Cariño...

Estaba en casa, esperando a mi padre que había sido convocado por los yans.

Cuando llegó a casa, parecía preocupado, pero no le di importancia ya que desde lo de i madre ha estado diferente. Pero esta vez intuía que había algo más.

-Hola papá- le dije sonriendo.

-Ah, hola Angy -me dijo con una forzada sonrisa.

-¿Estás bien, te pasa algo?.

- Angy, siéntate, tengo que contarte una cosa.

Obediente, me senté y esperé.

-Sabes que hoy a Kash- Tar ¿verdad?.

En verdad no lo sabía pero al haber sido convocado por yans me lo imaginaba.

-si, lo sé.

-pues bien, han convocado a muchos yans porque las las tierras de Kash-tar están en guerra y necesitan mucha ayuda...

Le interrumpí diciendo:

-y vas a ir ¿verdad?

- Tengo que ir...pero no quiero dejarte sola.

- por mi no te preocupes papá, sé cuidarme sola y...

- te quedarás en casa hasta mi regreso...y por sí no vuelvo...

- ¡ni se te ocurra ni pensarlo!- le dije casi gritando, pero después vi su preocupación y le dije- no creas que va a ser tan fácil librarse de mi-sonriendo.

el también se rió y me dijo : "tienes algo de sangre celeste cariño, porque tu bisabuela era celeste y tu abuela, tu madre y tu tenéis sangre celeste aunque sea muy poco, por ejemplo, nunca podrás ver los lazos, pero a lo mejor con mucha práctica eres capaz de elevarse, no se... Pero seguro que sabes lo que sienten las personas."

Yo me quede sorprendida pero le dije:
- ¿cuándo tienes que irte?

- Al segundo amanecer.

-esta bien, cuídate, y procura volver. Te quiero papá.

- Cariño...créeme que yo a ti más.