Historias de la Infancia (Rol Libre)

Avanzaba yo por las calles de Vaniss cuando me encontré enfrente del parque, con 6 años que tenía me apasionaba mucho correr por el campo verdoso y dibujar con mi blog de dibujo, el que siempre llevaba en la bandolera. Entré por las puertas del parque que ponía: "Parque de Vaniss" que siempre me alegraba ver, no había nadie, excepto una señora que conocía que siempre se levantaba temprano para dar de comer felizmente a las palomas.

Saludé a la señora y me acurruqué en el único sauce que había, saco el blog y un lápiz y me pongo a dibujar. Dibujo el sol... las nubes...hasta la señora Precor dando de comer a las palomas con pequeñor trozos de maíz.

Notó un raro ruido, pero no levanto la vista del blog, aún dejándo de dibujar, hibrido mi oreja derecha de humano en una oreja de Dragón y escucho como el chico entra en el parque y observa. Vuelvo con mi oreja normal de humano y sigo dibujando, aunque atento a todo movimiento posible.

Una sonrisa melancólica cruzó a través de la expresión de Lelouch, como un mar a la deriva sin más razón de ser. Mas aquella expresión permaneció poco tiempo en su rostro, pues su alrededor era muchas cosas; ninguna las deseadas. En lugar de árboles se alzaban edificios de piedra, ilustrándose a los ojos del mundo como una única unidad ante el mundo.

El niño de 6 años avanzó sin perderse detalle de la ciudad, generando un mapa mental del lugar que nunca podría olvidar. Fue entonces cuando su mirada se posó sobre un chico dibujando algo, y una curiosidad infantil le picó. Haciendo caso omiso de todas las damas que le miraban con extraña intensidad, el joven avanzó entre la gente asta plantarse frente al chico rubio. -¿Que dibujas?- Preguntó con infinita inocencia.

Sin siquiera pedir permiso, se sentó a su lado a pies del arbol. -¿Sabes? no has podido escoger mejor lugar- Como cualquier feerico, su amor eran los árboles. Curiosamente, el niño rubio tenía una oreja con escamas sustituyendo una humana.

Noté como el niño entraba al parque y se dirigía hacia mí, al final, no pude evitar ver como se sentaba a mi lado y mepreguntaba qué estaba dibujando, al igual que me dijo que no podía haber escogido un mejor lugar para dibujar- Dibujo el parque, como siempre -le digo, enseñándole esas obras que, la gente que la veía decía que eran perfectas, pero al parecer yo era demasiado modesto y no me gustaba mucho, pero, en el fondo, sabía que estaban bien, eran casí perfectas, solo que por modestia no quería ni imaginármelo.

Noto que me mira la oreja y yo mismo me acuerdo de que no he vuelto a transformármela, así que me la transformo en una humana- Supongo que te has dado cuenta, ¿no? -le pregunto, guardo mi blog y mi lápiz y cierro mi bandolera, me la pongo y le estrecho la mano- Encantado, me llamo Emon, Emon Dakras, pero llame Emon o Em -me presento, esperando respuesta alguna u otra presentación.