que la figura se alejara un poco y cogí una manzana que había captado mi atención.
- Joven, creo que se equivoca, no son 3 monedas, sólo es 1 por cada pieza de fruta que se lleve - dijo la anciana, al ver que en su palma depositaba 3 monedas de cobre. Sonreí abiertamente mientras cerraba la palma de su mano fuertemente - Que Wina te guíe, joven - dijo la mujer guardándolas, y volviéndo la vista hacia otro cliente.
Era de muy mala persona robar, encima a pobres mercaderes que a veces no les llegaba ni para comer. Era por eso que le había dado tres monedas, una por la mía, una por la que acababa de ser robada, y otra por las molestias. Acto seguido, seguí el camino que había seguido la figura encapuchada, de la cual estaba casi seguro de que era una chica, y la empecé a buscar.
La encontré dos calles más abajo, disfrutando del manjar que acababa de robar. La mía estaba guardada en la bolsa que llevaba. Me acerqué un poco, no quería meterme en problemas, sólamente quería decirle una cosa.
- No está bien robar al más necesitado, criatura - dejé en suspense la última palabra, me recordaba tanto a ella ...
Dragon Droican- Oráculo de Yohavir
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Elenara seguía caminando, nadie se había dado cuenta, como ella esperaba, y evidentemente no pasaría nada. Espero un par de calles más antes de sacar su manzana mientras caminaba. La observó. Roja, roja como el sol al atardecer, roja como el fuego que ardía en sus entrañas, pero sin duda roja como la sangre que brotaba de una presa.
Se le hizo la boca agua aunque sabía perfectamente que el sabor de una manzana no guardaba ningún parecido con el de la sangre fresca. Aún así frotó contra su capa de viaje la manzana hasta que la dejó reluciente y abrió la boca para clavar sus caninos. La piel de la fruta tensó contra sus dientes y no tardó en reventar contra sus afilados colmillos, derramando una aguilla sobre sus labios humanos.
Sintió una mirada en su espalda pero estaba acostumbrada a que le mirasen, su rostro era lo que los humanos denominaban "hermoso" y le molestaba que aquellos seres se le quedasen mirando embobados, así que la ignoró.
- No está bien robar al más necesitado, criatura - Elenara se giró rápidamente, así que aquel que la miraba le había descubierto. Le observó con un total e inhumano descaro. Deslizando sus ojos de arriba a abajo. Un celeste, era evidente por su tono azulón, un tono extrañó según ella."Deberían tener escamas y no esta piel de pollo para que ese color resultara mas llevadero" había pensando después de conocer aquella raza.
- Esa anciana tenía un puesto lleno de frutas, si tenía hambre podía coger cualquier pieza, no estaba muy "necesitada" -Se encogió de hombros y dio un sonoro mordisco a su manzana, recalcando en aquel acto que ahora le pertenecía. Sus ojos de un verde intensó le dedicaron una mirada de superioridad no intencionada, solía mirar así a todo el mundo. - Y seguro que abra pagado mi urto como buen samaritano, no tengo dinero si vienes a pedírmelo - Dijo mientras levantaba ambas manos en el aire con despreocupación. Era cierto, no creía en el sistema monetario por mucho que su padre humano había intentando inculcárselo durante los años que había pasado en aquel pueblecito. - Y esa mujer no se morirá de hambre por que le halla robado una manzana.
Elenara sabía lo mal visto que estaba en aquellas razas robar, pero siempre y cuando solo robaras lo justo para alimentarte ella no veía ningún problema.
Se le hizo la boca agua aunque sabía perfectamente que el sabor de una manzana no guardaba ningún parecido con el de la sangre fresca. Aún así frotó contra su capa de viaje la manzana hasta que la dejó reluciente y abrió la boca para clavar sus caninos. La piel de la fruta tensó contra sus dientes y no tardó en reventar contra sus afilados colmillos, derramando una aguilla sobre sus labios humanos.
Sintió una mirada en su espalda pero estaba acostumbrada a que le mirasen, su rostro era lo que los humanos denominaban "hermoso" y le molestaba que aquellos seres se le quedasen mirando embobados, así que la ignoró.
- No está bien robar al más necesitado, criatura - Elenara se giró rápidamente, así que aquel que la miraba le había descubierto. Le observó con un total e inhumano descaro. Deslizando sus ojos de arriba a abajo. Un celeste, era evidente por su tono azulón, un tono extrañó según ella."Deberían tener escamas y no esta piel de pollo para que ese color resultara mas llevadero" había pensando después de conocer aquella raza.
- Esa anciana tenía un puesto lleno de frutas, si tenía hambre podía coger cualquier pieza, no estaba muy "necesitada" -Se encogió de hombros y dio un sonoro mordisco a su manzana, recalcando en aquel acto que ahora le pertenecía. Sus ojos de un verde intensó le dedicaron una mirada de superioridad no intencionada, solía mirar así a todo el mundo. - Y seguro que abra pagado mi urto como buen samaritano, no tengo dinero si vienes a pedírmelo - Dijo mientras levantaba ambas manos en el aire con despreocupación. Era cierto, no creía en el sistema monetario por mucho que su padre humano había intentando inculcárselo durante los años que había pasado en aquel pueblecito. - Y esa mujer no se morirá de hambre por que le halla robado una manzana.
Elenara sabía lo mal visto que estaba en aquellas razas robar, pero siempre y cuando solo robaras lo justo para alimentarte ella no veía ningún problema.
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Llegué de noche a casa de Ángel, situada en los lindes de aquel bosque tan extraño, y siguiendo las indicaciones de un mapa que llevaba, llegué a una ciudad situada en los bordes de los acantilados cercanos a un gran río que desembocaba en el mar cuando había amanecido del todo. Desde donde estaba la ciudad parecía una de esas recreaciones cinematográficas de ciudades medievales, solo que esta era real.
Llegué a la puerta y me puse aquel el colgante que servía para hablar el raro idioma de los idhunitas. Pasé la puerta sin problemas, ya que había cogido ropa idhunita de casa de Sagan. Solo me preguntaban a que venía, yo les contesté que venía a hacer negocios y me dejaron pasar.
