Viaje {Alsan y Rannell}

Abrí los ojos mientras Alsan empezaba a hablar. ¿Ir a su casa? Sería buena idea, la verdad era que no sabía como hacer que la noticia llegara a Awinor.

Contarla sería lo más lógico, y Alsan sería un buen comienzo.

-Sería buena idea. -dije sonriendo- Y ciertamente me ha agotado el viaje a Awinor... será un placer acompañarte. concluí con una sonrisa.

Me tumbe de nuevo, cerrando los ojos en una posición pensativa.

Escuche su respuesta y mire al cielo cuando acabo de hablar.

-Entonces esta decidido, por la mañana iremos a mi casa-dije mirando las lunas en su cenit, era el momento de dormir, ahora si, seguramente podría conciliar el sueño.

Cerré los ojos, y aunque no me vino el sueño, sabia que podría descansar unas horas, tranquilamente

Al día siguiente Alsan y yo iríamos hasta su casa, y las lunas estaban ya es su cénit. Me giré sobre el suelo para ver mejor a Alsan.

Había cerrado los ojos, tumbada intentando conciliar el sueño. Yo también traté de dormir, mas no podía hacer más que descansar. Me levanté lentamente y me acerqué al oasis.

Susurré, con una voz casi inaudible: -¿Alsan?

Oí la voz de Rannell, abrí los ojos y mire a mi lado, no estaba allí, me senté y lo vi cerca del oasis, no me había dado cuenta de cuando se había levantado, sin duda llevaba demasiado tiempo sin tener que preocuparme de nada. Me levante y me acerque a el. No tenia sueño, ni estaba muy cansada, pero aun así me sentía extraña en ese momento.

-¿Te cuesta dormir?-pregunte sonriendo.

Conseguí despertar a Alsan facilmente, si es que estaba realmente dormida. -¿Te cuesta dormir? -me preguntó, a lo que asentí iluminado por la luz de las lunas: -No consigo conciliar el sueño. -dije mientras me inclinaba hacia ella, todavía hablando en susurros - Me preguntaba si... es caso de que estuviera en mi misma situación... podría acompañarme. -propuse, notando al decirlo que sonaba extraño- Voy a acercarme al oasis. -concluí rápidamente.

Después de decir eso, me adelanté hasta la orilla del pequeño oasis. Dejé mis ropas en la orilla y entré poco a poco en el agua, donde antes se distinguía el reflejo de las lunas.

Escuche su respuesta, no podía dormir, ya eramos dos en esa situación esa noche; cuando me propuso de ir al oasis, acepte y me acerque con el.

Deje mi ropa junto a la suya y entre en el agua, estaba mas fría de lo que esperarías en un desierto, pero aun así se estaba bien dentro. Me acerque a Rannell.

-¿Como es que no puedes dormir?-Pregunté susurrando, yo ya llevaba unos días durmiendo pocas horas y descansando donde podía, buscando a mis amigos.

Alsan se levantó lentamente y se acercó al oasis conmigo. Por lo visto, se encontraba igual que yo. El agua estaba algo fría, pero no me importaba en absoluto. Caminé unos pocos pasos, y me quedé junto a ella, mirándola fijamente.
-¿Cómo es que no puedes dormir? -preguntó Alsan, todavía susurrando.
-Ni idea...   -dije mientras pensaba en una respuesta- [color:4b53= orange]Puede que el viaje me haya dejado algo nervioso. -concluí con poca seguridad.

Sonreí ligeramente y me acerqué más a ella. Las lunas seguían iluminando donde estábamos, observando; y el fuego se veía claramente en los ojos de Alsan de forma reconfortante.

Mire a Rannell a los ojos, el fuego en ellos tenia un brillo curioso a la luz de las tres lunas. Sin darme cuenta me había quedado embobada mirando sus ojos, en cuanto lo note aparte la mirada, sonrojada.

