Ficha de personaje de Lena

NOMBRE : Elenara (Lena para los amigos)

RAZA: Dragón (Híbrida Dragón-Humana)  

EDAD: 19

SEXO: Mujer

DESCRIPCIÓN FÍSICA: Eleanara es una muy alta en su forma humana, alcanzando el 1´85. Su pelo es entre naranja y rojo, como el fuego. Lo lleva largo (por debajo de la cintura) y liso. De facciones delicadas pero muy agraciadas, tiene los ojos grandes y profundos, de color ambarino, pero la circunferencia exterior de sus iris están coloreadas de un suave color lila que se aprecia mejor de cerca. Tiene una mirada muy expresiva. Los pómulos altos, y los labios carnosos, siempre sonrosados.
De complexión atlética, la sombra de sus músculos se dibuja debajo de su piel firme, lo que bajo sus curvas femeninas le da un aspecto fuerte. Tiene las piernas largas y fuertes, y los hombros un poco más anchos que la media (en lo que se refiere a mujeres) al igual que las manos. En su forma humana tiene bastante pecho y las caderas anchas.

En su forma de dragona es un majestuosos ejemplar, cuyas esquemas están coloreadas como el fuego, desde el naranja hasta el rojo. Tiene una presencia potente, majestuosa como la de todos los dragones pero es un ejemplar esbelto.
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DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Lena es una persona llena de energía, vibrante. No puede pararse quieta mucho tiempo, sobre todo en su cuerpo humano, diminuto, es la forma inconsciente que tiene de contrarrestar la sensación de contención que le produce su envoltura humana. Ingeniosa y muy lista, es sarcástica y tiene mucho sentido del humor, aunque le falta ese filtro entre sus pensamientos y su boca que le hace un poco asocial sobre todo con los humanos, lo que también esta relacionado con su aplastante sinceridad, no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa, sea agradable o no. Es impulsiva e intrépida, es de actuar antes que pensar y confía plenamente en sí misma y en su instinto. La mayor parte del tiempo es alegre y positiva, no se le puede desanimar con facilidad, y es muy curiosa.

Es honrada, muy sincera, y no suele mentir, lo evita tanto como puede. Es leal a sus creencias, sus ideas y sus principios, y pesé a su pronto impulsivo también es una persona pensativa y meditabunda. Es cabezota y tiene un fuerte temperamento, lo que a veces puede jugarle malas pasadas ya que tiene mucho carácter y la paciencia no es su punto fuerte. Aunque inevitablemente odia a los sheks siente un profundo respeto por ellos, y entiende su existencia como un delicado equilibrio, por lo que no cuando no se deja llevar por el instinto no se regodea en la batalla y el caos que despierta el odio en su interior.

HABILIDADES: Como maestra de armas que es domina la espada a la perfección, también domina el arco, aunque prefiere la lucha cuerpo a cuerpo. Es muy resistente y sus sentidos están más desarrollados que los humanos. Se le da bien cantar y sabe tocar el laúd.
Como todo los dragones tiene la capacidad de volar y de exhalar fuego, en su caso es una excelente lanzadora de llamas.

DEFECTOS: Es cabezota, es muy difícil sacarle una idea cuando la tiene entre ceja y ceja. Puede llegar a ser un poco impertinente y tiene ese aire en su forma de actuar de alguien que se sabe superior a la mayoría de seres (En caso de los sheks y los unicornios esta actitud desaparece). No es precisamente de las que pide las cosas por favor, y tampoco acata las ordenes con facilidad, sobre todo si no le gustan. Es muy orgullosa. Pierde la paciencia con facilidad.

AFICIONES: Le gusta la buena música, la naturaleza en su estado más puro, los lugares cálidos y veraniegos son sus favoritos. Adora las altura, jamás tiene vértigo, y volar. El fuego le resultaba simplemente fascinante, podría pasarse horas y horas mirándolo sin llegar a aburrirse.

