New Age.
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New Age.
La pelirroja apareció en medio del césped. Suspiró. Alma le había concedido la entrada por segunda vez. Resultaba tan extraño volver a Limbhad después de tanto tiempo que no pudo evitar quedarse unos minutos ahí, delante de aquel lugar donde nunca amanecía, observándolo esta vez no con extrañeza, sino con la alegría de ver un viejo amigo. Las botas de cuero aplastaban el tímido césped que siempre crecía ahí con sus ágiles y etéreos pasos, que se tornaban silenciosos conforme se acercaba a la casa.
Desconocía quién podía encontrarse allí, pero su único propósito tenía un nombre: Shiro. Después de todo lo ocurrido con Kvothe de alguna manera ella también corría peligro cuando ni siquiera tenía por qué. Celiel se sentía en la obligación de saber que estaba bien y a pesar de que sabía que no podía ocurrirle nada en Limbhad, aún así no estaba segura. Escuchó voces en el interior de la casa y entró con cautela y cierta vergüenza. Únicamente encontró a Elenya y a Shiro allí, como dos niñas jugando a cocinar. La sonrisa de la chica se hizo evidente al presenciar la escena. Se sintió cohibida cuando ambas la miraron.
- Buenas noches sean, señoritas - aprovechó la pausa para agarrar la falda de su vestido y realizar un saludo formal a la vez que pensaba qué decir- Aquello que cocinan huele estupendamente y no dudo que será digno de un paladar real, pero... Shiro, siento mucho la interrupción y hacer esto de improvisto pero... me gustaría que me acompañases a Idhún. Tenemos algunas cosas de las que hablar, y mucho que enseñarte, si me lo permites.
La sonrisa tan característica de la celeste hizo acto de presencia en la espera de una respuesta. Momentos después, ya caminaba por la entrada en círculos, esperando que la joven yan estuviese preparada para marchar.
En cuanto aquello pasó, Alma las trasladó a los Ojos de Neliam.
-------
La chica de cabello de fuego andaba junto a Shiro entre risas mientras mordisqueaba una manzana por el camino hacia el lago. Posteriormente se detuvo para mirarla a los ojos mientras volteaba nerviosamente la manzana entre sus dedos.
- Shiro, estarás preguntándote por qué te traigo aquí. Quería asegurarme de que estabas bien después de tener que separarnos de Sir Stern. Sé que él mismo estaría haciéndolo si tuviera oportunidad, pero ciertamente no sé en qué lugar se encuentra en este momento - apartó la mirada un instante para pensar en su siguiente frase-. Supongo que eres consciente de la situación en la que se encuentra Idhún en realidad si dejamos a un lado los afortunados territorios que aún no han sido devastados por la hambrienta población... Aún. La gente está muriendo de hambre, pequeña - dijo con un hilo de voz, asfixiada por la dureza de unas palabras que le costaba pronunciar - Es evidente que no... quedamos suficientes magos telúricos como para arreglar este desastre si mientras lo hacemos hay miles de bocas que alimentar. No se puede alimentar a todo el mundo y si la situación no mejora, habrán revueltas, con lo que eso implica.
Reinó el silencio en la estancia. Los pájaros dejaron de cantar, el viento dejó de soplar y las nubes acallaron los rayos del sol ocultándolo unos instantes. Las hojas de los árboles parecían ser las únicas que se rebelaban a ese silencio incómodo, parecía que trataban de decir algo. En ese momento parecía que eran la gente que se negaba a aceptar el destino que llegaba. El silencio callaba mientras las hojas rugían furia. Un suspiro calmó el ambiente.
- Te traigo aquí precisamente porque este lugar siempre me tranquiliza. Sé que lo que te cuento es duro, pero es la posición real en la que nos encontramos y necesitaba decírtelo. Y pedirte que te cuides y estés conmigo si quieres mientras dure la tormenta.
Celiel cerró los ojos y dejó que el viento volviera a rozar su cara, que los pájaros continuaran con su melodía y que las hojas continuaran su curso pausado de muerte. Dejó que todo tomara forma de nuevo. De magia, de paz. De vida.
