Ficha de Rakael _ Regreso

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Varón

Bajo y delgado. Su piel tostada tiene un tono ligeramente azulado, oscuro. Sus ojos son verdes y su pelo, rojizo, aunque bajo el sol adquiere el color del barro. Tiene un tatuaje sobre el ojo izquierdo, una línea vertical de color negro. Unas branquias apenas desarrolladas pueden apreciarse a ambos lados de su cuello. No son de mucha utilidad.
Suele vestir ropas holgadas, generalmente de colores terrosos.

De carácter serio, aunque tiende a estar apartado, actúa cálidamente y busca de forma continua en los demás comprensión y afecto. Es honesto consigo mismo, pero esa virtud le falla con el resto del mundo. No se siente parte de ningún lugar ni ningún grupo, lo que suele ponerlo melancólico. Antes solía ser más alegre, pero tras mucho tiempo viajando solo, huyendo del mundo, es más callado y reservado que nunca. Aunque, junto a personas de confianza, puede mostrarse realmente como es.

Sus branquias le permiten aguantar mucho tiempo debajo del agua, pero ni mucho menos indefinidamente, ya que no están completamente desarrolladas. En momentos de peligro puede mantener la mente fría y controlar el pánico, la angustia, el miedo y la ansiedad, así como aislarse del dolor, el calor o de un intenso frío. Las largas caminatas le han proporcionado un considerable aguante para viajar. Del mismo modo, puede mantenerse sin comer mucho.

Al igual que puede controlar perfectamente algunas emociones, otras se le escapan y lo vuelven inestable. Cae fácilmente ante la rabia, la debilidad, la inseguridad, la tristeza, la culpabilidad y la melancolía. Además, su insegura concepción de sí mismo le hace sentirse extraño e incapaz de ser aceptado en ningún grupo ni lugar, a la vez que adora disfrazarse y cambiar de personalidad. Todo esto le hace desarrollar una fuerte dependencia en otros, por lo que el rechazo y la traición son golpes muy duros para él. Pierde el control ante la violencia, y cualquier trauma emocional puede incluso hacerle rozar la locura.

Pasar las noches en vela, inventar historias, escuchar relatos, buscar lobos, soñar despierto.

Que alguien pretenda no haberlo escuchado, quedarse fuera de un corro o una fila de gente, las voces agudas, que alguien exagere o finja el llanto, las malas historias, los malos disfraces.

Su madre se quedó embarazada de un joven varu viviendo junto a la costa. Sin embargo, él la abandonó y ella se trasladó tierra adentro. Tras establecerse en un pueblo pequeño donde era poco más que una extraña, empezó a trabajar como ayudante del herrero, con quien empezó a mantener una relación. Cuando nació su hijo, el herrero se convirtió en su "padre", pero no le ocultaron la verdad. Rakael creció como aprendiz de herrero y, a los quince años, dejó su casa sin decir una palabra, decidido a viajar y a esconderse del mundo. Tras un año viviendo en la miseria, aprendió a cazar y empezó a vender carne y pieles. A los pocos meses regresó a casa. Su madre había muerto a causa del invierno. El herrero le dio la bienvenida como si el tiempo no hubiera pasado. Rakael trabajó un tiempo en la herrería, pero un día volvió a sentir que debía marcharse, y se echó de nuevo a los caminos, decidido como la primera vez a huir, tal vez, de sí mismo.

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