Encuentros Inesperados [RL]

Aira caminaba con un enojo creciente por el bosque,iba dando patadas a las piedras que se interponían en su camino y arrancando toda rama que la molestase en su camino. Así,hacía mas ruido que un swanit en una cristalería,pero tan enfadada que iba,no le importaba,ya vería todo aquel que se le interpusiera en su camino. Vió una mata de zarzamora y fué comiendo algunas por el camino,aunque eso no quito para nada su enojo,el sabor dulce,medio amargo,le recordaba a la experiencia que acababa de vivir,asi que las acabo tirando todas al suelo y se puso a correr a trote suave.
Dió una última patada a una rama tirada en el suelo cuando llegó al monte Lunn de nuevo,habia deshecho el camino anteriormente recorrido. De repente notó algo,era una vaga sensación,la misma que le venía cada vez que había alguien dispuesto a rebelarse ante el objetivo de su jefe. Negó con la cabeza y se acercó,desenvainando la espada,con el ceño fruncido. A pesar de su escasa altura y de su aspecto frágil,la luz del sol le daba justo para que medio se le pudiera considerar una amenaza. -Desenvaina,rebelde

----------------
OFF: Su escasa altura... (?)

Envainó la espada con un movimiento fluido y se cruzó de brazos. -¿Pero que clase de adversario eres tú? ¿Quieres que te pegue? -alzó una ceja,desfrunciendo el ceño pero aun recelosa, sin embargo el enfado empezaba a remitir,la distancia y el tiempo que habia pasado,junto con el esfuerzo físico de la carrera y la aleatoria aparición del chico que-no-tenía-espada la había tranquilizado un tanto.
Echó una mirada crítica al chico de arriba a abajo,en el cuerpo a cuerpo podría ser dificil,en la espada no,dado que no tenía,y a falta de nada más,no podrían pelear. Sacudió la cabeza turbada cuando el chico se la quedó mirando fijamente y ladeó la cabeza ella también,al igual que él. - Al menos si no me puedes dar pelea,entretenme hasta que se me pase del todo el enojo. - No era una pregunta,era una petición con forma de orden,y la chica se sentó repentinamente frente al chico,con las piernas cruzadas debajo de el cuerpo y suspiró,enterrando la cabeza entre las palmas de las manos.
Se mecía suave con las suaves ráfagas de viento que le despejaban la mente,mientras intentaba dejar la mente en blanco,ya sin importar que fuera un adversario quien estuviera frente a ella.

Se quedó algo confuso cuando la chica le pidió que la entreteniese. Pero se quedó callado un rato, pensando.
Observó como la chica se sentaba a su lado y como se mecía por el viento que soplaba con suavidad, Ikuto miró por última vez como el Sol se escondía lentamente, hasta que el cielo se tornó de un naranja rojizo. Miró de nuevo a la chica y tras un rato se decidió por entablar una conversación con ella.

- Bueno... se hace tarde, ¿de dónde vienes? -.

Le preguntó, podría ser que vino aquí por placer y vivía cerca de donde se encontraban.
De todos modos Ikuto volvió a mirar el cielo, apoyándo su cabeza suavemente en el tronco.

Levantó la cabeza de golpe,habia dado una cabezada,cuando el chico finalmente,se decidió a hablar. La pregunta que le dijo arrancó una sonrisa a la chica. -No se de donde venía antes de todo esto... y de donde vengo justo ahora,digamos que es un secreto. -ladeó la cabeza,ya le habia dicho que era una enemiga¿,es que acaso se habia equivocado y el chico no participaba en el juego? Contrariamente,esa situación le favorecía,ya que de la otra manera podria casi decirse que "confraternizaba".
Sonrió nuevamente al chico de lado. - ¿Y tu a donde vas? - siguió la mirada del chico hacia el crepúsculo,recogiendose el pelo distraídamente en una coleta mientras suspiraba. Ese color concreto del cielo le traía recuerdos difusos,pero que no podía interpretar. Era como recoger agua con la mano,parecía que lo conseguías,pero al poco tiempo te quedabas sin nada,tenía la mente hecha un auténtico colador y no le gustaba esa sensación de impersonalidad que tenía consigo misma. ¿Sabía quien era ella acaso?

