Rol Memorias de Idhún
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Ficha de Eissen

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Mensaje  Invitado Jue Ago 25, 2011 8:35 pm

Ficha de personaje

Eissen

 

Edad
Sexo
19
Masculino

 

Descripción física
Prácticamente ya ha alcanzado el tamaño adulto de su raza. Las escamas que recubren todo su cuerpo son intensamente plateadas, que simulan ser blancas cuando son tocadas por la luz solar o incluso la lunar, si bien en el segundo caso, el brillo es mucho menor. Sus ojos no son completamente azules como ocurre con la mayoría de los Sheks, tienen una tonalidad oscura, grisácea, sin llegar a perder la chispa azulada que caracteriza a su raza. La oscura membrana de sus alas es completamente común, sin ningún tipo de mancha.
Cuando utiliza una ilusión para disfrazarse, normalmente opta por la forma de un humano de cabellos de un níveo blanco, rasgos finos y porte elegante. Sin embargo, solo en un caso extremo actuaría como un sangrecaliente, por lo que no es muy dificil detectar que es falso. Su voz es neutra y mantiene un semblante inexpresivo.

 

Descripción Psicológica
Como todo shek, su psique es lo que realmente lo hace existir como individuo y un ser "superior". Comparte los patrones de comportamiento fundamentales de su raza, actuando con fríaldad y tomando la mayor parte de las decisiones de forma calculadora. Es cauto y a diferencia de otros, rara vez subestima a las razas inferiores, que desde su punto de vista, han demostrado históricamente ser una amenaza real y dignos de considerar, también como aliados. Por ello, normalmente no se muestra arrogante y no pierde el tiempo con demostraciones soberbias. Sin embargo, es extremadamente orgulloso y no tolerará, que nadie lo humille o ataque lo que él considera digno de su protección o aprecio, de cualquier modo. Por lo tanto, no es realmente inofensivo.

Le gusta el combate, pero evitará utilizar el cuerpo a cuerpo. Prefiere combatir a su forma, sutilmente, utilizando la mente, la estrategia y en resumidas cuentas la inteligencia. Los colmillos, son siempre el último recurso.
Su odio ancestral e inherente hacia los dragones, es bastante más ténue que el de sus antepasados. Puede que sea por el hecho de haber nacido en la Tierra y formar parte de la nueva generación o simplemente por su fuerza de voluntad. Es capaz de reprimir su odio, aunque jamás podría establecer una relación más allá de la formal, hacia un dragon.

Es extremadamente curioso, en gran parte por su joventud. Desea conocer y ver muchas cosas, comprender todo lo que ve y sospesar lo que podría ver, pues para él, el conocimiento es la mayor de las armas, útil en cualquier ámbito. Respeta a quien le profesa el mismo sentimiento, no respetará nunca a alguien que no lo respete a él y en consecuencia, alguien que no se haya ganado su respeto de alguna forma (valora más alguien que piensa como él, que no un bruto que vive del combate, por ejemplo). Entre los suyos y los szish, suele actuar con sorprendente amabilidad, pues se preocupa por los suyos.

Por otra parte, es sumamente rencoroso y no le gusta que le den órdenes sin argumentos detrás. Atesorará siniestramente cualquier acto ofensivo y en general, que lo haya ofendido, para vengarse a sangre fría en cuanto tenga la ocasión.


Habilidades
Defectos
Ha desarrollado todas las capacidades propias de un shek.

- Hipnosis: La capacidad de afectar a una mente por medio de la propia. La parcial manipulación de los seres inferiores (parálisis, ilusiones, miedo...) y la afectación menor de mentes más fuertes (ataque mental).

- Frío: Como todo shek, es capaz de controlar la temperatura de sus escamas. Pueden hacer descender la temperatura de su cuerpo muy por debajo del grado de congelación. Al descender su temperatura corporal hasta ese punto, también es capaz de irradiar un frío intenso que congela la humedad del ambiente, transformándola en escarcha. Naturalmente, la peculiar sanación shek también entra dentro de este campo.

- Colmillos: Ha sido entrenado en el arte del combate. Puede inocular el veneno propio de su raza, letal para cualquier mortal a excepción de los dragones y los propios sheks. Rara vez los utiliza.

- Constricción: Conoce las técnicas de vuelo y combate, para capturar a sus enemigos. Una serpiente constrictora puede matar a un humano; en un shek, esta técnica es también letal.
- Orgullo: Suele dejarse llevar siempre por ese sentimiento. Herir su dignidad es lo peor que le pueden hacer y por lo tanto, se defenderá de ello con todas sus fuerzas. No encaja un ataque a su orgullo y siempre responderá al mismo, de una forma u otra. Puede deberse a su joventud.

- Curiosidad: Es extremadamente curioso y se deja llevar por ese interés en más de una ocasión, sin alcanzar a ser temerario. No se lanzará sin pensar solo para saciar la curiosidad, pero se encapricha con lo que le llama la atención.

- Control: Le gusta tener el control de una situación. En más de una ocasión, ello se traduce en un afán por ser el "líder", puesto que ellos son los que gestionan las cosas y más informados están.

 

Aficiones
Cosas que odia
Conocer y aprender en general, espiar a las razas "inferiores" de vez en cuando e incluso relacionarse con ellas, viajar. Le gusta mucho todo lo que sea bello, para admirarlo. La música y el arte en general, entran también en este campo.
El fuego, la esclavitud - aunque parezca extraño, valora mucho la libertad - los sacerdotes, los Seis.


Pasado
Nació en la Tierra. Un mundo completamente distinto del que, por mucho que les pesara a los Seis, su raza era originaria. La pequeña comunidad, de no más de una treintena de Sheks que había huido allí hacía tantos años, liderada por una reina que sacrificó su cuerpo en pos de su pueblo, había dejado de ser pequeña para cuando su huevo eclosionó. Los Sheks se habían extendido por aquel mundo tan extraño que era gobernada por humanos, unos extremadamente arrogantes y sucios a los ojos de su gente, teniendo en cuenta cómo consumían lentamente el planeta, como si de parásitos se tratasen. Su presencia allí, tenía un sentido; uno muy importante. La Tierra podía llegar a ser el futuro hogar de los Sheks, si llegaban a perder toda posibilidad de encontrar otro mejor. Sin embargo, ese sentido desapareció en el momento en que los Sheks que se marcharon siguiendo al Séptimo, tuvieron que volver a Idhun y permanecer allí, coexistiendo con las numerosas razas que los habían repudiado durante tantas eras.

Aunque el paso estaba abierto, tal y como lo habían dejado los dioses tras su última aparición, él se desarrolló en la Tierra. La comunidad shek había comprado grandes extensiones de terreno para poder vivir sin problemas, desde grandes montañas hasta vastos bosques. Si bien se desarrolló como la mayoría de los suyos, también aprendió mucho de los terráqueos y su forma de vida, sociedad, entre otras muchas cosas. No fue hasta que empezó a aborrecerse de aquel mundo, que tomó la decisión de unirse a un grupo que marchaba a Idhun.

Todas aquellas imágenes que había visto en la red telepática, finalmente las vería con sus propios ojos. La magia de Idhun y los dragones, lo esperaban, atrayéndolo inevitablemente.

 

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