Caminé por las calles, cada vez mas asombrado. Sabía que aquel lugar existía, pero nunca había conseguido dejar de imaginarme el mundo al que se habían llevado a Ángel como un lugar oscuro y lleno de gente malvada y de oscuras intenciones. Nada mas lejos de la realidad. Los niños corrían por la calle y hombres y mujeres hablaban alegremente mientras hacían compras en lo que parecía un pequeño mercado callejero, lleno de tenderetes y paradas con cosas sacadas de la ficción. Gracias al colgante pude leer ofertas como "lágrima de unicornio", "vara de mago", "espada encantada" o "polvos del sueño".
Estuve tentado a comprar algo con el dinero que llevaba, pero me contuve, el dinero me tenía que durar mucho, debía comer y robar no entraba en mi lista de posibilidades, además de que no sabía como funcionaba el sistema monetario local. Deambulé un rato mas hasta llegar a una zona mas vacía de gentío.
En un rincón había una muchacha de indudable belleza, pero no fue ella quién me llamó la atención si no un curioso individuo de color celeste que hablaba con voz tranquila con ella. Miré un poco mas, pero como no era de mi incumbencia los asuntos que trataran los idhunitas me alejé un poco de ellos y me senté en un barril. Tenía que encontrar a mi hermano y no sabía por donde empezar... me había quedado tan aturdido por aquel mundo que no había ni preguntado por si conocían a Ángel, el mago.
Miré al cielo, hacia los tres astros, para bajar la vista enseguida, deslumbrado. Tenía mucho que hacer.
Llegué a la puerta y me puse aquel el colgante que servía para hablar el raro idioma de los idhunitas. Pasé la puerta sin problemas, ya que había cogido ropa idhunita de casa de Sagan. Solo me preguntaban a que venía, yo les contesté que venía a hacer negocios y me dejaron pasar.
Caminé por las calles, cada vez mas asombrado. Sabía que aquel lugar existía, pero nunca había conseguido dejar de imaginarme el mundo al que se habían llevado a Ángel como un lugar oscuro y lleno de gente malvada y de oscuras intenciones. Nada mas lejos de la realidad. Los niños corrían por la calle y hombres y mujeres hablaban alegremente mientras hacían compras en lo que parecía un pequeño mercado callejero, lleno de tenderetes y paradas con cosas sacadas de la ficción. Gracias al colgante pude leer ofertas como "lágrima de unicornio", "vara de mago", "espada encantada" o "polvos del sueño".
Estuve tentado a comprar algo con el dinero que llevaba, pero me contuve, el dinero me tenía que durar mucho, debía comer y robar no entraba en mi lista de posibilidades, además de que no sabía como funcionaba el sistema monetario local. Deambulé un rato mas hasta llegar a una zona mas vacía de gentío.
En un rincón había una muchacha de indudable belleza, pero no fue ella quién me llamó la atención si no un curioso individuo de color celeste que hablaba con voz tranquila con ella. Miré un poco mas, pero como no era de mi incumbencia los asuntos que trataran los idhunitas me alejé un poco de ellos y me senté en un barril. Tenía que encontrar a mi hermano y no sabía por donde empezar... me había quedado tan aturdido por aquel mundo que no había ni preguntado por si conocían a Ángel, el mago.
Miré al cielo, hacia los tres astros, para bajar la vista enseguida, deslumbrado. Tenía mucho que hacer.
Sagan- Oráculo de Neliam
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Su personaje es: Sagan Limkaz, Humano semi-mestizo feerico, Archimago (Agua)
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Escuché con atención las palabras de la chica. Fruncí el ceño, realmente me frustraba ver aquel tipo de personas, tan comunes en los tiempos que vivíamos. Y lo peor de todo era su gesto de altanería, parecía sentirse superior a los demás, quizás guardara algo en su interior, no era el primer tipo de persona que me encontraba con cualidades muy superiores a las que nosotros, hijos de los Seis, solíamos tener. Quizás éra algo más que uno de nosotros.
- Criatura... ¿no te has parado a pensar en sus sentimientos? - le dije, intentando hacerle entrar en razón, aunque con cierta duda de si lo conseguiría o no - No es el hecho de robar al necesitado, siendo o no este de esas condiciones. Es el hecho de que... ¿te gustaría que lo hicieran contigo? Que te roben algo tan preciado para tu existencia que hasta mataras por ello. Sí, se que no es el caso, pero hay otras alternativas a robar, por ejemplo: platicar - concluí, aunque no sin antes añadirle una última referencia - Quizás preguntarle hubiera sido la mejor opción, y quizás hubiera sido la anciana la buena samaritana, tal y como tú dices que soy yo - terminé, suspirando por lo bajo, en un leve intento de mostrar que realmente la acción no me había gustado en absoluto.
¿Pero que podía hacer yo? Actuaba conforme creía que era lo mejor, la opción correcta y lo que siempre me habían enseñado. El tener parientes dentro del Oráculo, siempre me había hecho reflexionar sobre aspectos de la vida cotidiana, aspectos repetidos y cometidos por personas que realmente no sabían que estaban haciendo. La mayoría había recapacitado e incluso había salido mejor parada. Me imaginaba a la anciana mujer, dándole a la chica una manzana, o dos, sin necesidad de haberla robada. Pero éran esos aspectos los que la gente no sabía descifrar. Empatía... era tan simple.
"Tan simple para nosotros, Celestes, que leemos los sentimientos más íntimos de los que nos rodean" afirmé en mi mente, mientras asentía con la cabeza.
En ese momento, alcé mi mirada hacia una persona que en aquel instante pasaba. Parecía desorientado, o quizás mis ojos me engañaban. Parecía andar también sin rumbo fijo, como buscando algo. No quise entrometerme en lo que no me incumbía, pero quizás me acercara para preguntarle si necesitaba ayuda, ya fuera tanto monetaria como de orientación. A veces me preguntaba si realmente todo lo que hacía tenía algo de sentido en un futuro.
- No intento con esto que cambies tu personalidad, sólo intento que recapacites sobre lo que has hecho, que te mezcles con nosotros, que actúes tal y como actuamos nosotros en el día a día... Sé que no eres como nosotros - dejé escapar de mis labios esas últimas palabras mientras me daba media vuelta, cogía la manzana y le daba varios bocados. Estaba jugosa, el agua que desprendía se mezclaba en mi boca como el caudal de una fuente creada por los dioses.
Me alejé de la chica, no esperaba que me siguiera. Me fui acercando al chico que antes había visto. Estaba sentado sobre un barril, exhausto. ¿Desesperación, quizás? No lo sabía muy bien, parecía estar completamente confuso. Me situé cerca a una de las pocas vayas que había en el pueblo para sostener las riendas de los caballos, dejándome apoyar sobre ellas. Seguí comiendo mi manzana, mientras imaginaba como sería lo que a todos nos gustaría vivir.
