El juglar Irkan

En una esquina de la plaza se alza fuerte y vibrante el sonido de una ocarina, tocada a todo pulmón para llamar la atención de la gente.
-Escuchad -canta el juglar- la historia del Gan-Dorak, una historia de magia y de amor. La historia de una yan y el fuego.
Acabada la introducción, el juglar empieza a narrar la historia:
"Cuentan que hace tiempo, en el desierto de Kash-Tar, vivía una maga yan, una maga de gran poder pero también de gran belleza. El fuego brillaba en sus ojos rojos, el fuego que ella tenía como su elemento. Y jugaba con él. Jugaba con el fuego como con un amigo, revolviéndose las llamas entre sus manos, sinuosas, creando formas y figuras ardientes y doradas. A la maga la precedía una gran fama, y era tal su fama que llegó a oídos de los dioses. Y Aldun, dios del fuego, quiso saber más de esa muchacha y mandó en su busca a un dragón rojo, que llegó hasta ella un atardecer, nacido del horizonte.
-Me envía el dios Aldun para comprobar si de verdad mereces tu fama –dijo el dragón.
La yan no pidió nada más. Elevó a su alrededor columnas de fuego y bailó con ellas, creando las figuras mas mágicas que jamás había creado hasta entonces. Y Aldun, que la veía a través de los ojos del dragón, quedó prendido de esa muchacha. Y pidió a las diosas que la cuidasen, porque él no podía, no sin quemarla. Y las diosas, incluso Wina, bajaron hasta donde se encontraba la joven. Y creció bajo sus pies un lago fruto de Neliam; de las manos de Wina, los árboles del oasis; e Irial creó en el agua el más bello reflejo de los tres soles y las tres lunas. Lo llamaron Gan-Dorak."

El juglar contempla al público, parece que ha captado su atención.
-Y ¿qué hay más bello que escuchar los lamentos de un escritor? -pregunta- Pues muchas cosas en verdad, pero no tantas si sus lamentos són estos:
"Que es la pluma mi pincel
y es mi lienzo un pergamino,
te escribo con letra fiel
mientras lloro mi destino.

Mojo en la tinta la pluma
y en el papel mi obra estampo,
que es mi letra mi pintura,
que es mi palabra mi llanto.

Pues lloro y llorando lamento
y en mi mejilla abajo rueda,
muriendo al vivir ceniciento,
una lágrima de seda.

Busco entre aquellas palabras
y entre tantas letras busco
que si es cierto lo que dicen
que nadie ha nacido justo,

De mi alma ya entintada
brotan dos rosas amargas
de la sangre de la tinta
y de la tinta de mi alma

Y del sudor de mi frente
y la sangre de mis sueños,
de los susurros de muerte
me llevo la mano al cuello.

Muero poco a poco y lloro
y sonrío por llorar
porque éste, mi llanto sincero
me salva y me va a matar.

Me despido en tres palabras:
“Adiós compañero mío”,
adiós a las letras claras
de aquello que nos dijimos."

-Y ya va siendo hora de una canción ¿no? -dice el juglar, y se pone a tocar la ocarina aún con más ahínco. Y empieza a cantar, dulce y suavemente:
"D’you remember
the nights of those summers
that we spent together?

D’you remember
the lights of the nights
that were going to come?

D’you remember
the holiday nights of
that Christmas with you?

The magical nights
we would live in Paris?

Rappelles-toi les jours
qui sont pour venir?

Il y a quelqu’un ?
I need someone
To share the nights I remember,
the nights of December.
Qu’il y aura ?
Qui me sauvera?
I wish I’d remember
those nights of December

D’you remember
the nights and the sights
and the laughters that we shared?

D’you remember
the stars of the night
that shone above us?
The bright in your eyes
when you left me behind?

J’oublie les jours
qui ne vont pas venir

We got the light,
we live the night,
we got it right
Tu vas voir!
We are the light,
sunk in the night,
we’ll put up a fight
C’est-ce qu’on va faire!