Desconocía quién podía encontrarse allí, pero su único propósito tenía un nombre: Shiro. Después de todo lo ocurrido con Kvothe de alguna manera ella también corría peligro cuando ni siquiera tenía por qué. Celiel se sentía en la obligación de saber que estaba bien y a pesar de que sabía que no podía ocurrirle nada en Limbhad, aún así no estaba segura. Escuchó voces en el interior de la casa y entró con cautela y cierta vergüenza. Únicamente encontró a Elenya y a Shiro allí, como dos niñas jugando a cocinar. La sonrisa de la chica se hizo evidente al presenciar la escena. Se sintió cohibida cuando ambas la miraron.
- Buenas noches sean, señoritas - aprovechó la pausa para agarrar la falda de su vestido y realizar un saludo formal a la vez que pensaba qué decir- Aquello que cocinan huele estupendamente y no dudo que será digno de un paladar real, pero... Shiro, siento mucho la interrupción y hacer esto de improvisto pero... me gustaría que me acompañases a Idhún. Tenemos algunas cosas de las que hablar, y mucho que enseñarte, si me lo permites.
La sonrisa tan característica de la celeste hizo acto de presencia en la espera de una respuesta. Momentos después, ya caminaba por la entrada en círculos, esperando que la joven yan estuviese preparada para marchar.
En cuanto aquello pasó, Alma las trasladó a los Ojos de Neliam.
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La chica de cabello de fuego andaba junto a Shiro entre risas mientras mordisqueaba una manzana por el camino hacia el lago. Posteriormente se detuvo para mirarla a los ojos mientras volteaba nerviosamente la manzana entre sus dedos.
- Shiro, estarás preguntándote por qué te traigo aquí. Quería asegurarme de que estabas bien después de tener que separarnos de Sir Stern. Sé que él mismo estaría haciéndolo si tuviera oportunidad, pero ciertamente no sé en qué lugar se encuentra en este momento - apartó la mirada un instante para pensar en su siguiente frase-. Supongo que eres consciente de la situación en la que se encuentra Idhún en realidad si dejamos a un lado los afortunados territorios que aún no han sido devastados por la hambrienta población... Aún. La gente está muriendo de hambre, pequeña - dijo con un hilo de voz, asfixiada por la dureza de unas palabras que le costaba pronunciar - Es evidente que no... quedamos suficientes magos telúricos como para arreglar este desastre si mientras lo hacemos hay miles de bocas que alimentar. No se puede alimentar a todo el mundo y si la situación no mejora, habrán revueltas, con lo que eso implica.
Reinó el silencio en la estancia. Los pájaros dejaron de cantar, el viento dejó de soplar y las nubes acallaron los rayos del sol ocultándolo unos instantes. Las hojas de los árboles parecían ser las únicas que se rebelaban a ese silencio incómodo, parecía que trataban de decir algo. En ese momento parecía que eran la gente que se negaba a aceptar el destino que llegaba. El silencio callaba mientras las hojas rugían furia. Un suspiro calmó el ambiente.
- Te traigo aquí precisamente porque este lugar siempre me tranquiliza. Sé que lo que te cuento es duro, pero es la posición real en la que nos encontramos y necesitaba decírtelo. Y pedirte que te cuides y estés conmigo si quieres mientras dure la tormenta.
Celiel cerró los ojos y dejó que el viento volviera a rozar su cara, que los pájaros continuaran con su melodía y que las hojas continuaran su curso pausado de muerte. Dejó que todo tomara forma de nuevo. De magia, de paz. De vida.
Celiel Dethei- Ella (única chica en Admin)
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Fecha de inscripción : 06/11/2012
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Su personaje es: Semi-celeste.
Trabaja de: Sanadora.
Pertenece a: Sí misma
Re: New Age.
Llevaba días viajando usando la magia o a caballo, pero por fin había llegado...a los ojos de Neliam, un sitio bastante "hermoso" y que también perteneció a su glorioso imperio, donde no había hambrunas y que ahora se extendían por casi todo Idhun, como una plaga...una ligera sonrisa surco mis labios al pensar en la crueldad de los dioses, todo iba mejor cuando estábamos los gobernadores sentados en nuestros tronos, lance un ligero suspiro y me senté en el césped, colocando el sombrero para que me tapase el rostro y así los soles no me cegasen..me empece a adormecer y me deje sumir en un merecido descanso.
