A orillas del Awa... [RC]
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A orillas del Awa... [RC]
Rol condicionado para unas 3 o 4 personas...
Kronos atravesaba el bosque feliz de la vida. ¿Y cómo no iba a estarlo? Por fin había hecho un nuevo amigo con quien poder hablar, después de su largo y solitario viaje a través de las tierras de Nandelt. Un poco desorientado, sí, pero aquel medio-féerico (¿Férick, se llamaba?) parecía un buen compañero de viaje.
Consultó su brújula mágica una vez más, para no equivocarse en su camino. Su nuevo compañero le había pedido que lo llevara a algún lugar de Awa... algún lugar que él reconociera. "Se habrá dado algún golpe en la cabeza..." se dijo, todavía preocupado por su extraña desorientación. Pero estaba dispuesto a ayudarle.
Levantó la cabeza de su brújula, y se sorprendió al comprobar que había llegado a su destino. Un lugar que había visitado días atrás. Un lugar de belleza sobrecogedora.
Frente a él corría el río Awa, sus aguas turbulentas a causa de una pequeña cascada que caía entre las rocas, cubiertas por un musgo verde vivo, y que provocaba una humareda de vapor en el aire que lo difuminaba todo como en un sueño. Los árboles, las plantas, allí estaban tan vivas que sólo con contemplar aquel paisaje se le iluminaban los ojos al joven silfo.
- Aysss... - suspiró sin poder contenerse- ¡Ya hemos llegado, Férick! ¡El río Awa! - se giró para ver el rostro de su compañero, su expresión de sorpresa, emoción... pero un vuelco le dió el corazón cuando no lo encontró a su espalda. Férick había desparecido
- ¿Férick? - pudo decir, entre confundido y asustado.
Kronos atravesaba el bosque feliz de la vida. ¿Y cómo no iba a estarlo? Por fin había hecho un nuevo amigo con quien poder hablar, después de su largo y solitario viaje a través de las tierras de Nandelt. Un poco desorientado, sí, pero aquel medio-féerico (¿Férick, se llamaba?) parecía un buen compañero de viaje.
Consultó su brújula mágica una vez más, para no equivocarse en su camino. Su nuevo compañero le había pedido que lo llevara a algún lugar de Awa... algún lugar que él reconociera. "Se habrá dado algún golpe en la cabeza..." se dijo, todavía preocupado por su extraña desorientación. Pero estaba dispuesto a ayudarle.
Levantó la cabeza de su brújula, y se sorprendió al comprobar que había llegado a su destino. Un lugar que había visitado días atrás. Un lugar de belleza sobrecogedora.
Frente a él corría el río Awa, sus aguas turbulentas a causa de una pequeña cascada que caía entre las rocas, cubiertas por un musgo verde vivo, y que provocaba una humareda de vapor en el aire que lo difuminaba todo como en un sueño. Los árboles, las plantas, allí estaban tan vivas que sólo con contemplar aquel paisaje se le iluminaban los ojos al joven silfo.
- Aysss... - suspiró sin poder contenerse- ¡Ya hemos llegado, Férick! ¡El río Awa! - se giró para ver el rostro de su compañero, su expresión de sorpresa, emoción... pero un vuelco le dió el corazón cuando no lo encontró a su espalda. Férick había desparecido
- ¿Férick? - pudo decir, entre confundido y asustado.
Yandrak- Oráculo de Karevan
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Ela buceaba por el fondo del río agua desde hacía ya bastantes horas. Decidió salir un momento a la superficie para recoger algunas frutas del bosque... no tenía ganas de pescar nada.
Cuando asomó los ojos con precaución, como siempre hacía para comprobar que el lugar era seguro, vio a un pequeño silfo en la orilla, disfrutando del paisaje con pasmada admiración. Un momento después se giró llamando a un tal Férick... lo único raro es que allí estaba él solo...
Le vio cabecear confuso; puede que estuviera perdido.
Ela decidió salir del agua a una distancia prudencial para evitar asustar al silfo, o provocar alguna reacción indeseable hacia su persona... no había que olvidar que un feérico en el bosque puede sentirse ofendido hasta por pisar una flor al caminar.
Saliendo del río a unos 20 metros del joven, le envió un mensaje telepático para presentarse; << Hola. ¿¿Estás solo?? >>
Cuando asomó los ojos con precaución, como siempre hacía para comprobar que el lugar era seguro, vio a un pequeño silfo en la orilla, disfrutando del paisaje con pasmada admiración. Un momento después se giró llamando a un tal Férick... lo único raro es que allí estaba él solo...
Le vio cabecear confuso; puede que estuviera perdido.
Ela decidió salir del agua a una distancia prudencial para evitar asustar al silfo, o provocar alguna reacción indeseable hacia su persona... no había que olvidar que un feérico en el bosque puede sentirse ofendido hasta por pisar una flor al caminar.
Saliendo del río a unos 20 metros del joven, le envió un mensaje telepático para presentarse; << Hola. ¿¿Estás solo?? >>
Invitado- Invitado
Re: A orillas del Awa... [RC]
Kronos dio un brinco por la repentina sorpresa. Esperaba que Férick apareciera de entre la maleza en cualquier momento, carcajeándose por la pequeña broma de haberlo dejado solo, o incluso más desorientado todavía, al haberse perdido en el camino hacia allí.
Sin embargo, no preveía escuchar una voz femenina... y mismamente en su cabeza, como si de su conciencia se tratara.
- ¿Quién...? ¿Quién ha dich... pensad...? ¿Qué ha sido eso? - preguntó confuso, mirando a su alrededor alterado. Fue entonces cuando se percató de que no estaba solo. Y no era Férick quien lo campañaba, sino una criatura muy distinta, de piel azulada y húmedos cabellos verde-azulados que le caían por los hombros y la espalda, toda ella chorreando agua.
- Wooow... ¿Eres... una varu? - inquirió el silfo, curioso. Había oído hablar de aquellas criaturas acuáticas, pobladoras de mares, ríos y océanos, pero jamás había visto una en persona. Pero debía reconocer que, ahora que tenía una de ellas ante sí, le parecieron realmente bellas...
FDR: Aysss, mi furcia acuatica viene a rolear conmigo ^^ Oye, por cierto, ¿no tienes hecha una ficha de personaje? Creo que sería conveniente hacertela antes de rolear, creo yo...
Sin embargo, no preveía escuchar una voz femenina... y mismamente en su cabeza, como si de su conciencia se tratara.
- ¿Quién...? ¿Quién ha dich... pensad...? ¿Qué ha sido eso? - preguntó confuso, mirando a su alrededor alterado. Fue entonces cuando se percató de que no estaba solo. Y no era Férick quien lo campañaba, sino una criatura muy distinta, de piel azulada y húmedos cabellos verde-azulados que le caían por los hombros y la espalda, toda ella chorreando agua.
- Wooow... ¿Eres... una varu? - inquirió el silfo, curioso. Había oído hablar de aquellas criaturas acuáticas, pobladoras de mares, ríos y océanos, pero jamás había visto una en persona. Pero debía reconocer que, ahora que tenía una de ellas ante sí, le parecieron realmente bellas...
FDR: Aysss, mi furcia acuatica viene a rolear conmigo ^^ Oye, por cierto, ¿no tienes hecha una ficha de personaje? Creo que sería conveniente hacertela antes de rolear, creo yo...
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Ela observó como el silfo se sorprendía de "escuchar" su saludo en su cabeza, y no en sus oídos, así que una vez dejó de hacer preguntas, comenzó a aclarárselas. - << Jeje, si. Soy una varu. Supongo que nunca habías conocido a ninguno de mi raza, ¿verdad? Pero sosiegate, esta es nuestra forma de hablar... no temas estar volviéndote loco >> dijo mientras se acercaba un poco al ser verdoso, mirándo divertida como el feérico le observaba estupefacto << Por cierto, mi nombre es Elaguadelvalle, Ela para los amigos. >> Fializó su frase sonriendo, ya muy cerca del silfo. Aunque su sonrisa se borró de su cara para dejar paso a una expresión ruborizada, cuando calló en la cuenta de que, otra vez, estaba en la superficie semidesnuda, a excepción de su "taparrabos" y su mini-sostén de cuero.
Pensaba excusarse para volver al agua, al menos hasta que tuviera más confianza con el hombrecillo... pero no quería zambullirse de nuevo antes de hablar un poco más con el y asegurarse de que no se marcharía, ya que tenía pinta de ser bastante esquivo y huidizo, y Ela tenía ganas de relacionarse, después de tanto tiempo viajando. Así que realizó un sencillo conjuro que cubría su cuerpo con una especie de velo acuoso. Era un hechizo concebido, principalmente, para evitar temporalmente que su piel se resecara, pero cumplía esa segunda función complementaria que tan bien le venía a Ela en estas circunstancias...
Off: Que si la tengo hecha, salao! He tenido que venir para entretenerte un poco, por que sino esa mente depravada vete tu a saber en que se pondría a trabajar... solo de pensar que creías que al hablar conmigo estabas ligándote a una chati... jajaja
http://www.rolmemoriasdeidhun.com/t1594-ficha-de-elaguadelvalle?highlight=ficha+de+elaguadelvalle
Pensaba excusarse para volver al agua, al menos hasta que tuviera más confianza con el hombrecillo... pero no quería zambullirse de nuevo antes de hablar un poco más con el y asegurarse de que no se marcharía, ya que tenía pinta de ser bastante esquivo y huidizo, y Ela tenía ganas de relacionarse, después de tanto tiempo viajando. Así que realizó un sencillo conjuro que cubría su cuerpo con una especie de velo acuoso. Era un hechizo concebido, principalmente, para evitar temporalmente que su piel se resecara, pero cumplía esa segunda función complementaria que tan bien le venía a Ela en estas circunstancias...
Off: Que si la tengo hecha, salao! He tenido que venir para entretenerte un poco, por que sino esa mente depravada vete tu a saber en que se pondría a trabajar... solo de pensar que creías que al hablar conmigo estabas ligándote a una chati... jajaja
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Última edición por Elaguadelvalle el Jue Dic 15, 2011 11:58 pm, editado 1 vez (Razón : XD se me había olvidado darle un toque de color a mis palabras)
Invitado- Invitado
Re: A orillas del Awa... [RC]
FDR: Ups, perdona! Que raro... si la estuve buscando y no encontraba tu ficha... xD (De todas formas queda mejor haces de tu imagen de firma un link directo a tu ficha... creo que sale explicado donde las reglas)
Kronos no salía de su asombro. Además de poder hablarle telepáticamente, parecía controlar la magia también, o al menos en lo que al agua se refería. Todavía admiraba boquiabierto la prenda acuosa que acababa de hacer aparecer alrededor de su cuerpo semi-desnudo, que relucía como si de un aura mágica se tratara.
Tan ensimismado estaba que no se dio cuenta de los ligeros tirones que comenzaban a sufrir sus orejas, hasta que un intencionado mordisco en una de ellas lo hizo salir de sus pensamientos, pegando un brinco por el dolor.
- ¡Ayayay! - gritó sin poder evitarlo. Antes de girarse ya sabía lo que se iba a encontrar. Sobre su hombro, con mirada recriminante, su pequeña ardilla Pichu se había hartado de esperar a ser presentada ante la recién conocida varu. Y cuando su ardilla se impacientaba, podía ser muy persuasiva
- ¡Pichu! ¡Te he dicho mil veces que no se muerde! ¡Caca! - se volvió hacia la varu, con una mirada de disculpa- Perdón... es... mi mascota. Se llama Pichu... y es muy irritante - añadió, dirigiendo una mirada malhumorada al animalito- Pichu, esta es... Ela. ¿No es así? Y por cierto, yo me llamo Kronos. Kronos, el silfo.
