Ficha de personaje Sarassu (Su parte humana, Seheil) |
Desconocida. Apariencia humana de veintidós aproximadamente. | Masculino |
En apariencia humana, Sarassu es un joven de piel totalmente pálida, blanca. No obstante, su pelo es totalmente negro, liso, ni corto ni largo, cubriéndole a veces una parte del rostro. Éste es de facciones duras, piel fina y con ciertos pelos en la barba y alrededor de la mandíbula. Nariz mediana, con el tabique algo salido, boca no muy grande, de labios finos, casi inexistentes. Lo más destacable de su cara son, sin duda, sus ojos. Unos ojos grandes, penetrantes, de un color violeta intenso y con una pupila rasgada verticalmente. Hermosos y aterradores. Suele tener ojeras, aunque no demasiado marcadas. Su cuerpo es delgado, pero fibroso y algo ancho de espalda. Es de mediana estatura. Viste con una larga y negra gabardina de piel que le cubre hasta por debajo de las rodillas. También lleva unos pantalones negros y unas duras botas oscuras. Su torso y su espalda están llenos de cicatrices, magullados. Marcas del pasado. Otro aspecto que lo caracteriza es que su mano izquierda está cubierta por un guante metálico con diminutas extremidades puntiagudas, como unos pequeños pinchos. En la parte izquierda de su cintura lleva su querida Dúcarak, el Colmillo Oscuro, una espada con una hoja grisácea que desprende un halo de oscuridad, con el extremo de ésta doblado hacia abajo, parecido a una guadaña.
En su forma shek, Sarassu es una larga y sinuosa serpiente de color verde caqui con tonalidades negras y grises. Sus alas membranosas, en cambio, tienen un color más verdoso por el anverso y más oscuro por el dorso. Contiene ovalados círculos a lo largo de su cuerpo, creando así formas circulares imperfectas y superpuestas entre ellas. La fisonomía de su cabeza es viperina. Tiene un diminuto cuerno en la punta del morro. Los ojos son iguales: violetas, intensos y con las pupilas rasgadas. Tiene una fuerte musculatura en sus anillos, y se pueden apreciar las cicatrices y magulladuras en su cuerpo ya mencionadas. |
Sarassu es excepcionalmente calculador. Si se le presenta cualquier problema, lo normal es que haga un pequeño análisis de la situación y también las consecuencias que podrían contraer sus actos. Astuto y listo. Terriblemente frío, casi nunca hace evidencia de sentimientos o emociones, ni en la expresión de su cara. Siempre Se muestra impasible, con una mirada serena. Un rostro serio, sin sentimientos. Es decir, que por fuera es una piedra. Nunca sabrías si está enfadado o cansado. No obstante, si hay algo que puede cambiar su expresión facial es la belleza de las cosas. Sarassu tiene un concepto de belleza muy agudo, todo aquello bello que ve le fascina. Repara siempre en los detalles. Un elemento que forma parte de aquello que le fascina es Idhún, por eso haría cualquier cosa por salvar su tierra. Otro aspecto es su autonomía. No le gusta tratar con gente, incluso con los de su especie. Siempre ha actuado independientemente. Si ejecuta una acción será para su beneficio, no para otros. No obstante, su parte humana le juega malas pasadas, por lo que a veces, si hay alguien en apuros, se ve obligado a ayudar. Pero en principio, sólo actúa para él, los demás no importan. |
Tiene una gran destreza con la espada. Es ágil y rápido, tanto física como mentalmente. Consigue dominar su instinto contra dragones, aunque con esfuerzo. | Como hemos mencionado, su parte humana acostumbra a fallarle y escapársele algunos sentimientos. También tiene un sentido de la curiosidad bastante destacado. |
Realmente, no tiene. Aunque sí que acostumbra a pasearse por puestos de mercaderes, por curiosidad. También le gusta fijarse en todos los detalles posibles, ya que lo considera un ejercicio para la mente. | A Sarassu, todas las razas inferiores y los sheks les son indiferentes, por lo que nunca mataría a uno de todos ellos a menos que fuera en defensa propia. Pero con los dragones no suele ser así. Si hay algo que odia a muerte, literalmente, son los dragones. Sarassu no impediría que su instinto lo dominase, a menos que no fuera demasiado inteligente hacerlo. Si hay algo que lo ha sacado de su hábitat es la sed de sangre de dragón. |
«Sarassu nació, junto con 6 hermanos más, en las cumbres más heladas de Nanhai, completamente al norte. Sarassu aún era una cría cuando su padre murió a manos de un grupo de dragones. Fue cruelmente asesinado, despedazado y mutilado por los lagartos sangrecalientes. No obstante, a priori, su padre dejó preñada otra shek, de la cual Sarassu obtuvo más hermanos, pero menores que él.