Me adentre mas en el agua, en el punto mas hondo me llegaba a los codos, cuando llegue a esa zona, me agache, mojándome del todo, refrescandome, cuando lo hice, me levante de nuevo y mire a Rannell, de nuevo.

Alsan mantuvo la mirada, seguramente también observando el fuego de mis ojos hasta que se apartó algo sonrojada. Eso me hizo sonreír otra vez, irremediablemente. Ella se adentró a la parte más profunda del oasis, acompañada por mi.  Cuando volvió a mirarme, caminé hacia Alsan y apoyé la mano en su hombro. Respiraba entrecortadamente, y el corazón latía a cada vez mayor velocidad. En mi fuero interno temía su reacción, pero cuando me Apoyé la acerqué a mi ligeramente y la besé en los labios.

De repente me besó, me sorprendí al momento, pero justo después correspondí. Al cabo de un momento me separe levemente de el, no tenia palabras ni sabia que hacer, si enfadarme o no, tampoco podía enfadarme, había correspondido y eso no se podía negar, igual que no podia negar el echo de que mi corazón latía mas rápido que nunca y mi mente estaba nublada y ausente.

Tras unos segundos, le besé a el, apoyando una mano en su pecho.

Temía realmente su reacción; en cualquier circunstancia, no se debía provocar a un dragón. Pero correspondió ese beso, y después se alejó. Pensaba toparme con una reprimenda, pero unos segundos después me besó apoyándose en mi pecho. Lo correspondí, dejando que este ocupara más tiempo haciéndoseme eterno. Volví a separarme después de este, y la miré. -Esto... ha sido genial, ¿no? -dije sonriente, jadeante. Podía sonarme extraño, pero mi mente estaba turbaba y no pensaba con claridad.

Mire a Rannell, cuando se separo, ahora el corazón me iba mas rápido que antes si eso era posible.

-Si... ha sido genial.-Respondí sonriendo, mire al cielo, había pasado mas tiempo del que creía, pues las lunas empezaban a descender, aun no pensaba con mucha claridad, pero me di cuenta de que pronto tendríamos que ir hacia mi casa.-¿Salimos ya del agua?-Pregunte, aun aturdida.

El corazón me seguía latiendo a toda prisa cuando me alejé. Empezó a hablar, lo que me hizo reaccionar. -Si... salgamos del agua. -conseguí decir en mi aturdimiento. Después de decir eso, salí del agua y me senté en la orilla. La miré a los ojos de nuevo, esperando que diga algo. Tras eso me tumbé sobre la arena. -Luego iremos a tu casa, ¿no?

Seguí a Rannell fuera del agua y me tumbe junto a el.

-Si...luego iremos, en cuanto salgan los soles-respondí, algo ausente, mirando al cielo. 

Me senté y mire a mi alrededor, mi bolsa, estaba junto a la ropa seca, me levante y me puse la ropa, para luego sacar algo de comida de la bolsa, un par de manzanas, no me quedaba mucho mas, tenia que acordarme de coger provisiones cuando llegara a casa. Fui junto a Rannell de nuevo y le ofrecí una de las manzanas.

Alsan me siguió hasta la orilla, y se tumbó conmigo. Me giré para verla mejor y escuchar su respuesta. Asentí lentamente a sus palabras. Nos quedamos mirando el cielo hasta que ella se levantó para vestirse. La imité y volví a sentarme en el mismo lugar. Ella sacó dos manzanas y me ofreció una. Ya vestido, di un mordisco a la manzana. -Gracias, Alsan... se me olvidó conseguir provisiones al entrar a Awinor.

Le di un mordisco a mi manzana mientras me sentaba junto a Rannell.

-La verdad, yo no suelo llevar muchas provisiones, solo para cuando no consigo cazar nada para comer-Dije levantando la mirada el cielo- Y tampoco me queda mucha comida, así que al llegar a casa cogeré algo de allí, para el viaje.-sonreí mirando a Rannell.