El joven féerico terminó de hablar, con una radiante sonrisa en su rostro.
Kronos no salía de su asombro. Además de poder hablarle telepáticamente, parecía controlar la magia también, o al menos en lo que al agua se refería. Todavía admiraba boquiabierto la prenda acuosa que acababa de hacer aparecer alrededor de su cuerpo semi-desnudo, que relucía como si de un aura mágica se tratara.
Tan ensimismado estaba que no se dio cuenta de los ligeros tirones que comenzaban a sufrir sus orejas, hasta que un intencionado mordisco en una de ellas lo hizo salir de sus pensamientos, pegando un brinco por el dolor.
- ¡Ayayay! - gritó sin poder evitarlo. Antes de girarse ya sabía lo que se iba a encontrar. Sobre su hombro, con mirada recriminante, su pequeña ardilla Pichu se había hartado de esperar a ser presentada ante la recién conocida varu. Y cuando su ardilla se impacientaba, podía ser muy persuasiva
- ¡Pichu! ¡Te he dicho mil veces que no se muerde! ¡Caca! - se volvió hacia la varu, con una mirada de disculpa- Perdón... es... mi mascota. Se llama Pichu... y es muy irritante - añadió, dirigiendo una mirada malhumorada al animalito- Pichu, esta es... Ela. ¿No es así? Y por cierto, yo me llamo Kronos. Kronos, el silfo.
El joven féerico terminó de hablar, con una radiante sonrisa en su rostro.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Ela sonrió disimuladamente cuando un bichejo extraño mordió una oreja del silfo.
Para su sorpresa resultó ser una especie de mamífero que el silfo tenía por mascota. Ela conocía bien los bosques, pero nunca había visto a un animalito de esas características, con esos ojos enormes y esas patitas que movía con nerviosismo.
Por lo visto se llamaba Pichu y tenía una extraña relación con el joven, que según acababa de decir se llamaba Kronos.
Se le quedó mirando con una sonrisa impecable, y Ela no pudo menos que sonreír de nuevo.
<< Encantada, Kronos. ¿Eres de por aquí? >> Aunque la respuesta era más que obvia, un silfo tan joven, aunque estuviese todavía dentro de los límites de Awa no se alejaría demasiado de su casa. << Yo soy de los Ojos de Neliam, un poco más al sur. He conocido a muchos feéricos, pero nunca a uno como tu >> dijo mirando sus alitas << Tiene que ser muy chulo poder volar >> Dijo, mostrando de nuevo una amable sonrisa.
No sabía muy bien que hacía por ahí el joven silfo, pero tal vez podría acoplarse a él unos días; estaba más que harta de dar vueltas por el gigantesco bosque sin tener rumbo fijo.
<< Por cierto, ¿quieres compartir mi comida? >> Preguntó mientras mostraba los escasos frutitos mojados que le quedaban de su anterior recolecta. << También le daré a PIchu... >>
Para su sorpresa resultó ser una especie de mamífero que el silfo tenía por mascota. Ela conocía bien los bosques, pero nunca había visto a un animalito de esas características, con esos ojos enormes y esas patitas que movía con nerviosismo.
Por lo visto se llamaba Pichu y tenía una extraña relación con el joven, que según acababa de decir se llamaba Kronos.
Se le quedó mirando con una sonrisa impecable, y Ela no pudo menos que sonreír de nuevo.
<< Encantada, Kronos. ¿Eres de por aquí? >> Aunque la respuesta era más que obvia, un silfo tan joven, aunque estuviese todavía dentro de los límites de Awa no se alejaría demasiado de su casa. << Yo soy de los Ojos de Neliam, un poco más al sur. He conocido a muchos feéricos, pero nunca a uno como tu >> dijo mirando sus alitas << Tiene que ser muy chulo poder volar >> Dijo, mostrando de nuevo una amable sonrisa.
No sabía muy bien que hacía por ahí el joven silfo, pero tal vez podría acoplarse a él unos días; estaba más que harta de dar vueltas por el gigantesco bosque sin tener rumbo fijo.
<< Por cierto, ¿quieres compartir mi comida? >> Preguntó mientras mostraba los escasos frutitos mojados que le quedaban de su anterior recolecta. << También le daré a PIchu... >>
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Kronos sintió una pequeña frustración cuando la varu mencionó lo del vuelo. Realmente, Kronos nunca había conseguido mantenerse en el aire más de un par de segundos. Sus alas eran todavía muy pequeñas y frágiles para ello.
Sin embargo, no dijo nada sobre el tema, y respondió con una enorme sonrisa cuando Ela le ofreció compartir su cena. Dos de los soles ya habían desaparecido tras el horizonte, y no pasaría mucho tiempo hasta que la oscuridad se cerniera de nuevo sobre Awa.
Además, comenzaba a tener sueño.
Se sentaron sobre la fresca hierba, no muy lejos del río por si la varu necesitaba remojarse, para dar buena cuenta de la poca comida que tenían, y que Kronos empezó a engullir sin miramientos.
- ¡Ey, eftas bayaf egtán delifiofas! - comentaba el silfo con la boca llena, mientras su pequeña ardilla se regodeaba ante una enorme jugosa semilla, deliberándo por dónde hincarle el diente.- En realidad sí que soy de por aquí, - continuó, una vez hubo tragado su cena, recordando la pregunta que le había hecho la varu- pero hace tiempo que no regresaba al bosque de Awa. Nací en un poblado no muy lejos de aquí, pero... huí. Digamos que no... me sentía... - a Kronos se le humedecieron los ojos y fue incapaz de terminar la frase. Inspiró profundamente antes de continuar- Prefiero no hablar de ello, si no te importa... Es... difícil...
Se hizo un silencio incómodo. Incluso Pichu había dejado de gorjear, para mirar al silfo con un destello de lástima en sus grandes ojos.
Kronos elevó la mirada y observó el cielo estrellado, y las tres lunas que se recortaban sobre él, entre las ramas de los árboles de Awa.
Y no pudo evitarlo. Una lágrima resbalo por su rostro cuando el pequeño silfo se acordó de su padre, al que posiblemente nunca volvería a ver...
Sin embargo, no dijo nada sobre el tema, y respondió con una enorme sonrisa cuando Ela le ofreció compartir su cena. Dos de los soles ya habían desaparecido tras el horizonte, y no pasaría mucho tiempo hasta que la oscuridad se cerniera de nuevo sobre Awa.
Además, comenzaba a tener sueño.
Se sentaron sobre la fresca hierba, no muy lejos del río por si la varu necesitaba remojarse, para dar buena cuenta de la poca comida que tenían, y que Kronos empezó a engullir sin miramientos.
- ¡Ey, eftas bayaf egtán delifiofas! - comentaba el silfo con la boca llena, mientras su pequeña ardilla se regodeaba ante una enorme jugosa semilla, deliberándo por dónde hincarle el diente.- En realidad sí que soy de por aquí, - continuó, una vez hubo tragado su cena, recordando la pregunta que le había hecho la varu- pero hace tiempo que no regresaba al bosque de Awa. Nací en un poblado no muy lejos de aquí, pero... huí. Digamos que no... me sentía... - a Kronos se le humedecieron los ojos y fue incapaz de terminar la frase. Inspiró profundamente antes de continuar- Prefiero no hablar de ello, si no te importa... Es... difícil...
Se hizo un silencio incómodo. Incluso Pichu había dejado de gorjear, para mirar al silfo con un destello de lástima en sus grandes ojos.
Kronos elevó la mirada y observó el cielo estrellado, y las tres lunas que se recortaban sobre él, entre las ramas de los árboles de Awa.
Y no pudo evitarlo. Una lágrima resbalo por su rostro cuando el pequeño silfo se acordó de su padre, al que posiblemente nunca volvería a ver...
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Mientras comían, el silfo le contó algo sobre su pasado, que por lo visto no había sido todo lo feliz que se desearía, y a la par de sus palabras cayó la noche.
<< No te preocupes, Kronos, no pretendía ser impertinente >> Se sentía realmente mal por haber conseguido que el alegre silfo se hubiera sumido en esa tristeza, por lo que decidió cambiar de tema, con ánimo de distraer su mente en cuestiones más alegres.
<< No se si sabrás que nosotros, los varu, no podemos hablar como vosotros, utilizando las cuerdas vocales, ya que carecemos de ellas. >> le dijo haciéndose un poco la interesante << Esto tiene ciertas ventajas; por ejemplo, si quisiera contarle un secreto a Pichu, podría hacerlo sin que tu percibieras lo más mínimo, o incluso, si practicamos mucho, podemos mantener dos conversaciones diferentes al mismo tiempo. >> puntualizó, sonriendo orgullosa << Incluso los grandes telépatas pueden llegar a leer la superficie de las mentes ajenas. Nunca ha habido un varu con los poderes telepáticos de un shek, pero se dice que, en algunas ocasiones, los varu podemos cerrar nuestra mente durante un tiempo, contrarrestando los poderes de las serpientes. >> Miró emocionada al feérico. No le estaba contando todo esto para presumir, solo para entrentenerlo... nunca presumiría delante de un feérico, por los que sentía una admiración casi indescriptible... sobre todo por sus habilidades con las plantas y su fusión con la naturaleza.
<< Sin embargo, hay una cosa que no podemos hacer con la telepatía... >> prosiguió cabizbaja y con tono tristón << No podemos crear esa fantástica música que tantas veces he oído surgir de los poblados feéricos de las cercanías de los Ojos de Neliam... no podemos cantar, y créeme, ¡muchas situaciones son muuuy aburridas y tétricas sin una buena canción! >> continuó medio riendo << ¿¿Te imaginas una ceremonia de casamiento, o un festival del salto de la trucha sin un solo sonido durante horas?? jajaja >>
Acompañó su telepática risa con una especie de gorjeo ahogado, producto de su garganta desprovista de voz.
Tras haber hablado tanto tiempo y de cosas tan extrañas, bajó la cabeza centrándose en sus frutitos, sintiéndose un poco avergonzada y ridícula, esperando que el silfo rompiera el silencio lo antes posible...
<< No te preocupes, Kronos, no pretendía ser impertinente >> Se sentía realmente mal por haber conseguido que el alegre silfo se hubiera sumido en esa tristeza, por lo que decidió cambiar de tema, con ánimo de distraer su mente en cuestiones más alegres.
<< No se si sabrás que nosotros, los varu, no podemos hablar como vosotros, utilizando las cuerdas vocales, ya que carecemos de ellas. >> le dijo haciéndose un poco la interesante << Esto tiene ciertas ventajas; por ejemplo, si quisiera contarle un secreto a Pichu, podría hacerlo sin que tu percibieras lo más mínimo, o incluso, si practicamos mucho, podemos mantener dos conversaciones diferentes al mismo tiempo. >> puntualizó, sonriendo orgullosa << Incluso los grandes telépatas pueden llegar a leer la superficie de las mentes ajenas. Nunca ha habido un varu con los poderes telepáticos de un shek, pero se dice que, en algunas ocasiones, los varu podemos cerrar nuestra mente durante un tiempo, contrarrestando los poderes de las serpientes. >> Miró emocionada al feérico. No le estaba contando todo esto para presumir, solo para entrentenerlo... nunca presumiría delante de un feérico, por los que sentía una admiración casi indescriptible... sobre todo por sus habilidades con las plantas y su fusión con la naturaleza.