FdR: Siento la tardanza, ayer estuve muy ocupado!
- Criatura... ¿no te has parado a pensar en sus sentimientos? - le dije, intentando hacerle entrar en razón, aunque con cierta duda de si lo conseguiría o no - No es el hecho de robar al necesitado, siendo o no este de esas condiciones. Es el hecho de que... ¿te gustaría que lo hicieran contigo? Que te roben algo tan preciado para tu existencia que hasta mataras por ello. Sí, se que no es el caso, pero hay otras alternativas a robar, por ejemplo: platicar - concluí, aunque no sin antes añadirle una última referencia - Quizás preguntarle hubiera sido la mejor opción, y quizás hubiera sido la anciana la buena samaritana, tal y como tú dices que soy yo - terminé, suspirando por lo bajo, en un leve intento de mostrar que realmente la acción no me había gustado en absoluto.
¿Pero que podía hacer yo? Actuaba conforme creía que era lo mejor, la opción correcta y lo que siempre me habían enseñado. El tener parientes dentro del Oráculo, siempre me había hecho reflexionar sobre aspectos de la vida cotidiana, aspectos repetidos y cometidos por personas que realmente no sabían que estaban haciendo. La mayoría había recapacitado e incluso había salido mejor parada. Me imaginaba a la anciana mujer, dándole a la chica una manzana, o dos, sin necesidad de haberla robada. Pero éran esos aspectos los que la gente no sabía descifrar. Empatía... era tan simple.
"Tan simple para nosotros, Celestes, que leemos los sentimientos más íntimos de los que nos rodean" afirmé en mi mente, mientras asentía con la cabeza.
En ese momento, alcé mi mirada hacia una persona que en aquel instante pasaba. Parecía desorientado, o quizás mis ojos me engañaban. Parecía andar también sin rumbo fijo, como buscando algo. No quise entrometerme en lo que no me incumbía, pero quizás me acercara para preguntarle si necesitaba ayuda, ya fuera tanto monetaria como de orientación. A veces me preguntaba si realmente todo lo que hacía tenía algo de sentido en un futuro.
- No intento con esto que cambies tu personalidad, sólo intento que recapacites sobre lo que has hecho, que te mezcles con nosotros, que actúes tal y como actuamos nosotros en el día a día... Sé que no eres como nosotros - dejé escapar de mis labios esas últimas palabras mientras me daba media vuelta, cogía la manzana y le daba varios bocados. Estaba jugosa, el agua que desprendía se mezclaba en mi boca como el caudal de una fuente creada por los dioses.
Me alejé de la chica, no esperaba que me siguiera. Me fui acercando al chico que antes había visto. Estaba sentado sobre un barril, exhausto. ¿Desesperación, quizás? No lo sabía muy bien, parecía estar completamente confuso. Me situé cerca a una de las pocas vayas que había en el pueblo para sostener las riendas de los caballos, dejándome apoyar sobre ellas. Seguí comiendo mi manzana, mientras imaginaba como sería lo que a todos nos gustaría vivir.
FdR: Siento la tardanza, ayer estuve muy ocupado!
Dragon Droican- Oráculo de Yohavir
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Datos
Su personaje es: Dragon Droican, Mago 1er Grado (Magia Telúrica)
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Pertenece a: La OPNI, nº 13. Miembro de la UVI.
Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
- Criatura... ¿no te has parado a pensar en sus sentimientos? -El desconoció tenía el ceño fruncido y Elenara puso los ojos en blanca y mordió nuevamente la manzana previendo que le esperaba un sermón moral y aburrido - No es el hecho de robar al necesitado, siendo o no este de esas condiciones. Es el hecho de que... ¿te gustaría que lo hicieran contigo? Que te roben algo tan preciado para tu existencia que hasta mataras por ello.- ¿Algo tan preciado? ¿Una manzana? Era evidente que nadie se pelearía por una manzana...que gente más rara....- Sí, se que no es el caso, pero hay otras alternativas a robar, por ejemplo: platicar - Por experiencia sabía que no muchos humanos usaban la comunicación como medio para negociar las cosas. - Quizás preguntarle hubiera sido la mejor opción, y quizás hubiera sido la anciana la buena samaritana, tal y como tú dices que soy yo
Era evidente que las acciones de la híbrida habían molestado al celeste. Ella ladeó ligeramente la cabeza. ¿Acaso el puesto era suyo? No veía razón alguna para aquella charla, mas bien monologo por la sencilla de razón de que solo había robado una manzana y mientras que ella lo veía como "obtener alimentos de forma rápida" el celeste veía como "la profanación del puesto de frutas"
- No intento con esto que cambies tu personalidad, sólo intento que recapacites sobre lo que has hecho, que te mezcles con nosotros, que actúes tal y como actuamos nosotros en el día a día... Sé que no eres como nosotros
Observó como se marchaba dándole la espalda descontento con el resultado de su charla.
-Ummm....-Mientras seguía con la mirada al desconocido acariciaba suavemente la manzana con los labios. Interesante, dejaba caer sus conclusiones justo antes de irse. ¿Con que finalidad? Se preguntó ella. Sabía que no era como ellos...no es que Elenara intentara pasar desapercibida, eso le daba a entender varias cosas, la primera, el celeste sabía que ella no era humana, lo que no quería decir que supiera de su condición de dragona, si lo hubiera sabido habría dado más pistas, segunda o el celeste era mas listo de lo que pensaba o llevaba algún cachivache humano que la delataba.
No tardo mucho en decidirse, si el celeste le salía airado o le hacía enfurecer podía transformarse y dejar de el un saco de huesos carbonizados y si no podía aprender a robar manzanas con mas eficacia. Siguió los pasos del celeste hasta alcanzarle.
