Ficha de Diana Lovelock

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Femenino

Complexión normal, no tan delgada como para perder las curvas peligrosas. Su pelo es largo y castaño, pero mientras que uno de sus iris es del color del caramelo, el otro tiene un tono violaceo.

Impredecible. Su personalidad es cambiante y difícil de describir. Nadie podría asignarle un color, un animal, o una flor. Es difícil estar cerca de ella por motivos diversos, e imposible saber qué está pensando, pero le gusta escoger a quien quiere a su lado y su sentido de la lealtad, aunque es incomprensible, también representa mucho para ella. Es posible atisbar un torrente de sentimientos cruzados en sus miradas perdidas, pero igualmente y de todos modos... son completamente indescifrables.

Tiene una habilidad innata para cocinar, y un don aún más marcado para confundir a las personas que la rodean.

¿Defectos? Apartando los que saque a relucir a través de su falsa modestia, jamás se tachará con ninguno.

Retorcer historias de hadas. Llegar tarde a fiestas. Imaginar que el mundo es una ilusión.

El calor. El viento. El dolor de oídos. La vulgaridad...

Diana era la hermana menor de una familia noble, y desde muy pequeña supo cómo debía actuar entre los cortesanos. Su habilidad para las mentiras y el teatro se desarrolló precozmente para una niña de su edad, y rapídamente se convirtió en la favorita de los consejeros más peligrosos del rey...
Sin embargo... llegó la guerra y con ella, la venta de lealtades. El padre de Diana no supo hacer la mejor jugada, y acabó en el bando perdedor, contra el rey al que debía fidelidad. Las consecuencias fueron perder sus tierras... todo estaba en juego.
Para mantener el estatus de su familia (los Lovelock), a la treceañera Diana hubo que casarla con un consejero, aliado de su familia, que tenía edád de sobra para ser su padre. Este era un hombre frío y violento, que daba mucha importancia al protocolo y a su actuación en sociedad, pero que en la vida cotidiana era horrible para la niña... Tuvo que aprender a sobrevivir y a utilizar todos sus recursos para conseguirlo. La única suerte, era que él nunca pareció interesado en tener hijos, y ya contaba con un heredero fruto de su anterior matrimonio. Después de varios años de terror, Diana reunió el valor suficiente para envenenarlo lentamente y así, asesinarlo. Con dieciocho años, se convirtió en una viuda joven con una herencia apetecible para otros pretendientes.... por eso parece que el terror tal vez no haya acabado...

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