<< Sin embargo, hay una cosa que no podemos hacer con la telepatía... >> prosiguió cabizbaja y con tono tristón << No podemos crear esa fantástica música que tantas veces he oído surgir de los poblados feéricos de las cercanías de los Ojos de Neliam... no podemos cantar, y créeme, ¡muchas situaciones son muuuy aburridas y tétricas sin una buena canción! >> continuó medio riendo << ¿¿Te imaginas una ceremonia de casamiento, o un festival del salto de la trucha sin un solo sonido durante horas?? jajaja >>
Acompañó su telepática risa con una especie de gorjeo ahogado, producto de su garganta desprovista de voz.
Tras haber hablado tanto tiempo y de cosas tan extrañas, bajó la cabeza centrándose en sus frutitos, sintiéndose un poco avergonzada y ridícula, esperando que el silfo rompiera el silencio lo antes posible...
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Kronos no pudo evitar reir, aunque todavía con los ojos húmedos, ante las curiosidades sobre los varu que le estaba contando Ela. Nunca se había parado a pensarlo, pero era cierto que los varu no podían cantar. Bueno, tal vez telepáticamente sí, pero de ninguna manera era lo mismo.
- Es verdad... jaja. Pero, ¿sabes? Nosotros los féericos SI que podemos cantar - respondió el silfo divertido, fingiendo una intencionada altivez- ¡y además lo hacemos realmente bien!
Sin esperar a que Ela contestara a su provocación, el silfo la sorprendió rompiendo a cantar una pegadiza canción infantil, muy divertida, sobre un trasgo cojo, manco y tuerto que se enamoró de un árbol y lo secuestro para con él poder jugar, aunque el árbol (como arbol que era) no lo dejaba de ignorar. Había aprendido esa canción cuando tan sólo era un crío, y cada vez que la cantaba no podía dejar de emocionarse.
Pocos segundos despues el claro del bosque se llenó del rítmico cántico del silfo, que batía palmas al compás de la canción, brincando y danzando por entre los árboles mientras su ardilla Pichu imitaba todos sus movimientos.
- "...Y el trasgo malhumorado,
cosquillas al árbol le dió,
pero él, sin haberlo notado,
inmóvil cual roca sig...¡¡ay!!!"
El sonido de un chapuzón silenció la canción del silfo, el cual, sin darse cuenta de donde pisaba mientras danzaba en la oscuridad, fue a caer al río.
Pero esto no perturbó la alegría del joven silfo, que se incorporó como pudo en la orilla, chorreando agua por todos lados, sin parar de reirse de su torpeza.
- Es verdad... jaja. Pero, ¿sabes? Nosotros los féericos SI que podemos cantar - respondió el silfo divertido, fingiendo una intencionada altivez- ¡y además lo hacemos realmente bien!
Sin esperar a que Ela contestara a su provocación, el silfo la sorprendió rompiendo a cantar una pegadiza canción infantil, muy divertida, sobre un trasgo cojo, manco y tuerto que se enamoró de un árbol y lo secuestro para con él poder jugar, aunque el árbol (como arbol que era) no lo dejaba de ignorar. Había aprendido esa canción cuando tan sólo era un crío, y cada vez que la cantaba no podía dejar de emocionarse.
Pocos segundos despues el claro del bosque se llenó del rítmico cántico del silfo, que batía palmas al compás de la canción, brincando y danzando por entre los árboles mientras su ardilla Pichu imitaba todos sus movimientos.
- "...Y el trasgo malhumorado,
cosquillas al árbol le dió,
pero él, sin haberlo notado,
inmóvil cual roca sig...¡¡ay!!!"
El sonido de un chapuzón silenció la canción del silfo, el cual, sin darse cuenta de donde pisaba mientras danzaba en la oscuridad, fue a caer al río.
Pero esto no perturbó la alegría del joven silfo, que se incorporó como pudo en la orilla, chorreando agua por todos lados, sin parar de reirse de su torpeza.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Elagua sonreía alegremente, dando palmadas a la vez que el silfo, y rompió en una cantarina risa telepática y una gutural risilla vocal al ver a Kronos tropezar y caer en la orilla del río. Cuando se levantó empapado, pero muy sonriente, Ela se alegró de haber cambiado de tema, no solo por el estado anímico del feérico, sino por el placer de oirle cantar.
<< Es una canción muy animada! Me ha gustado mucho, muchas gracias. >> le dijo al silfo mientras le ayudaba a salir de la embarrada orilla del río.
<< Y dime, >> le preguntó a su nuevo amigo una vez se hubieron sentado << ¿Que tienes pensado hacer ahora?... por que, si no te importa, me gustaría acompañarte. >> finalizó con una sonrisa que denotaba una mezcla de melancolía y ansias de aventura.
<< Es una canción muy animada! Me ha gustado mucho, muchas gracias. >> le dijo al silfo mientras le ayudaba a salir de la embarrada orilla del río.
<< Y dime, >> le preguntó a su nuevo amigo una vez se hubieron sentado << ¿Que tienes pensado hacer ahora?... por que, si no te importa, me gustaría acompañarte. >> finalizó con una sonrisa que denotaba una mezcla de melancolía y ansias de aventura.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
- La verdad, no lo había pensado... - dijo Kronos, volviéndose a sentar junto a la varu. Pichu se acomodó rápidamente sobre su pecho, gorjeando feliz- En realidad, ni siquiera tenía planeado venir a Awa. Supongo que fue el instinto lo que me trajo aquí de nuevo... - frunció el ceño, recordando la extraña experiencia sufrida antes de patir hacia el bosque de Awa.
Recordaba perfectamente haber ido hasta el monte Lunn para cumplir una importante misión, algo relacionado con un malvado hechicero, pero no conseguía acordarse de los detalles, ni de como había terminado todo. Simplemente se había despertado un día, no muy lejos de Nangal, y se había dirigido errante hasta su actual posición en el bosque, casi sin pensar en ello.
Un bostezo inesperado interrumpió sus pensamientos. Fue entonces consciente de que estaba agotado, y que los párpados le pesaban como si fueran de plomo.
- ¿Y tú, Ela? - murmuró, acomodándose sobre la hierba con los ojos cerrados- ¿Tienes pensado ir a algún sitio...?
Ya medio dormido, no fue enteramente consciente de si la varu le contestaba. Con su ultimo aliento, unas palabras emergieron de su boca, aunque el silfo nunca sabría si las había dicho conscientemente o como parte de una ensoñación:
- Siempre he querido ir al Reino Oceánico...
Y Kronos se durmió, roncando ligeramente.
Recordaba perfectamente haber ido hasta el monte Lunn para cumplir una importante misión, algo relacionado con un malvado hechicero, pero no conseguía acordarse de los detalles, ni de como había terminado todo. Simplemente se había despertado un día, no muy lejos de Nangal, y se había dirigido errante hasta su actual posición en el bosque, casi sin pensar en ello.
Un bostezo inesperado interrumpió sus pensamientos. Fue entonces consciente de que estaba agotado, y que los párpados le pesaban como si fueran de plomo.
- ¿Y tú, Ela? - murmuró, acomodándose sobre la hierba con los ojos cerrados- ¿Tienes pensado ir a algún sitio...?
Ya medio dormido, no fue enteramente consciente de si la varu le contestaba. Con su ultimo aliento, unas palabras emergieron de su boca, aunque el silfo nunca sabría si las había dicho conscientemente o como parte de una ensoñación:
- Siempre he querido ir al Reino Oceánico...
Y Kronos se durmió, roncando ligeramente.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Tras oír lo que Kronos fue capaz de decir antes de quedarse tieso de sueño, Ela realizó un conjuro de protección, una especie de campana que les protegería de la brisa fresca de la noche y también, durante unos pocos segundos, de algún posible ataque.
Poco después ella también estaba a punto de caer rendida, pensando en la frase que había mascullado el feérico segundos antes de dormirse.
Había dicho que siempre había querido conocer el reino Oceánico... pues bien, hacía años que Ela no lo visitaba, así que si su nuevo amigo disfrutaría con una subacuática expedición, Ela se encargaría de guiarlo por las tenebrosas profundidades.
<< Hasta mañana Kronos >> le dijo, casi segura de que no le escucharía ya, y cerró los ojos para quedarse dormida plácidamente.
Poco después ella también estaba a punto de caer rendida, pensando en la frase que había mascullado el feérico segundos antes de dormirse.
Había dicho que siempre había querido conocer el reino Oceánico... pues bien, hacía años que Ela no lo visitaba, así que si su nuevo amigo disfrutaría con una subacuática expedición, Ela se encargaría de guiarlo por las tenebrosas profundidades.
<< Hasta mañana Kronos >> le dijo, casi segura de que no le escucharía ya, y cerró los ojos para quedarse dormida plácidamente.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Kronos se despertó a media noche, y se incorporó tan repentinamente como si un hilo invisible hubiera tirado de él hacia arriba. Abrió los ojos y miró a su alrededor, con el rostro sereno, sin emoción. Echó un vistazo a Ela, pero no dijo nada. Ni siquiera le dedicó un sólo pensamiento.
Porque Kronos ya no era él mismo.
Sus ojos, tan emotivos y cálidos, ahora no eran mas que dos pozos de densa oscuridad. Una sóla mirada aquel ser en que se había convertido el silfo pondría los pelos de punta al héroe más valeroso. Porque había algo en él que daba escalofríos... Algo que se desataba cada noche, inexorablemente, y de lo que el silfo no era consciente todavía.
Kronos, o "aquello" que tenía aspecto de Kronos, pero que ya no lo era, levantó la mirada hacia el cielo nocturno, hacia las lunas que relucían con esplendor por encima de sus cabezas.
Y sin pensarlo dos veces, echó a volar hacia la infinita oscuridad.
Era hora de cazar.
Kronos bostezó a la mañana siguiente, cuando los rayos del primero de los soles iluminaron su rostro y lo despertaron de su sueño profundo.
Abrio sus ojos (unos ojos llenos de expresividad, luz y buenos sentimientos) y miró a su alrededor con una sonrisa en su rostro.
Le gustaba despertarse cada mañana en el bosque de Awa, rodeado por la densa vegetación y el trinar de los pájaros que armonizaban su despertar. Aquel era su hogar, desde luego.
Su mirada se topó de pronto con una figura que yacía en el suelo junto a él. "Ela, la varu" recordó el silfo, y le sonrió con cariño. Hacía apenas unas horas que la conocía, pero se sentía realmente agusto a su lado. Y además, era guapa...
Kronos se sonrojó levemente ante aquel pensamiento, así que lo retiró rápidamente de su mente.
Una pícara sonrisa se dibujó en sus labios cuando, minutos después, se preparó para despertar a la varu. Y es que el sentido del humor del silfo era indudable, aunque también algo aborrecible para los demás.
- ¡Buenos días, Ela! ¡Ya es de día, y hace un día precioso! ¡Vamos, que los soles nos esperan para vivir más aventuras! ¡¡¡Arriba dormilona!!! - gritaba Kronos a voces, echándose encima de la varu que, despertándose sobresaltadamente, contempló absorta cómo el silfo la cabalgaba entre risas.
Hasta Pichu se despertó con el jaleo, y dedicó al joven féerico una mirada malhumorada.