COSAS QUE ODIAS: Odia, de forme inevitable, a los sheks, reprimir su instinto ante uno es de las cosas más difíciles que tiene que soportar como dragona. Por consiguiente tampoco le agradan las serpientes y a los sizh. Tampoco le atraen los lugares fríos; la nieve le gusta mucho menos, por eso el invierno es la estación que menos le gusta. Como híbrida es muy consciente de su instinto como dragón y a veces no puede evitar tener sentimientos contradictorios sobre su naturaleza, ya que el instinto le lleva a cometer actos crueles de los que no se enorgullece.

PASADO: Se que la primera vez vi el mundo fue al romper el cascaron de mi huevo, soy una dragona por que lo soy en el alma, mi cuerpo no es más que una envoltura. Nací en Awinor, y fui la única hembra de mi camada. Pasé los primeros años de mi vida como una dragona, jugando con mis hermanos, mordisqueandonos juguetones, tirándonos de las alas. Creo que empecé a marcar la diferencia cuando fui lo suficientemente grande para volar. Volar en grupo tenía un algo indescriptible, volar a sido y siempre sera uno de los mayores placeres de mi vida. La primera vez que vi un humano fue cerca de la torre de Awinor.

En ese momento no reconocí que una parte de mí sintió una extraña melancolía, como si faltase algo ¿Pero que iba a faltarle a una dragona?. Aquella no fue la última, volaba hasta allí, para observarlos desde los aires, mientras me señalaban o solo me observaban con la misma curiosidad con la que yo les miraba a ellos. Después ya no me bastó con la torre, quería ver más. Mis vuelos me llevaron más allá del desierto, y me encontré por accidente con el enemigo natural de los míos. Un Shek. Los dos eramos jóvenes, y eso me salvo, por que la lucha fue despiadada, nos buscábamos con garras y colmillos, arañábamos y aplastábamos todo a nuestro paso y al final fui yo quien salió con vida de aquel encuentro, pero estaba débil, con su veneno recorriendome las venas, y caí rendida.

Al despertar ya no estaba en medio de ninguna parte, alguien me había acogido en aquellas casitas tan pequeñas en la que vivían los seres inferiores, solo que ya no era tan pequeña. No es que se hubiera hecho grande, es que yo había encogido. Me asusté, me asusté tanto que no encontré la forma de retornar a mi cuerpo, el que creía verdadero. Era una broma de los seis, o una maldición del Séptimo lanzada hacía mí a través del shek, no lo sabía, pero durante mucho tiempo tuve que acostumbrarme a aquel cuerpo pequeño, pero eso no significó que aprendiera a apreciarlo, al contrario. Cuanto más tiempo pasaba en ese cuerpo más rencor sentía hacía a él, hacía sus formas, por que yo era una dragona y no aceptaba el hecho de poder ser otra cosa, por mucho que una parte de mi fuera humana. Cuando pude desenvolverme por el mundo con tanta naturalidad como si hubiera nacido en aquel cuerpo me dirigí al sur, a la tierra que consideraba mía. Fue en ese viaje a través del desierto donde encontré alguien como yo, híbridos nos llamó. El cambio había ocurrido cuando yo era muy joven, por lo que no había oído hablar de seres como nosotros, pesé al hecho de que existieran. Viajar con el me enseñó que no había una verdadera naturaleza, como yo había pensado encerrada en aquella frágil envoltura de piel. Yo era dragona, pero también era humana, las dos cosas formaban parte de mi ser. Para cuando llegué a Awinor había aprendido a apreciar ambos cuerpos y podía encontrar ambas siempre que las necesitara.

El resto de dragones no pensaron lo mismo, para ellos era más que una humana pero menos que un dragón. Yo había llegado a pensar lo mismo por lo que no se lo tuve en cuenta, pero pronto descubrí que mi lugar en Awinor jamás sería el mismo. Me alejé junto con mi maestro, viajamos por Idhún juntos, hasta que su muerte me hizo viajar a mi sola, mezclándome entre los humanos cuando me apetecía y volando cuando me llamaba el viento.


Por si acaso explico que si e pedido el cambio de ficha es porque la otra tenía mucho tiempo y el personaje estaba abandonado y he pensado que sería mejor cambiar el personaje y adaptarlo un poco para rolear mejor ahora que he vuelto.