Rol Memorias de Idhún
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Ficha de Aris/Ariadne

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Mensaje  Invitado Vie Mayo 13, 2011 1:09 am

Ficha de personaje

Aris
Ariadne

 

Edad
Sexo
25 años
Femenino

 

Descripción física
Aris es un unicornio de salvaje, pura y fascinante belleza como todos los de su raza, todo en ella llama poderosamente la atención, su cuerno se alza en mitad de su frente blanquecino y luminoso desafiando a las más oscuras de las tinieblas, sus crines argénteas caen majestuosamente onduladas por todo su lomo, su cuerpo de formas delicadas y de corto y suave pelaje tiene el color de la nieve más virgen que se pueda hallar y sus patas, en apariencia delgadas para el portentoso cuerpo que sustentan, son poderosas y fuertes capaces de poder aguantar el tiempo necesario corriendo o andando y estas terminan en unos pequeños cascos grisáceos. Pero lo más bonito de Aris a parte de toda ella son sus ojos castaños oscuros, unos ojos que expresan todo lo que no puede decir con palabras humanas, llenos de un aire soñador pero también de un amor intenso, de una lealtad inquebrantable, de una sinceridad equilibrada, de una timidez desmedida, de una amistad infinita y también de una terquedad sin limites. Pero también descubren parte de la carga que tiene que soportar como la soledad y la independencia, a veces fervientemente deseada y otras veces no tanto... pero al fin y al cabo es parte de su ser, de lo que ella es en esencia, un ser divino.

Ariadne, es una muchacha que en apariencia refleja perfectamente la edad que tiene un cuarto de siglo. Su piel es blanca quizás a veces un poco cetrina, la cara es redondeada para ella a menudo demasiado redonda, la nariz y la boca son de un tamaño normal, ajustadas al rostro sin ser llamativas pero sus ojos ya son otro asunto a parte, castaños oscuros e intensos cualquiera que mire en ellos y sea capaz de verlo descubrirá que Ariadne brilla con una luz propia muy especial. Su cabello generalmente es de tono castaño medio oscuro, pero cuando la luz del sol da en él se pueden vislumbrar ciertos reflejos dorados, este es ondulado llegandosele a formas unos bonitos y graciosos bucles y le llega hasta un poco más abajo de la mitad de la espalda, aunque esta intentando dejárselo crecer un poco más pues le encantaría que le llegase hasta la cintura, y un corto y desgreñado flequillo lateral tapa su corta frente. Siempre viste como más le apetece a ella, no sigue modas ni estilos, sino que va según su libre albedrío. Casi siempre lleva una camiseta cómoda y ancha, su favorita, ya que no le gusta para nada, marcar su figura y por ello sus pantalones también son anchos pero solamente en las piernas, cintura y tobillos son estrechos y ajustados, por último lleva unos zapatos cómodos y flexibles, para poder andar sin problemas y sin cansarse demasiado.

 

Descripción Psicológica
Aris y Ariadne son dos cuerpo diferentes, pero una misma alma, por ello las dos comparten el mismo rasgo psicológico. Ella es a partes iguales reflexiva e impulsiva, no sabe bien bien el porque a veces se piensa tanto las cosas y en otras ocasiones se lanza de cabeza a la piscina sin apenas haberlo meditado dos veces, para ella el amor es el motor que mueve el mundo y por el cual vale la pena luchar y conseguirlo todo, cuando el momento lo requiere siempre intenta ser sincera y expresar su opinión lo más objetivamente posible, no le gusta caer ni llevarse mal con la gente, sobre todo a la que quiere, no es orgullosa sabe perdonarlo prácticamente todo y para ella la amistad es algo muy importante, todo lo que está a su mano lo da y nunca espera recibir nada a cambio, opina que el fin no justifica los medios y está en contra de cualquier maltrato hacia cualquier persona, animal, vegetación o cosa. Ella es bastante tímida y reservada al principio con gente o en lugares en los que todavía no tiene la suficiente confianza como para mostrarse como verdaderamente es, una persona agradable, con un humor a veces un poco infantil, en la que se puede confiar verdaderamente para cualquiera asunto y divertida a más no poder. Pero hay momentos donde requeridos o no, tiene que estar sola, eso hay veces que le pesa pues le gustaría poder estar rodeada de más personas y otras que lo agradece profundamente tener un espacio para ella sola para disfrutar de la calma y el sosiego de un lugar apartado y fresco y poder hacer volar y volar su imaginación con sueños que se le antojan imposibles... y por su soledad tiende a ser bastante independiente del resto de las personas, no suele pedir favores a casi nadie y sabe ventilarse la papeleta ella solita. También es bastante terca si se encabezona en algo intenta conseguirlo aunque si ve que es prácticamente imposible lo deja y no lo intenta más. Suele ser un poco infantil pero considerando la edad que tiene es normal en un unicornio... Es un poco de culo de mal asiento ya que si está metida en alguna cosa y no le interesa al cien por cien lo deja para hacer otra cosa totalmente diferente, pese a eso es firme y leal a sus principios, opiniones o decisiones tomadas. Como ser bello que es aprecia la belleza en todas las razas y criaturas de Idhún, y no descalifica o margina por su aspecto físico o condición.