Mordí de nuevo la manzana y mi mente empezó a divagar, pensando en todo lo que había pasado hasta llegar a donde estaba y en lo que estaba por venir.

Escuché de Alsan como solía llevar provisiones para el viaje, mientras mordía mi manzana. Estaba algo seca, pero llevaba tiempo sin comer. -Si, es una buena idea. -dije algo ausente mientras miraba el cielo. Pero parte de lo que dijo me llamó la atención. ¿El viaje? ¿Qué tienes planeado? -pregunté curioso- Ahora que no existen Los Reinos, será un buen momento para viajar.

Su pregunta me saco de mis pensamientos.

-Volveré a salir en busca de mis amigos, quiero encontrarles y viajar con ellos de nuevo.-Dije "sin tener problemas acechando tras cada piedra" añadí mentalmente.- Solo quería pasar por mi casa a buscar provisiones y un par de cosas mas.- Le di un mordisco a mi manzana y le mire- ¿Como que ya no existen Los Reinos?-Pregunté viendo como la primera de las lunas empezaba ya a desaparecer en el horizonte.

Alsan quería ir en busca de sus amigos, y antes ir a su casa a por provisiones. Pero claro, me preguntó por la desaparición de los Reinos. -Si, los Seis escogieron seis avatares para regresar a Idhun y derrotar a Kerzer y sus dos reyes. -dije omitiendo muchos detalles, mientras me percataba de que las lunas se estaban poniendo - Kerzer fue asesinado y sus súbditos enviados a Umadhun. La Sombra fue con ellos, y el Matarreyes recibió su castigo. termine de narrar, mirándola a los ojos.

Me levanté de un salto, para dejar la indicación: -Pronto saldrá el sol. dije simplemente.

Escuche su historia "La sombra... me pregunto..."pensé, pero rápidamente deseche la idea de mi mente, no era el momento de preocuparse.

-Si ya va a salir el primer sol, sera mejor prepararse para partir-Comente, aunque sin quererlo no dejaba de pensar en lo que me había dicho de la sombra, y no podía evitar recordar a Sagan, a Ami y a los demás, y todo lo que pasamos por culpa de una sombra.

Me quede como ausente unos segundos, tal vez fuera mas, pero no acababa e quitármelo de la cabeza.

Me di cuenta de que, desde que conté la historia, Alsan se quedó algo absorta. Me fui adonde dejé antes las ropas y colgué mis espadas a la espalda, antes de echar un vistazo a mi brazalete. -Estoy listo. ¿Por donde vamos? - dije, tratando que Alsan volviera a prestar atención. Realmente no sabría orientarme por Awinor sin un nuevo punto de referencia. Necesitaría de un guía para ir a cualquier lado a cierta distancia.

La voz de Rannell me saco de mis pensamientos, realmente debía dejar de pensar en la sombra o pensar en preguntar después a Rannell sobre ella, tal vez no fuera la misma.

Me colgué mi bolsa a la espalda y mire hacia el este.

-Serán un par de horas, como mucho, volando hacia allí-señale en dirección sur-este con el brazo y me volví hacia el dragón.-¿Nos ponemos en marcha?-Pregunté.

Alsan seguía algo absorta, aunque ahora menos. Se colgó la bolsa a la espalda y me señaló la dirección a la que está su casa. Salté al suelo, transformándome en el aire y cayendo con las cuatro patas. Seguía preguntándome adonde iban a parar mis cosas cuando me transformaba. -Iremos volando, ¿no?

Caminé un par de pasos, mientras levantaba el vuelo. -Te sigo -terminé alegremente.

Me transforme en dragona y mire a Rannell.

-Claro, vamos volando, si no el viaje sera demasiado largo- respondí alzando el vuelo.

Di un par de piruetas para estirar las alas y empece a volar rumbo sur-este.

DEJO POST

Mientras Alsan alzaba el vuelo y daba unas pocas piruetas tomé mi tiempo para abrir mis alas y tomar impulso. Después seguí su rastro por el cielo. DEJO POST.