- Muy bien azulón -Dijo enganchándolo por un hombro y obligándole a parar, se colocó a su lado - Ya que tan bien se te da mezclarte con la plebe iluminame. Te pondré en situación -Carraspeó suavemente dando por sentado que aquella conversación no había acabado ni tenía intención de que fuera así - Es mediodía, acabas de bajar de un tejado húmedo e incomodó -Con aquel cuerpecillo que llevaba y sus ropas era bastante probable que aquel celeste estuviera acostumbrado a dormir en camas calientes y agradables - Has pasado allí toda la helada noche con solo una capa como manta, tienes hambre y cazar gatos no es una solución ni inteligente ni higiénica -Dejaba aparte que el hecho de aparecer por una ciudad con manchas de sangre era bastante sospechoso, pero comer un animal recién cazado y no mancharte era imposible- estas en un mercado lleno de alimentos y nadie apreciara que le falta una pieza de fruta, y no llevas dinero. Siendo objetivos esta gente... -Dijo señalando a los tenderetes del mercado y los mercaderes en general -Esta gente se dedican a cambiar cosas por dinero, eso de negociar esta bien, pero lo de la ayuda al prójimo no es su fuerte, así...¿que solución sencilla nos queda aparte de pasar hambre?
Se cruzó de brazos con una sonrisa en el rostro y es que para ella el concepto del robo era tan lógico y moral como que todos los seres duermen o comen, los humanos también robaban y por peores motivos que los suyos, era evidente que ella llevaba la razón, aunque sabía que estaba hablando con alguien de otra raza, alguien que no podía pensar como un dragón, y plantear las cosas como un animal no ayudaba demasiado al razonamiento
Off: -w-u no me a salido mu bien, hoy no tengo demasiada imaginación xD
Era evidente que las acciones de la híbrida habían molestado al celeste. Ella ladeó ligeramente la cabeza. ¿Acaso el puesto era suyo? No veía razón alguna para aquella charla, mas bien monologo por la sencilla de razón de que solo había robado una manzana y mientras que ella lo veía como "obtener alimentos de forma rápida" el celeste veía como "la profanación del puesto de frutas"
- No intento con esto que cambies tu personalidad, sólo intento que recapacites sobre lo que has hecho, que te mezcles con nosotros, que actúes tal y como actuamos nosotros en el día a día... Sé que no eres como nosotros
Observó como se marchaba dándole la espalda descontento con el resultado de su charla.
-Ummm....-Mientras seguía con la mirada al desconocido acariciaba suavemente la manzana con los labios. Interesante, dejaba caer sus conclusiones justo antes de irse. ¿Con que finalidad? Se preguntó ella. Sabía que no era como ellos...no es que Elenara intentara pasar desapercibida, eso le daba a entender varias cosas, la primera, el celeste sabía que ella no era humana, lo que no quería decir que supiera de su condición de dragona, si lo hubiera sabido habría dado más pistas, segunda o el celeste era mas listo de lo que pensaba o llevaba algún cachivache humano que la delataba.
No tardo mucho en decidirse, si el celeste le salía airado o le hacía enfurecer podía transformarse y dejar de el un saco de huesos carbonizados y si no podía aprender a robar manzanas con mas eficacia. Siguió los pasos del celeste hasta alcanzarle.
- Muy bien azulón -Dijo enganchándolo por un hombro y obligándole a parar, se colocó a su lado - Ya que tan bien se te da mezclarte con la plebe iluminame. Te pondré en situación -Carraspeó suavemente dando por sentado que aquella conversación no había acabado ni tenía intención de que fuera así - Es mediodía, acabas de bajar de un tejado húmedo e incomodó -Con aquel cuerpecillo que llevaba y sus ropas era bastante probable que aquel celeste estuviera acostumbrado a dormir en camas calientes y agradables - Has pasado allí toda la helada noche con solo una capa como manta, tienes hambre y cazar gatos no es una solución ni inteligente ni higiénica -Dejaba aparte que el hecho de aparecer por una ciudad con manchas de sangre era bastante sospechoso, pero comer un animal recién cazado y no mancharte era imposible- estas en un mercado lleno de alimentos y nadie apreciara que le falta una pieza de fruta, y no llevas dinero. Siendo objetivos esta gente... -Dijo señalando a los tenderetes del mercado y los mercaderes en general -Esta gente se dedican a cambiar cosas por dinero, eso de negociar esta bien, pero lo de la ayuda al prójimo no es su fuerte, así...¿que solución sencilla nos queda aparte de pasar hambre?
Se cruzó de brazos con una sonrisa en el rostro y es que para ella el concepto del robo era tan lógico y moral como que todos los seres duermen o comen, los humanos también robaban y por peores motivos que los suyos, era evidente que ella llevaba la razón, aunque sabía que estaba hablando con alguien de otra raza, alguien que no podía pensar como un dragón, y plantear las cosas como un animal no ayudaba demasiado al razonamiento
Off: -w-u no me a salido mu bien, hoy no tengo demasiada imaginación xD
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Mientras reponía fuerzas a mi mente llegó un fragmento de un recuerdo de otros tiempos. Ángel acababa de regresar malherido. Fue la época en que se le oscureció el pelo y los ojos por aquel asunto de una sombra y no sabía que asuntos mas.
El caso es que habíamos mantenido una larga conversación sobre Idhún. Lo que había pasado le impulsó a hablar conmigo sobre aquel mundo, como era, algunos de los seres que habitaban en él como llegar a Idhún...
El caso es... - dijo Ángel - que yo soy mago... y se que suena raro pero...
- He visto lo que haces - dije, mirándole directamente a los ojos, ya que en aquel momento mi hermano rehuía mi mirada. La magia era algo que solo le había causado problemas, a él e incluso a nosotros, en la Tierra - me explicaste como funcionaba todo eso de la magia y los unicornios la primera vez que volviste - acorté para evitarle tener que volver a explicármelo todo
- Lo sé, Jack. Parece que sepas lo que pienso... como siempre, supongo. Lo que te quería decir es que a un mago le puedes reconocer por algunos distintivos - dijo - Generalmente llevan unas túnicas, aunque también pueden llevar unas insignias, cintas...
Aquel curioso individuo de azul llevaba una túnica de mago. Sin querer escuché un fragmento de la conversación, ya que se había acercado a mi, y la muchacha había llegado detrás. Al parecer discutían porque ella había robado una manzana.
Tomé aire y me levanté. Si quería encontrar a Ángel me tenía que mover ya, aunque fuera metiendome en conversaciones ajenas.
