Ficha de Idrial

18 años

Femenino

Idrial tiene ascendencia humana, por lo que a pesar de ser feérica, tiene algunos rasgos humanos. Alta, esbelta, tiene la piel pálida, como una mezcla entre el color de piel humano y el color feérico. Tiene muy agudos el sentido de la vista y del oído. Los ojos son de color aguamarina, de forma alargada; el cabello muy largo, ondulado y de color dorado claro. Lleva la mitad del pelo recogido en una trenza, que sostiene con un pasador de plata con formas vegetales. Su peinado deja ver sus orejas picudas. Mide 1,70 metros.
Como vestimenta, Idrial suele utilizar armaduras semi pesadas de metal. Cuando no lleva armadura, utiliza una camisa con escote de color azul, unos pantalones de color marrón oscuro, y un cinturón de piel marrón , por encima de la camisa, a la altura de la cintura.
Siempre va con su caballo, Asfaloth, que es de color blanco.

Idrial es una persona leal, honrada, noble, bondadosa, responsable hasta el extremo, con una gran determinación y un fuerte sentido del deber. También tiene un carácter suave en el trato con los demás, y es muy protectora con sus amigos. Su meta es ser caballera de Nurgon, y hará lo imposible por conseguirlo.
Por otra parte, como feérica, es protectora de la naturaleza. Ama los animales, y puede comunicarse con ellos mediante el lenguaje feérico.
No tolera a los injustos, a los mentirosos, y le cuesta conciliar bien con los ladrones y los pícaros.
Sus principales deidades son las tres diosas, en este orden, Irial, Wina y Neliam.

Como aspirante a caballera de Nurgon, Idrial maneja a la perfección la espada y el escudo, con todas las habilidades de los caballeros. Tiene un gran autocontrol a la hora de luchar, posee gran destreza, constitución y fuerza.
Otra habilidad es la de poder comunicarse con los animales, porque conoce el lenguaje de los feéricos.

Es un poco desconfiada, intolerante con personas que cree injustas o que no hacen honor a la verdad. A veces es un poco orgullosa con su Orden de Caballería.

A Idrial le gusta cabalgar, entrenar con su espada y su escudo, pasear por las calles de Vanis y visitar el Bosque de Derbhad, lugar en el que aún vive su clan de feéricos, entre los que nació. Le gusta escuchar buenas historias de los trovadores, y la que más le gusta es la leyenda de Ayshel y el Caballero Blanco.

La soledad, la oscuridad, aunque le de reparo admitirlo. A los sheks, porque mataron a sus padres adoptivos. Al Séptimo, y a los trasgos, como el resto de feéricos.

Idrial nació en el Bosque de Derbhad, entre todas las criaturas del bosque y todas las subrazas de feéricos. Su abuelo materno era humano, y por ello Idrial posee algunas características humanas, como el color de pelo. Aprendió todo lo que sabían los feéricos, como su lenguaje y su adoración a la naturaleza y a la diosa Wina.
Desde muy pequeña aprendió a montar algunos animales del bosque, y fue así como conoció a Asfaloth, un caballo salvaje de la espesura del Bosque. Fue su compañero de aventuras siempre y el animal nunca la abandonó.
El Bosque de Derbhad fue atacado por los sheks durante una pelea contra los dragones. A pesar de que estos últimos trataron de evitar la muerte de los feéricos, los sheks terminaron matándolos. Idrial sobrevivió al ataque porque era una niña de apenas seis años, y gracias a que Asfaloth la internó en lo más profundo del Bosque, poniéndola a salvo. Así, Idrial pasó desapercibida.
Cuando pasó el peligro, Asfaloth e Idrial salieron del Bosque. El caballo puso rumbo a un cruce de caminos entre Celestia y Derbhad, con la esperanza de que algún viajero se apiadara de la niña feérica. Cuando estaban a punto de morir de hambre, la pequeña fue recogida por una pareja que viajaba por allí desde Celestia. Ella era celeste, y él era humano. Vivían en Vanissar, hacia donde se dirigían. Cogieron a la pequeña Idrial y la adoptaron como si fuera su hija. La mujer percibió el lazo que unía a la niña y al animal, y decidieron llevarse a Asfaloth con ellos.
La pareja tenía otros dos hijos: Aira y Keith. Idrial se crió entre humanos con normalidad, en la ciudad de Vanis, en el seno de una buena familia. Pero, un día, cuando los hermanos ya eran más mayores, un grupo de sheks acabaron con la vida de sus padres adoptivos. Keith escapó, y Aira e Idrial se quedaron solas.
Aira fue tocada por un unicornio, e ingresó en una Torre de Hechicería. Idrial, sin embargo, se había empapado del gusto por las armas de su padre humano adoptivo, y decidió ingresar en la Academia de Nurgon para convertirse en caballera. Así, las dos hermanas separaron sus caminos, aunque con la promesa de volver a verse pronto.

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