Adiós, amigo mío. [RC]

Invitado Dom Sep 01, 2013 6:09 pm

La chica dio un salto lo más alto que pudo y desenvainando su espada, giró la cadera para darle a un tronco caído en el camino. Este se congeló al roce de la espada y dándole un nuevo golpe antes de caer, el tronco se rompió como el cristal. "Hacía mucho tiempo que no podía utilizar mi espada...Ya no estoy tan en forma como antes." Después de mucho tiempo, Aira volvía a pasear a paso ligero por los bosques y las colinas de su amado mundo. Lo había extrañado tanto y sin embargo, había decidido abandonarlo por decisión propia, aunque ahora se arrepintiera. "Los héroes no huyen de los problemas..." Ella había huido, había huido del sentimiento de colapsación al que lo había llevado su anterior situación, la guerra, personas desaparecidas, amenazas de gente invisible que probablemente podría no existir. Había huido de todo ello y se había refugiado en la Tierra, donde todo parecía cobrar un matiz menos real, incluso su cobardía parecía justificada. Pero no lo estaba.
Al llegar a Idhún nuevamente, de inmediato había sentido que algo iba mal, muy mal. Se había llevado la mano al pecho, pensando que simplemente le dolería a causa del reciente viaje, pero su mano chocó antes con el collar que pendía de su cuello, y supo lo que había pasado, a través del vínculo que los unía... o los había unido. Aira se detuvo al recordarlo, pues el nudo en el estómago se hizo demasiado fuerte, e intentó contener las lágrimas. Él había muerto mientras ellas se escondía de todo, muy lejos suya. Maccius había muerto y ella no había estado con él, ni siquiera le había dicho a donde iba o por que. ¿Pensaría que lo había abandonado? Y si supiera lo que había hecho, ¿lo habría aprobado?
Llegó al sitio que estaba buscando, el sitio donde había sentido que tenía que ir, y la vió. Una solitaria tumba se hallaba poco metros mas allá del árbol donde se habían conocido, donde habían hablado por primera vez. Recordó la mirada perdida que tenía cuando lo encontró y recordó tambíen como había crecido, tanto por dentro como por fuera mientras viajaron juntos. Lo echaba de menos, y ahora no podría hacer nada para remediarlo. Se arrodilló ante la tumba de su amigo, sopló sobre ella para eliminar la capa de polvo y tierra que la recubría y pasó la mano por encima de la inscripción, leyéndola.

" En memoria a Maccius Maker, el Archimago "

Aira negó con la cabeza. "Esto no es suficiente para tí, pequeño."
Haciendo usó de su magia, hizo que la inscripcion se borrara de la tumba y apareciera una nueva, grabada en plata y más personal para su amigo.

" En memoria a Maccius Maker,
Archimago, héroe, aliado de la Idhún libre en la guerra de los soles y las lunas,
y un hermano para mí. "

No había añadido mucho pero sin embargo, eran cosas de vital importancia, para cada uno de ellos. Hizo crecer recurriendo a la humedad del suelo varias flores de diversos colores azulados sobre su tumba.
- Adiós, amigo mío. Espero que estés donde estés hayas encontrado la respuesta a tu pregunta.

**Maccius Maker** Dom Sep 01, 2013 6:35 pm

Paseaba tranquilamente por Gantadd, pues mis padres me habían permitido salir del bosque por primera vez, y voluntariamente, quitando la testarudez de mi abuela al insistir en mi breve marcha. Decidí pasar por la tumba de un primo mío, un primo cercano pero del que no se sabía su paradero. Le encontraron sentado bajo el árbol caído que adornaba el paisaje, sin vida, y allí lo enterraron.
No logré divisar la tumba, sin embargo, vi a una chica que miraba triste la lápida, y también divisé como cambiaba las palabras de esta. Decidí acercarme a la chica y tratar de averiguar quién era, suponiendo entonces que era una amiga de mi primo, que con mi mismo nombre y apellido, al ser hermano de mi padre, se llamaba Maccius Maker, al igual que yo.

- Nunca hubiera querido que lloraran sobre su tumba -mencioné, al ver que las lágrimas surcaban las mejillas de la chica hasta caer sobre la lápida- Aunque apenas lo conocía... era un buen chico -intenté animar a la chica.