FDR: Ups! Que tocho xDD perdón por el testamento, pero quería introducir una novedad para darle más vidilla al rol... ¡Te presento a Dark-Kronos! jaja
Porque Kronos ya no era él mismo.
Sus ojos, tan emotivos y cálidos, ahora no eran mas que dos pozos de densa oscuridad. Una sóla mirada aquel ser en que se había convertido el silfo pondría los pelos de punta al héroe más valeroso. Porque había algo en él que daba escalofríos... Algo que se desataba cada noche, inexorablemente, y de lo que el silfo no era consciente todavía.
Kronos, o "aquello" que tenía aspecto de Kronos, pero que ya no lo era, levantó la mirada hacia el cielo nocturno, hacia las lunas que relucían con esplendor por encima de sus cabezas.
Y sin pensarlo dos veces, echó a volar hacia la infinita oscuridad.
Era hora de cazar.
Kronos bostezó a la mañana siguiente, cuando los rayos del primero de los soles iluminaron su rostro y lo despertaron de su sueño profundo.
Abrio sus ojos (unos ojos llenos de expresividad, luz y buenos sentimientos) y miró a su alrededor con una sonrisa en su rostro.
Le gustaba despertarse cada mañana en el bosque de Awa, rodeado por la densa vegetación y el trinar de los pájaros que armonizaban su despertar. Aquel era su hogar, desde luego.
Su mirada se topó de pronto con una figura que yacía en el suelo junto a él. "Ela, la varu" recordó el silfo, y le sonrió con cariño. Hacía apenas unas horas que la conocía, pero se sentía realmente agusto a su lado. Y además, era guapa...
Kronos se sonrojó levemente ante aquel pensamiento, así que lo retiró rápidamente de su mente.
Una pícara sonrisa se dibujó en sus labios cuando, minutos después, se preparó para despertar a la varu. Y es que el sentido del humor del silfo era indudable, aunque también algo aborrecible para los demás.
- ¡Buenos días, Ela! ¡Ya es de día, y hace un día precioso! ¡Vamos, que los soles nos esperan para vivir más aventuras! ¡¡¡Arriba dormilona!!! - gritaba Kronos a voces, echándose encima de la varu que, despertándose sobresaltadamente, contempló absorta cómo el silfo la cabalgaba entre risas.
Hasta Pichu se despertó con el jaleo, y dedicó al joven féerico una mirada malhumorada.
FDR: Ups! Que tocho xDD perdón por el testamento, pero quería introducir una novedad para darle más vidilla al rol... ¡Te presento a Dark-Kronos! jaja
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Re: A orillas del Awa... [RC]
<< ¡¡¡Pero que co--!!! >> Gritó mentalmente Ela cuando notó algo en su costado, algo que brincaba y gritaba terríblemente fuerte muy cerca de su super desarrollado oído.
Era el silfo, ahora lo recordaba... sabía que esa mirada denotaba una picardía y un humor incansable, pero nunca pensó que podría ser tan molesto. Vale, cierto era que el feérico no tenía ni idea del mal despertar que tenía Ela, pero para su desgracias pronto lo descubriría.
Levantándose y quitándose al silfo de encima, derrivándolo sobre la hierva fresca, su magia se encargó de transformar su, hasta un segundo antes, apacible rostro en una máscara de horribles facciones afiladas y cabellos serpenteantes como los de una gorgona, toda ella rodeada de un aura de lenguas de fuego morado y negro, que fluctuaban al ritmo de sus mentales palabras << TE ARREPENTIRÁS DE ESTO, PEQUEÑO INSECTO DESPRECIABLE!! BARRERÉ LA PUERTA DE MI CASA CON TUS ENTRAÑAS, Y REPARTIRÉ TUS RESTOS POR LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES!! >> resonaron las palabras en la mente del travieso feérico, con una voz tenebrosa y profunda, más aterradora que la voz del mismo Belcebú.
Acto seguido, Ela se percató de lo que estaba pasando, y respiró un par de veces para tranquilizarse.
Siempre había tenido mala baba cuando la despertaban de mala manera, pero desde que recibió el "don" de la magia, sus arrebatos mañaneros se habían vuelto realmente espeluznantes. Nunca había llegado a hacer daño a nadie, pero más de uno se había acongojado lo suficiente como para no volver a repetir la temeraria acción de despertarla bruscamente.
Una vez recuperó su aspecto normal, miró al silfo y le pidió disculpas, pero manteniendo un tono disgustado. << Realmente ODIO que me despierten a lo bruto. Se que no tenías por que saberlo, pero no puedo hacer nada por contentarme... siento decirte que me has arruinado el desayuno. >>
Sin embargo, pasados unos pocos minutos, a base de auto-tranquilizarse, y ayudada por el magnífico baño que se dio y por el precioso entorno en el que estaba, consiguió volver a sonreír al silfo con amabilidad.
<< Siento lo de antes. Por cierto, pareces un poco ojeroso... has dormido mal?? >>
Era el silfo, ahora lo recordaba... sabía que esa mirada denotaba una picardía y un humor incansable, pero nunca pensó que podría ser tan molesto. Vale, cierto era que el feérico no tenía ni idea del mal despertar que tenía Ela, pero para su desgracias pronto lo descubriría.
Levantándose y quitándose al silfo de encima, derrivándolo sobre la hierva fresca, su magia se encargó de transformar su, hasta un segundo antes, apacible rostro en una máscara de horribles facciones afiladas y cabellos serpenteantes como los de una gorgona, toda ella rodeada de un aura de lenguas de fuego morado y negro, que fluctuaban al ritmo de sus mentales palabras << TE ARREPENTIRÁS DE ESTO, PEQUEÑO INSECTO DESPRECIABLE!! BARRERÉ LA PUERTA DE MI CASA CON TUS ENTRAÑAS, Y REPARTIRÉ TUS RESTOS POR LOS CUATRO PUNTOS CARDINALES!! >> resonaron las palabras en la mente del travieso feérico, con una voz tenebrosa y profunda, más aterradora que la voz del mismo Belcebú.
Acto seguido, Ela se percató de lo que estaba pasando, y respiró un par de veces para tranquilizarse.
Siempre había tenido mala baba cuando la despertaban de mala manera, pero desde que recibió el "don" de la magia, sus arrebatos mañaneros se habían vuelto realmente espeluznantes. Nunca había llegado a hacer daño a nadie, pero más de uno se había acongojado lo suficiente como para no volver a repetir la temeraria acción de despertarla bruscamente.
Una vez recuperó su aspecto normal, miró al silfo y le pidió disculpas, pero manteniendo un tono disgustado. << Realmente ODIO que me despierten a lo bruto. Se que no tenías por que saberlo, pero no puedo hacer nada por contentarme... siento decirte que me has arruinado el desayuno. >>
Sin embargo, pasados unos pocos minutos, a base de auto-tranquilizarse, y ayudada por el magnífico baño que se dio y por el precioso entorno en el que estaba, consiguió volver a sonreír al silfo con amabilidad.
<< Siento lo de antes. Por cierto, pareces un poco ojeroso... has dormido mal?? >>
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Kronos todavía la miraba con miedo en su mirada. No había planeado que su broma terminara así, ni mucho menos. Tan sólo lo hacía para divertirse... pero el susto que le había provocado Ela lo dejaría escarmentado para unas cuantas semanas... tal vez meses.
Era cierto que se le habían humedecido los ojos hasta casi el punto de ponerse a llorar de terror y angustia, pero había logrado contenerse, aunque había abservado la bronca que le había echado la varu con los ojos abiertos como platos, y un profundo arrepentimiento en el corazón. No tenía ni idea de lo que había pasado, ni cómo Séptimos había hecho Ela para adquirir ese aspecto tan terrorífico, pero lo cierto es que lo dejó mudo durante unos cuantos minutos, todavia aterrado sin poder abrir la boca.
- Lo... lo siento - murmuró Kronos arrepentido, cuando hubo comprobado que la varu se había calmado- No quería hacerte... enfadar...
Por un instante se olvidó de los incomodos momentos pasados cuando la varu le mencionó que tenía aspecto cansado. Y, ahora que lo decía, también el había notado al raro, no solo esa noche, si no también algunas anteriores.
- Sí... Creo que no duermo bien ultimamente, aunque no sé... De pequeño me dijeron que un par de veces me había despertado sonámbulo... nada grave, tan sólo me levantaba en mitad de la noche para dar una vuelta dormido por el poblado y luego volvía a la cama... - Kronos quedó un momento en silencio, reflexionando, y luego miró a la varu con suspicacia- ¿No me habrás visto merodeando por aquí esta noche, no?
No estaba seguro de si esa teoría era cierta, pero la verdad explicaría aquel extraño cansancio que lo atenazaba. Y también el repentino dolor que sentía en su ala derecha, como si se la hubiera torcido usándola forzadamente.
Aunque aquello, por supuesto, era imposible. Kronos todavía no sabía volar...
Era cierto que se le habían humedecido los ojos hasta casi el punto de ponerse a llorar de terror y angustia, pero había logrado contenerse, aunque había abservado la bronca que le había echado la varu con los ojos abiertos como platos, y un profundo arrepentimiento en el corazón. No tenía ni idea de lo que había pasado, ni cómo Séptimos había hecho Ela para adquirir ese aspecto tan terrorífico, pero lo cierto es que lo dejó mudo durante unos cuantos minutos, todavia aterrado sin poder abrir la boca.
- Lo... lo siento - murmuró Kronos arrepentido, cuando hubo comprobado que la varu se había calmado- No quería hacerte... enfadar...
Por un instante se olvidó de los incomodos momentos pasados cuando la varu le mencionó que tenía aspecto cansado. Y, ahora que lo decía, también el había notado al raro, no solo esa noche, si no también algunas anteriores.
- Sí... Creo que no duermo bien ultimamente, aunque no sé... De pequeño me dijeron que un par de veces me había despertado sonámbulo... nada grave, tan sólo me levantaba en mitad de la noche para dar una vuelta dormido por el poblado y luego volvía a la cama... - Kronos quedó un momento en silencio, reflexionando, y luego miró a la varu con suspicacia- ¿No me habrás visto merodeando por aquí esta noche, no?
No estaba seguro de si esa teoría era cierta, pero la verdad explicaría aquel extraño cansancio que lo atenazaba. Y también el repentino dolor que sentía en su ala derecha, como si se la hubiera torcido usándola forzadamente.
Aunque aquello, por supuesto, era imposible. Kronos todavía no sabía volar...
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Bastante más calmada, Ela escuchó la historia de Kronos acerca de su supuesto sonambulismo. Podría ser factible. Ela conocía a más de un chiquillo de su poblado que, mientras dormía, se alejaba buceando hasta la orilla y pasaba seguía durmiendo en la superficie. Se les resecaba la piel y se asustaban un poco al despertarse fuera de su casa, pero nada grave.
Si Kronos era sonámbulo, era una suerte que en su alter ego noctámbulo hubiera decidido volver a su improvisado campamento, ya que si no, Ela estaría de nuevo perdida y sola.
<< No, yo no he notado nada, lo siento. Aunque no me extraña, mis padres siempre decían que tengo un sueño tan profundo que no me despertaría ni el más fuerte de los huracanes de Yohavir. >> explicó, sonriendo ampliamente. << Pero conozco un par de hechizos que podremos poner en práctica esta noche, y que nos pueden aclarar todas las dudas sobre tus andanzas nocturnas >>
Ela pensaba en un hechizo en particular, uno básico de defensa, que al aplicarlo sobre una persona la mantenía en un estado de conciencia aletargada, permitiéndola descansar, pero sin perder detalle de lo que ocurría a su alrededor, y ofreciendo la posibilidad de volver al estado de vigilia en cualquier momento.
