Casa de Alsan

Es una cueva en lo alto de una montaña, a primera vista no hay nada en la cueva pero hay una puerta secreta que lleva a los túneles subterráneos (lo que hace que la casa en si ocupe toda la montaña)  donde hay seis habitaciones tres habilitadas para dormir dragones y tres para cualquier raza “inferior”. Hay una sala de armas y una biblioteca hacia el medio de los túneles y un lago en el final de los túneles, lo que vendría a ser el centro de la montaña; toda la montaña esta protegida por un escudo.

Llegamos a mi casa en poco menos de dos horas, cuando llegamos, me adelante y desactive el leve escudo mágico que protegía la cueva, cuando Rannell entro volví a activarlo.

Me transforme en humana y me adentre en la cueva, abrí una puerta y crucé, esa era la verdadera casa.

-Ya hemos llegado- dije- estas seis primeras puertas son habitaciones, puedes usar una si lo necesitas, yo tengo que ir a la armería, es la puerta de la derecha después de las habitaciones y la cocina y la comida es la de la izquierda después de las habitaciones-le informe, espere su respuesta antes de ir hacia allí.

Llegué a casa de Alsan siguiéndola en todo momento. Era una cueva en lo alto de una montaña, pero cuando nos adentramos y cruzamos una puerta era una casa de tamaño humano. La seguí por la casa hasta que me dio unas pocas indicaciones. -Vale... dejaré mis cosas en una habitación y luego voy a la armería. -dije mientras me encaminaba hacia la segunda habitación. Ya dentro, dejé sin muchos cuidados la bolsa de viaje en el suelo y las espadas sobre la cama. Después salí de la habitación, cerré la puerta y fui al final del pasillo. ¿Puerta de la izquierda? ¿Puerta de la derecha?... unos instantes de indecisión antes de entrar en la armería con curiosidad.

En cuanto llegue a la armería, me dirigí hacia donde estaban mis espadas; Feuer, la espada de fuego y Dunkel, la espada oscura. Cogí la segunda por la vaina, que evitaba que saliera algo de su poder, aun así, tras tanto tiempo con esa espada, sabia que era poderosa, mas que Feuer y también mas peligrosa, la deje donde estaba y cogí a Feuer, a diferencia de la vaina de la otra espada, esta si dejaba salir algo de su poder, se notaba el fuego que tenia, aunque no lo dejaba salir.

Desenvaine la espada y me ate la vaina a la espalda, seguía afilada, y seguía teniendo esas llamas que la caracterizaban, hice un par de movimientos con ella y la volví a envainar. Mire de nuevo la espada oscura, solo la había usado una vez, sabia de lo que era capaz, y aun así, me costaba separarme de ese arma, la volví a coger por la vaina y me quede un rato mirándola. No me di cuenta de que Rannell había entrado a la armería, pues estaba de espaldas a la puerta.

Me asome a la armería con curiosidad, y después pasé. Alsan estaba sujetando una espada por la vaina, y yo caminaba mirando cada rincón de la armería. -Bonita casa, Alsan... -comencé, mientras reparaba en sus armas. No sabia que te gustaran las espadas. Y además tienes buen gusto. -añadí sonriente. Me acerqué más a ella, pudiendo ver toda la sala. -¿Me dejas probar? pregunte amistosamente.

En aquel momento no lo sabía, pero ocurría lo que hubiera querido saber. La generosidad de un celeste daba sus frutos, y un favor que pedí se convertiría en un alivio para quienes conocía. También hubiera querido saber la polémica de mi huida de entre los míos.

Me volví hacia Rannell, cuando empezó a hablar.

-No tan buen gusto como crees-dije casi sin pensarlo, aun tenia a Dunkel en las manos y eso me ponía algo nerviosa.-Puedes probar cualquier arma de aquí, excepto esta.-añadí, señalando el arma que tenia entre mis manos. Acto seguido, me ate la espada a la espalda, en el mismo hombro que Feuer y desate la de fuego para tenerla entonces en las manos.

Como siempre que tenia la espada oscura atada a la espalda, esta me pedía que la usara, aunque por alguna razón, esta vez, no oí su petición como otras veces, era mas débil, como si el tiempo que llevaba en la armería la hubiera debilitado. "Espero que este así mucho tiempo"pensé.

