Ficha de personaje Aun siendo celeste, su cuerpo es mas semejante al de un humano como su cabeza redonda y su larga cabellera castaña clara, cuando esta no esta amarrada con una complicada trenza, sus onduladas puntas rozan el final de la espalda y el flequillo, al tenerlo con la raya al lado, casi le tapa uno de sus preciosos, rodeados de pecas y grandes ojos color morado, muy semejantes al color de las gemas del collar que solía llevar colgado y atado inteligentemente a su cuello por una fina cuerda. Pero otros rasgos significativos fueron heredados de su madre celeste, como es su cuerpo, delicado, ligero, esbelto y con realzadas curvas y su tez azulada. Suele llevar camisetas blancas semitransparentes, unos pantalones vaqueros muy cortos que hacen resaltar sus largas piernas y unas sencillas sandalias marrones amarradas con unas largas cuerdas de cuero, también marrones, que le rodean toda la media pierna inferior. Tenía una pequeña pero útil mochila marrón con cintas y trenzas de colores terrosos y violetas colgadas aleatoriamente alrededor de esta, donde llevaba todo lo necesario para un día normal en Celestia, la mochila se la colgaba oblicuamente alrededor del cuello dejando a esta en su lado derecho. |
Chica cariñosa con todo el mundo hasta el punto de que los de las razas que no son celestes, no ven los lazos, piensen que tiene un lazo con esa persona. También es bastante vaga, tímida, callada, complicada pero a la vez sencilla, fiel a todo lo que cree y muy comprensiva. No le gusta nada que le digan lo que tiene que hacer, pero también le gusta que a veces la guíen cuando esta perdida ya que no tiene miedo a reconocer sus fallos. Su familia y sus amigos son a los que más aprecio tiene. Muchas veces siente que allí donde se encuentra no es su lugar, puesto que es diferente a todos los demás. Es una celeste muy curiosa y pionera. |
Tiene todas las habilidades de los celestes pero un tanto diferentes. Al levitar puede elevarse a unos escasos metros del suelo, pero al hacerlo puede trasladarse, levitando, a gran velocidad sin ser vista. Tiene una gran empatía con todas las razas y animales de Idhún, pero sus lazos no los ve totalmente definidos, solo ve unas finas lineas provenientes de los cuerpos, pero no sus colores, que son los que dicen que tipo de lazo tienen. Tiene un gran don para la música y facilidad para hablar idiomas. Descubrió que cuando esta totalmente relajada y concentrada, puede cambiar su tonalidad de piel a un color mas blanco, mas semejante al de los humanos | Olvidadiza, tiende a ser muy confiada aun con la gente que no conoce de nada, muchas veces se pone a pensar y es como si no estubiera viviendo en el mundo, y cuando le habla alguien no responde por que simplemente no lo escucha, pero luego se siente muy culpable por lo ocurrido. Engaña y manipula a la gente, para que haga lo que ella desee. |
Le gusta tocarle canciones con su guitarra a los pájaros Haai cuando esta atardeciendo, recorrer la ciudad cuando esta está vacía. Pero sobre todo le encanta viajar y conocer cosas nuevas. Maneja cualquier arma con soltura, aunque no le gusta utilizarlas mucho. | No le gusta mucho el egocentrismo y la prepotencia, pero como nadie es perfecto, ni ella misma, se abstiene de decir cualquier comentario. Odia no querer estar mucho tiempo cerca de los humanos por que sus fuertes sentimientos le hacen sentir mal. |
Nació junto al río Yul, cerca de la cuidad de Vaisel, en una pequeña casa que habían construido sus padres, Lyei y Charlie, al darse cuenta que no podían estar el uno sin el otro, pero que la sociedad no los aceptarían. Sus padres tenían miedo que al nacer nadie quisiera estar con ella por el hecho de ser mestiza, por eso ellos mismos la educaron en su casa. Ya se habían repartido el trabajo, Lyei, se encargaría de enseñarle a desarrollar sus habilidades como celeste, la historia de Idhún, las múltiples lenguas que se hablaban en aquel lugar, dada su facilidad con los idiomas y a tocar la guitarra. El padre, se encargaría en enseñarle matemáticas, ciencias, psicología, tecnología y a manejarse por el mundo con astucia. Aprendía bastante rápido. Cuando sus padres le daban tiempo libre, se iba por el bosque para estar entre animales y descansar un poco de la presión que ejercían sus padres sobre ella o sino se iba con su Haai a dar una vuelta por el cielo, aunque esto prefería hacerlo por la noche, pero muy pocas veces la dejaban salir. A la hora de comer, ayudaba a la madre a servir la comida y se sentaba en el mismo lugar, en la misma silla, todos los días. Cada noche, su padre le contaba las historias de la cuidad en la que solía vivir él hasta que conoció a Lyei, las hazañas que hacía y lo travieso que era de pequeño. Pero una mañana todo cambió en su vida, estaba con sus pájaros dando una vuelta por el cielo cuando vió una exploción y mucho fuego en el bosque, no sabía bien que ocurría así que aterrizó lejos del lugar para poder esconderse si eran saqueadores, al darse cuenta de que era su casa salió sorriendo despavorida sin importarle quien o que estubiera en aquel lugar, solo quería proteger a sus padres, estaba cerca de donde practicaban con el arco asi que buscó uno y cogió unas cuantas flechas. Al llegar al lugar, ya no había nadie, solo un cuerpo que estaba rodeado de escombros, no lo había reconocido. Se hacercó con cautela. Era su padre que se estaba utilizando como escudo para proteger a su esposa de la gran viga que tenía a su espalda. La mujer intentó escapar reptando por el césped y los restos de una casa, su casa, devastada. Cuando lo consiguió por completo, a su padre le fallaron las fuerzas y se desmayó, provocando que esa gran viga le cayera de lleno el la cabeza hasta dejarlo inconsciente. Esto hizo que todo se tambaleara. Otra explosión. Abrió los ojos, estaba encima de un Haii volando hacia no sabía donde y a su espalda Lyei estaba llorando, llorando de desesperación, de angustia. Tenía miedo, no sabia lo que había pasado, ¿se había desmayado?, ¿que paso con su padre?, ¿adonde iban? Se incorporó, pero aun teniendo tantas dudas en su mente siguió en silencio acariciando a su madre. Al tocar tierra ya sabía adonde se encontraban, estaban en Vaisel, y se dirigían a la casa de su abuelo. Lo sabía por que era una de las casas más altas de toda la cuidad por que su abuelo al ser uno de los sacerdotes de la cuidad, tenía bastante prestigio en aquel lugar. Desde el accidente había ido todos los jueves antes de que Imenor, el segundo sol, se ocultase a su antigua casa para llevarle flores a su difunto padre y rezarle a su dios Yahovir. Y tras sus muchos viajes, Lili, se dio cuenta de que en un árbol había un pequeño trozo de papel escrito con rudeza. Estaba escrito por el autor de aquel desastre, en el papel decía: ''Los humanos que se casen o tengan algún tipo de relación con cualquiera que no sea de su raza, será duramente castigado'' Había muchos grupos rebeldes y conservadores que querían proteger a la sociedad de los supuestos ''monstruos'' que salían de aquel ''error'' y conservar su especie intacta. Creció con un gran sentimiento de culpa junto a su madre y sus abuelos. Pero desde entonces se había vuelto fría y ruda con la gente que no conocía, sobre todo, con los humanos, a los que los trataba con desprecio y odio, aunque tuviera mitad de esa raza en su sangre. |
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