Extraño regreso

Apareci en el norte del bosque de Awa, tan al norte que a mi derecha, un poco mas allá se podia ver la llanura de Nandelt.

El Alma me habia dejado en el punto de Awa mas alejado de la torre, pero yo no tenia intencion de volver allí.
Decidi hacer noche bajo un sauce y al dia siguiente hice planes para ir a Nandelt o qualquier otro sitio, necesitaba un "cambio de aires" urgentemente, la busqueda frenetica que habia llevado los últimos meses me habia cansado y necesitaba desconectar de todo lo que habia vivido hasta entonces.

Los primeros rayos de sol se filtraban por entre las ramas de los arboles del bosque mientras un pequeño silfo caminaba decidido, aunque sin rumbo fijo. Había dejado su poblado atrás y le esperaba un largo viaje, probablemente repleto de aventuras, y no estaba por la labor de rendirse a pesar de haber pasado toda la noche caminando.
Fue en aquel momento, con aquellos primeros vestigios de luz, cuando se percató de que no estaba solo. No muy lejos de allí se podía percibir, entre el matinal canto de los pájaros y el sonido de las hojas mecidas por el viento, un ligero ronquido que rompía con la relajante armonía del bosque. Kronos, con curiosidad, se acercó a observar al responsable de aquel molesto sonido. A la sombra de un árbol, echado sobre la hierba, una extraña mezcla entre silfo y humano, de unos cuantos años más que él dormía plácidamente ajeno a sus propios ronquidos.
- Jope, como ronca- murmuró Kronos molesto y a la vez sorprendido- Me recuerda a cuando me quedaba a dormir en casa de mi tía-abuela Dora. Será mejor que haga algo pronto o se van a despertar hasta los árboles...
Y buscó a su su alrededor algo con lo que poder llevar a cabo su plan. Pronto se hizo con una piedra, y tras comprobar que el muchacho seguía dormido no dudó en llevar a cabo su lanzamiento. Con una envidiable precisión, la piedra golpeó una de las ramas del árbol bajo el cual dormía el mestizo, provocando que varios de sus frutos cayeran directamente a su cara reventando y poniendole perdido de zumo morado.
Kronos se meaba de risa entre los arbustos, unos metros más allá.

Estaba yo tan tranquilo durmiendo cuando algo me cayó en la cara y rebentó, poniendome perdido de una sustancia indefinida.

¡Auu...! - Medio-grité- ¡Buaj! - exclamé al verme - ¿Que... que es esto...? - dije-pregunte algo confuso y medio dormido
Escuché un sonido entre los arboles, como de alguien que se descojonaba, pero antes de poder identificar de donde venia, se calló.

Cerré un momento los ojos, concentrandome un momento y bajé las dos manos hacia abajo a la vez. Entonces toda la pringue se escurrió hacia abajo a la vez, quedando mi ropa, por lo menos no se me habia estropeado, menos mal porque estaba bastante pobre.

Volvi a escuchar las risas, pero esta vez consegui saber de donde venian. Me giré de golpe y hice un gesto con la mano y los arbustos que ocultaban al silfo se apartaron, pegandole un buen susto. Al verle crei saber por que me habia hecho la broma, los feericos tenian una sensibilidad especial para reconocer a los mestizos, aunque yo pareciera humano, y tambien era sabido que a los feericos les gustaba hacer bromas a los mestizos de feerico, aun asi no me habia manchado del todo y no estaba enfadado con el

Caminé hasta los arbustos donde se habia escondido.

¡Hola! - Dije, con naturalidad, sin un ápice de mala leche en la voz, yo tan inocente como siempre sin pensar que me podia gastar otra broma.

Los arbustos que ocultaban al silfo se apartaron de repente, haciendole parar de reir por la sopresa. La víctima de su broma se había despertado y se dirigía directamente hacia él, por lo que el silfo comenzó a asustarse. Sin embargo, Kronos se percató de que no había rencor en su mirada ni en su voz cuando le saludó, por lo que respondió de la misma forma.
- ¡Buenos días, dormilón! ¿Te ha gustado el desayuno? - preguntó con una carcajada, poniendo seguidamente una de sus pícaras sonrisas.