Si que lo tienes. -respondí sin pensar. Algunas de sus armas tenían poder mágico que no comprendía. Pero en las paredes habían armas de calidad, y pasé la vista por todas las que veía. Me llamó la atención una especie de lanza mediana, con un final de hoja corta por ambos lados. Lancé un par de cortes al aire probando la ligereza del arma. Realmente me incomodaba usar un arma mágica que no fuera a mi medida, y a Alsan se la notaba algo nerviosa con esa espada. -¿Cómo se llaman? -pregunté refiriéndome a la extraña lanza y a las espadas. -Me encanta tu casa.

Casi agradecí la pregunta de Rannell, pues hizo que dejara de centrarme en la espada oscura.

-La que tienes en las manos en Nylaysu, no tiene mucho poder, solo emite un poco de calor.- respondí señalando la naginata doble.-La que tengo en las manos...-dije desenvainandola, las llamas iluminaron la pared y el suelo en un tono rojizo- es Feuer, la espada de fuego, no hay mucho que decir.-La envaine de nuevo.-Y la que tengo en la espalda es Dunkel...-Me pare un momento a pensar que decir de esa espada, no es como si pudiera ir gritando a los cuatro vientos que tenia esa espada.-Solo la use una vez... y no sabría decirte cual es su poder exactamente, solo puedo decirte que me agote mucho al usarla-Decidí no decir toda la verdad, era cierto que me agotaba al usarla, en cuanto a lo del poder, si sabia cual era, pero no iba a contárselo, por ahora.

-¿Quieres comer algo?-Pregunte atándome a Feuer de nuevo en la espalda, junto a Dunkel.

Alsan me dijo sin problema el nombre y poder de las armas, pero seguía hablando poco de la espada oscura. Decidí no darle importancia a eso y seguir probando esa extraña lanza. Tras un par de movimientos la dejé en el sitio, siempre prefería una espada a cualquier arma. Ella me ofreció ir a comer algo. -Por supuesto -dije sonriente. No sabía, por supuesto, que cinco dragones surcaban en cielo buscando a alguien y para completar el grupo de seis buscadores los acompañaba un hombre con una extraña túnica que se detuvo a cierta distancia de la casa, concentrado.

Off:¿Bien asi?

Me dirigí a la cocina al otro lado del pasillo y empecé a sacar comida de algunos armarios, había carne suficiente para dos y algo de fruta, ademas de un par de bolsas pequeñas de provisiones que ya tenia preparadas.

Encendí un fuego y puse la carne a hacerse, mientras revisaba las bolsas de provisiones para luego guardarlas en mi bolsa.

-Tendré que llenar la despensa un día de estos-comente, girando la carne para que no se hiciera solo de un lado.

Seguí a Alsan a la cocina, y ella empezó a sacar comida de los armarios para después poner algo de carne al fuego. -Aham...(?) -respondo algo distraído a su comentario.   -¿Y de donde obtienes las provisiones? -pregunté por hablar de algo. Pero esa conversación se verá interrumpida: quienes venían siguiendome rompieron el escudo en ese mismo instante, y se adentraban hasta la puerta.
»¡Abran! ¡En nombre del Rey! -esa petición me resultó extraña, y esperé a que Alsan respondiera.

Escuche la pregunta mientras volvía a darle la vuelta a la carne.

-Las provisiones, veras...- iba a responderle cuando "llamaron" a la puerta, me dirigí hacia la puerta, poniendo una mano en la empuñadura de Feuer.

-Que yo sepa Awinor no tiene rey- dije desde la puerta, sin abrirla- así que dime de parte de quien venís o tendré que echaros de mi casa- añadí, no sabia de donde habían sacado un mago para romper el escudo de mi casa, pero me cabreo, nadie rompía el escudo de mi casa y conseguía lo que quería fácilmente, al menos por mi parte.

Acompañé a Alsan hasta la puerta, pero mis espadas estaban sobre la mesa, en la habitación. Alsan dijo que Awinor no tenia rey. ¿Hablaba en serio?... ¿o ya sabía de lo ocurrido en Celestia?. -Os equivocais, el Matarreyes ha sido encerrado por los Seis. -grité al otro lado de la puerta. Pero prefirieron ignorarlo. »Déjennos paso en nombre del Rey, o forzaremos la entrada. -dijeron tranquilamente. Me quedé en tensión en el mismo lugar, mientras decidía si irme corriendo a por mis espadas.