¿Voces? Si...y una voz le resultaba conocida, una voz hermosa...abrí los parpados y lo primero que pensé fue que estaba cegada y luego recordé que el sombrero tapaba mi rostro y me lo volví a colocar, mire hacia donde había escuchado las voces y vi a Celiel, mi corazón dio un vuelco y luego de mi garganta salio un suspiro de pesar, aun no me habían descubierto...¿Tal vez debería mostrarme? mis labios se curvaron en una sonrisa amplia al pensar en lo que posiblemente ocurriría y me empece a levantar, agarrare el sombrero y me lo quite, mientras decía en voz alta pero sin llegar a ser un grito:
-despertar a un viajero y renegado esta mal Celiel, sobretodo uno tan cansado como yo...que llevo días viajando.-
Aun llevaba los símbolos del imperio en su túnica, sin duda sumido en viejos recuerdos y a su espalda dos espadones de un tamaño y peso considerable.
...
¿Voces? Si...y una voz le resultaba conocida, una voz hermosa...abrí los parpados y lo primero que pensé fue que estaba cegada y luego recordé que el sombrero tapaba mi rostro y me lo volví a colocar, mire hacia donde había escuchado las voces y vi a Celiel, mi corazón dio un vuelco y luego de mi garganta salio un suspiro de pesar, aun no me habían descubierto...¿Tal vez debería mostrarme? mis labios se curvaron en una sonrisa amplia al pensar en lo que posiblemente ocurriría y me empece a levantar, agarrare el sombrero y me lo quite, mientras decía en voz alta pero sin llegar a ser un grito:
-despertar a un viajero y renegado esta mal Celiel, sobretodo uno tan cansado como yo...que llevo días viajando.-
Aun llevaba los símbolos del imperio en su túnica, sin duda sumido en viejos recuerdos y a su espalda dos espadones de un tamaño y peso considerable.
Lurr- Héroe
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Fecha de inscripción : 22/12/2011
Edad : 27
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Su personaje es: Humano y nigromante.
Trabaja de: Maestro de la torre de magia y director de la torre oscura
Pertenece a: LOO: La Orden Oscura
Re: New Age.
Todavía con Elenya, no había terminado de comer cuando Celiel llegó a donde nos encontrábamos. Me quedé mirándola sin saber qué decir unos instantes. Lo primero que pensé fue: ¿qué hace aquí? Lo segundo: ¿cómo es que ha dejado lo que estaba haciendo para venir? Y por último: ¿dónde está Kylar? Me revolví nerviosa donde me encontraba. De repente no me apetecía comer nada más. Pero aún así, ver que Celiel no parecía muy apurada me hizo respirar tranquila. Tal vez solo hubiera venido a avisarnos que podíamos volver a Idhún…
Cuando dijo que quería que la acompañara, miré a Elenya incrédula. ¿Íbamos a dejarla allí? Me mordí el labio inferior, pero no hice ningún comentario. Entonces caí en que Celi dijo que quería enseñarme muchas cosas… “¿Qué está pasando?”. Nunca me quedaba con gente durante mucho tiempo. No estaba acostumbrada a que alguien me dijera “quiero que me acompañes” o cosas por el estilo. Eso hizo que en ese momento todo se descolocara en mi mente. Pero hice caso a lo que me decía.
Cuando dijo que quería que la acompañara, miré a Elenya incrédula. ¿Íbamos a dejarla allí? Me mordí el labio inferior, pero no hice ningún comentario. Entonces caí en que Celi dijo que quería enseñarme muchas cosas… “¿Qué está pasando?”. Nunca me quedaba con gente durante mucho tiempo. No estaba acostumbrada a que alguien me dijera “quiero que me acompañes” o cosas por el estilo. Eso hizo que en ese momento todo se descolocara en mi mente. Pero hice caso a lo que me decía.
…….
Seguía a Celi muy de cerca. Tan de cerca que casi podría decirse que estábamos pegada la una a la otra. Miraba a todos lados, asustada y muy nerviosa. Pensaba que debería salir corriendo en cualquier momento, no me gustaba aquel lugar. Precisamente porque no tenía buenos recuerdos de él, y si algún lugar no quería visitar, era donde habitara un feérico. Si aquello era Derbhad, algún feérico andaría no muy lejos, y yo me sentía en peligro de forma casi inconsciente.