¿Eso era un desayuno? - Dije, yo, ingenuamente - Pues... lo siento, pero ha acabado por el suelo, pero anda que vaya manera de darlo - dije, sin sospechar nada, yo ya era algo inocente, pero si me acababa de despertar podia serlo aún mas.
Me quedé un momento pensando
Espera... no, no me ha gustado, es mas me ha dado en toda la cabeza - dije, dandome cuenta de que me habia liado yo solo - Estoo... Me llamo An... Sagan, ¿y tu? - Dije, recuperando la espantaniedad, y acordandome otra vez que en Idhun mi nombre terrestre no tenia sentido.

- ¿Te llamas Ansagan? Es un nombre muy raro... Bueno, allá tú.- comentó el silfo sonriendo- Mi nombre es Kronos ^^. ¿A que mola? Tengo 12 años.
Kronos miró a su alrededor, contemplando la belleza del bosque, y se preguntó que hacía un mestizo como él en aquellas tierras. Siempre había oido que los mestizos solían vivir en Gantadd.
- Por cierto, ¿qué te trae por Awa, Ansagan? - preguntó con curiosidad.

No, no, me llamo Sagan - Dije - Me he equivocado de nombre - Añadí, con una sonrisa algo fingida
Encantado, Kronos - dije, tras quedarme un momento en blanco - Pues yo estoy aqui de paso, aunque aún no se a donde quiero ir

- Yo tampoco sé donde, pero me gustaría vivir aventuras... ^^ En Idhún hay muchas cosas por descubrir, y todavía no he salido nunca de este bosque - explicó Kronos, dejándose llevar por su espíritu aventurero- Ey, por cierto, puedo llamarte Sagy? Me gusta más Sagy

¿Que...? ¡No! - dije, al oir ese nombre - No me llames asi, te lo pido - Le supliqué
Pues podriamos ir a Nandelt y desde allí a cualquier otro sitio - le propuse - El limite del bosque esta ahi mismo - dije, señalando el valle que se podia ver entre los arboles de más allá

- Nandelt... - murmuró Kronos- ¿Eso es territorio de humanos, verdad? ¿Cómo son? ¿Es verdad que viven en ciudades con montones de edificios, y que montan caballos y luchan con espadas?- preguntó el silfo, emocionado con todo lo que había oido sobre aquella raza y que ahora estaba apunto de descubrir- Yo siempre he querido aprender a utilizar una espada... ¿Tu sabes, Sagy? ¿Sabes luchar con la espada?

Pues si, mas o menos es así - dije, pensandolo un momento - Pero no se luchar con una espada, pero si quieres en Nurgon te pueden enseñar... - le sugeri - Y no me llames asi por favor... - añadí, avergonzado

- Vale... perdón... No quería molestar - murmuró el silfo algo apenado. Sin embargo, decidió cambiar de tema y seguir hablando de los planes para su viaje, los cuales le ponían de buen humor- Entonces, ¿cuando partimos hacia Nandelt, Sag... Sagan? ¿Porque... no te importa ir conmigo, verdad? Cuando quieras salimos hacia allí ^^

Claro que no - dije con una sonrisa - es agradable ir con alguien
Yo estoy listo - dije, cogiendo la bolsa de la rama del arbol donde la habia dejado

- ¡Vale! Pues partimos ahora mismo rumbo a Nandelt! - exclamó feliz, presintiendo que aquel era el comienzo de sus ansiadas aventuras- Yo te sigo ^^ Más que nada porque no se a donde tengo que ir y no me gustaría que nos perdieramos... ¡Así que tu haces de guía! - decidí, alzando la mano con la palma abierta para que mi compañero de viaje me la chocara en plan amistoso.

Le choqué la mano, con una sonrisa divertida en la cara y comenzé a caminar en direccion a Nurgon.

DEJO POST

FDR: Quien abre el nuevo?

- (repito) Yo te sigo ^^