Miré las nuevas palabras de la lápida, al parecer Maccius era como un hermano para ella, aunque no llegué a dudar ni un momento de que la chica era una amiga suya. Aun así, nunca pase tiempo con Maccius, así que realmente no podía sentir el mismo dolor que podía estar sintiendo aquella chica. Pero sentía algo similar a lo que era una profunda tristeza. Solo mis padres habían ido a visitar la tumba, y nosotros, los 13 hermanos que somos, nos quedamos en casa, deduciendo qué le había podido pasar.

- Si te interesa saberlo -continué- Maccius tenía una leve enfermedad que iba creciendo a medida que recuperaba la memoria -intenté expresarme claramente- Un segundo antes de que falleciera recordó todo lo que estaba intentando recordar, o eso es lo que deduzco. Además... estoy seguro de que le ayudaste a recordar... y le hiciste más feliz -deduje, aunque no estaba seguro de si estaba en lo cierto o no.

Su enfermedad, tras unas semanas después de morir, se descubrió, aunque de momento no se disponía de los materiales para crearla. Quizás creía que estaba insinuando que fue ella quien lo mató, pero no era para nada lo que quería comentar. Si había alguien que se preocupaba por él, y se había molestado en visitar su tumba, era ella.

- Perdóname, no me he presentado, soy muy charlatán -me disculpé.

- Mi nombre es Maccius. Maccius Maker.

Invitado Dom Sep 01, 2013 7:32 pm

Aira sentía como las lágrimas iban finalmente deslizandose sobre sus mejillas, dejando un rastro de humedad y de calor por donde pasaban. El tiempo pasó sin que la chica se diese cuenta de ello, ya no recordaba cuanto tiempo llevaba arrodillada, pero por el cosquilleante calor de sus piernas, hacía algún tiempo que le había dejado de correr bien la circulación. Sintió a alguien llegar cerca suya, pero incluso cuando este le dirigió la palabra, la chica no levantó la mirada de la lápida. Lo escuchaba y no escuchaba a la vez, pensando en lo injusto que era terminar asi tan joven, y en que se lo debería haber llevado con ella. Escuchó eso si, lo último que dijo el chico, y al estar de acuerdo hizo el minimo gesto de levantar la mano para secarse las lágrimas con la muñeca,secándose la cara.

Escuchó atentamente lo que dijo sobre la enfermedad de Mac y dió un largo suspiro, revolviendose el pelo e intentando encontrar alguna explicación a eso, o alguna vez que pareciera que Maccius había estado enfermo o que le pasaba algo. Pero claro, si ella se había ido el había podido mostrar los síntomas mientras ella estaba fuera. - Quizás si no me hubiera ido... quizás habría encontrado la manera de ayudarle. -las palabras le salieron débiles, insulsas incluso para ella misma. Se revolvió el pelo con una mano, notando lo cansado que le resultaba moverse, asi que supuso que había estado varias hora en la misma postura.

Se levantó y se limpió la tierra de las pálidas rodillas, que se quedaron con un rastro rojizo. Se quedó con la mirada fija aún en la lápida. - La respuesta a su búsqueda le trajo la muerte. Pero seguro que mereció la pena. - le dedicó una última sonrisa triste de ternura a su amigo y miró a su interlocutor en el momento que este se presentaba, dedicándole una mirada de desconcierto.

-¿Mac... Maccius? -por un momento reconoció en el chico los rasgos de Mac y creyó ver un fantasma, pero no, no eran la misma persona... y sin embargo sus auras eran tan esencialmente parecidas que le dió un vuelco el corazón por un momento. - Yo soy Aira... Maccius. Pero... ¿quien eres tu realmente? -un nombre conocido para una persona distinta. Le resultaba confuso.

**Maccius Maker** Dom Sep 01, 2013 7:57 pm

La chica, llamada Aira, me preguntó desconcertada quién era yo. Y vi como me miraba, extrañada, a un feérico que se había ido de casa con una mochila y una cuantas provisiones. Aunque no me daba reparo en decirle quién era yo, sí me lo daba repetir mi nombre, que era el mismo que el de mi difunto primo.

- Soy su primo -volví a presentarme- Quizás ya no te extrañe tanto el hecho de que esté aquí.