Il y a quelqu’un ?
I need someone
To share the nights I remember,
the nights of December.
Qu’il y aura ?
Qui me sauvera ?
I wish I’d remember
those nights of December

D’you remember the nights
of those summers?
D’you remember
those nights of December?

Je vais loin
prend ma main
Je veux savoir
Comme est-ce le lendemain
Sans toi…"

-Escuchad ahora esta historia -dice el juglar-, una historia de amor y dolor en un mundo que no es el nuestro, en una ciudad donde las calles son rios y una vez al año se cubren las caras para bailar en el incógnito. Lo llaman: El Carnaval de Venecia
"Paseábase por los canales una góndola solitaria. Oscilaba a su frente un farol que sumía en contraste de luz y sombra el rostro enmascarado de la viajera. Mirábala el gondolero, absorto, contemplando con ojos deslumbra-dos el brillo áureo del antifaz de la mujer, dorado como su vestido. Siguió con la mirada la pluma de faisán que se erguía a la derecha de su tez ange-lical hasta poder vislumbrar a lo lejos el perfil del campanario recortándose dorado contra la luz de la luna. La mujer llegaba tarde, pero el gondolero decidió no entrometerse demasiado y seguir remando. Llegaron al fin a su destino y bajose la mujer, apoyando el fino tacón dorado en el pétreo suelo de la plaza veneciana. Con un revuelo de su vestido y el retumbar de la úl-tima campanada, desapareció entre la multitud enmascarada como ella.
Vio entonces pasar a la mujer un joven que se sentaba solo en un bar, ob-servando a través de su copa la máscara nívea que había arrinconado en un extremo de la mesa, deseando que acabase la velada. Pero la sombra fla-grante de la dama no pasó desapercibida a los ojos del muchacho, que re-fulgieron dorados antes de cubrirse de nuevo con la máscara blanca. Corrió entonces como una exhalación entre la multitud, a través de la plaza, esqui-vando las narices de algunos antifaces, que parecían ir a buscar su rostro. Veía como se alejaba. Ya saliendo de la masa galante de gente, vio de nue-vo el fulgor dorado de la máscara de la mujer y corrió de nuevo entre calles y callejuelas, siguiendo una meta escurridiza en una carrera infinita. No sabía que clase de impulso le obligaba a seguirla, aguantado con una mano el corazón en su pecho. Girando el último de incontables recodos, llegó a una calle estrecha, vacía. Siguió caminando hasta alcanzar jadeando la en-trada de un teatro abandonado hacía ya años. Se calmó y se apoyó en la puerta que se abrió crujiendo, dejando caer al suelo las cadenas que la habí-an mantenido tanto tiempo cerrada. Entró en la sala principal empujado por el perfume fantasmal de los recuerdos que le envolvía poco a poco. Él había sido actor durante mucho tiempo, hasta que su pareja de escenario cayó muerta al suelo con la frase a medio recitar en sus labios. Tal fue la agonía que le provocó que el drama le cerró las puertas para siempre. Y era en ese teatro donde su bienamada compañera se había llevado la mano al pecho mientra exhalaba por última vez. Aún tenía en la cabeza las frases que le quedaban por decir de aquella obra maldita que le condenó a la calle y al vino, viviendo la vida con ansias de muerte. Subió al escenario. Allí estaba la mujer, rostro enmascarado. Se acercó a él y puso sus labios en su oído para murmurar las mismas palabras que la habían matado años antes, las que le quedaban por decir. Hubiera reconocido en cualquier parte la me-lodiosa voz que ahora le hablaba de nuevo. Era ella. Siguieron recitando la obra, frase tras frase hasta agotar el guion. Quiso entonces el muchacho ver de nuevo el rostro de la causante de sus penas y levantó su antifaz suave-mente. Vio otra vez sus hermosos ojos refulgentes, pasó la mano por su suave pelo dorado y sintió que le fallaban las rodillas mientras veía como ella se desvanecía entre sus dedos como la arena de un reloj. Volvió de nuevo el dolor, una punzada gélida que le atravesó el pecho y le hizo caer al suelo quedándose allí tendido, igual que había hecho la mujer tantos años antes, con una lágrima en los ojos y una sonrisa en los labios."

