Ficha de personaje de Yennielle Illehlme

NOMBRE : Yennielle Illehlme

RAZA: Humana (con antepasados celestes)

EDAD: 17

SEXO: Femenino

DESCRIPCIÓN FÍSICA:

Yennielle es una chica que siempre se ha considerado bajita, aunque mida su 1’64, sique pensando que podría crecer más. Su piel es algo pálida, pero en cuanto haga mucho sol es capaz de ponerse morena en cuestión de minutos, por mucho que coma nunca engorda, siempre ha sido delgada desde muy pequeña. Sus ojos almendrados son castaño oscuro, al igual que su pelo, pero tiene reflejos rojizos cuando le da el sol, siempre le ha molestado tenerlo largo, por lo que intenta mantenerlo corto, ya que es más fácil de manejar o de viajar sin llamar la atención, no le gusta peinarse, algunas veces amanece con el pelo fino y otras con el pelo revuelto, pero en verdad no se preocupa de su físico.

De ropa le gusta llevar ropa colorida,  aunque se crió con celestes nunca le ha hecho gracia llevar ropas transparentes, siempre intenta vestir de varias capas y ropa ancha, con pañuelos, por ejemplos, pero no le gusta nada los abalorios ni llevar cosas brillantes.


FOTO:

Yennielle:

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA:

Yennielle es una chica muy alegre, positiva y sincera, no les gusta mentir ni esconder las cosas, siempre que pueda intentará decir a la cara todo lo que le ocurre y piensa. Aunque ella se ve como una chica muy compleja, sus amigos siempre dicen que es muy fácil saber lo que piensa y siente en cada momento: su rostro es como un libro abierto.

Esta chica es muy glotona, le encanta comer, sobretodo los dulces, no pude parar de comer cosas con azúcar, aunque, gracias a los celestes, está acostumbrada a comer cosas ligeras, nunca rechaza un buen filete o una buena comida grasienta. Aunque en verdad, lo que más le gusta es hacer reír a los demás, por esto es muy fácil hacerla feliz, ya que las cosas más sencillas, ella las atesora como un gran acontecimiento.

Aunque es muy difícil verla deprimida o triste, algunas veces lo está, muchos celestes juran que Yennielle no tiene lágrimas, que es todo sonrisa y diversión, pero eso no es verdad. La muchacha es muy sensible, y a la vez que es tan fácil hacerla feliz, también es muy fácil hacerla llorar. No puede con las discusiones o con las peleas, no le gustan los malos tratos a los demás ni los insultos, muchas veces parece una niña pequeña con falta de atención.


HABILIDADES:

Yennielle siempre ha estado orgullosa de su gran instinto para saber lo que están sintiendo los demás, puede percibir cuando alguien está triste y animarlo con bromas y diversión, aunque sabe que en verdad es por su sangre celeste, le gusta ir pregonando que es un don de los Seis.

DEFECTOS:

La muchacha tiene un horrible defecto que no le gusta nada, y es que es muy olvidadiza: muchas veces se le olvida el camino a casa, o desayunar… ¡O incluso cuántos años tiene! Es muy fácil que se pierda por los bosques o las montañas y que se olvide de los nombres de las personas, Yennielle piensa que es por falta de dulces en su vida.

Otro defecto es que es muy torpe, siempre se está tropezando, para ella es más común estar en el suelo que de pie, incluso poco a poco se ha acostumbrado a sentirse más segura cuanto más cerca del suelo está, que pase algunas veces no pasa nada, pero hay veces en las que de verdad se hace daño, o aquella vez que rompió sin querer todos los vasos de porcelana freérica de su madre.

Muchas veces Yennielle puede parecer muy niña pequeña de manera insoportable, sobretodo pidiendo abrazos y cariñitos a todo el mundo, incluso a los desconocidos, pero es porque Yennielle no le gusta tratar a todas las criaturas de Idhum con frialdad ni distancias, le gusta tratar a todos por igual. Aunque está intentando no  tratar con tanta confianza a las personas que no le gusta, muchas veces no puede evitarlo.