Le explicó los detalles del encantamiento al silfo y le preguntó << ¿Que te parece? ¿Podría funcionar, verdad? Lo realizaré sobre mí solamente, ya que si te hechizo a ti, no estarías realmente dormido, por lo que no sufrirías el cambio >>
Dicho esto, y esperando la respuesta de su amiguete, se puso a recoger frutas de los árboles y matojos cercanos, y después rellenó su odre con el agua fresca del río.
Si Kronos era sonámbulo, era una suerte que en su alter ego noctámbulo hubiera decidido volver a su improvisado campamento, ya que si no, Ela estaría de nuevo perdida y sola.
<< No, yo no he notado nada, lo siento. Aunque no me extraña, mis padres siempre decían que tengo un sueño tan profundo que no me despertaría ni el más fuerte de los huracanes de Yohavir. >> explicó, sonriendo ampliamente. << Pero conozco un par de hechizos que podremos poner en práctica esta noche, y que nos pueden aclarar todas las dudas sobre tus andanzas nocturnas >>
Ela pensaba en un hechizo en particular, uno básico de defensa, que al aplicarlo sobre una persona la mantenía en un estado de conciencia aletargada, permitiéndola descansar, pero sin perder detalle de lo que ocurría a su alrededor, y ofreciendo la posibilidad de volver al estado de vigilia en cualquier momento.
Le explicó los detalles del encantamiento al silfo y le preguntó << ¿Que te parece? ¿Podría funcionar, verdad? Lo realizaré sobre mí solamente, ya que si te hechizo a ti, no estarías realmente dormido, por lo que no sufrirías el cambio >>
Dicho esto, y esperando la respuesta de su amiguete, se puso a recoger frutas de los árboles y matojos cercanos, y después rellenó su odre con el agua fresca del río.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
- No me parece mala idea... - comentó Kronos, ayudando a Ela a recoger alimentos del bosque. No dijo nada sobre lo soprendente que le parecía poder hacer magia así, como si nada, pero no podía evitar mirar a la varu con admiración por aquel motivo.
- De todas formas- añadió, con una enigmática sonrisa en el rostro- , yo también tengo algo que puede sernos útil... aunque no sepa hacer magia.
Kronos no dijo nada más, para mantener la intriga en la varu, y continuó con su labor recolectora. Un rato más tarde, después de que el silfo se hubiera dado un refrescante baño en un remanso del río Awa (de hecho, ya iba siendo hora de que el silfo tomara un buen baño, pues ya comenzaba a oler), él y Ela se sentaron sobre la hierba para dar buena cuenta de los frutos que tanto esfuerzo les había costado recoger. Pichu también se unió al banquete, aunque lo único que había hecho durante toda la mañana era perseguir mariposas y molestar a Kronos haciéndole cosquillas mientras trabajaba.
- Bueno... ¿tienes pensado algún lugar a dónde ir?- habló Kronos, tratando de sacar un tema de conversación, y también de elegir un destino para ponerse en marcha cuanto antes.
Porque Kronos estaba muy cómodo en el bosque de Awa, pero su espíritu aventurero le instaba a visitar nuevos lugares y descubrir nuevas emociones. Y, ahora que estaba con una varu, la idea que tenía en mente estaba cobrando cada vez más fuerza. Y es que el Reino Oceánico, un lugar que siempre le había llamado la atención desde pequeño, estaba ahora al alcance de su mano, si su compañera decidía acompañarlo...
- De todas formas- añadió, con una enigmática sonrisa en el rostro- , yo también tengo algo que puede sernos útil... aunque no sepa hacer magia.
Kronos no dijo nada más, para mantener la intriga en la varu, y continuó con su labor recolectora. Un rato más tarde, después de que el silfo se hubiera dado un refrescante baño en un remanso del río Awa (de hecho, ya iba siendo hora de que el silfo tomara un buen baño, pues ya comenzaba a oler), él y Ela se sentaron sobre la hierba para dar buena cuenta de los frutos que tanto esfuerzo les había costado recoger. Pichu también se unió al banquete, aunque lo único que había hecho durante toda la mañana era perseguir mariposas y molestar a Kronos haciéndole cosquillas mientras trabajaba.
- Bueno... ¿tienes pensado algún lugar a dónde ir?- habló Kronos, tratando de sacar un tema de conversación, y también de elegir un destino para ponerse en marcha cuanto antes.
Porque Kronos estaba muy cómodo en el bosque de Awa, pero su espíritu aventurero le instaba a visitar nuevos lugares y descubrir nuevas emociones. Y, ahora que estaba con una varu, la idea que tenía en mente estaba cobrando cada vez más fuerza. Y es que el Reino Oceánico, un lugar que siempre le había llamado la atención desde pequeño, estaba ahora al alcance de su mano, si su compañera decidía acompañarlo...
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Off: Lo primero!! perdon por la tardanza, las tareas y compromisos familiares me tienen esclavizado! Non ti preocupare! la furcia acuática no volverá a dfraudarte XD
Segundo, como verás aún no he hecho eso de poner el enlace a mi ficha y tal... no he sabido como...¬¬
Tercero...creo que a partir de ahora narraré en el rol en primera persona, que lo he visto por ahí y me gusta más. Espero que todo esté claro y cristalino
-----------------------------------
A Kronos le gustó la idea, aunque dijo que él también tenía un plan que podría funcionar... diablillo, no suelta prenda... le gusta hacerse el interesante.
Sea como sea, esta noche saldremos de dudas.
Seguí cogiendo frutitos mientras Kronos se daba un bañito; bañito que por otra parte era necesario, por que el chico era majísimo, pero como olía el condenao...
Cuando nos sentamos a comer por fin, por su rostro pasan diferentes expresiones, como si estuviera decidiendo decirme algo, pero buscando el mejor modo. Al final solo me pregunta que si tengo algún destino pensado...
<< Pues lo cierto es que, como sabes, estoy algo perdida de la vida ahora mismo... tengo un pasado algo penoso, lo que me deja con un futuro muy cargado de posibilidades... >> despues de decir esto, intento un pequeño truco que hace tiempo que conozco, pero que ahora, potenciado por los poderes mágicos que me entregó el precioso unicornio, debería funcionar mejor. "Jeje, así que eso es lo que le pasaba por la cabeza antes de preguntarme" pensé, tras sondear los pensamientos más superficiales del silfo y encontrarme las palabras Reino Oceánico flotando por su subconsciente, recordé que ya había mencionado anoche su interés por visitarlo. Sabiendo esto, decido darle una alegría al chiquillo y digo; << Aunque supongo que es hora de visitar a la familia... Que me dices, ¿Me acompañarías al fondo del mar? >>
Segundo, como verás aún no he hecho eso de poner el enlace a mi ficha y tal... no he sabido como...¬¬
Tercero...creo que a partir de ahora narraré en el rol en primera persona, que lo he visto por ahí y me gusta más. Espero que todo esté claro y cristalino
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A Kronos le gustó la idea, aunque dijo que él también tenía un plan que podría funcionar... diablillo, no suelta prenda... le gusta hacerse el interesante.
Sea como sea, esta noche saldremos de dudas.
Seguí cogiendo frutitos mientras Kronos se daba un bañito; bañito que por otra parte era necesario, por que el chico era majísimo, pero como olía el condenao...
Cuando nos sentamos a comer por fin, por su rostro pasan diferentes expresiones, como si estuviera decidiendo decirme algo, pero buscando el mejor modo. Al final solo me pregunta que si tengo algún destino pensado...
<< Pues lo cierto es que, como sabes, estoy algo perdida de la vida ahora mismo... tengo un pasado algo penoso, lo que me deja con un futuro muy cargado de posibilidades... >> despues de decir esto, intento un pequeño truco que hace tiempo que conozco, pero que ahora, potenciado por los poderes mágicos que me entregó el precioso unicornio, debería funcionar mejor. "Jeje, así que eso es lo que le pasaba por la cabeza antes de preguntarme" pensé, tras sondear los pensamientos más superficiales del silfo y encontrarme las palabras Reino Oceánico flotando por su subconsciente, recordé que ya había mencionado anoche su interés por visitarlo. Sabiendo esto, decido darle una alegría al chiquillo y digo; << Aunque supongo que es hora de visitar a la familia... Que me dices, ¿Me acompañarías al fondo del mar? >>
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Una sonrisa iluminó el rostro del silfo de repente. ¡Realmente era como si la varu le hubiese leido el pensamiento! Aquella criatura no paraba de sorpenderle.
- ¿Al fondo del mar? ¡Pues claro que te acompañaré! Si te soy sincero, siempre he querido visitar una de esas ciudades subacuáticas, ver a los peces nadando a mi alrededor, dejarme mecer por las corrientes marinas mientras las algas acarician mi piel y... y...- Kronos cayó de pronto cuando oyó la risa de Ela, que le hizo volver al mundo real. Se sonrojó un poco, avergonzado por sus propias fantasias. Desde luego, tenía que aprender a mantener la boca cerrada...
Siguieron comiendo, discutiendo lo que podrían hacer una vez alcanzado su destino, mientras Ela le contaba a Kronos las maravillas de las ciudades varu, dejandolo cada vez más alucinado y con ganas locas de partir cuanto antes.
Por su parte, Pichu no parecía muy confiada con la idea de visitar una ciudad inundada. Allí no habría árboles por los que pudiera trepar y saltar, y el hecho de estar rodeados de agua por todos los costados la inquietaba visiblemente.
Pero Kronos no iba a desaprovechar la oportunidad de cumplir su sueño por una ardilla aguafiestas.
- Bueno, supongo que para llegar al Reino Oceánico tendremos que viajar hacia el sur, más allá de Awa - comenzó a planear el silfo, entusiasmado, una vez terminaron de comer- Podríamos pasar por los Ojos de Neliam (creo que me dijiste que eras de por allí) y luego ir camino a Gantadd. Incluso podríamos partir ya, si no te parece mal. Todavía quedan horas de luz y puede que nos de tiempo a llegar al límite del bosque- hizo una pausa y añadió, guiñándole un ojo- Y cuando el ultimo sol se ponga... bueno, recuerda que tenemos un pequeño misterio que resolver...
FDR: No pasa nada ^^. Para mi estas fechas también son ocupadillas con tanta comida familiar y tal. Y por cierto, FELIZ NAVIDHUN!!! xD
Lo de la firma, te explica como hacerlo AQUI .
Solo tienes que elegir una bolsa de esas (pork te saldran las dos cosas, imagen de firma y bolsa) y luego copias el codigo y lo pegas en tu firma, cambiando las *cosas entre asteriscos* por lo que te vaya diciendo.
- ¿Al fondo del mar? ¡Pues claro que te acompañaré! Si te soy sincero, siempre he querido visitar una de esas ciudades subacuáticas, ver a los peces nadando a mi alrededor, dejarme mecer por las corrientes marinas mientras las algas acarician mi piel y... y...- Kronos cayó de pronto cuando oyó la risa de Ela, que le hizo volver al mundo real. Se sonrojó un poco, avergonzado por sus propias fantasias. Desde luego, tenía que aprender a mantener la boca cerrada...