Mire a Rannell sin entender del todo la conversación, que yo supiera nunca había habido un rey en Awinor. Aun así me centre lo suficiente para hacerle un gesto a Rannell para que fuera por las espadas.

-Y que quiere vuestro supuesto rey de mi?- pregunte- no he echo nada para que venga nadie a mi puerta y la tire abajo- dije desenvainando la espada y quedándome con ella en la mano apoyada en la pared junto a la puerta, si entraban, de primeras no me verían y eso era una ventaja que iba a aprovechar.

Alsan me dejó que fuera a por las espadas mientras conversaba con alguien al otro lado de la puerta. Se obligaban a rozar el grito para conversar y eso me permitía entender parte de la conversación. »Puede que usted no. Estamos buscando a un fugitivo. Se trata de un dragón escarlata con forma humana, de pelo platino que suele llamarse Rannell. -dijo la familiar voz mientras me acercaba a la puerta. Alsan estaba escondida a un lado de la puerta, pero no me dio tiempo a apartarme. Unos pasos, y una luz pasó por las rendijas de la puerta. La luz se apagó y la entrada se abrió suavemente, y después entraron a toda prisa seis personas. Primero entraron cuatro guerreros, dos a cada lado. Después el encapuchado al final de la sala terminando de rodearnos y al frente estaba el que dirigió la conversación. Era mi hermano.

Mire en dirección a Rannell cuando dijeron que le buscaban, iba a preguntarle, pero no me dio tiempo, pues cuatro guerreros entraron por la puerta, al menos no la derribaron. Vi que un mago iba con ellos.


Mire al que parecía estar al mando, se parecía mucho a Rannell, cosa que me sorprendió bastante, pero no evito que siguiera enfadada por haber roto el escudo de mi casa y hubieran irrumpido en ella. Alce mi espada y me situé delante del que se parecía a Rannell.


-Fuera de mi casa- le dije en tono amenazante- me da igual a quien busques, yo no tengo porque dejarte entrar aquí, ni mucho menos pienso dejarte hacer lo que quieras en mi casa.

Viserys estaba ahí, formando un equipo de seis, buscándome. -¿Qué haces aquí? pregunte airado- Te estábamos buscando, hermano. -comentó Viserys, como si le fuera divertido e ignorando por completo a miAlsan. -¿Y qué has dicho de Kvothe? ¿Se te ha ido la olla? -pasó completamente de Alsan y se plantó frente a mi- Por eso mismo. Vamos a buscar lo que quede de Kvothe y lo rescataremos, y tu vendrás con nosotros. Pasé las manos al pomo de la espada mientras los guerreros hacían un gesto similar. Pero Viserys seguía mirándome igual. ¿Y ella? ¿Es tu... protegida? dijo en tono de broma, y sus acompañantes soltaron unas pocas carcajadas. No pude evitar senrojarme mientras desenvainaba las espadas. Si me negaba a ir, no podrían dejarnos libres...

Aquel tipo era el hermano de Rannell, eso explicaba su parecido. Me sorprendió que fueran familia, pero me centre nuevamente cuando el hermano de Ran paso de mi y se situó frente a el. No sabia de que hablaban, pero parecía algo importante y peligroso, pues Rannell poso su mano en el pomo de la espada, igual que hicieron segundos después los guerreros.

Las llamas de Feuer aumentaban lentamente acorde a mi enfado, podían entrar en mi casa, podían ignorarme, pero infravalorarme, era algo que no soportaba. En un rápido movimiento cogí al hermano de Rannell y lo puse contra la pared con mi espada llameante cerca de su cuello.

-Yo no soy la protegida de nadie, no necesito protección alguna.- Le dije totalmente cabreada, pude notar como los guerreros desenvainaban sus espadas.- Te he dicho que te fueras de mi casa por las buenas, ahora sera por las malas.

La situación se volvía más tensa por momentos, y cada vez amenazaba más con sangre. Alsan dejó que la magia de su espada fluyera antes de llevar a Viserys contra la pared y dejar su arma próxima al cuello. Sin duda, mi hermano había cambiado mucho en este tiempo. Sin tener momento de inmutarse, mandó a loms guerreros para que atacaran. Sabía que pronto se desmoronaría bajo presión, pero mientras tanto creía que Alsan no lo mataría. Siempre fue predecible.