No es tan sencillo - dije, interviniendo en su conversación. Estaban ya casi a mi lado - esa manzana no estaría ahí por arte de magia. Alguien la cultivó durante meses y una vez estuvo lista la llevó al mercado, esperando obtener la retribución por el trabajo realizado - dije con voz tranquila, dirigiendo mis ojos oscuros directamente a los de la dragona, que mostraban una actitud de superioridad y de indiferencia que en cierto modo causaban respeto, aunque jamás había rehusado mirar a nadie directamente a los ojos, y nunca me había intimidado por ello - No se trata de que esté mal: habría sido mejor que le robaras dinero a uno de esos ricos corruptos que hay en las ciudades como esta, y que con ese dinero pagaras la manzana, porque mientras él no ha ganado lo que tiene con el trabajo de sus manos, quién vende manzanas si lo ha hecho, y se merece el dinero que valen - en esos sentidos no me basaba en el está bien o el está mal, era mucho mas práctico, porque es sabido que no puedes inculcar una moral a alguien que no crea en ella, simplemente hay que llegar al punto mas bajo.
Miré un brevemente al otro individuo. En mi interior bullían mil preguntas sobre él, de donde venía, a que extraña raza pertenecía... pero lo mas importante era encontrar a mi hermano, le preguntaría en cuanto pudiera por los magos de la órden de magia de la que me había hablado Ángel.
El caso es que habíamos mantenido una larga conversación sobre Idhún. Lo que había pasado le impulsó a hablar conmigo sobre aquel mundo, como era, algunos de los seres que habitaban en él como llegar a Idhún...
El caso es... - dijo Ángel - que yo soy mago... y se que suena raro pero...
- He visto lo que haces - dije, mirándole directamente a los ojos, ya que en aquel momento mi hermano rehuía mi mirada. La magia era algo que solo le había causado problemas, a él e incluso a nosotros, en la Tierra - me explicaste como funcionaba todo eso de la magia y los unicornios la primera vez que volviste - acorté para evitarle tener que volver a explicármelo todo
- Lo sé, Jack. Parece que sepas lo que pienso... como siempre, supongo. Lo que te quería decir es que a un mago le puedes reconocer por algunos distintivos - dijo - Generalmente llevan unas túnicas, aunque también pueden llevar unas insignias, cintas...
Aquel curioso individuo de azul llevaba una túnica de mago. Sin querer escuché un fragmento de la conversación, ya que se había acercado a mi, y la muchacha había llegado detrás. Al parecer discutían porque ella había robado una manzana.
Tomé aire y me levanté. Si quería encontrar a Ángel me tenía que mover ya, aunque fuera metiendome en conversaciones ajenas.
No es tan sencillo - dije, interviniendo en su conversación. Estaban ya casi a mi lado - esa manzana no estaría ahí por arte de magia. Alguien la cultivó durante meses y una vez estuvo lista la llevó al mercado, esperando obtener la retribución por el trabajo realizado - dije con voz tranquila, dirigiendo mis ojos oscuros directamente a los de la dragona, que mostraban una actitud de superioridad y de indiferencia que en cierto modo causaban respeto, aunque jamás había rehusado mirar a nadie directamente a los ojos, y nunca me había intimidado por ello - No se trata de que esté mal: habría sido mejor que le robaras dinero a uno de esos ricos corruptos que hay en las ciudades como esta, y que con ese dinero pagaras la manzana, porque mientras él no ha ganado lo que tiene con el trabajo de sus manos, quién vende manzanas si lo ha hecho, y se merece el dinero que valen - en esos sentidos no me basaba en el está bien o el está mal, era mucho mas práctico, porque es sabido que no puedes inculcar una moral a alguien que no crea en ella, simplemente hay que llegar al punto mas bajo.
Miré un brevemente al otro individuo. En mi interior bullían mil preguntas sobre él, de donde venía, a que extraña raza pertenecía... pero lo mas importante era encontrar a mi hermano, le preguntaría en cuanto pudiera por los magos de la órden de magia de la que me había hablado Ángel.
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
En uno de los bocados que le daba a la manzana, me giré para observar el paisaje, otra vez. El mar se extendía por todos los lados. Mirar hacia el horizonte era perderse en un gran plato sin límites, imaginándonos que al final habría una gran catarata, como hacían antiguamente. Sin embargo, detrás de todo ello, había más. Pero no sería yo quien fuera a descubrirlo más adelante, tenía bastante con preocuparme por vivir el presente, el futuro era cada vez más lejano, y daba escalofríos.
Una mano interrumpió mis pensamientos. Me volví para fijarme en el que chica que había robado la manzana, me miraba, como exhausta. Exhausta por intentar convencerme de lo que ella pensaba, pero era inútil. Me habían criado en lo que me habían criado, y aparte de eso entraba la condición de que, por mucho que lo intentara, no podía evitar sentir lo que los demás sentían. Era un don de por vida, y, aunque bueno en algunas ocasiones, otras deseaba profundamente que desapareciera.
Escuché, y mientras que la oía a hablar me paraba a pensar todo lo que decía. Poco a poco me iba desvelando su forma de ser, y esa forma de ser era muy especial, no era la primera que había conocido de ese modo. Además... ¿quién duerme encima de un tejado? Decía haber vivido situaciones extremas, pero si eso era extremo, mi vida entonces había sido un apocalipsis. Me disponía a hablar cuando, de repente, el chico que reposaba sobre un barril se levantó e intervino en la conversación.
No me impactó, ni me molestó. Es más, parecía tener muy clara las cosas, aún cuando era confusión lo que había leido anteriormente en su corazón. Escuché, con atención, todo lo que tenía que decir. En parte, llevaba razón, pero no compartía la misma opinión que él. Robar al rico no ayudaba al pobre, al contrario, lo metía en problemas. Callé mis palabras, había dejado por imposible convencer a la joven dragona, pues era eso, una dragona. Y si me equivocaba, que Wina me enterrara. Cuando el chico hubo terminado, suspiré, para luego tomar aire, y, sin denotar enfado, sólo cansancio, le dije a la chica:
- Entonces va a ser verdad que vosotros, los dragones, no tenéis sentimientos... - empecé relatando, no me llevaría mucho tiempo - Hay que saber ponerse en la situación de los demás. Digamos que mi vida no ha sido una vida llena de lujeríos, en eso te equivocas... He sufrido más de lo que tu misma te creerás, y ante todo, Humildad. Humildad es una palabra muy usada para definir mi personalidad, cosa de la que muchos carecen... A veces pienso que ni los dioses tienen corazón... - terminé de decir, mientras me giraba para comenzar a andar de nuevo.