Es una historia un poco larga, así que gracias a los que la hayáis leído entera

-¿Y qué tal un poco de poesía? -canta el juglar-. Una de morir por no amar y amar por morir. Una de dolor y esperanzas, de recuerdos, de amor:
"Lloro cada despertar
por vivir, por no llorar,
por morir, por caminar,
por soñar que aún te amaba.

Lloro para no gritar,
para no dejar que tu nombre
me entristezca un vez más.

Lloro al vivir descontento,
al morirse mis adentros
en las calles de los muertos.

Sueño que una vez despierto
y aún añoro aquellos cuentos,
no me faltan los recuerdos.

Sueño y lloro que me muero
que dejo atrás el recuerdo
de tus labios, su veneno.

Lloro cada despertar
por vivir, por no llorar,
por morir, por caminar,
por soñar que no te amaba."

-Ahora un canción -comienza a cantar:
"I walk along the street
Can’t help but crying sick
I’m screaming SOS
But no one comes to me
You tried to break my heart
Now I’ve no tears, indeed
I wonder what I did
Don’t want to see me like this

Now I’ve no heart
But feel the pain
Can’t ask for help
Can’t cry my heart away!

I’m spending
Midnight at Heart-Break Hotel
Cryin’ all-over my pain
I try to keep it away,
But I can’t
I’m spending this night at Heart-Break Hotel

The memories are coming back
Regret concerns my heart
I need a love, and you know
That you’re my antidote
How could I love you that way?
I’m broken, shattered in pain
You’re nothing but a shrew
I’m nothing without you

And I can’t breath
You’ve your ice claw on me
Can’t shout for help
Can’t cry my heart away!

I’m spending
Midnight at Heart-Break Hotel
Cryin’ all-over my pain
I try to keep it away,
But I can’t
I’m spending this night at Heart-Break Hotel

And why d-d-don’t you know
What happens when you g-go?
Can’t help but s-s-say
That I still cry you away!

And I’m spending
Midnight at Heart-Break Hotel
Cryin’ all-over my pain
I wait in front of the doors
And I say
That I will carry on crying for you
‘Coz you know I’m not without you..."

Nunca creí que sería tan joven cuando escribiese este ensayo, cuyas páginas en blanco ahora me aprisionan como una vida por vivir. No sin embargo escribo yo mi vida como estas páginas, cubiertas de negra tinta, negro, color de muerte.
Pues la vida no es más que un juego, la pantomima de luchar por no morir y morir en esta guerra, pero aún así jamás se debe desistir, rendirse en brazos de un enemigo al acecho, morir en el regazo de la vida para vivir en los brazos de la muerte.
Y aún así jamás negaré que el día que ella venga a mi encuentro y me tienda la mano diciendo “Ya es la hora”, yo tomaré sus fríos dedos y sonreiré murmurando “Te esperaba”, ¿pues no es verdad que vivir como he vivido merece morir sin agonía, sin la agonía de la vida? ¿Y no sería eso traicionarme? ¿Verme morir en mis propios brazos y burlarme de mi suerte?
Y es aquí cuando, en pos de la muerte, acude a mis labios la pregunta:

Ver con cada despertar
Que mi amor se aleja más
Y mi dama que es mi muerte
No sonreirá jamás.

Ver con cada amanecer
El suave desvanecer
De los sueños y esperanzas
Que perdidos encontré.

Y soñar que noche a noche
No me quiero despertar
Y soñar que doy de frente
Con mi amor y mi pesar.

Y ver como la marea
Presa de laa luna llena
Tira de mis sentimientos
Y los deja por el mar.

