Ficha de personaje Evan es atractivo, sus antepasados feéricos le dejaron ese halo de atracción que lo envuelve, pero él no lo utiliza nunca, le parece que es jugar con los sentimientos de la gente, e intenta retenerlo, pero aún sin la ayuda feérica Evan sigue siendo bello. Tiene el pelo marrón claro, con destellos verdes, y un flequillo que en ocasiones le cubre los ojos. Suele ir bastante despeinado, no le importa su aspecto exterior. Sus orejas acaban ligeramente en punta y tiene los labios ovalados y siempre sonrosados. Sus facciones son suaves y delicadas y no aparentan la resistencia que tiene en verdad. Posee dos ojos azules como herencia de su madre celeste, y siempre tiene una sonrisa pintada en los labios, lo que le da un aspecto alegre y juvenil, cuando sonríe se le marca el hoyuelo que tiene en el moflete izquierdo. Es alto y un tanto flaco, por las penurias que tuvo que pasar de pequeño. Es extremadamente rápido y ágil y sabe fundirse con las sombras cuando no desea ser visto, trepa a los árboles con extremada facilidad. Tiene los dedos de las manos largos, finos y resistentes, aunque suele tenerlos agarrotados de las prácticas de arco y de tocar la guitarra. Siempre está un tanto bronceado durante el año debido a que en el bosque da mucho el sol, por no hablar de la época de verano (sí, también hay en Idhún xDD) en la que se pone muy moreno. Suele ir vestido con una capa de camuflaje, con la capucha puesta, y normalmente descalzo. |
Si hubiera que definirlo con una palabra sería: simpático. Es alegre y espontaneo, impulsivo y locuelo. Vivaracho y locuaz. Es muy inteligente y siempre está dispuesto a echar una mano al que lo necesita, es muy muy empático y siempre puedes contar con él en los momentos más duros, y contar con que no te deje tirado. Siempre intenta romper el hielo y hacer nuevas amistades. Tiene un gran sentimiento de equipo, y cuando se trata de defenderlo es muy radical, tan radical como valiente y tonto, pues intenta hacer el trabajo solo, para que nadie sufra daños, lo que en ocasiones le granjea problemas. Siempre intenta pintar una sonrisa en la cara de los demás. Su tiempo en el bosque le ha inculcado un gran respeto a la naturaleza y debido a sus antepasados feéricos es capaz de comunicarse con las plantas, los animales, y con cualquier ser vivo, por eso cuando alguien maltrata al bosque o a sus habitantes es especialmente severo. Es inconscientemente impuntual, siempre llega tarde a todos los sitios. Extremadamente solidario, siempre que ve a un niño desamparado le da toda su comida, a riesgo de que él mismo no tenga para comer, pero le da igual con tal de ver al niño sonreír. Optimista y feliz. |
Maneja todo tipo de armas con habilidad sorprendente, su especialidad son las arrojadizas, aunque no se queda corto con las demás. Es capaz de comunicarse con las plantas, los animales, los seres vivos en general. Trepa a los árboles con una agilidad que los mismo feéricos envidiarían, y es ágil y aventurero. Entiende a todas las personas por su carácter en parte celeste. Sorprendentemente veloz, pues se crió con animales. Se mimetiza con lo que quiere, pero en lugares como los desiertos se siente deshidratado y con pocas fuerzas, también es semimago pues vio a un unicornio cuando era muy pequeño, y ni siquiera lo recuerda. Posee el aura de atracción de los feéricos aunque no lo utiliza pues le parece jugar sucio. Tiene un carácter que a la gente en general le hace confiar en él. Tiene un oído musical excelente y toca la flauta travesera y la guitarra. | Como ya he comentado es impuntual e inconscientemente valiente, lo que le acarrea muchos problemas. Es un poco hipocondríaco, en cuanto algo va mal, su cabeza empieza a pensar que puede ir peor, y a inventar diferentes hipótesis de la destrucción del mundo, pero las acaba descartando por su inevitable optimismo. Siempre entiende a los demás aunque sean de un bando contrario. |
La música, la escritura y estar con los demás | Tiene miedo a los payasos y a las marionetas. El fuego lo atrae y lo asusta, en parte por su naturaleza un tanto feérica. Sin duda lo que más teme es perder a alguno de sus amigos, o que lo dejen solo. Es foto fóbico, es decir, la claridad lo molesta en sobremanera, y no le gusta estar mucho a la luz del sol. Evan no odia a nadie en parte por su naturaleza celeste. |
Los lobos salieron a cazar, se movían entre la maleza del bosque de Awa, totalmente camuflados y sigilosos, eran un grupo muy compacto, y un lobato detectó una presa. Se acercaron, era un humano, y parecía estar solo, los lobos no atacan a los humanos pero tampoco los suelen ayudar, aunque la compañía de los feéricos los agradaba, y tal vez fue ese halo feérico o la mirada azulada tan valiente y resuelta del niño la que les hizo acogerlos en su clan. Paso su infancia como lobo, aprendiendo a hablar como ellos, jugando con los lobeznos, cazando, etc. Pero se sentía diferente, y un día cuando tenía 11 años se encontró con un brujo llamado Tao que vivía en una cabaña, que lo acogió, y le enseño a ser un humano, a leer, a escribir, a hablar, las ciencias, fue como un padre para él, y aunque vivía con el de día siempre volvía con su clan por la noche y seguía siendo miembro del mismo. Cuando tenía 12 años lo llevo por primera vez a una escuela de música, donde aprendió a tocar la guitarra y la flauta travesera. Pronto lo llevo a una escuela normal donde se adaptó muy fácilmente y tuvo muchos amigos, excepto algunos que recelaban de él porque olía como a bosque y de vez en cuando hacía cosas extrañas. Su vida alcanzó un carácter dramático cuando Tao, murió de viejo, antes de morir le dijo: -Evan – pues ese era el nombre que le había dado el mago -, mi vida roza ya su fin, pero antes de morir tengo que entregarte una cosa – sacó las manos de las sábanas y le entrego un colgante de plata, que tenía una especie de cierre – este collar lo encontré colgado de tu cuello cuando apareciste cerca de mí, se puede abrir, y en él había una nota de tus padres, que decían que no te podían cuidar porque se iban lejos y dos fotos de ellos, ¿sabes?, conocí a tu madre, era una celeste encantadora, y me pidió que te cuidase, pero cuando eras un bebe te escapaste un momento de mi visión y los lobos te acogieron, por aquel entonces tuve mucho miedo de que te hubiera pasado algo pero más tarde te encontré, sé que tendría que habértelo contado antes, pero quería que vivieses plenamente sin preocuparte-le colocó la cadena alrededor del cuello y añadió- por cierto la cabaña es tuya. Evan emocionado y agradecido le dio un gran abrazo. Poco después Tao murió. A los 18 años ingresó en una escuela de armas, donde sobresalió por su maestría, e ingresó en la guardia real del rey, aunque lo dejó pues se sentía más a gusto en el bosque, con sus hermanos los árboles y los animales y en su cabaña, tranquilo, aunque recibía muchas visitas de sus amigos. |
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