Ficha de personaje Quail es un chico de estatura más bien baja, debido a su edad y delgado. Generalmente parece tener rasgos completamente humanos , pero se puede notar el rastro de algún antecesor no muy lejano de raza yan. Tiene el cabello siempre desordenado (tampoco es que se moleste en hacer algo para remediarlo) de color rojo intenso, y unos grandes ojos del mismo color, un tanto extraño entre los humanos, pero mucho más común en los yans. Su piel es de tez morena , debido a que suele pasar mucho tiempo al sol. Suele llevar prendas sencillas y baratas, ya que aun que quisiese, no se podría permitir algo mejor. Lo que más se suele poner es una camisa de varias tallas superiores a la suya, quedándole muy grande, y unos pantalones de color marrón, eso sí, siempre que le veas, le verás descalzo, nunca se pone zapatos a no ser que sea de extrema necesidad, y en caso de hacerlo, suelen ser abiertos. |
Quail es un chico tímido e introvertido, a la par de torpe, por tanto, siempre se ha ganado burlas de todo tipo a base de esta debilidad, y por ello lo ha convertido en una persona poco sociable, simplemente por el miedo de que se burlen de él. Se suele refugiar en su mente, lugar donde se siente seguro y tranquilo, donde su torpeza no es visible, y en donde nadie puede entrar, aún así, ansia conocer a alguien distinto, alguien que lo comprenda y con quién poder entablar una amistad, cosa difícil, por que Quail ya no cree en la amistad, término que ya le ha jugado varias malas pasadas, eso no significa que no lo desee, por que él desea tener algún amigo, pero no cree que eso sea posible. Por otra parte, es bastante dependiente de las personas, y debido a cómo es le dificulta mucho las cosas. Quail además es hipersensible y miedoso, cualquier cosa, por mínima que sea le puede alterar hasta límites insospechados, aun que eso sí, de momento, nunca llego al enfado, más que eso suele producir insoportables llantos y depresiones constantes. En definitiva, se podría describir a Quail como alguien dependiente de la gente, tímido, introvertido, miedoso y muy sensible. |
No es que sean numerosas que se digan, ya que tampoco es que tenga muchas habilidades. Una de ellas, quizás la más importante, es su velocidad, ya que Quail es muy rápido… os sorprendería saber cuanto… aun que debido a su torpeza, normalmente no suele servir de mucho. También una de sus habilidades es una leve manipulación debido a sus encantos infantiles, gracias al cual consigue enternecer un poco a algunas personas y en cierta forma intentar que hagan algo que el quiere. Y por último, suele tranquilizar a las personas con cierta facilidad. | Quail tiene muchos defectos… el más notable es su gran torpeza, hay que destacar su gran número de tropiezos al andar, y no es solo eso, tira cosas sin querer constantemente, pisa por donde no debe, las cosas manuales le suelen salir siempre alreves… También uno de sus defectos es que su timidez le dificultan la relaciones con las personas. También es muy débil físicamente, y su fuerza es más bien escasa. Otro “defecto” es que cuando se pone zapatos no se puede concentrar en nada. Por último mencionar que le da miedo la oscuridad, y más si esta solo.
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No muchas la verdad, sobre todo leer, ya que no tiene que moverse y hacer nada manualmente que le pueda salir del revés. También le gusta dibujar, aun que no lo haga bien, pero le tranquiliza… siempre y cuando no vean sus dibujos (cosa que le pone de los nervios). Por último correr, cosa que le hace sentir libre… siempre y cuando no se caiga. | La oscuridad, que se rían de el, estar solo, sentirse ignorado, ponerse zapatos, que vean sus dibujos, que remarquen su torpeza o que le recuerden que fue abandonado.
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La vida de Quail no ha sido fácil. Cuando nació, fue abandonado en una caravana de comerciantes yans, quiénes no querían o podían hacerse cargo de él, y lo abandonaron frente a una casa en Celestia. La familia que vivía en ella, ya contaba con cuatro hijos, y no se podían hacer cargo de él, asi que fue llevado al orfanato. Allí Quail creció. Los demás chicos del orfanato, lo trataban como un bicho raro, a pesar de los múltiples intentos de los celestes que llevaban el lugar, no consiguieron integrarle. A los diez años, Quail decidió escapar del orfanato, y así lo hizo. Pero pronto se dio cuenta del gran error cometido, y por desgracia, no supo como volver al orfanato, así que empezó a ganarse la vida en las calles pidiendo, cosa que normalmente funcionaba por la compasión de la gente al ver un chico tan joven haciendo eso. Un año pasó, y Quail ya se había empezado a acostumbrar a aquella vida y había encontrado un lugar iluminado para pasar las noches, pero unos bandidos atacarón la zona y lo tomaron como rehén. Nadie se ofreció a pagar su rescate, y Quail nuevamente huyó. Actualmente sin rumbo, se encuentra perdido en el amplió mundo de Idhún ,y decidió empezar a hacerse más fuerte, autonombrándose “aventurero” y viajando de un lugar a otro en busca de la felicidad. |
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