Escuché los balbuceos de la chica, entre sollozos, no sabía que Maccius fuera tan importante. Por un momento su rostro apareció de golpe en mi mente, y auqnue a veces, mirando sus fotos, mis padres ndecían que se me parecía. Mentían.
Mi padre era el único feérico de sus ocho hermanos, más unos cuantos mestizos repartidos por ahí. El único hermano que no tenía rasgos feéricos era su hermano más mayor, que ocultaba su verdadero nombre, el cual salió a la luz poco después de que Maccius muriera. Se llamaba Vandan, y era, al igual que Maccius, un mestizo con rasgos celestes, como mi difunta abuela paterna, y humanos. Si bien me parecía en algo, sería su carácter, aunque no sabía mucho de él, y ahora, la verdad, me arrepentía de no haberlo conocido más a fondo.
De mi mochila saqué una manzana y se la di a Aira, si bien necesitaba a un acompañante, yo necesitaba un guía, y para atreverse a adentrarse en las colinas, sin venir del bosque, bien tenía que conocer por donde andaba. Y si no me quería acompañar, lo cual resultaba un poco obvio, tendría que ir yo solo.
Escuché lo que dijo, y no supo qué responder, hasta que se me vinieron las palabras a la mente.

- No... -le negué- Si te hubieras quedado nunca hubiera encontrado su respuesta, digamos que... siempre hay una persona que ralentiza el proceso... y otra que lo acelera -añadí- Si bien... Aira, tu ralentizabas el proceso, mientras tú no estabas otra persona lo aceleraba... si supieramos quién era... -entonces empecé a pensar de verdad que hubo una persona que sustituía a la chica, y que este había notado los innotables síntomas que tenía Maccuis y los habías usado en su contra, teniendo la información de cómo acelerar la enfermedad. No... solo estaba diciendo tonterías, ¿quién querría inmiscuirse en la vida de alguien así de forma tan negativa? Entonces recordé, que ante la presencia de Aira también se notó un cambio, y que un mes antes de su muerte vino a una especie de "comida familiar", aunque naturalmente, en respecto a su cambio, seguía teniendo la misma edad e iba a parar con los adultos.

- Sí... estoy seguro de que estabas, Aira -empecé a deducir por mi cuenta- ¡Ya está! Ese era el último síntoma -entonces empecé a sonreir de oreja a oreja y a ilusionarme como un niño con un juguete nuevo, aunque me di cuenta de que no era ni el sitio ni el momento para sonreír- Esto... el caso es que Maccius, al cumplir dieciocho años, cambio drásticamente de forma, tanto en apariencia como en altura, tenendo entonces la apariencia de un niño de doce años, ese era el último síntoma, los demás apenas eran notables -expliqué- Lo más probable es que en unos meses estuviese destinado a... fallecer, aunque tardó menos de dos meses en... fallecer, por eso lo de la persona que aceleraba el proceso -quizás no em explicaba con claridad, pero parecía una chica bastante lista, y sin problemas para entender- En general, había alguien que se había dado cuenta de su síntoma y enfermedad, y aprovechó tu ausencia para hacer algo... tan cruel... -pero aunque mis intenciones eran buenas, me di cuenta de que estaba jugando con fuego y sentimientos. Yo realmente sentía la pérdida de mi primo, pero si había alguna forma de hacer algo para que "descansara en paz", podía arovechar y alargar este breve viaje.
Aunque, sinceramente, me daba corte comentarle lo del viaje a Aira, pues parecía una persona ocupada, y no querría que andara con el primo de un "hermano", fallecido, y que le recordaba tanto a él.
Aunque albergaba esperanzas para que mencionara algo sobre ello.

Invitado Vie Sep 06, 2013 4:19 pm

Desvió la mirada algo incómoda del chico y la dejó posada en la tumba mientras lo escuchaba hablar. Por un momento había visto en él de nuevo a su amigo, pero ahora que el shock inicial se había convertido en muda sorpresa, las diferencias eran mas pronunciadas, tanto a nivel del carácter como a nivel físico, notaba las diferencias que los separaban.Quizás solo había sido un reflejo y las ganas que tenía de volver a verle, pero no, jamás volvería a verlo... No con vida al menos.

Aira tomó aire por un momento y se serenó. No le gustaban tantos sentimentalismos negativos al fin y al cabo, y si no quería volverse loca, dada la vida que llevabar, era mejor que se fuese acostumbrando a la pérdida, aunque fuera Mac. Se volvió hacia su primo con una sonrisa algo menos triste pintada en la cara y cogió la manzana que este le tendía dándole las gracias, puesto que no había comido nada desde que regresó de la Tierra. - Mmm la fruta de Idhún es diferente... Una buena diferencia. -dijo como un comentario casual después de que el chico terminara de hablar y ella cavilaba interiormente. Le cogió del brazo indicando que le siguiera y lo llevó a un pequeño grupo de árboles algo mas alla,donde la tumba quedaba oculta por la ondulante forma del terreno.