Desenvaine ambas espadas y esperé que ocurriera algo mientras los cuatro guerreros me rodeaban. Miré con atención y calma el lugar en el que estábamos, y esperé que alguno saltara hasta mi... pero esperaban la señal de Viserys.

Vi por el rabillo del ojo como los cuatro guerreros rodeaban a Rannell, que desenvaino sus espadas. Pero no saque mi vista de su hermano. Algo no estaba bien, el mago no se había movido desde que había entrado y eso me ponía nerviosa, si estaba concentrándose para un hechizo...

En un movimiento lancé al hermano de Rannell hacia el mago, haciendo que chocara con el, rápidamente me volví hacia los cuatro guerreros y empuje a dos de ellos hacia la puerta.

Alce mi espada y mire a Rannell de reojo.

-Mas te vale tener una idea, yo me estoy quedando sin- le susurré volviendo mi atención a los dos guerreros que seguían delante nuestro y a los otros cuatro rastreadores detrás de ellos.-Iros...de...mi...casa- Les dije sin bajar la espada.

Rápidamente Alsan lanzó a Viserys contra el mago, y a un guerrero contra otro. Eso me dio cierta ventaja para actuar, teniendo un lado libre. Uní las dos hojas en cruz, normando una cruz. Instantes después una llamarada surgía de él. Era lógico que, como humanos, fueran vulnerables al fuego. Dirigí la llamarada a los dos guerreros que intentaban reaccionar. Hice que terminaran tomando la puerta, siguiéndoles con las llamas. Nunca me acostumbraba al uso de los poderes, y estos me agotaban. Me sentía cansado, pero me lancé para cerrar la pesada puerta. De otro salto me interpuse entre Alsan y los otros guerreros para seguir chocando los aceros. Los Rastreadores eran sin duda seleccionados por los mejores, y apenas podía impedir que avanzaran terreno. Esperaba que Alsan tuviera algún as en la manga.

Vi como Rannell se deshacía de dos de los guerreros, ahora solo quedaban dos, su hermano y el mago, no sabia de que preocuparme mas, si del mago o del hermano de Rannell, mire a Ran y vi que empezaba a agotarse; eso no era bueno, estábamos en desventaja numérica y yo no sabia como luchaban los Rastreadores, no teníamos muchas oportunidades y una de las pocas ideas que me venia a la cabeza no quería ni pensarla, era jugársela si lo hacia y no necesitaba en ese momento hacer eso, por ahora, sin embargo si las cosas se ponían peor tendría que hacerlo, tendría que desenvainar a Dunkel.

Mire a los cuatro Rastreadores restantes y con Feuer en alto me lancé hacia ellos sin pensar, si la cosa se ponía fea, siempre me quedaba una opción, aunque esperaba no tener que hacerlo. Le di un espadazo al primer guerrero y un codazo en la cabeza al segundo, el primero paro el golpe, pero el otro pareció desorientarse un poco, cosa que aproveche para ponerme detrás suyo y empujarlo hacia su compañero que tuvo que cogerlo, en un momento estaba frente al hermano de Rannell.

-Aun no se tu nombre- le dije como si no acabara de pasar nada- y quiero saber quien esta invadiendo mi casa.-seguí sin bajar la espada y sin dejar de mirarle a los ojos, a mismo tiempo oí como los dos guerreros se recomponían y se ponían detrás mio, pero no me desconcentre, estaba atenta a cualquier ruido a mis espaldas y a todos los movimientos del hermano de Rannell y del mago.

Alsan era realmente buena con la espada, yno me sorprendería que Viserys la menospreciase como guerrera. Ella distrajo a los dos guerreros restantes, y se plantó frente a Viserys para preguntarle su nombre. -Soy Viserys Targaryen, hijo de Rhaegar. Y pronto Awinor será nuestro por derecho, cuando Kvothe vuelva, igual que tu casa, tu espeda... y tu. -dijo mientras se acercaba más a Alsan. Viserys siempre tuvo esa forma de actuar, algunas veces. No iremos a buscar a Kvothe, como ya te he dicho. Sal, busca a tus guerreros y vete. Solo quedan tres dragones, Ranny... ¿Al menos tendremos otro duelo a muerte? -dijo mientras desenvainaba al fin su espada, y, como otra conversación habló a Alsan: ¿Y tu? ¿Tu vendrás conmigo? -inmediatamente tras su respuesta se lanzó a por mi con su espada en alto, y sabía que no poría ganar.

