Ficha de Eliwood

Eliwood: Con sangre de padre humano y de madre yan corriendo por sus venas, Eliwood tiene los ojos rojos de herencia de su madre, donde se ve quemar la fuerza de los tres soles sin parangón. También, de ella heredó la agilidad y elegancia de sus movimientos. Con su piel torrada, tan característica de las arenas de Kash-Tar, llama rápidamente la atención esa cabellera rubia, de herencia de su parte humana. Su constitución delata la perfecta comunión entre los caracteres de los yan con los de los humanos, constitución fuerte suficiente para que su agilidad no se vea afectada. La vida que hasta hacía poco había llevado le había mantenido en forma, los viajes habían curtido su piel y las fuerzas que antes le podían flaquear, ahora no se doblegaban ante nada. También denota su característica humanidad su forma de vestir, dejando a lado las convenciones de los yan de taparse el cuerpo, Eliwood su vestimenta más común es su peto de cuero, sus compañeras de mil viajes, las botas y sus pantalones largos, dejando sus brazos al descubierto al igual que su cara. Marcados por tantas batallas librados, muchas por culpa de su cabezonería.

Drackass: Es el alma dragón con el que tiene que compartir su vida. Se han llevado bien desde siempre y eso les ha proporcionado un vínculo que se podría considerar de amistad y afecto uno a otro. Drackass es un dragón que su color no destaca por ser rojo, más bien es de color marrón todo él, recuerda a las arenas de Awinor. Aunque podemos encontrar tonos rojizos, aquí y allá que delatan su sangre de fuego que corre por sus venas.  Aquello que comparten tanto Drackass como Eliwood además de un mismo cuerpo, son los ojos. Aquellos ojos rojos como el fuego que llegan de los tres soles brillan como dos faros, guiando el vuelo. Las patas de Drackass son fuertes igual que sus alas que al contraponerse con la luz del sol pueden llegar a tener virutas naranjas por toda el ala que acaban muriendo en el punto de contacto con su cuerpo. Su cola es larga y espinosa, la suele utilizar mucho en el momento del ataque ya que las espinas son afiladas, al igual que sus garras.

Eliwood es un hombre sociable, no le gusta la soledad y siempre intenta estar junto a compañeros y pasarlo lo mejor que pueda. Una de sus gran debilidades son los viajes, es un culo de mal asiento y no deja de ir allí y allá, visitar ciudades nuevas, tan diferentes para empaparse de su cultura e incluso aprender el idioma. Suele pasar solo unos tres o cuatro meses en un mismo lugar, aunque depende de sus gustos puede quedarse más si la ciudad le convence o menos si la ciudad le parece aburrida o directamente no le acaba de gustar. Los viajes, aunque si viene la ocasión pasa con amigos siempre que puede, no le disgusta viajar solo e ir haciendo nuevos amigos a medida que va avanzando en su viaje. Tampoco tiene una meta fija a seguir, ni un destino claro, aunque desde un buen comienzo se puede plantear ir a un lugar, no quiere decir que ese lugar sea el destino final, sino más bien un indicador, una señal de parada, ya que sus ideas son muy volátiles y puede cambiar de opinión fácilmente. Se mete fácilmente en los problemas, incluso se podría decir que los problemas le vienen solos. Siempre sale airoso de las situaciones aunque su mala suerte siempre le da malas pasadas. Es una persona a la cual le cuesta poco sonreír. Pocas veces son las que se le ve triste o ausente, aunque no quiere decir que no se tome las cosas en serio, simplemente disfruta de cada momento, y aprovecha los momentos solo para pensar. Por lo general es un hombre pacífico que no le gusta usar la fuerza bruta para solucionar las cosas, ya que a base de palos ha aprendido a controlar su mal genio. Aunque mejor no buscarle las cosquillas por no ser que las encuentres… Él sigue siendo así, pero la muerte de su padre fue un punto de inflexión, sin nadie a quien poder nombrar familia en este mundo. Por esa razón, sin dejar de viajar y seguir viendo a sus compañeros, ha empezado a heredar las responsabilidades de su padre. Empieza a ver que la honestidad, la igualdad y el coraje son valores por los que valen la pena luchar y está dispuesto a luchar por eso. Aunque él sabe que, todos estos valores deben de estar subyugados a uno mucho más importante, que para él es la libertad. De modo que, él es valiente para defender la libertad, él es honesto para confiar en la libertad de los demás, él cree en que todos tenemos las mismas libertades. Sin embargo, no todo es tan bonito, y la manca de responsabilidades que hasta hoy ha tenido le ponen en aprietos, con nadie que le pueda enseñar aquello que es políticamente correcto, debe aprender por él mismo a actuar correctamente dependiendo del momento.

El padre era un diestro caballero de Nurgon, de allí salió la capacidad innata al combate con la espada, su arma favorita. Su padre, uno de los hijos menores del reino de Nanetten, llamado Karevan. Su madre, por el otro lado, fue una hija de una familia bien estante de la pequeña burguesía que Kosh, dedicándose al comercio entre el mar y las ciudades bañadas por el mar de Raden y el río Yul. Su nombre era Zarna. Al tener dinero, viajaban bastante por Idhun, sobre todo al Puerto Maragda, por su importancia mercantil. Mientras que reparaban el barco, su madre fue a dar una vuelta por el puerto, hasta que por la multitud atisbó una mirada que la paró en seco, si, ese fue el primer encuentro con el padre de Eliwood, y por suerte no el único. Más tarde, su madre volvió a la ciudad, y su padre probó cualquier cosa para poder estar esos días junto a ella. Al cabo de poco tiempo formalizaron su unión y tuvieron a Eliwood. Aunque le formaron lo mejor que pudieron, su espíritu indomable siempre era presente, por suerte sus padres siempre fueron bastante permisibles, hasta el punto que, su padre le quiso enviar a la Academia de Nurgon, para que pudiera acabar de perfeccionar sus habilidades innatas con la espada, pero a él eso no le iba, le gustaba más la vida que llevaban de allí para allá, buscando las mejores mercancías, pero al ver su ilusión frustrada y que se veía privado de libertad de decisión, cuando pudo se escapó antes que llegará el momento de ir a la academia, pero sin suerte. Aunque eso no lo hizo achantar, cuando llegó a Nurgon, consiguió escapar y desde entonces que va viajando por todo Idhun. En sus viajes ha conocido de todo, el poder escapar de la Orden de Nurgon le proporcionó ser todo aquello que ahora es. Ha forjado amistades para siempre, y enemistades para siempre. Encontró su amor, ahora ya perdido en los recuerdos. Después de vagabundear por el mundo, sin rumbo fijo, tuvo un encuentro con los Dioses. Fue allí, cuando cayó desfallecido en el cráter provocado por su caída, que vio aquello que era importante. Vio que todo tenía un sentido y que valía la pena luchar por ello, luchar por la libertad de Idhún. Fue gracias a aquellos Dioses que una vez no quiso creer en ellos que le devolvieron valores por los que valía la pena luchar. Desde entonces, retomó sus responsabilidades como heredero de los cargos de su padre y volvió a Puerto Esmeralda como Eliwood de Nanetten, hijo de Karevan de Nanetten y Zarna de Kosh. Sigue con sus viajes, siendo Domador de haai busca por todo el mundo todo tipo de animales extraños para sus libros. También se regodea con la nobleza de Puerto Esmeralda, debe ganarse el respeto que un día se lo negó el mismo.