Una lágrima dejó asomar por mi rostro, recorriendo mi mejilla en varios surcos, que terminaron por caer al suelo. No dejé que la vieran, lo último que intentaba dar en el mundo era pena. Era mi condición la que hacía que todas estas cosas que me pasaban me afectara más que a todos los demás. Jugar con los sentimientos de los celestes era, sin duda, lo más cruel que alguien pudiera echar sobre sus hombros. Me alejé varios metros, y me dejé caer sobre un banco de piedra colocado entre una de las calles que comunicaba a la calle principal. Y me quedé ahi, mirando como la gente pasaba, sin nada más que pensar.
No quería nada más, ¿era tanto lo que pedía?
Una mano interrumpió mis pensamientos. Me volví para fijarme en el que chica que había robado la manzana, me miraba, como exhausta. Exhausta por intentar convencerme de lo que ella pensaba, pero era inútil. Me habían criado en lo que me habían criado, y aparte de eso entraba la condición de que, por mucho que lo intentara, no podía evitar sentir lo que los demás sentían. Era un don de por vida, y, aunque bueno en algunas ocasiones, otras deseaba profundamente que desapareciera.
Escuché, y mientras que la oía a hablar me paraba a pensar todo lo que decía. Poco a poco me iba desvelando su forma de ser, y esa forma de ser era muy especial, no era la primera que había conocido de ese modo. Además... ¿quién duerme encima de un tejado? Decía haber vivido situaciones extremas, pero si eso era extremo, mi vida entonces había sido un apocalipsis. Me disponía a hablar cuando, de repente, el chico que reposaba sobre un barril se levantó e intervino en la conversación.
No me impactó, ni me molestó. Es más, parecía tener muy clara las cosas, aún cuando era confusión lo que había leido anteriormente en su corazón. Escuché, con atención, todo lo que tenía que decir. En parte, llevaba razón, pero no compartía la misma opinión que él. Robar al rico no ayudaba al pobre, al contrario, lo metía en problemas. Callé mis palabras, había dejado por imposible convencer a la joven dragona, pues era eso, una dragona. Y si me equivocaba, que Wina me enterrara. Cuando el chico hubo terminado, suspiré, para luego tomar aire, y, sin denotar enfado, sólo cansancio, le dije a la chica:
- Entonces va a ser verdad que vosotros, los dragones, no tenéis sentimientos... - empecé relatando, no me llevaría mucho tiempo - Hay que saber ponerse en la situación de los demás. Digamos que mi vida no ha sido una vida llena de lujeríos, en eso te equivocas... He sufrido más de lo que tu misma te creerás, y ante todo, Humildad. Humildad es una palabra muy usada para definir mi personalidad, cosa de la que muchos carecen... A veces pienso que ni los dioses tienen corazón... - terminé de decir, mientras me giraba para comenzar a andar de nuevo.
Una lágrima dejó asomar por mi rostro, recorriendo mi mejilla en varios surcos, que terminaron por caer al suelo. No dejé que la vieran, lo último que intentaba dar en el mundo era pena. Era mi condición la que hacía que todas estas cosas que me pasaban me afectara más que a todos los demás. Jugar con los sentimientos de los celestes era, sin duda, lo más cruel que alguien pudiera echar sobre sus hombros. Me alejé varios metros, y me dejé caer sobre un banco de piedra colocado entre una de las calles que comunicaba a la calle principal. Y me quedé ahi, mirando como la gente pasaba, sin nada más que pensar.
No quería nada más, ¿era tanto lo que pedía?
Dragon Droican- Oráculo de Yohavir
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Un muchacho había interrumpido su conversación, cosa que no le molestó, ya que había hecho una curiosa observación sobre el tema del que celeste y dragona hablaban. Le había mirado directamente a los ojos, desafiante y directo, cosa que le gusto, pocos humanos miraban así.
Le hubiera gustado dar una respuesta al muchacho pero el celeste empezó a deprimirse por momentos casi solo.
- Entonces va a ser verdad que vosotros, los dragones, no tenéis sentimientos... - Parecía muy compungido por lo que había dicho Elenara y esta sin percatarse del estado de ánimo del hombre estuvo a punto de soltar una verdad como una casa, los dragones tienen sentimiento, solo que no sienten como los humanos y estos ciegos en su ego no creen que halla otra manera de sentir las cosas que no sea "su manera"- Hay que saber ponerse en la situación de los demás. Digamos que mi vida no ha sido una vida llena de lujeríos, en eso te equivocas... He sufrido más de lo que tu misma te creerás, y ante todo, Humildad. Humildad es una palabra muy usada para definir mi personalidad, cosa de la que muchos carecen... A veces pienso que ni los dioses tienen corazón...
Se dio la vuelta ensimismado en sus deprimentes pensamientos y se alejó del chico humano y de la dragona. Esta le observó mientras sujetaba por el rabillo el resto de la manzana, consumida ya por su apetito voraz.
- Oh, creo que no le ha sentado nada bien nuestra pequeña conversación, que especie mas delicada... -Dijo llevándose la mano libre a la cadera y ladeo ligeramente la cabeza con una expresión de curiosidad y despreocupación unidas. Era curioso como la dragona podía alcanzar aquel nivel de insensibilidad y no sentirse culpable. Ella no tenía la culpa de que un celeste se lamentara de su estado. - Ya se sabe, el exceso de humildad es también símbolo de vanidad
Hablaba sola aunque en cierto modo se dirigía al chico que había junto a ella. Le miró y le dedicó una desinteresada sonrisa.
- ¿Te interesa seguir con el tema del urto? Si te dirigiste a nosotros no sería solo por que te interesaba el tema -Un tema un tanto banal para un humano a menos que quisiera delatarla, que no debía ser el caso puesto que estaban ya lejos del puesto y no parecía tener intenciones de hacerlo. Miró al chico y nuevamente al celeste que descansaba sentado en un banco de piedra. Le había gustado la actuación del chico, y había aprendido que la próxima vez que robara comida se subiría a un tejado para que nadie le molestara mientras desayunaba. - ¿Querías algo? Por que si es así debería decirte que no se demasiado sobre el lugar, quizás te vendría mejor preguntarle a él
Y señalo al celeste con un dedo.
Le hubiera gustado dar una respuesta al muchacho pero el celeste empezó a deprimirse por momentos casi solo.