Poco después de que Sarassu aprendiera a volar, que fue el primero entre sus hermanos que lo consiguió, hubo un gran cataclismo, con terremotos, hundimientos de tierra y desprendimientos de rocas. Era como si las montañas se fueran a quebrar, a partir en dos. Fue un infierno. Toda la comunidad shek tuvo que emigrar. Pero, desafortunadamente, murieron muchos. La mayoría de sus hermanos murieron porque no sabían volar, su madre fue aplastada por una enorme roca, muchos huevos no se pudieron transportar, algunos sheks ancianos no consiguieron escapar… Por suerte, el ssinsh de la comunidad (como un patriarca), la madre de sus hermanos menores, algunos de ellos, y otros sheks se salvaron. Se volvieron a instalar al este de Nanhai, cerca de Nanetten.
Pasaron meses. Años. Sarassu se iba haciendo adulto. Un hermano menor suyo, llamado Silassh, un día, movido por su prepotencia innata y aires de superioridad, decidió atacar aldeas de humanos cercanas, según él mismo, por diversión. Consecuentemente, estas aldeas pidieron refuerzos a Nanetten y Raheld, y, a los pocos días, caballeros y jinetes humanos atacaron la comunidad. De nuevo, bastantes vidas sheks se perdieron. Se vieron obligados a emigrar de nuevo. Se colocaron en el oeste de Nanhai.
Silassh era la perdición de la comunidad. Creó muchas tensiones entre gigantes y la comunidad, por ejemplo. También quiso enfrentarse al ssinsh de la comunidad, para demostrar su poder. Pero solo consiguió demostrar su estulticia e insensatez. Silassh, la fuente de problemas. Acabó siendo un tanto apartado de la comunidad…
Meses después, en Kazlunn hubieron intranquilidades: se iba a producir una batalla entre dragones con sangrecalientes y sheks con szish y aliados humanos que estaban de parte de los sangrefrias. Fue una guerra dura y cruel. Apenas hubo supervivientes. Sarassu fue herido de gravedad por un dragón y estaba inconsciente. Paralelamente, Seheil, hijo del jefe mago de los humanos aliados, un joven adolescente, también le hicieron heridas importantes y mortales en batalla. Por lo tanto, ambas razas, sheks y humanos, estuvieron de acuerdo con juntar las dos almas para poder salvarlos, aunque a los sheks les dolió la decisión, porqué ya no sería un shek puro… Si no lo hacían, morían. Así es como Sarassu se hizo híbrido con un humano. Sarassu y Seheil conviven juntos.
Posteriormente, Sarassu no aceptó este cambio, aunque no podía hacer nada ya. Se repugnaba. Pero con el tiempo consiguió acostumbrarse. No obstante, en la comunidad ya no lo miraban como antes. Todo había cambiado, ya no era lo mismo. El único que no le tenía prejuicios por lo que era ahora fue el ssinsh de la comunidad. Él era como un padre para Sarassu. Sarassu, sin embargo, le dijo que dejaba la comunidad por una larga temporada, con un pequeño objetivo: despedazar dragones, tal como hicieron con su padre».
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