- Si alguien quizo hacerle daño a Mac... pagará por ello. Lo encontraré y lo haré pagar. -dijo, con tono ligero. Moviendo suavemente la mano usò la humedad del aire para hacer aparecer un poco de neblina, con la cual ocupó los dedos de la mano que tenía libre, haciendo dibujos. - Pero, ¿y si simplemente estaba escrito? ¿Deberíamos buscar venganza? -le había estado dando vueltas a esa pregunta e intentaba encontrar la mejor solución. Si no se podía haber hecho nada... Mac iba a morir tarde o temprano. Miró el dibujo que había estado inconscientemente haciendo en la nubecilla de niebla y se sorprendió a ver la luna que había contemplado a través de la ventana del castillo, cuando Sasha y Mac la rescataron de los sheks y tragó saliva. Si alguien le había quitado la posibilidad de ver una nueva vez el sol, merecía correr su misma suerte.

- Supongo que mi vida trata de buscar personas que no quieren aparecer. -recordó fugazmente a su hermano consanguíneo y sonrió con una sonrisa extraña, sacudiendo la cabeza seguidamente. - Y tu, Maccius... al ser primo de mi hermanito, técnicamente eres hermano mío también, asi que... ¿te gustaría unirte a la búsqueda? No me gustaría dejar mas familia desperdigada por Idhún. -terminó con una sonrisa dulce.

**Maccius Maker** Vie Sep 06, 2013 11:24 pm

Aún estaba algo aturdido, todo había pasado muy rápido, aunque aun así tenía las ideas muy claras: iba a ir con ella en la búsqueda del asesino de Maccius.

- Her... -ladeé la cabeza- ¿Hermanito? -cuando me di cuenta de lo que ella quería decir, sonreí débilmente y asentí con la cabeza, dando a entender que iba a ir con ella.
De todos modos, no tenía opción, ya que aunque estaba algo emocionado por el hecho de vivir algo diferente a lo que he vivido los últimos 12 años de mi vida, prefería no ir solo, prefería compañía. Poco a poco entendí que Aira estaba realmente dolida, y que yo le recordaba algo a él. Y, aunque podía causarle algo de nostalgia y tristeza, también podría recordarle cosas buenas sobre su relación. Aunque de todos modos iba a ir con ella definitivamente.

Vi que ella controlaba la humedad del aire y hacía dibujos a su antojo- Yo... también controlo el aire, es más, ¡también soy Archimago! -añadió- Aunque también me estoy especializando en la magia acuática.

Con un leve movimiento de las manos, hice un gran dibujo con toda esa humedad, un símbolo que había visto un par de veces antes de llegar a las colinas. Una luna y un sol, los dos fusionados y formando uno. Entonces me giré y sonreí a Aira, y ya estaba nervioso por empezar aquella búsqueda tan inesperada. Ya no tenía más que decir, solo esperaba empezar.
Nunca hubiera pensado que la pérdida de alguien que tan poco conocía podría involucrarme tanto, aunque fuera familia mía.
Cerré los ojos y apenas pude recordar una figura completa de él, un mestizo, con cabello azul, piel humana.

Él era... bueno, él era Maccius.

Invitado Sáb Sep 07, 2013 12:56 am

Nada mas regresar a casa debía partir de nuevo por toda Idhún. Aira se preguntó si alguna vez podría llamar seguramente a un lugar "hogar". Ni la casa de sus padres en Vanis, ni la de su madre en Celestia, ni el castillo de Sasha o el de Eliwood, ni siquiera la torre de Kazlunn... Todos esos lugares que tan allegados le eran y seguía siendo una extraña para ellos, solo alguien que pasaba de vez en cuando y que encontraba un sitio libre. Suspiró dándole un nuevo mordisco a la manzana. Algún día formaría un hogar, estaba segura. Un sitio donde pudiera reunirse con las personas a las que quería sin que fuese un mero encuentro casual provocado por el destino. Se sentía algo... "dispersa", como si estuviera en todos y ningún lugar a la vez, puesto que cada persona que dejaba atrás era un lazo y estaban tan cruzados que podrían ahogarla.

Sacudió la cabeza, saliendo de sus divagaciones para ver como Maccius hacía un nuevo dibujo con la neblina que había invocado antes. Se permitió una suave risa. - No me había dado cuenta pero ahora que lo pienso si, tienes un aura de magia. -le devolvió la sonrisa y acto seguido metió la mano entre la niebla para sacarla con zarcillos translúcidos que se enroscaban entre sus dedos. - Yo solía dirigir la torre de Kazlunn hasta que... me fui de Idhún. Tuve una extraña historia cuando la guerra, ¿sabes? -hizo una mueca con una extraña mezcla de vergüenza al recordarlo y de sentido de culpa. Aunque no había sido conscientemente había estado del bando equivocado.