Habilidades
Defectos
La mayor habilidad de Aris/Ariadne, es entregar el maravilloso don de la magia a todos los seres de Idhún que lleguen hasta ella, también el esconderse y pasar desapercibida si ella lo desea así, y el moverse rápidamente a la velocidad de la luz. También tiene la capacidad de la curación.
Tanto en Aris como en Ariadne comparten los mismo defectos, la terquedad que hace que en algunos momentos sea desmedida y la timidez con personas o en lugares en los cuales no tiene aun la suficiente confianza como para mostrarse abiertamente tal cual es.

 

Aficiones
Cosas que odia
Aris y Ariadne, les gusta lo mismo, el amor por la naturaleza y todos los seres vivos, cuidarlos, ayudarlos..Su pasión por lo todo lo bello como: la música, el dibujo, las historias y leyendas que narran los juglares...
Aris y Ariadne, lo que más odian son cinco cosas concretas, primero la maldad en los corazones negros de algunas personas, segundo el sufrimiento de las gentes menos agraciadas en la vida, tercero la muerte desde que le arrebató de sus manos a su amado, cuarto las injusticias que cometen los hombres poderosos por avaricia, y quinto el frío que te agarrota y te deja sin vida.


Pasado
La madre de Aris, acertó de lleno al elegir su nombre, pues su significado es “magia”, que es lo que todo su ser irradia. Aris nació en el frondoso bosque de Alis Lithban, junto a una cueva que le hacía de casa a su madre, a su hermana gemela y a ella... Allí pasó su vida, junto a su familia, aprendiendo de su madre el arte y oficio de entregar la magia a cualquier ser... recorriendo y explorando el bosque de Alis Lithban junto a su hermana gemela viviendo mil aventuras... conociendo, respetando y cuidando a cada uno de los animales del bosque. Aris se encontraba bien y feliz en su lugar, porque al fin y al cabo ella era un unicornio y su lugar estaba en ese bosque no en ningún lugar más, pero su mente volaba rápida y con el tiempo Aris, comenzó a cambiar de parecer, el bosque se le quedaba pequeño y quería ir a explorar otros lugares y se imaginaba y anhelaba lo que podría haber más allá, y cuando ingenuamente un día expresó sus deseos delante de su familia está montó en cólera y se sintieron ofendidos pues no concebían que un ser tan puro y tan divino quisiese salir de su entorno para explorar, ¿explorar el qué? Le decía su madre, ¿que acaso no tienes una vida plena con nosotras aquí? Le rebatía su hermana, y Aris que amaba a su familia y que no quería hacerles daño, ni que sufriesen y menos que se enfadasen con ella, sepulto sus ensoñaciones y siguió viviendo su actual vida. Pero todo cambió, un día en el que Aris yendo sola por el bosque al girar unos arboles, detrás del follaje, vio a un chico, era completamente humano, y estaba sentado al borde de un arrollo refrescándose la cara, Aris podría haber permanecido allí observándolo eternamente sin que el chico se diese cuenta pero se movió y el follaje hizo el ruido suficiente como para que el humano se diese la vuelta velozmente asustado justo en la dirección donde se escondía Aris, y la vio, el rostro de él se relajó profundamente y Aris sintió algo extraño por todo su cuerpo cuando miró los ojos color miel de aquel chico. El impulso del humano fue levantarse rápidamente y dirigirse hacía Aris y ella que estaba agazapada se asustó se levantó y salió corriendo para alejarse de él, pero en la lejanía aun pudo escuchar como el muchacho