Cuando Celiel se detuvo, pensé que habíamos llegado a algún sitio al que ella había querido llevarme. Miré a un lado y a otro, buscando algo especial, o al menos algo diferente a lo que había en el resto del camino, pero no lo encontré. Entonces me habló. Y me dijo cosas que yo ya sospechaba. Estaba apartada del mundo, pero eso no quería decir que no me enterara de que Idhún había estado en guerra. Apreté los puños, yo sabía lo dura que podía ser a veces la vida. No tenía absolutamente nada. Pero si podía hacer que nadie pasara lo que yo…
Estaba pensando en eso cuando un joven salió de la nada. Bueno, tal vez salió de algún lugar, pero me encontraba tan absorta en mis pensamientos que ni siquiera lo vi. Me giré rápidamente pensando que podría ser un feérico, y me escondí detrás de ella. Cuando me fijé en que no tenía la piel color oliva, di un prolongado suspiro de alivio, aunque no salí de mi “escondite”. Me encontraba más segura de esa forma.
Cuando Celiel se detuvo, pensé que habíamos llegado a algún sitio al que ella había querido llevarme. Miré a un lado y a otro, buscando algo especial, o al menos algo diferente a lo que había en el resto del camino, pero no lo encontré. Entonces me habló. Y me dijo cosas que yo ya sospechaba. Estaba apartada del mundo, pero eso no quería decir que no me enterara de que Idhún había estado en guerra. Apreté los puños, yo sabía lo dura que podía ser a veces la vida. No tenía absolutamente nada. Pero si podía hacer que nadie pasara lo que yo…
Estaba pensando en eso cuando un joven salió de la nada. Bueno, tal vez salió de algún lugar, pero me encontraba tan absorta en mis pensamientos que ni siquiera lo vi. Me giré rápidamente pensando que podría ser un feérico, y me escondí detrás de ella. Cuando me fijé en que no tenía la piel color oliva, di un prolongado suspiro de alivio, aunque no salí de mi “escondite”. Me encontraba más segura de esa forma.
-Despertar a un viajero y renegado está mal Celiel, sobretodo uno tan cansado como yo...que llevo días viajando.
-¿Lo conoces? – pregunté a Celi en voz muy baja, esperando que el recién llegado no me oyera.
Shiro- Idhunita
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Su personaje es: Shiro, Ayla Nuller, yan de baja clase
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Re: New Age.
Después de que Celiel me respondiera quién era el chico que recién había llegado, me quedé mirándolo con una mezcla de incredulidad y confusión. Se había acercado a nosotras, diciendo que no me haría daño, pero yo en esos momentos era demasiado desconfiada como para creerle. Me quedé detrás de Celi, incluso más escondida que antes, intentando que no se me viera. Estaba asustada. El lugar me ponía nerviosa. No me gustaba el haber vuelto al lugar del que huí hace años.
Desde donde me encontraba, y sin poder ver al tal Lurr, sentí que algo no andaba bien. Las palabras de la chica celeste habían sonado duras, y no podía saber si la relación de ellos dos era de amistad o de todo lo contrario. Aunque por cómo estaba el ambiente, creí que sabía la respuesta…
Me mordí el labio inferior cuando escuché que él respondía, porque no fueron precisamente palabras amables. Me llevé ambas manos con los dedos entrelazados a la altura del pecho, y casi podría haberse dicho que estaba rezando. No quería verme involucrada en una guerra, aunque fuese pequeña, y no sabía de qué eran capaces ellos.
Me revolví un poco y puse cara de preocupación.
-No…no hace falta que os peleéis… – dije con un hilo de voz, y me arrepentí de haber hablado en aquel preciso momento. Me encogí un poco más y me pegué a las faldas de Celiel, esperando que no me hubieran escuchado.
En cierto modo me sentía intimidada. Si lo que Celi había dicho era verdad, Lurr había sido alguien importante. Y yo nunca había sido nadie, no creí que hubiera importado demasiado a ninguna persona alguna vez. Nadie podría haberme conocido, y estar allí me hacía sentir incluso más insignificante de lo que ya era.