- Entonces va a ser verdad que vosotros, los dragones, no tenéis sentimientos... - Parecía muy compungido por lo que había dicho Elenara y esta sin percatarse del estado de ánimo del hombre estuvo a punto de soltar una verdad como una casa, los dragones tienen sentimiento, solo que no sienten como los humanos y estos ciegos en su ego no creen que halla otra manera de sentir las cosas que no sea "su manera"- Hay que saber ponerse en la situación de los demás. Digamos que mi vida no ha sido una vida llena de lujeríos, en eso te equivocas... He sufrido más de lo que tu misma te creerás, y ante todo, Humildad. Humildad es una palabra muy usada para definir mi personalidad, cosa de la que muchos carecen... A veces pienso que ni los dioses tienen corazón...
Se dio la vuelta ensimismado en sus deprimentes pensamientos y se alejó del chico humano y de la dragona. Esta le observó mientras sujetaba por el rabillo el resto de la manzana, consumida ya por su apetito voraz.
- Oh, creo que no le ha sentado nada bien nuestra pequeña conversación, que especie mas delicada... -Dijo llevándose la mano libre a la cadera y ladeo ligeramente la cabeza con una expresión de curiosidad y despreocupación unidas. Era curioso como la dragona podía alcanzar aquel nivel de insensibilidad y no sentirse culpable. Ella no tenía la culpa de que un celeste se lamentara de su estado. - Ya se sabe, el exceso de humildad es también símbolo de vanidad
Hablaba sola aunque en cierto modo se dirigía al chico que había junto a ella. Le miró y le dedicó una desinteresada sonrisa.
- ¿Te interesa seguir con el tema del urto? Si te dirigiste a nosotros no sería solo por que te interesaba el tema -Un tema un tanto banal para un humano a menos que quisiera delatarla, que no debía ser el caso puesto que estaban ya lejos del puesto y no parecía tener intenciones de hacerlo. Miró al chico y nuevamente al celeste que descansaba sentado en un banco de piedra. Le había gustado la actuación del chico, y había aprendido que la próxima vez que robara comida se subiría a un tejado para que nadie le molestara mientras desayunaba. - ¿Querías algo? Por que si es así debería decirte que no se demasiado sobre el lugar, quizás te vendría mejor preguntarle a él
Y señalo al celeste con un dedo.
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
FDR: Siento mucho el retraso, y ser algo corto en el post, últimamente estoy bastante liado >.<
La proxima vez que tarde mas de un día en contestar saltad mi turno, por favor. No quiero que os quedéis estancados por mi culpa :S
Una frase fugaz de aquella conversación llegó a mi mente cuando oí el último comentario del ser celeste.
... y ten cuidado con los dragones y las serpientes aladas, los sheks. No te dejes llevar por ellos ni por sus complejos de superioridad.
Según lo que me había contado mi hermano, había seres híbridos, con dos cuerpos en Idhún. Aquello era algo que yo no llegaba a entender demasiado bien, pero parecía que aquella muchacha era en realidad una dragona disfrazada en un cuerpo humano.
- No, no he intervenido por eso, robar no entra en mis principios - dije, respondiendo a lo que dijo la dragona - realmente os pusisteis a mi lado... y quería preguntarle algo a él - dije, mirando ahora celeste - estoy buscando a alguien... y quizás tu me podrías ayudar a encontrarlo porqué... ¿eres mago, no? - Esperaba que aquella pregunta no fuera demasiado indiscreta, no sabía lo que en Idhún se consideraba correcto o no - Estoy buscando a un mago que por lo visto es bastante conocido en la órden de magia
La proxima vez que tarde mas de un día en contestar saltad mi turno, por favor. No quiero que os quedéis estancados por mi culpa :S
Una frase fugaz de aquella conversación llegó a mi mente cuando oí el último comentario del ser celeste.
... y ten cuidado con los dragones y las serpientes aladas, los sheks. No te dejes llevar por ellos ni por sus complejos de superioridad.
Según lo que me había contado mi hermano, había seres híbridos, con dos cuerpos en Idhún. Aquello era algo que yo no llegaba a entender demasiado bien, pero parecía que aquella muchacha era en realidad una dragona disfrazada en un cuerpo humano.
- No, no he intervenido por eso, robar no entra en mis principios - dije, respondiendo a lo que dijo la dragona - realmente os pusisteis a mi lado... y quería preguntarle algo a él - dije, mirando ahora celeste - estoy buscando a alguien... y quizás tu me podrías ayudar a encontrarlo porqué... ¿eres mago, no? - Esperaba que aquella pregunta no fuera demasiado indiscreta, no sabía lo que en Idhún se consideraba correcto o no - Estoy buscando a un mago que por lo visto es bastante conocido en la órden de magia
Sagan- Oráculo de Neliam
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Cada vez había más gente en las calles. Estaba absorto en mis pensamientos, realmente me había molestado que incluso criaturas como lo eran los dragones siguieran tratándonos como seres superiores. Y no es que lo fueran, pero deberían de saber tratar con más humildad a todos laz razas del continente. Finalmente, noté una presencia a mi lado, y ví que el chico que andaba desorientado, asomaba en su corazón varias dudas, que contesté, con el ceño fruncido.
- Soy mago, sí. Si te fijas, las túnicas que llevo puestas son propias de la Orden Mágica, más concretamente en mi especialidad, que es la magia que la diosa Wina nos ha legado - tomé aire, para preguntarle, a modo de respuesta - ¿Sabes si esa persona forma parte del consejo de Archimagos? Porque si es así, con decirme su nombre quizás sepa responderte si es o no conocido en la orden mágica. Por regla general, sólamente conocemos los nombres de los Archimagos. Somos muchos magos en la orden, es imposible aprenderselos todos.
Esperé sus respuestas paciente, mientras de vez en cuando echaba ojeadas atrás, para ver si la dragona seguía observándonos o simplemente se había marchado.
Fdr: Perdón, yo también estoy muy liado. Siento que mi rol no te de mucho juego Lena, pero es que estoy super liado. Este finde serán más producentes u.u
- Soy mago, sí. Si te fijas, las túnicas que llevo puestas son propias de la Orden Mágica, más concretamente en mi especialidad, que es la magia que la diosa Wina nos ha legado - tomé aire, para preguntarle, a modo de respuesta - ¿Sabes si esa persona forma parte del consejo de Archimagos? Porque si es así, con decirme su nombre quizás sepa responderte si es o no conocido en la orden mágica. Por regla general, sólamente conocemos los nombres de los Archimagos. Somos muchos magos en la orden, es imposible aprenderselos todos.