Mire a Viserys con el ceño fruncido.

-Nada mio sera tuyo, y tampoco vendré contigo para que me quites mis posesiones.-le respondí-No se quien es Kvothe, pero ahora mismo tampoco me importa.-Acabé de decir, justo para ver como se lanzaba hacia su hermano con la espada desenvainada, iba a matar.

Me gire para ver como los dos guerreros me cerraban el paso, Ran estaba agotado, se le notaba, seguramente no aguantaría mucho tiempo luchando, el mago seguía detrás de mi, esta vez parecía estar concentrándose en algo, aunque no sabia exactamente el que. Di un salto atrás y me puse junto al mago, al que fácilmente le di una patada en la espada para enviarlo contra los dos guerreros, uno lo cogió y el otro se lanzo hacia mi, pare su golpe con Feuer, derritiendo un poco su espada, seguidamente me aparte de el y corrí hacia el segundo que ya se preparaba para atacar, me deslice por el suelo entre sus piernas y me levante detrás suyo dándole con el plano de la espada en la cabeza dejandole inconsciente, mire hacia Viserys y Rannell, estaban luchando, rece para que Ran aguantara un poco mientras me libraba del mago y del guerrero restante.

Mire a mis rivales, el mago estaba a mi lado y el guerrero me miraba con furia por lo que le hice a su espada. Seria fácil ganar si acababa rápido con el mago, pero estaba empezando a cansarme. Cogí al mago por la túnica y le di un golpe en el estomago con la rodilla, dejandole sin aire, al menos así no molestaría en un rato, me volví hacia el guerrero y me acerque a el con la espada en alto, sabia que no se rendiría fácilmente, pero lo que hizo no me lo espere, se agacho y me barrio de una patada, tirándome al suelo, Feuer cayo de mis manos a un par de metros. El guerrero se cernió sobre mi con su espada en alto, listo para dar el golpe final; cosa que no llego a hacer, pues desde el suelo me di la vuelta barriéndole a el, me levante y fui corriendo a coger la espada, me gire hacia el con la espada en mi mano, el se levanto y se dirigió hacia mi, listo para embestirme, le evite haciéndome a un lado y le golpee con la espada en la pierna, haciéndole un corte algo profundo con quemaduras, se cayo y ya no pudo levantarse.

Empezaba a notar el cansancio y me empezaba a costar respirar, aun así, eso no era lo que me preocupaba, al parecer Dunkel había "despertado" pues pude notar como me instaba a usarla contra el ultimo contrincante, Viserys que en ese momento luchaba con Rannell.

Definitivamente, no estaba para preocuparme por lo que ocurría mas lejos de Viserys. Mientras Alsan seguía en acción, se definía la ira en los ojos de mi hermano mientras me atacaba sin cuartel, aunque sabía que pararía antes de terminar... ¿o no?

Correspondi una de las embestidas con un rápido contraataque, y me moví de un salto para ver lo que ocurría: Alsan tenía la situación bajo control, pero mi hermano seguía siendo una de las mejores espadas de Awinor.

Sin percatarme de lo que sucedía a mi alrededor, ataqué con mis fuerzas restantes a distancia media. Ese ataque se detuvo, y con el sonido del acero chocando volvió como un corte en mi hombro. Alzó la espada y trató de desarmarme una vez más antes de mirar a su alrededor. Solo quedaban él y el mago, y Alsan se había negado a acompañarles. Miró al encapuchado un momento y caminó hasta él dejando el duelo finalizado por ahora... y se fueron dejando una fuerte y momentánea brisa en el lugar.

Envainé y me dejé caer en el suelo después de esto, llevando mi mano al hombro tratando de parar el flujo de sangre.

Off: Lo siento, he estado algo liado estos días (y además sin internet). Probablemente esto se repita bastante este verano, pero encontraré momentos para postear.