decía en una voz muy alta -No te vayas por favor, regresa. Y por segunda vez consecutiva, algo extraño recorrió todo su ser pero no volvió sobre sus pasos y se alejó hacía su casa. Durante los siguientes días Aris se encerró bastante en si misma, no compartía nada con su madre y hermana y eso era un doble peso que llenaba su conciencia y su corazón pues las veía y sabía que ellas estaban sufriendo por ella, pero a parte de ese sentimiento otro totalmente descabellado pugnaba por salir, otro que era totalmente imposible por su condición, a menudo se ensoñaba y recordaba placenteramente el color de sus ojos y el sonido de su voz y anhelaba poder volverlo a ver, más de una vez pensó en volver a ir al arroyo pero no al final no lo hizo, porque no sabía por donde agarrar ese sentimiento que día a día se hacía más y más fuerte dentro de ella y luchaba por salir... Hasta que no puedo aguantar más y un día decidió ir a ver... se escondió en el mismo sitio de la primera vez y no pudo creerse lo que sus ojos vieron, el chico estaba allí junto aquel arroyo como la primera vez que se vieron el uno al otro, pero aquella vez apenas hizo falta que Aris hiciese ruido pues el chico enseguida la divisó, y esta vez se quedó quieto en su sitio, ya que no quería que el unicornio se asustase y se fuera y dijo en voz alta: - sabia que tarde o temprano vendrías, te he estado esperando mucho tiempo- su voz sonaba mejor de como Aris la recordaba y todo su ser tembló con esa sensación que tanto le asustaba pero que a la misma vez le agradaba y a pesar de que le daba vergüenza descubrirse así tan rápidamente ante un desconocido, decidió salir del follaje y mostrarse delante del muchacho, Aris era un unicornio imponente y lleno de belleza, y cuando el muchacho la vislumbró en todo su esplendor se le llenaron los ojos de lágrimas que no pudo contener, Aris se inquietó al ver que el muchacho lloraba pero al ver como este dibujaba una sonrisa en su rostro se relajó un poco y a través de sus ojos ella le correspondió con otra. Entonces el muchacho murmuró con timidez –mi nombre es Kil.lian- y Aris agacho a modo de respuesta su cabeza. Y cuando la levantó se quedo mirandolo concienzudamente, sus ojos tal como recordaba eran como la miel, pero no se había fijado en el resto de aspectos de chico... Su cabello era corto, lo llevaba sin arreglar, lo que le daba un aire desenfadado y era del color del chocolate, su cara era angulosa un poco alargada y su piel era broncínea, como si procediese de los campos o fuese un mercader que recorriese mucho mundo... Y eso despertó en ella viejas ensoñaciones que habían sido sepultadas hacía muchísimo tiempo... El chico se levantó del suelo y trató de acercarse Aris alargando una de sus manos para tocarla, pero los unicornios son los que deciden cuando y quien les tocan, así que con un grácil movimiento se retiró hacía atrás, el chico se quedó con la mano suspendida en el aire y la tristeza se adivinó en su rostro, a Aris le disgustó verlo así y moviendo su cabeza hacia los lados le dio a entender que eso no podía ser... El chico volvió a sentarse junto al arroyo, Aris replegó sus patas y se posó en el suelo relajadamente y así, mirándose el uno al otro, estudiándose el uno al otro y compartiendo miradas, pasaron las horas, hasta que al final Aris percatándose de la oscuridad del cielo se levantó y desapareció de la vista de aquel joven que se llamaba Kil.lian.