Desde donde me encontraba, y sin poder ver al tal Lurr, sentí que algo no andaba bien. Las palabras de la chica celeste habían sonado duras, y no podía saber si la relación de ellos dos era de amistad o de todo lo contrario. Aunque por cómo estaba el ambiente, creí que sabía la respuesta…
Me mordí el labio inferior cuando escuché que él respondía, porque no fueron precisamente palabras amables. Me llevé ambas manos con los dedos entrelazados a la altura del pecho, y casi podría haberse dicho que estaba rezando. No quería verme involucrada en una guerra, aunque fuese pequeña, y no sabía de qué eran capaces ellos.
Me revolví un poco y puse cara de preocupación.
-No…no hace falta que os peleéis… – dije con un hilo de voz, y me arrepentí de haber hablado en aquel preciso momento. Me encogí un poco más y me pegué a las faldas de Celiel, esperando que no me hubieran escuchado.
En cierto modo me sentía intimidada. Si lo que Celi había dicho era verdad, Lurr había sido alguien importante. Y yo nunca había sido nadie, no creí que hubiera importado demasiado a ninguna persona alguna vez. Nadie podría haberme conocido, y estar allí me hacía sentir incluso más insignificante de lo que ya era.
Shiro- Idhunita
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Re: New Age.
Se llevó los dedos a la sien y cerró los ojos un momento tratando de esa manera serenarse de nuevo. Para cuando había terminado, una tímida sonrisa le cambió el gesto y sus manos se guiaron hasta su espalda, donde se entrelazaron manteniendo una postura erguida y elegante.
-Tenéis razón, señorita Shiro, no estamos aquí para discutir sobre nada. Si en verdad se acerca algo, actuaremos en consecuencia conforme vallan realizándose los hechos, como dice Shiro, es inútil empezar una guerra contigo en este mismo momento -se quedó en silencio un instante dirigiendo la mirada a uno y a otro dudando de si las palabras que estaba utilizando eran las adecuadas o por el contrario, estaba empeorando la situación. Acarició el pelo a Shiro y la miró con ternura indicándole que ya no tenía por qué esconderse.
Algo nerviosa por la situación incómoda tras una pequeña discusión y avergonzada por su manera de comportarse, comenzó a trenzarse el pelo para distraerse. De pronto comenzó a cuestionarse de nuevo todo y a preguntarse si realmente Lurr tenía la culpa o los dioses lo habían confundido. Si era un nigromante, ¿por qué uno de los Seis iba a aceptar tenerlo como propio? y de ser así, ¿por qué querría él traicionar al Séptimo, a quien debía todo su poder? La chica estaba bastante confundida con respecto a todo eso y su empatía de alguna manera le imposibilitaba ser capaz de odiar a Lurr al menos por sentimiento propio. Sin apenas abrir los labios y sin apartar sus ojos amarillos de su trenza pronunció "Lurr, siento mis palabras".
-Tenéis razón, señorita Shiro, no estamos aquí para discutir sobre nada. Si en verdad se acerca algo, actuaremos en consecuencia conforme vallan realizándose los hechos, como dice Shiro, es inútil empezar una guerra contigo en este mismo momento -se quedó en silencio un instante dirigiendo la mirada a uno y a otro dudando de si las palabras que estaba utilizando eran las adecuadas o por el contrario, estaba empeorando la situación. Acarició el pelo a Shiro y la miró con ternura indicándole que ya no tenía por qué esconderse.
Algo nerviosa por la situación incómoda tras una pequeña discusión y avergonzada por su manera de comportarse, comenzó a trenzarse el pelo para distraerse. De pronto comenzó a cuestionarse de nuevo todo y a preguntarse si realmente Lurr tenía la culpa o los dioses lo habían confundido. Si era un nigromante, ¿por qué uno de los Seis iba a aceptar tenerlo como propio? y de ser así, ¿por qué querría él traicionar al Séptimo, a quien debía todo su poder? La chica estaba bastante confundida con respecto a todo eso y su empatía de alguna manera le imposibilitaba ser capaz de odiar a Lurr al menos por sentimiento propio. Sin apenas abrir los labios y sin apartar sus ojos amarillos de su trenza pronunció "Lurr, siento mis palabras".
Celiel Dethei- Ella (única chica en Admin)
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Re: New Age.