Canción:

Pas loin de moi
Mais je crois qu’on devra
Rejoindre la nuit du Noël
Là sous la neige
Nous chantons la chanson
Qu’on a écrit quand nous étions infants

Je me souviens
De tes yeux sur ta face
Et le sourire que tu a me donné
Au Noël

Et les jeux qu’on inventait
Il y a des ans
Et les rires qu’on partageait
Il y des ans

Sous la lumière
Des lumières aux roues
Je me souviens de cette nuit
Du Noël
Et je vois ton sourire
Je ne voudrais pas l’oublier
Et rappelle sur que tout
Que je t’aime
Au Noël

2ª parte de la anterior "historia"

Mil veces la misma pregunta, una y otra vez, incesante como el repiqueteo de la lluvia en mi ventana. Miro a través del cristal empañado mientras me pregunto entre nostalgia, por que debo soportar un suplicio tan inclemente como éste. ¿Acaso he pecado de algo? ¿De no querer morir, tal vez? ¿O de no poder vivir?
¿O acaso he pecado de amar? De amar sin quererlo, sin desearlo, de amar por error, de vivir de nuevo un juego de amor y ser recordado como un bobo, perdido siempre en la mirada del oprobio, sufriendo por la elección entre la burla y la felicidad, una lágrima o una sonrisa. Difícil elección.
Y difícil elección la de morir, morir tras haber muerto de vergüenza, morir queriendo tras haberlo hecho ya no por propia voluntad sino por el curso de los hechos, que me llevan a saludar a la muerte como una vieja amiga en vez de alejarme de ella y de su frío abrazo.
Por amor. Y por olvido. Porque haber olvidado mi amor no quita que te haya olvidado, es más, recuerdo los días en que te amé y mi corazón vuelve a latir con fuerza para después frenar de nuevo, olvidar de nuevo tu rostro y el brillo de tus ojos y dejar de palpitar, para morir de nuevo, ahogado en la penumbra de la incertidumbre de si era amor lo que sentía, lo que sentías, o era solo un juego más del que somos solo peones, tú yo y todos, y es ya hora de decidir si me muevo en línea recta o doy un salto a la casilla de al lado para acabar con mis miedos y recuperar la ventaja perdida en ésta partida, mi vida, tu vida, la de todos.
Y aquí me tienes, cantándote perdón por creer que me amabas, componiendo sin cesar coblas de muerte y de rencor, recordando cuando caeré en mi peor ridículo: la cobardía. Pues no seré capaz de mirarte a la cara y decir “Te amo” sin romper a llorar para no escuchar tu respuesta, por miedo. Cobarde. Así me siento. Y muerto. Así estoy.
Muerto sin ti y muerto contigo, y elegir como quiero morir me mata, y morir por no haber vivido, por haber dudado, de mí, de ti, el olvido.

FDR: Aún estamos en verano, pero como hace una semana que tendríamos que estar en otoño, publico

Dícese que al despertar
del letargo del invierno
y al jurarle amor eterno
las flores sollozarán.

Dícese que ya no hay más,
que al velar por una vida,
que al tomarla de la brida
tú me dejas y te vas.

Dícese, dime sin más,
¿tornará loco el juglar?
¿cantará sus mil canciones
o volverá para escuchar?

El peor poema jamás escrito

Canción:

Please,
I need somebody to talk to
I need somebody to feel full
I need somebody to trust

Girl,
You are the one I can dream of
You are my fantasy indoors
You are my world upside down

And I don’t wanna be alone
Any more…
I want to be my world and your soul
And a star…
And I don’t wanna realize
You are
A dream and I won’t ever wake up
Your voice’s my fantasy

Babe,
I’m swinging out of a blue dream,
I feel completely incomplete
I feel like I’m falling apart

And I just wanna see your eyes
Once again…
I want to hear your voice in the stars
And believe…
And I don’t wanna realize
You’re gone
‘Coz my world’s always tearing apart
Our love is just a dream
Ooh… uh-ooh…

Kid,
I’m like a child lost in his dream,
Wandering around in a dreamy land
Wishing I knew where to
Start…

And I…
Is this a dream come true?
Is this a game for you?
Is this my world? Is this my way?
Is this my lovely fairytale?
Or is this the happy ending I’ve always been looking for?