Al día siguiente y al otro y al otro y al otro... Aris y Kil.lian se veían compartían miradas y Kil.lian compartía su vida con Aris, le contó que era el mayor de sus cuatro hermanos, dos chicos y dos chicas, y que vivía en el campo, cuidando de las tierras que su padre tenía, no era feliz viviendo aquella vida pero se conformaba porque era lo único que tenía y como primogénito tenia la responsabilidad de cuidar de esas tierras, pero Aris, había visto que Kil.lian tenía un deseo en su vida, un deseo que como ella, un día contó y todos se lo pisotearon por tierra, un deseo que gracias a él había hecho que ellos dos se conocieran y era que Kil.lian quería ser un poderoso archimago y por eso como mas tarde le desvelaría él, acudió al bosque de Alis Lithban para encontrar un unicornio que le concediese el don que el buscaba... Pero Aris, también podía entrever que desde que se habían conocido ese deseo no tenía tanta fuerza como el sentimiento que el muchacho albergaba en su corazón. Los días junto con los meses fueron pasando y Aris cada vez confiaba más y amaba prohibidamente más a Kil.lian y Kil.lian cada día estaba más enamorado y fascinado por aquel unicornio que sin saber como día a día estaba junto a él un simple campesino. Un día Kil.lian llegó a su cita con Aris con un aspecto decadente, tenía uno de sus preciosos ojos hinchados y el labio partido, en los ojos de Aris se reflejó la alarma y en una muda petición le pregunto que había pasado. Kil.lian le contó todo, ya estaba harto de la vida que llevaba en el campo, siempre bajo el yugo de sus obligaciones impuestas y no deseadas y había decidido plantarle cara a su padre y contarle toda la verdad y todo lo que quería hacer con su vida, después de una sarta de palabras hirientes y humillantes su padre le había pegado una paliza y él había recogido sus escasas pertenencias en un petate y había huido de su hogar para siempre. A Aris le apenó toda aquella historia, pero pensó que ya había llegado el momento que Kil.lian siempre había deseado, se acercó a él y con todo el amor que albergaba su corazón tocó con su quijada el rostro de este y así fue como el sueño de Kil.lian se cumplió, Kil.lian inconsciente, cuando vio lo que Aris había hecho se abrazó a su cuello y le acarició sus suaves crines argénteas, Aris no se movió la sensación le encantaba y ese mismo día Kil.lian ingresó en la torre de Drackwen. Con el tiempo Kil.lian fue progresando en sus estudios y siempre se encontraba con Aris en el bosque y está le enseñaba los secretos y las criaturas del bosque. Se encontraban bien de aquel modo pero no eran totalmente felices, porque el amor que uno se profesaba por el otro era más que palpable y los dos sabían que se amaban mutuamente, pero tenían ciertas limitaciones y Aris se sentía mal y deseaba más de una vez no haber nacido unicornio y haber sido una simple humana para haber podido vivir una vida plena junto a Kil.lian, y esté por el contrario también lo había pensado alguna vez que otra pero no había expresado esa idea por temor a que Aris que a fin de cuentas era un ser divino se sintiese ofendida. Un día hablando del futuro, Aris comenzó a llorar y Kil.lian preocupado le preguntó que le pasaba, Kil.lian que estaba acostumbrado a leer las respuestas a través de sus ojos, comprendió la angustia y el porque estaba llorando, y Kil.lian temeroso le dijo lo que un tiempo atrás había pensado para ella, hibridarla con humana para así poder compartir su vida juntos, a Aris al principio le impactó que Kil.lian hubiese pensado en la misma solución que ella y acepto. Kil.lian le contó que había leído algo sobre el albergar dos almas en un mismo cuerpo en algunos libros de la biblioteca de la torre, pero que solo los archimagos eran capaces de realizar semejante hechizo. Así que como a Kil.lian todavía tenía que cumplir su último año para llegar a ser mago y después otro más para llegar a archimago, quedarían dos largos años por delante, pero no importaba para llegar a su objetivo común. Kil.lian llegó a convertirse en un gran archimago de la torre de Drackwen y cuando encontró a la chica perfecta para unirla con Aris, que sufría una gran enfermedad incurable, se produjo la hibridación, Aris pensó que sería doloroso pero todo sucedió rápido e indoloro y el alma de la chica se acopló a la perfección con la de ella y se convirtieron en un solo ser y la enfermedad de la chica junto con el alma de Aris se curo. Y Kil.lian la bautizo con el nombre de Ariadne, desde ese momento ellos dos comenzaron a vivir una vida plena juntos. Pero el tiempo pasó y Kil.lian como humano que era envejeció, Aris por su esencia de unicornio no envejecía al mismo tiempo que Kil.lian y un día de primavera, tras un beso y unas últimas palabras de amor expiró su último aliento. Aris se entristeció profundamente, enterró a su amado junto al arrollo, donde hacía ya mucho tiempo dos seres totalmente diferente habían cruzado sus miradas. Aris se quedó con un báculo que Kil.lian utilizaba para dar mayor potencia a sus hechizos y como ella hasta la fecha solamente tenía poder de curación, pensó que el báculo podría ayudarla para realizar otro tipos de hechizos, pero eso solo lo sabría con certeza si iba a la torre de Drackwen para estudiar y con esos pensamientos en su mente Aris emprendió su nueva vida.

 

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COLOCAR AQUÍ LA IMÁGEN DENTRO DE UN SPOILER(Máximo 550 ancho 400 alto, dentro de un spoiler)

 

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