Siguieron comiendo, discutiendo lo que podrían hacer una vez alcanzado su destino, mientras Ela le contaba a Kronos las maravillas de las ciudades varu, dejandolo cada vez más alucinado y con ganas locas de partir cuanto antes.
Por su parte, Pichu no parecía muy confiada con la idea de visitar una ciudad inundada. Allí no habría árboles por los que pudiera trepar y saltar, y el hecho de estar rodeados de agua por todos los costados la inquietaba visiblemente.
Pero Kronos no iba a desaprovechar la oportunidad de cumplir su sueño por una ardilla aguafiestas.
- Bueno, supongo que para llegar al Reino Oceánico tendremos que viajar hacia el sur, más allá de Awa - comenzó a planear el silfo, entusiasmado, una vez terminaron de comer- Podríamos pasar por los Ojos de Neliam (creo que me dijiste que eras de por allí) y luego ir camino a Gantadd. Incluso podríamos partir ya, si no te parece mal. Todavía quedan horas de luz y puede que nos de tiempo a llegar al límite del bosque- hizo una pausa y añadió, guiñándole un ojo- Y cuando el ultimo sol se ponga... bueno, recuerda que tenemos un pequeño misterio que resolver...
FDR: No pasa nada ^^. Para mi estas fechas también son ocupadillas con tanta comida familiar y tal. Y por cierto, FELIZ NAVIDHUN!!! xD
Lo de la firma, te explica como hacerlo AQUI .
Solo tienes que elegir una bolsa de esas (pork te saldran las dos cosas, imagen de firma y bolsa) y luego copias el codigo y lo pegas en tu firma, cambiando las *cosas entre asteriscos* por lo que te vaya diciendo.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Me alegré mucho al ver el entusiasmo con que Kronos afrontaba el viaje, sin embargo no pude evitar que el rostro se me ensombreciera un poco cuando mencionó los Ojos de Neliam... Aún no estoy preparada para volver a casa...
Sim embargo no tuve tiempo de perderme en mis pensamientos, por que Kronos no paraba de hablar sobre los pros y los contras y las posibilidades del viaje...
<< Jajaja... no te aceleres, chiquillo! Por mi podemos emprender hoy mismo el viaje, pero en vez de ir dirección sur, podemos ir sureste; así llegaremos antes al mar y podré llamar a un par de lamus que nos lleven rápidamente hasta la plataforma de burbujas más cercana; así ahorarremos tiempo y... a decir verdad, no creo que me apetezca mucho visitar mi poblado de los Ojos de Neliam. >> Envié el mensaje carente de tonalidad, para que Kronos no percibiera la angustia que me sobrevenía al pensar en mi antigua casa. << Asique ¿¿por que no recogemos los aperios y nos ponemos en marcha?? Espero que te canses mucho caminando para que esta noche no te de por pasearte dormido por todo el bosque! Jajaja >>
Lo cierto es que la alegría del silfo es más que contagiosa... me están viniendo unas ganas enormes de volver a contemplar las bellezas del reino Oceánico. Hace tanto que no voy que me parece haber olvidado todas las maravillas que ofrece... Sin embargo, no se si Pichu opinará lo mismo que Kronos y yo... Creo que iré tanteando el terreno antes de decidir nada, pero es probable que tenga que esperarnos en la superficie... Las burbujas de aire son muy agobiantes y no creo que le haga ningún bien someterse a tal suplicio teniendo otras opciones... siempre podría esperarnos en el óraculo de Gantad, cuidado por una sacerdotisa, o si lo prefiere en los árboles de cerca de la costa...
Sea como sea, ya lo solucionaremos a su momento.
<< ¿Nos ponemos en marcha, entonces? >> dije a mi amiguito con una gran sonrisa, mientras me ponía de pie con mis escasas pertenencias ya metidas en mi petate, y sin esperar respuesta, me puse a caminar hacia el sur...
Sim embargo no tuve tiempo de perderme en mis pensamientos, por que Kronos no paraba de hablar sobre los pros y los contras y las posibilidades del viaje...
<< Jajaja... no te aceleres, chiquillo! Por mi podemos emprender hoy mismo el viaje, pero en vez de ir dirección sur, podemos ir sureste; así llegaremos antes al mar y podré llamar a un par de lamus que nos lleven rápidamente hasta la plataforma de burbujas más cercana; así ahorarremos tiempo y... a decir verdad, no creo que me apetezca mucho visitar mi poblado de los Ojos de Neliam. >> Envié el mensaje carente de tonalidad, para que Kronos no percibiera la angustia que me sobrevenía al pensar en mi antigua casa. << Asique ¿¿por que no recogemos los aperios y nos ponemos en marcha?? Espero que te canses mucho caminando para que esta noche no te de por pasearte dormido por todo el bosque! Jajaja >>
Lo cierto es que la alegría del silfo es más que contagiosa... me están viniendo unas ganas enormes de volver a contemplar las bellezas del reino Oceánico. Hace tanto que no voy que me parece haber olvidado todas las maravillas que ofrece... Sin embargo, no se si Pichu opinará lo mismo que Kronos y yo... Creo que iré tanteando el terreno antes de decidir nada, pero es probable que tenga que esperarnos en la superficie... Las burbujas de aire son muy agobiantes y no creo que le haga ningún bien someterse a tal suplicio teniendo otras opciones... siempre podría esperarnos en el óraculo de Gantad, cuidado por una sacerdotisa, o si lo prefiere en los árboles de cerca de la costa...
Sea como sea, ya lo solucionaremos a su momento.
<< ¿Nos ponemos en marcha, entonces? >> dije a mi amiguito con una gran sonrisa, mientras me ponía de pie con mis escasas pertenencias ya metidas en mi petate, y sin esperar respuesta, me puse a caminar hacia el sur...
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Re: A orillas del Awa... [RC]
Había un cambio de ruta, despues de todo. Llegarían antes a la costa y podrían ir directos al Reino Oceánico sobre la superficie del mar, sin necesidad de pasar por ningún otro lugar a pie. Además, Ela no parecía tener ganas de volver a casa.
Kronos se preguntó por qué. Despues de todo, era su familia quien la esperaba ahí... Si Kronos hubiera tenido una familia a la que visitar, sin duda lo hubiera dejado todo para ir a verla. Pero no tenía nada parecido. Tan solo le quedaban las gentes de su poblado, donde había vivido su infancia, pero las miradas de lástima y compasión que le echaban cuando lo veían aparecer lo desalentaba completamente a volver a aquel lugar.
Partieron sin demora dirección sureste. A pesar de que podían orientarse perfectamente por el movimiento de los soles, Kronos no tardó en sacar su brújula mágica para alardear de ella ante la varu, con fingido desinterés:
- Es una Brújula Lim-Tsu -explicó el elfo, disfrutando de la curiosidad de Ela- En vez de indicar al norte, su aguja te guía hacia donde más deseas ir. En este caso hacia Gantadd, claro. Sólo tenemos que desviarnos un poco de donde señale la brújula y llegaremos pronto a la costa.
Siguieron caminando sin descanso. Bueno, todos menos Pichu, que daba rienda suelta a su vagancia dejando que el silfo la llevara en su hombro, como si de un nimen se tratase.
Cuando el segundo de los soles empezaba a declinar, llegaron por fin a los confines de Awa. La vegetación terminaba para dar paso a una pequeña llanura. Más allá, un pequeño bosque bordeaba el límite de la costa. Si lo cruzaban, por fin habrían llegado al mar.
- Bueno, sólo nos quedan unas horas de viaje. ¿Qué tal si pasamos la noche aquí, y continuamos mañana?- preguntó el silfo, bostezando sin poder evitarlo. Le dolían las piernas por la caminata, y prefería pasar la noche en su querido bosque antes que en aquella llanura, abierta a cualquier peligro.
Pichu también bostezó, sentada en su hombro. Kronos la miró con desdén.
"Será vaga, la muy roedora..."
PD: wow... imagen de firma nueva! xD queda guay (ya veo que me has hecho caso! ahora me siento util... )
una cosilla... te has dejado poner el link de tu inventario para la bolsa, y además el link que has puesto de tu ficha esta sacado del buscador (creo, porque salen las "de" remarcadas O.o)
Kronos se preguntó por qué. Despues de todo, era su familia quien la esperaba ahí... Si Kronos hubiera tenido una familia a la que visitar, sin duda lo hubiera dejado todo para ir a verla. Pero no tenía nada parecido. Tan solo le quedaban las gentes de su poblado, donde había vivido su infancia, pero las miradas de lástima y compasión que le echaban cuando lo veían aparecer lo desalentaba completamente a volver a aquel lugar.
Partieron sin demora dirección sureste. A pesar de que podían orientarse perfectamente por el movimiento de los soles, Kronos no tardó en sacar su brújula mágica para alardear de ella ante la varu, con fingido desinterés:
- Es una Brújula Lim-Tsu -explicó el elfo, disfrutando de la curiosidad de Ela- En vez de indicar al norte, su aguja te guía hacia donde más deseas ir. En este caso hacia Gantadd, claro. Sólo tenemos que desviarnos un poco de donde señale la brújula y llegaremos pronto a la costa.
Siguieron caminando sin descanso. Bueno, todos menos Pichu, que daba rienda suelta a su vagancia dejando que el silfo la llevara en su hombro, como si de un nimen se tratase.
Cuando el segundo de los soles empezaba a declinar, llegaron por fin a los confines de Awa. La vegetación terminaba para dar paso a una pequeña llanura. Más allá, un pequeño bosque bordeaba el límite de la costa. Si lo cruzaban, por fin habrían llegado al mar.
- Bueno, sólo nos quedan unas horas de viaje. ¿Qué tal si pasamos la noche aquí, y continuamos mañana?- preguntó el silfo, bostezando sin poder evitarlo. Le dolían las piernas por la caminata, y prefería pasar la noche en su querido bosque antes que en aquella llanura, abierta a cualquier peligro.
Pichu también bostezó, sentada en su hombro. Kronos la miró con desdén.
"Será vaga, la muy roedora..."
PD: wow... imagen de firma nueva! xD queda guay (ya veo que me has hecho caso! ahora me siento util... )
una cosilla... te has dejado poner el link de tu inventario para la bolsa, y además el link que has puesto de tu ficha esta sacado del buscador (creo, porque salen las "de" remarcadas O.o)
Yandrak- Oráculo de Karevan
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Re: A orillas del Awa... [RC]
off: jeje si, al final me puse con ello y conseguí hacerlo! lo del inventario lo deje porque no tengo nada comprado y no lo tengo hecho :s
Lo de la imagen... si, está chula, era así más o menos como lo imaginaba cuando se despertó de la mala o..tia XD pero ya la retocaré cuando tenga tiempo y ganas
----------------------------------------------------------------
Tras acordar el itinerario que tomaríamos para nuestro viaje, comenzamos la larga marcha hacia el sureste.
En el camino, Kronos me mostró su maravillosa brújula Lim-Tsu, un práctico artefacto mágico que muestra la dirección que debes seguir para llegar a aquello que más deseas.
<< Oh, pero este cacharro es maravilloso! Tengo que hacerme con uno... >> dije realmente fascinada por el peculiar objeto.
Seguimos caminando sin incidentes ni acontecimientos dignos de recordar, pero manteniendo una agradable conversación... lo cierto es que cada vez me caía mejor el hombrecillo este.
Cuando divisamos la linde del bosque de Awa, Kronos se detuvo;
Bueno, sólo nos quedan unas horas de viaje. ¿Qué tal si pasamos la noche aquí, y continuamos mañana? había dicho, soltando un amplio bostezo final, al igual que Pichu.