AFICIONES:

Una de las aficiones más íntimas que tiene Yennielle es ver los amaneceres y los atardeceres de los tres soles, tanto en los Picos de Fuego como en la Cordillera Cambiante, le encanta sentarse en algún lugar alto y ver cómo se esconden por las montañas.

También le gusta mucho pasear por la noche por los bosques, escuchar a los animales nocturnos y la brisa sacudiendo las hojas del bosque.


COSAS QUE ODIAS:

A Yennielle nunca le han gustado las discusiones ni las peleas, siempre que hay de estas no sabe qué hacer, su mente se pone en blanco y solo le dan ganas de llorar, por lo que siempre intenta no ver peleas o discusiones fuertes.

Tampoco le gustan las cosas punzantes ni la sangre, aunque tiene una gran fascinación por las espadas, le dan miedo las puntas afiladas, incluso en las púas de distintas plantas.

Las comidas agrias o ácidas no puede comerlas, no aguanta las cosas que no sepan a dulces, tiene un paladar muy delicado para eso.


PASADO:

Yennielle es huérfana, la encontraron recién nacida en las Cordilleras Cambiantes, cerca de El Paso por la familia Illehlme, un matrimonio muy feliz de celestes con tres hijos varones, los cuales se la llevaron a casa y la criaron como si fuera su propia hija. Poco después el matrimonio volvió a tener a dos hijas gemelas, era extraño que los celestes tuvieran tantos hijos y aún sabiendo que uno de ellos era una humana adoptada, pero Yennielle era muy feliz y se sentía muy integrada en la familia como una celeste más, nunca tuvo traumas por el color de piel ni fue discriminada por ello, se divertía mucho con sus hermanos y hermanas. Fue una infancia feliz.

Su familia se dedica a traer mercancía del bosque de Derbhad, territorio de los freéricos, a la meseta de Celestia y al revés, por lo que tanto Yennielle como sus hermanos están acostumbrados a los largos días de caminata y a las excursiones en las caravanas de comercio, poco a poco fue desarrollando su instinto de aventuras y su experiencia en viajes largos. Los padres nunca la retenían en casa, la dejaban salir cuando quisiera siempre que avisara antes o regresara a casa sana y salva.

Un día en su niñez, mientras jugaba con sus hermanos y con los hijos de los vecinos en las huertas, vino de Rhyrr una señora mayor celeste sola y sin compañía, cuando vio a Yennielle se acercó a ella y la abrazó entre sollozos, la niña no sabía qué hacer, por lo que también se puso a llorar con ella. Poco después, la anciana informó a sus padres que su hija había salido con su pareja y su recién nacida al Oráculo de Gantadd para presentarla a los Seis y aprovechar para ver cómo habían dejado el Oráculo después de la reconstrucción, pero les atacaron unos bandidos en El Paso y no se sabía nada de la recién nacida. Yennielle se enteró que era la viva imagen que su madre difunta y que por eso su abuela materna la había reconocido. Esta se había emparejado con un humano y tuvieron a su madre, luego ella y su padre, también humano la tuvieron a ella.

Yennielle no sabía si decidirse en ir a vivir con su abuela de sangre o quedarse a vivir con los que habían sido durante todos estos años su familia, por lo que, tras mucha meditación, decidió quedarse donde estaba, con sus hermanos y hermanas, su padre y su madre, pero, cuando tenía tiempo iba a visitar a su abuela de sangre y paraba con ella una o dos noches. Aún con toda esta familia completa y feliz, Yennielle seguía queriendo ver más mundo y hacer muchos viajes por su cuenta, asumiendo el riesgo probable de perderse por los caminos desconocidos, muchos días los pasaba descubriendo lugares o rincones escondidos en Idhum y sus territorios.