Movía los pies de forma inquieta, preparado para saltar a la defensiva pero al escuchar el discurso de Celiel en mis labios apareció una sonrisa.
-En ningún momento iba a ponerme a pelear.-mientras pensaba "Por que os derrotaria en seguida" me quede mirando al cielo, donde los tres soles vigilan a los mortales y al escuchar una frase de la semicelestial la sonrisa se amplio mas. -No hace falta que lo sientas, pero yo no elegí meterme en esta guerra, solo una estúpida profecía hizo que tuviese que participar en cierto bando.
me acerque un poco mas pero manteniendo una distancia prudencial entre ellas y yo, cruzando las manos a mi espalda me quede mirando a la pequeña yan: -¿Que os trajo por este rinconcito?-en mi pregunta se podía notar un poco de curiosidad.
Off: No se me ocurría que mas escribir, ando poco imaginativo así que perdonar.
-En ningún momento iba a ponerme a pelear.-mientras pensaba "Por que os derrotaria en seguida" me quede mirando al cielo, donde los tres soles vigilan a los mortales y al escuchar una frase de la semicelestial la sonrisa se amplio mas. -No hace falta que lo sientas, pero yo no elegí meterme en esta guerra, solo una estúpida profecía hizo que tuviese que participar en cierto bando.
me acerque un poco mas pero manteniendo una distancia prudencial entre ellas y yo, cruzando las manos a mi espalda me quede mirando a la pequeña yan: -¿Que os trajo por este rinconcito?-en mi pregunta se podía notar un poco de curiosidad.
Off: No se me ocurría que mas escribir, ando poco imaginativo así que perdonar.
Lurr- Héroe
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Re: New Age.
Estaba nerviosa, tan nerviosa que no podía relajar ni un solo músculo. Me seguía escondiendo detrás de Celiel, esperando que no se enfadaran por haber hablado. Entonces ella habló, y noté que me quitaba, en parte, un peso de encima al disculparse con Lurr. Entrelacé los dedos de las manos detrás de la espalda, como si así me sintiera más protegida.
Lurr respondió a Celi sin alterarse (o eso me pareció a mí), y pensé que se había olvidado, por suerte de que yo estaba allí con ellos. No llamaba demasiado la atención con mi capucha marrón y casi destrozada, o eso esperaba. Me tapé un poco más la cara y me eché hacia atrás. Pero entonces Lurr se acercó y se puso justo enfrente de mí, mirándome, y me preguntó que qué estábamos haciendo allí. Me llevé una mano a la cabeza, insegura. Inflé un poco los mofletes, aunque casi no se notaba, y me encogí de hombros. Me lo pensé un poco antes de responder, aunque no dije nada realmente relevante.
-Celiel me trajo – dije simplemente, mirando a un lado.
Miré a Celiel como para decirle que hablara ella, que no yo quería hablar con Lurr. Aunque en esos momentos no parecía enfadado ni que quisiera hacernos daño, yo había desconfiado siempre de prácticamente todo el mundo. Y más estando en Derbhad…
Off: se me olvidó que me tocaba D: No sabía tampoco qué poner yo, a ver el próximo post.
Lurr respondió a Celi sin alterarse (o eso me pareció a mí), y pensé que se había olvidado, por suerte de que yo estaba allí con ellos. No llamaba demasiado la atención con mi capucha marrón y casi destrozada, o eso esperaba. Me tapé un poco más la cara y me eché hacia atrás. Pero entonces Lurr se acercó y se puso justo enfrente de mí, mirándome, y me preguntó que qué estábamos haciendo allí. Me llevé una mano a la cabeza, insegura. Inflé un poco los mofletes, aunque casi no se notaba, y me encogí de hombros. Me lo pensé un poco antes de responder, aunque no dije nada realmente relevante.
-Celiel me trajo – dije simplemente, mirando a un lado.
Miré a Celiel como para decirle que hablara ella, que no yo quería hablar con Lurr. Aunque en esos momentos no parecía enfadado ni que quisiera hacernos daño, yo había desconfiado siempre de prácticamente todo el mundo. Y más estando en Derbhad…
Off: se me olvidó que me tocaba D: No sabía tampoco qué poner yo, a ver el próximo post.
Shiro- Idhunita
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