<< Por mi perfecto, Kronos. Además, mejor dormir al amparo del bosque... puede que haya piratas rondando la costa, o salteadores de caminos, o cualquier otro peligro... estaremos mejor aquí. >>
Ahora que habíamos acordado dormir a amparo de los grandes árboles de Awa, abrí mi odre y renové el agua de mi hechizo-vestimenta... el agua que había utilizado en el primer conjuro estaba sucia y viciada tras las horas y el polvo del camino.
<< Me quedan pocas frutas, Kronos... Me acercaré al río para coger algunas algas y bayas por el
camino >> le dije mientras me ponía en marcha.
Al volver veo a Kronos jugueteando con Pichu y sonrío al darme cuenta de lo mucho que admiro el espíritu alegre despreocupado de mi nuevo amigo. << ¡Esa ardillita te costará años de vida como siga exigiendote tanta actividad! >> comento medio riendo.
Una vez hemos cenado, me dispongo a realizar el hechizo de vigilia aletargada que había explicado a Kronos. Concentro mi energía mágica y pronuncio lentamente las palabras arcanas del encantamiento. Mientras lo hago, una especie de tenue luz ambarina surge de mis mano, ascendiendo lentamente por mis brazos hasta rodearme completamente como una mortecina aura. Tras unos segundos, empieza a desaparecer de fuera hacia dentro, como su mi cuerpo la absorbiera por todos los poros, y finalmente, desaparece.
<< Pues esto ya está... No te asustes si te despiertas en mitad de la noche y me encuentras sentada y con los ojos abiertos, estaré dormida... aunque si mis ojos o mis oídos captan algo extraño, despertaré enseguida. >> Dicho esto, recojo mis cosas y me pongo cómoda sobre la hierva, en posición de loto. No tardo en adormecerme, y aunque mis párpados no se cierran, mi conciencia se sume poco a poco en la oscuridad
Lo de la imagen... si, está chula, era así más o menos como lo imaginaba cuando se despertó de la mala o..tia XD pero ya la retocaré cuando tenga tiempo y ganas
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Tras acordar el itinerario que tomaríamos para nuestro viaje, comenzamos la larga marcha hacia el sureste.
En el camino, Kronos me mostró su maravillosa brújula Lim-Tsu, un práctico artefacto mágico que muestra la dirección que debes seguir para llegar a aquello que más deseas.
<< Oh, pero este cacharro es maravilloso! Tengo que hacerme con uno... >> dije realmente fascinada por el peculiar objeto.
Seguimos caminando sin incidentes ni acontecimientos dignos de recordar, pero manteniendo una agradable conversación... lo cierto es que cada vez me caía mejor el hombrecillo este.
Cuando divisamos la linde del bosque de Awa, Kronos se detuvo;
Bueno, sólo nos quedan unas horas de viaje. ¿Qué tal si pasamos la noche aquí, y continuamos mañana? había dicho, soltando un amplio bostezo final, al igual que Pichu.
<< Por mi perfecto, Kronos. Además, mejor dormir al amparo del bosque... puede que haya piratas rondando la costa, o salteadores de caminos, o cualquier otro peligro... estaremos mejor aquí. >>
Ahora que habíamos acordado dormir a amparo de los grandes árboles de Awa, abrí mi odre y renové el agua de mi hechizo-vestimenta... el agua que había utilizado en el primer conjuro estaba sucia y viciada tras las horas y el polvo del camino.
<< Me quedan pocas frutas, Kronos... Me acercaré al río para coger algunas algas y bayas por el
camino >> le dije mientras me ponía en marcha.
Al volver veo a Kronos jugueteando con Pichu y sonrío al darme cuenta de lo mucho que admiro el espíritu alegre despreocupado de mi nuevo amigo. << ¡Esa ardillita te costará años de vida como siga exigiendote tanta actividad! >> comento medio riendo.
Una vez hemos cenado, me dispongo a realizar el hechizo de vigilia aletargada que había explicado a Kronos. Concentro mi energía mágica y pronuncio lentamente las palabras arcanas del encantamiento. Mientras lo hago, una especie de tenue luz ambarina surge de mis mano, ascendiendo lentamente por mis brazos hasta rodearme completamente como una mortecina aura. Tras unos segundos, empieza a desaparecer de fuera hacia dentro, como su mi cuerpo la absorbiera por todos los poros, y finalmente, desaparece.
<< Pues esto ya está... No te asustes si te despiertas en mitad de la noche y me encuentras sentada y con los ojos abiertos, estaré dormida... aunque si mis ojos o mis oídos captan algo extraño, despertaré enseguida. >> Dicho esto, recojo mis cosas y me pongo cómoda sobre la hierva, en posición de loto. No tardo en adormecerme, y aunque mis párpados no se cierran, mi conciencia se sume poco a poco en la oscuridad
Invitado- Invitado
Re: A orillas del Awa... [RC]
Kronos observaba la ejecución del hechizo de Ela con fascinación. Cuando aquella luz que emergió de sus manos comenzó a cubrir su cuerpo por completo, el silfo no pudo sino dejar escapar una ovación de asombro.
Poco a poco la luz se fue desvaneciendo, y pronto la varu le avisó de que el hechizo había finalizado. Entraría en un estado de semiinconsciencia durante la noche, atenta a cualquier perturbación en su alrededor. Kronos se preguntó sus ronquidos le molestarían en ese estado también. Esperaba que no.
Pichu ya había caído dormido cuando Kronos se tendió sobre la hierba para descansar, con otro bostezo. Observó un momento la extraña postura en que se había colocado la varu, un tanto cómica en su opinión, como si se preparara para hacer yoga, pero no dijo nada al respecto. Decidió cerrar los ojos y dormir.
Un segundo después volvió a abrir los ojos. ¡Por un momento casi se había olvidado! "Yo también tengo algo que puede sernos útil... aunque no sepa hacer magia" recordó que le había dicho a la varu, horas antes.
En silencio, se levantó y sacó de su bolsa de viaje un pequeño objeto que parecía una nuez. Era en realidad una semilla Erworn, que había comprado días atrás en el mercado de Vanissar, en una extraña tienda que vendía extraños potajes y curiosidades vegetales.
Hubiera preferido que la varu pudiese haber contemplado el espectáculo, pero dado que el hechizo ya le hacía efecto prefirió no molestarla. Sin esperar un segundo, se agachó sobre la hierba y cavó un pequeño agujero en el suelo, donde introdujo la semilla y la enterró.
Un segundo después, casi sin darle tiempo a apartarse, la semilla ya había germinado y crecía a una velocidad pasmosa, primero alargando su tallo, que se trenzaba y ondulaba como una serpiente, y más tarde abriéndose en lo alto, creando una especie de paraguas gigante hecho con hojas enormes, que se expandieron más y más hasta tocar tierra.
Y entonces la planta dejó de crecer.
Sin embargo, era suficiente. La cúpula vegetal que se había creado a su alrededor los protegería de cualquier ataque... y además no permitiría salir a Kronos de su interior, si es que se levantaba sonámbulo. Aunque no lo pareciera, las paredes de aquella cúpula eran más resistentes de lo que parecían...
Ahora sí, estaba listo para dormir. Unos minutos después, yacía roncando suavente sobre la hierba, a la sombra de la estrambólica planta en que se había convertido la semilla Erworn.
Era más de medianoche cuando Kronos volvió a abrir los ojos.
Pero ya no era él. La profunda oscuridad que se adivinaba en sus ojos negros lo delataba. Se incorporó en silencio, con el rostro inmutable, y miró hacia arriba.
Un destello de confusión apareció en su rostro cuando sus ojos se toparon con aquel extraño manto vegetal que lo rodeaba, en lugar de la luz de las lunas y las estrellas.
Sus labios se curvaron en una mueca de rabia, y sin pensarlo dos veces echó a volar, decidido a atravesar aquel extraño techo que osaba contariarle.
Pero no fue tan sencillo. Lo comprendió cuando chocó contra las enormes hojas de la planta Erworn, elásticas y resistentes, que lo hiceron rebotar, devolviendolo de nuevo al suelo con un doloroso golpe.
Kronos soltó un gemido de dolor, seguido por un gruñido de rabia contenida. Y se lanzó de nuevo contra la pared de su prisión, una y otra vez, deseando escapar de allí cuanto antes. Deseando la libertad.
Poco a poco la luz se fue desvaneciendo, y pronto la varu le avisó de que el hechizo había finalizado. Entraría en un estado de semiinconsciencia durante la noche, atenta a cualquier perturbación en su alrededor. Kronos se preguntó sus ronquidos le molestarían en ese estado también. Esperaba que no.
Pichu ya había caído dormido cuando Kronos se tendió sobre la hierba para descansar, con otro bostezo. Observó un momento la extraña postura en que se había colocado la varu, un tanto cómica en su opinión, como si se preparara para hacer yoga, pero no dijo nada al respecto. Decidió cerrar los ojos y dormir.
Un segundo después volvió a abrir los ojos. ¡Por un momento casi se había olvidado! "Yo también tengo algo que puede sernos útil... aunque no sepa hacer magia" recordó que le había dicho a la varu, horas antes.
En silencio, se levantó y sacó de su bolsa de viaje un pequeño objeto que parecía una nuez. Era en realidad una semilla Erworn, que había comprado días atrás en el mercado de Vanissar, en una extraña tienda que vendía extraños potajes y curiosidades vegetales.
Hubiera preferido que la varu pudiese haber contemplado el espectáculo, pero dado que el hechizo ya le hacía efecto prefirió no molestarla. Sin esperar un segundo, se agachó sobre la hierba y cavó un pequeño agujero en el suelo, donde introdujo la semilla y la enterró.
Un segundo después, casi sin darle tiempo a apartarse, la semilla ya había germinado y crecía a una velocidad pasmosa, primero alargando su tallo, que se trenzaba y ondulaba como una serpiente, y más tarde abriéndose en lo alto, creando una especie de paraguas gigante hecho con hojas enormes, que se expandieron más y más hasta tocar tierra.
Y entonces la planta dejó de crecer.
Sin embargo, era suficiente. La cúpula vegetal que se había creado a su alrededor los protegería de cualquier ataque... y además no permitiría salir a Kronos de su interior, si es que se levantaba sonámbulo. Aunque no lo pareciera, las paredes de aquella cúpula eran más resistentes de lo que parecían...
Ahora sí, estaba listo para dormir. Unos minutos después, yacía roncando suavente sobre la hierba, a la sombra de la estrambólica planta en que se había convertido la semilla Erworn.
Era más de medianoche cuando Kronos volvió a abrir los ojos.
Pero ya no era él. La profunda oscuridad que se adivinaba en sus ojos negros lo delataba. Se incorporó en silencio, con el rostro inmutable, y miró hacia arriba.
Un destello de confusión apareció en su rostro cuando sus ojos se toparon con aquel extraño manto vegetal que lo rodeaba, en lugar de la luz de las lunas y las estrellas.
Sus labios se curvaron en una mueca de rabia, y sin pensarlo dos veces echó a volar, decidido a atravesar aquel extraño techo que osaba contariarle.
Pero no fue tan sencillo. Lo comprendió cuando chocó contra las enormes hojas de la planta Erworn, elásticas y resistentes, que lo hiceron rebotar, devolviendolo de nuevo al suelo con un doloroso golpe.