Se levantó del sitio, tirando el poco que quedaba de la manzana a las raíces de un árbol, y le indicó a Maccius que la siguiera. - Desde este momento declaro inaugurado nuestro viaje, pero debes saber que antes tendré que pasar por mi antigua casa a coger algunas cosas, mis demás armas, por ejemplo. -se llevó la mano a su espada inconscientemente - ¿Sabes luchar aparte de con la magia, Mac? -dijo, suponiendo que podría utilizar el mismo apodo que con su primo. Debería ser lo más natural posible si quería evitar acordarse todo el tiempo. Por un momento se le iba a pasar la pregunta mas importante que tenía que hacer, asi que cuando la recordó puso los ojos en blanco por su ceguera y se picó la mejilla. - Y...¿Tienes alguna idea de quién podría haber sido la persona que quiso hacerle eso a tu primo? ¿O por donde empezar a buscarla?

**Maccius Maker** Dom Sep 08, 2013 3:59 pm

La pregunta me aturdió un poco- No... ni idea, no sé quién podría hacer algo así -ladeé la cabeza y respondí respecto a la otra pregunta- Tampoco, no sé utilizar ningún arma, siempre que necesito algo recurro a a magia -entonces invoqué el báculo que utilizaba para manejar de una manera más fácil los hechizos- En realidad nunca lo utilizo... pero quizás me venga bien -lo gaurdé y asentí brevemente- También estoy intentando ser mejor curandero, pero nunca encuentro hierbas necesarias -pensé en algunos de mi hermanos y en mi amdre, que sí que se les daba bien las hierbas y demás- Bien -me alegré al escuchar cuando dijo que inauguraba el reciente viaje- ¿Por dónde vamos? -no tenía ningún mapa, pensé que no iba a necesitarlo, aunque claramente estaba equivocado.
Salí de aquella especie de bosque y volví a la tumba de mi primo, para echarle un vistazo por última vez.

- Espero que sepas de algún sitio en el que quedarnos, porque se está haciendo de noche -avisé mientras señalaba a la luna que cada iba poniéndose más y más alta.

Spoiler:

Invitado Dom Sep 08, 2013 8:52 pm

Aira suspiró. A pesar de que se esperaba algo asi, empezaba prácticamente, por no decir totalmente desde cero. No conocía a su hermanito tan bien como desearía, puesto que ni el mismo lo hacía, asi que, ¿tendría que ir dando palos de ciego por toda Idhún? Cerró los ojos y se pasó las manos nuevamente por el pelo, intentando pensar una solución. De momento, tendrían que ir a Celestia, pero luego... ¿Por donde podían empezar a buscar? O ¿cómo podría adivinar que persona podría haber hecho eso? No se imaginaba que alguien quisiera hacer daño a Maccius, con lo afable que era. Suspiró.

- Lo que si sé es que no podemos quedarnos toda la noche en el camino, como tu bien dices, así que deberíamos irnos ya a Celestia, tengo la casa de mis abuelos alli... Está vacía asi que podremos quedarnos. Tengo libros de hierbas curativas, si quieres echarles un vistazo. -Aira le sonrió, aunque recordó con algo de tristeza la imagen de su madre acurrucada en una cómoda silla ojeando alguno de sus pesados tomos, y echó en falta el futuro que habían perdido aquel día del ataque. Habían cosas que de hecho, estaban destinadas a no poder ser.

- Podría teletransportarnos a mi casa directamente, pero estoy demasiado cansada hoy como para hacerlo, asi que solo debería quedar..¡volar! -silbó con fuerza, ampliando el sonido con algo de magia y esperó que oyese su llamada, o que estuviera para escucharla al menos. Al poco rato apareció una figura dorada y difusa que se iba haciendo más y más visible. El haai que la había acompañado por media Idhún, y hasta entonces. Con un sonido de alegría, ambos conectaron y Aira se subió al haai mientras este volaba raso, sin detenerse, contentos de reencontrarse. Dando una vuelta circular Aira le tendió la mano a Maccius para que subiera al haai, y los tres juntos emprendieron el vuelo hacia Celestia.

Contenido patrocinado

Adiós, amigo mío. [RC]

Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]

Re: Adiós, amigo mío. [RC]