Ficha de Koralie

23 años

Hembra

Con un largo de 12 metros y una envergadura de 6 con las alas extendidas, Koralie es una enorme shek de escamas plateadas que se tornan azules en la parte inferior de su cuerpo y a lo largo de una estrecha cresta que la recorre desde la cola hasta la nuca. Sus ojos de color cálido contrastan con el tono frío de su cuerpo, resultando hipnóticos para seres inferiores, como féericos o humanos, aunque ella no emplee sus dotes psíquicas. La punta de su cola termina en un cascabel que emite un suave arrullo mientras vuela, algo poco común entre los sheks y que es su rasgo físico más identificativo. La parte de su anatomía de la que más orgullosa se siente son sus colmillos envenenados, que le gusta mantener blancos y afilados.

Koralie es fría y calculadora, le gusta tenerlo todo controlado, y si los planes no han salido como esperaba, en su cabeza ya estará considerando todas las opciones posibles. Es una shek de naturaleza resolutiva, busca una salida a sus problemas sin pararse a lamentarse, y desprecia profundamente a quienes no actúan como ella.

Es independiente, pero le gusta hacerse imprescindible para los demás. Tiene una gran curiosidad y siempre está pensando en nuevos "experimentos", como ella los llama. Utiliza la ironía y el sarcasmo, y tiene paciencia, pero no tanta como el resto de su raza. Se aburre con facilidad y para divertirse no duda en hacer algunas travesuras. Admira la belleza, pero no la belleza obvia, que le resulta vulgar. Busca lo bello dentro de lo feo y lo feo dentro de lo bello. Tiene también una naturaleza contradictoria que en ocasiones le trae problema con los otros sheks. Por ejemplo, aunque no le gusta el fuego por ser su elemento contrario siente una extraña atracción por él y puede pasar horas observándolo, eso sí, a cierta distancia.

Es una shek noble con quien considera que lo merece, y aunque es sincera no es sutil y sus palabras pueden llegar a ser hirientes. Es una shek muy orgullosa, y busca la venganza cuando siente que la han traicionado. Tiene buen perder, pero muy mal ganar y si vence a alguien no se cansará de restregárselo

Como shek, puede introducirse en las mentes ajenas causando dolor, pero también alivio, y producir alucinaciones en sus víctimas. Tiene una gran inteligencia y capacidad deductiva. Es una gran cazadora, y solo utiliza sus colmillos con víctimas que "lo merecen", es decir, cuando no le queda otra o tiene prisa. Si no, prefiere matarlos lentamente con su mortal abrazo.

Koralie es una shek a la que le resulta sencillo manipular a otros, también es una sagaz observadora, capaz de crear ilusiones que impidan a otros seres detectarla aunque esté cerca. Tiene capacidad de liderazgo, pero prefiere que el líder sea otro y actuar como consejera.

El orgullo y, en ocasiones, su afán de protagonismo y control. La falta de tacto para decir las cosas, la aparente indiferencia ante lo que otros piensen de ella y la falsa modestia. En su búsqueda de diversión, sus bromas pueden resultar pesadas para sus víctimas. Le cuesta pedir ayuda cuando la necesita y nunca olvida una traición.

Le gusta hacer lo que ella llama "experimentos" para divertirse, por ejemplo dar informes de ataques inexistentes mediante la red shek o engañar a sangrecalientes inferiores para que se enfrenten a situaciones límite. Es muy dada a contar historias de "miedo" a las crías shek.

Disfruta observando el comportamiento de otras criaturas y buscando la belleza en las cosas desagradables, y lo horrible dentro de las cosas bellas. Le encanta observar el fuego, ya que ejerce sobre ella una atracción fatal.

También dedica más tiempo del necesario a blanquear y mantener afilados sus colmillos. Para ello no duda en tratar con comerciantes idhunitas, gustándole también regatear.

Odia el calor, las altas temperaturas y a los dragones. La gente que traiciona sus expectativas, el aburrimiento y a aquellos sin sentido del humor.

El nido en el que nació Koralie estaba situado en una de las montañas que protegen el Anillo de Hielo. De entre todos los hermanos, Koralie tenía una gran competitividad con Ascalión, la cría favorita de su madre. Ella era muy apreciada por su padre, ya que él consideraba que había heredado sus colmillos.

El nido era un lugar tranquilo hasta que un día, dos dragones jóvenes lo atacaron. Para destacar sobre su hermano, que estaba paralizado de miedo, se armó de valor y siendo aún una cría se lanzó contra uno de los dragones. Su padre, al verla, se puso delante de ella para defenderla y una llamarada acabó con su vida. Su madre continuó la lucha, mientras ella estaba acurrucada junto al cadáver de su padre, y el otro dragón mató a todos sus hermanos. Su madre pudo matarlo finalmente, pero solo había sobrevivido Koralie. Su madre la abandonó dolida, al culparla de la muerte de su compañero y de su hijo predilecto, por ello, se vio obligada a sobrevivir sola desde muy joven.

Años después se enteró de que su madre se había dejado morir después de abandonarla, lo que la hizo ser fuerte, al menos en apariencia. Cuando recuerda la muerte de su padre, solo puede visualizar el fuego que acabó con él. Es un recuerdo que considera privado, y por ello se esforzó en controlar barreras que impidieran a otros seres acceder a él, y fue entonces, cuando comenzó a utilizar su mente para crear ilusiones que no permitan detectar su presencia y permitir ver a otros recuerdos falsos en su mente. Gracias a esta habilidad, puede situarse cerca de Awinor sin demasiados problemas, y en aquella zona pasa largas temporadas, contemplando los dragones y el fuego e ideando algo que la permita controlar el fuego, un deseo secreto que ocupa más tiempo del que ella está dispuesta a admitir.

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