Kronos soltó un gemido de dolor, seguido por un gruñido de rabia contenida. Y se lanzó de nuevo contra la pared de su prisión, una y otra vez, deseando escapar de allí cuanto antes. Deseando la libertad.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
"Estoy de nuevo en casa... que extraño. No se como he llegado aquí." el Ultramarinos Dugla-Nugga de sus padres estaba cerrado y no se veía a nadie nadando por las cuestionables "calles" de la aldea varu. De repente escuchó el sonido de unas aletas acercándose y en su cabeza sintió las palabras amenazadoras de Glube, el pesado pretendiente que llevaba años molestándola... << De hoy no te libras, zorra >>
Los brazos y piernas de Ela nadaban a todo lo que daban de sí, pero no lograba avanzar ni una pulgada, mientras su perseguidor se acercaba inexorable...
Pero de repente la pequeña parte de consciencia que el hechizo había mantenido alerta captó unos extraños sonidos que se filtraron por toda mi mente y en un segundo estaba totalmente despierta. Solo era esa estúpida pesadilla una vez más...
Me acerco a la extraña cúpula vegetal que se sitúa donde debería estar Kronos. Puede que sea una de las cualidades del silfo... tan cercanos están de la naturaleza que tal vez puedan transformarse en árboles para descansar...
<< eeh... ¿Kronos? >> dije mientras me levantaba y tocaba con un dedo la superficie vegetal. En cuanto lo hice sentí una cúpula mágica cubriendo el extraño árbol... "No sabía que Kronos fuera hechicero. Aunque puede ser cosa de sus poderes de feérico"
<< Kronos, ¿estás despierto? >> un golpe proveniente del interior de sacudió la cúpula y un extraño gruñido surgió de ella, muy débil, amortiguado por las capas de hojas, pero que mis agudos oídos pudieron captar. Daba realmente miedo. "Oh no! puede que algún animal salvaje haya entrado de alguna manera en la cúpula protectora y Kronos esté atrapado dentro con ella!"
Me concentro y pronuncio las palabras de un contrahechizo que desbaratará la cúpula protectora del árbol.
La energía fluye libre, pero rebota y es devuelta con fuerza sobre mí, derribándome.
<< Kronos, ¿que está pasando? >> intento dirigir mi telepatía a su mente, pero no la encuentro. No se si es por la acción de la cúpula o por que Kronos está.... No no puede ser. Tiene que ser cosa de esta maldita planta. Si mi magia no ha logrado desbaratar la magia que la protege la primera vez, no lo hará la segunda, así que busco en mi repertorio un conjuro que rasgará la tierra bajo la cúpula y lo combinaré con otro que creará un fuerte viento que elevará la planta como si de un diente de león se tratase.
"Si, eso servirá para liberar a Kronos y darle su merecido a esa alimaña"
Me concentro y realizo los conjuros, que tienen el efecto deseado, pero al elevarse la cúpula, de su interior sale veloz como un rayo negro una extraña silueta que alterna la carrera y los largos saltos, casi como si volara, que arremete contra mí, me empuja y me hace caer, escapando hacia la maleza.
Una vez me incorporo corro hacia donde estaba el árbol, que ahora es una pequeña semilla, poco más grande que un guijarro. Me sorprendo sobremanera al ver que Kronos no está por ninguna parte.
<< Pero que coj... >> No puede ser él....
Recojo la semilla y la guardo, y hecho a correr detrás de la bestia, dispuesta a desentrañar el misterio. Si se ha llevado a Kronos lo rescataré y si le ha hecho algo...me vengaré con toda la furia que sea capaz de albergar mi corazón. Dejo que la magia fluya por mi cuerpo, dotándome de nuevo con ese terrible aspecto que me posee cuando me enfado, afilando mis rasgos y rodeándome de un aura crepitante y realizo un hechizo de velocidad que me hace correr tan rápida como una pantera entre los frondosos vegetales del bosque de Awa, en pos de la extraña criatura.
Los brazos y piernas de Ela nadaban a todo lo que daban de sí, pero no lograba avanzar ni una pulgada, mientras su perseguidor se acercaba inexorable...
Pero de repente la pequeña parte de consciencia que el hechizo había mantenido alerta captó unos extraños sonidos que se filtraron por toda mi mente y en un segundo estaba totalmente despierta. Solo era esa estúpida pesadilla una vez más...
Me acerco a la extraña cúpula vegetal que se sitúa donde debería estar Kronos. Puede que sea una de las cualidades del silfo... tan cercanos están de la naturaleza que tal vez puedan transformarse en árboles para descansar...
<< eeh... ¿Kronos? >> dije mientras me levantaba y tocaba con un dedo la superficie vegetal. En cuanto lo hice sentí una cúpula mágica cubriendo el extraño árbol... "No sabía que Kronos fuera hechicero. Aunque puede ser cosa de sus poderes de feérico"
<< Kronos, ¿estás despierto? >> un golpe proveniente del interior de sacudió la cúpula y un extraño gruñido surgió de ella, muy débil, amortiguado por las capas de hojas, pero que mis agudos oídos pudieron captar. Daba realmente miedo. "Oh no! puede que algún animal salvaje haya entrado de alguna manera en la cúpula protectora y Kronos esté atrapado dentro con ella!"
Me concentro y pronuncio las palabras de un contrahechizo que desbaratará la cúpula protectora del árbol.
La energía fluye libre, pero rebota y es devuelta con fuerza sobre mí, derribándome.
<< Kronos, ¿que está pasando? >> intento dirigir mi telepatía a su mente, pero no la encuentro. No se si es por la acción de la cúpula o por que Kronos está.... No no puede ser. Tiene que ser cosa de esta maldita planta. Si mi magia no ha logrado desbaratar la magia que la protege la primera vez, no lo hará la segunda, así que busco en mi repertorio un conjuro que rasgará la tierra bajo la cúpula y lo combinaré con otro que creará un fuerte viento que elevará la planta como si de un diente de león se tratase.
"Si, eso servirá para liberar a Kronos y darle su merecido a esa alimaña"
Me concentro y realizo los conjuros, que tienen el efecto deseado, pero al elevarse la cúpula, de su interior sale veloz como un rayo negro una extraña silueta que alterna la carrera y los largos saltos, casi como si volara, que arremete contra mí, me empuja y me hace caer, escapando hacia la maleza.
Una vez me incorporo corro hacia donde estaba el árbol, que ahora es una pequeña semilla, poco más grande que un guijarro. Me sorprendo sobremanera al ver que Kronos no está por ninguna parte.
<< Pero que coj... >> No puede ser él....
Recojo la semilla y la guardo, y hecho a correr detrás de la bestia, dispuesta a desentrañar el misterio. Si se ha llevado a Kronos lo rescataré y si le ha hecho algo...me vengaré con toda la furia que sea capaz de albergar mi corazón. Dejo que la magia fluya por mi cuerpo, dotándome de nuevo con ese terrible aspecto que me posee cuando me enfado, afilando mis rasgos y rodeándome de un aura crepitante y realizo un hechizo de velocidad que me hace correr tan rápida como una pantera entre los frondosos vegetales del bosque de Awa, en pos de la extraña criatura.
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Re: A orillas del Awa... [RC]
FDR: ups... se suponía que la cúpula protectora nos habia cubierto a los dos, tenia pensado eso pa no escaparme de ahi y tu poder vigilarme desde dentro xD pero weno, da igual ^^ seguimos asi
Kronos no perdió un sólo segundo cuando comprendió que sus incansables golpes contra la celda vegetal habían dado sus frutos, dejándole un lugar por donde escapar en la parte inferior de la cúpula. O al menos él creía que lo había conseguido por mérito propio.
Se deslizó como un relámpago por debajo, saliendo al exterior bajo la luz de las lunas, y continuó corriendo incansable, perdiendose de nuevo en el interior de Awa, sin percatarse siquiera de que la varu, su compañera de viaje, se había despertado. Porque ahora Kronos ya no sabía de amistades ni de sentimientos. Sólo seguía su instinto. Su instinto de caza. Y podía ser peligroso para cualquiera que se interpusiera entre él y su objetivo.
Siguió corriendo por el bosque un rato más, y entonces decidió echar a volar. No era facil maniobrar en el aire entre tantos árboles, pero el cuerpo del silfo era muy manejable debido a su reducido tamaño, y aunque hubiera sido más grande aquello no hubiera detenido a la criatura en que se había convertido. Porque aquella bestia tenía sed. Sed de sangre...
Sus instintos se dispararon cuando oyó un chasquido a su alrededor, entre los matorrales. En un ágil movimento, aterrizó y se agazapó contra el suelo, a cuatro patas, como un animal. Sus labios se torcieron en una mueca agresiva mientras observaba con detenimiento los matojos que tenía enfrente.
Cuando su presa optó por escapar, ya era demasiado tarde. Con un rápido salto, se abalanzó contra el nimen que desgraciadamente se había topado en el camino del silfo y lo inmovilozó contra el suelo, con una asombrosa fuerza que no era propia en un niño de su edad.
El pobre animal chillaba y se retorcía, tratando de escapar de su depredador, pero todo era en vano. Sus ojos vidriosos se abrieron de par en par, en una mueca de sorpresa y horror, cuando sintió los dientes del silfo clavándose en su duro exoesqueleto, a la altura de la cabeza. Segundos después ya estaba muerto, y Kronos devoraba sus entrañas sin remordimientos, con tal ímpetu que cualquiera hubiera imaginado que aquel ser no había comido en años...
Kronos no perdió un sólo segundo cuando comprendió que sus incansables golpes contra la celda vegetal habían dado sus frutos, dejándole un lugar por donde escapar en la parte inferior de la cúpula. O al menos él creía que lo había conseguido por mérito propio.
Se deslizó como un relámpago por debajo, saliendo al exterior bajo la luz de las lunas, y continuó corriendo incansable, perdiendose de nuevo en el interior de Awa, sin percatarse siquiera de que la varu, su compañera de viaje, se había despertado. Porque ahora Kronos ya no sabía de amistades ni de sentimientos. Sólo seguía su instinto. Su instinto de caza. Y podía ser peligroso para cualquiera que se interpusiera entre él y su objetivo.
Siguió corriendo por el bosque un rato más, y entonces decidió echar a volar. No era facil maniobrar en el aire entre tantos árboles, pero el cuerpo del silfo era muy manejable debido a su reducido tamaño, y aunque hubiera sido más grande aquello no hubiera detenido a la criatura en que se había convertido. Porque aquella bestia tenía sed. Sed de sangre...
Sus instintos se dispararon cuando oyó un chasquido a su alrededor, entre los matorrales. En un ágil movimento, aterrizó y se agazapó contra el suelo, a cuatro patas, como un animal. Sus labios se torcieron en una mueca agresiva mientras observaba con detenimiento los matojos que tenía enfrente.
Cuando su presa optó por escapar, ya era demasiado tarde. Con un rápido salto, se abalanzó contra el nimen que desgraciadamente se había topado en el camino del silfo y lo inmovilozó contra el suelo, con una asombrosa fuerza que no era propia en un niño de su edad.
El pobre animal chillaba y se retorcía, tratando de escapar de su depredador, pero todo era en vano. Sus ojos vidriosos se abrieron de par en par, en una mueca de sorpresa y horror, cuando sintió los dientes del silfo clavándose en su duro exoesqueleto, a la altura de la cabeza. Segundos después ya estaba muerto, y Kronos devoraba sus entrañas sin remordimientos, con tal ímpetu que cualquiera hubiera imaginado que aquel ser no había comido en años...
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