Asintió sin decir nada al comentario del chico y se quedó esperando una respuesta que no llegaba,que no llegó. Volvió la cabeza de nuevo para mirar al chico fijamente y alzó una ceja. - ¿Hola? ¿Te comió la lengua el swanit? -se acercó gateando hacia el chico y le abrió la boca para comprobar(?) -¿No me vas a responder? -calló de pronto al recordar que ella tampoco le habia respondido nada en claro al chico y sonrió negando con la cabeza,volviendo a su sitio,sentada a la misma forma que antes del gateo. - De acuerdo, de acuerdo,pongamos que no sabemos a donde vamos ni de donde venimos - se enrolló un mechón de pelo violeta en el dedo índice. - ¿Puedo al menos saber tu nombre,peliazul? -infló las mejillas,rozando con la otra mano la empuñadura fría de su espada.

Sonrió por que sabía que el chico se divertía,aunque estuviese serio. Cosas de semi celeste. Ladeó la cabeza cuando le dijo su nombre. - Ikuto.. me acordaré. - Inspiró profundamente y despues volvió a inflar las mejillas algo sonrojada cuando la llamó asi,le picó a él la mejilla con el dedo y soltó una carcajada ligera. - Mi nombre es Aira,aunque ya no sé si soy yo misma o soy cualquier otra persona. -se encogió de hombros y miró fijamente a Ikuto. - Debería matarte. ¿Participas en el juego,verdad? -solo se limitó a ladear la cabeza,de pronto le habia vuelto eso a la mente. Desde leugo tenía alguna anomalía mental que la obligaba a pensar siempre en eso. Sin embargo su voluntadtenia que ser mas fuerte que aquella cosa. Con su misma magia se calmó,con un ligero y sencillo hechizo relajante,de bajo nivel.

Ladeó la cabeza. - Puede que tengas razón... - le quitó importancia con un gesto de la mano. Entrecerró los ojos cuando el chico se sorprendió ante lo que dijo. Parecía genuinamente sorprendido,asi lo notaba ella,pero era un jugador,y la sensación se incrementaba cada vez que lo pensaba. Estaban a poca distancia así que de golpe desenvainó la espada con un grácil movimiento y acorraló al chico contra el árbol,el filo de la espada le rozaba el cuello,tan cerca que seguro notaba el frío que esta desprendía. - El juego... Kerzer está tomando posesión de Idhún,y yo soy una de sus... secuaces,¿así nos llamó? Determinada gente fue invitada a pelear contra él. De verdad pareces uno de ellos... - el filo de la espada se acercó aún mas a su garganta y ella lo observaba impasible. - Realmente no se por qué hago esto... -los motivos que la habían empujado a unirse al invasor eran cuanto menos,desconocidos y lejanos para ella,pero así lo había hecho. - Igual,no te mataré. - retiró la espada y volvió a envainarla,quedando muy cerca del chico. Le revolvió el pelo y sonrió. - Me has caido bien,tienes suerte(?) - se alejó y volvió a quedar mirando para el cielo,casi se acercaba la noche.

Se calmó cuando la chica le retiró la espada del cuello. Ikuto esuchó con suma atención la explicación de aira sobre ese "juego".

- Parece que te tiene muy preocupada -.

Ya se hacía tarde e Ikuto debía seguir su camino. Aunque no pensaba dejar a la chica sola, y él podría ayudarla.
Ikuto se levantó y miró a Aira, aunque no sabía a qué camino se dirigía... Ikuto tampoco lo sabía, tampoco buscaba nada en concreto pero sabía que algo tenía que suceder... tarde o temprano, fuese lo que fuese.

- Puedo acompañarte si quieres, mejillitas, aunque no sea un jugador... -.

Espreó la respuesta de la chica impaciente. Podía ser que, al final, ese fuera su destino, acompañar a Aira y ser un jugador.

Vio un poco de indecisión en la chica.

- No te preocupes, no estorbaré... en absoluto -.

Y la tercera amenaza de la chica, a Ikuto ya no le importaban.
Aunque parecía que no estaba convencida del todo, iba a seguir con ella, pues también le preocupaba que alguien le hiciera daño, aunque ella parecía dura de roer. TAmbién le preocupaba que le cortara la cabeza a alguien que no es un "jugador", ya que si no fuera por el carácter serio y tranquilo de Ikuto no hubiera estado allí en ese momento precisamente...

- Debemos irnos rápido, empieza a oscurecer, o quizá sea mejor que pasemos aquí la noche -.

Ikuto esperó de nuevo con paciencia la decisión de Aira.