Esperé sus respuestas paciente, mientras de vez en cuando echaba ojeadas atrás, para ver si la dragona seguía observándonos o simplemente se había marchado.
Fdr: Perdón, yo también estoy muy liado. Siento que mi rol no te de mucho juego Lena, pero es que estoy super liado. Este finde serán más producentes u.u
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
El humano se había acercado nuevamente la celeste. Bajó su capa se cruzó de brazos y observó la escena mientras apoyaba la espalda en la pared. Aunque estaba un poco lejos sus sentidos mejor desarrollados podían oír la conversación su mente solo la escuchaba por encima, no era interesante.
Elenara ladeó la cabeza. Tap. Tap. Tap. Primero a un lado. Tap. Tap. Tap. Después a otro. Tap Tap Tap.
Con la punta de su bota taconeaba instintivamente sintiendo como sobre ella se cernía uno de los peores males del mundo. El aburrimiento. Miró el mercado buscando algo que llamara su interés, solo encontraba baratijas brillantes y armas que no necesitaba. Escuchó conversaciones ajenas, rumores, precios, regateos, todas igual de aburridas para la dragona. Notó que estaba siendo observada y miró a la pareja con la que había estado entablando conversación anteriormente. El celeste le miraba de tanto en tanto y en vez de apartar la vista la clavó fijamente sobre él, no esperaba ninguna reacción en especial, o la evitaría o se la devolvería, nada que no fuera previsible.
- Espera...-Se llevó una mano a los labios y se mordisqueó una larga uña rememorando los escasos sucesos de la mañana -¿No iba yo a la playa?
Olfateó el aire impregnado en salitre en busca de la dirección correcta cuando llegó una nueva distracción A su lado un puesto fue volcado con tal fuerza que amuletos y cachivaches volaron por el aire como proyectiles mortales y se desperdigaron por el suelo y mientras un malhumorado y alterado mercader gritaba con la vena del cuello tan hinchada que parecía que iba a reventar un ladrón empujaba a la gente, intentando escaparse. Observó la escena casi con diversión mientras las personas sorprendidas se quedaban petrificadas, al menos hasta que el ladrón decidió que la dragona estorbaba en su camino. Le empujó contra la pared y la dragona notó como su cuerpecito de humano cedía ante la fuerza del humano.
Observó a la pareja que seguían hablando
- ¡Yo por lo menos no rompo los puestos! -Dijo y antes de dejarles responder saltó encima de un puesto y se subió a un tejado donde podría correr mejor para perseguir a su ladrón ya que le mercado se había llenado de gente. Y mientras corría siguiendo el no demasiado agradable olor del ladrón que callejeaba tan rápido como podía. Nadie empuja a un dragón y se iba de rositas.
Elenara ladeó la cabeza. Tap. Tap. Tap. Primero a un lado. Tap. Tap. Tap. Después a otro. Tap Tap Tap.
Con la punta de su bota taconeaba instintivamente sintiendo como sobre ella se cernía uno de los peores males del mundo. El aburrimiento. Miró el mercado buscando algo que llamara su interés, solo encontraba baratijas brillantes y armas que no necesitaba. Escuchó conversaciones ajenas, rumores, precios, regateos, todas igual de aburridas para la dragona. Notó que estaba siendo observada y miró a la pareja con la que había estado entablando conversación anteriormente. El celeste le miraba de tanto en tanto y en vez de apartar la vista la clavó fijamente sobre él, no esperaba ninguna reacción en especial, o la evitaría o se la devolvería, nada que no fuera previsible.
- Espera...-Se llevó una mano a los labios y se mordisqueó una larga uña rememorando los escasos sucesos de la mañana -¿No iba yo a la playa?
Olfateó el aire impregnado en salitre en busca de la dirección correcta cuando llegó una nueva distracción A su lado un puesto fue volcado con tal fuerza que amuletos y cachivaches volaron por el aire como proyectiles mortales y se desperdigaron por el suelo y mientras un malhumorado y alterado mercader gritaba con la vena del cuello tan hinchada que parecía que iba a reventar un ladrón empujaba a la gente, intentando escaparse. Observó la escena casi con diversión mientras las personas sorprendidas se quedaban petrificadas, al menos hasta que el ladrón decidió que la dragona estorbaba en su camino. Le empujó contra la pared y la dragona notó como su cuerpecito de humano cedía ante la fuerza del humano.
Observó a la pareja que seguían hablando
- ¡Yo por lo menos no rompo los puestos! -Dijo y antes de dejarles responder saltó encima de un puesto y se subió a un tejado donde podría correr mejor para perseguir a su ladrón ya que le mercado se había llenado de gente. Y mientras corría siguiendo el no demasiado agradable olor del ladrón que callejeaba tan rápido como podía. Nadie empuja a un dragón y se iba de rositas.
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Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Fdr: Lena, te posteo el miércoles, que termino los examenes. TODITOS. Además empieza el puente, habrá tiempo para rolear muuuucho. Perdóname u_u (Editaré este post para cuando termine).
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Fecha de inscripción : 01/05/2010
Edad : 30
Localización : San Fernando
Datos
Su personaje es: Dragon Droican, Mago 1er Grado (Magia Telúrica)
Trabaja de: Juglar - Plaza de Vanis
Pertenece a: La OPNI, nº 13. Miembro de la UVI.
Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
OFF: yo ando ausente, igual que toda la semana anterior por que no tengo internet -.-u espero volver a tener red entre el lunes o el martes, ya avisare
Invitado- Invitado
Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
FDR: Yo lo siento muchísimo. Se me han juntado parciales y finales y no tengo un segundo casi para nada T_________ T.
Sagan- Oráculo de Neliam
- Mensajes : 1590
Puntos : 1515
Fecha de inscripción : 01/03/2010
Edad : 31
Localización : Derbhad
Datos
Su personaje es: Sagan Limkaz, Humano semi-mestizo feerico, Archimago (Agua)
Trabaja de: Maestro en la Torre de Kazlunn
Pertenece a: La UVI-fundador, OPNI nº6
Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Ey yo ya tengo internet xD asi que cuando podeis responder -w-u que mira que ha pasado tiempo
Invitado- Invitado
Re: Paseos, caminatas y otros menesteres [RP]
Sagan, Dragon siento mucho decir que en vista de que después de una semana ma esperando a que alguno respondiera y no lo habéis echo abandono el post por que llevo ya mucho tiempo sin postear y me aburro de esperar
LENA ABANDONA EL POST
Invitado- Invitado
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