Ficha de Tirso

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Masculino

Tirso es un joven feérico, podríamos decir que es un hada macho, por lo que carece de las alas típicas de los pequeños silfos. Además, al ser su abuela una humana, tampoco goza de la tonalidad verdusca de la piel. También, y gracias a su ascendencia humana, es casi tan alto como cualquier joven humano. Pero la poca sangre humana que corre por sus venas no ha logrado hacer desaparecer el aspecto pardusco de su pelo, que se asemeja a un matojo de hierba, sus ojos negros y las puntiagudas orejas, sus habilidades con la magia telúrica o su amor por la naturaleza.

Como todos los de su raza, es algo desconfiado a la hora de consentir extraños en su bosque. A la vez es amable y ha sido educado en una familia de comerciantes, lo que le ha enseñado a tratar con todo tipo de gentes. Se precia de ser comprensivo y paciente, aunque no dudará en destrozar con sus propias manos a quien se atreva a dañar una sola planta. Es divertido y disfruta haciendo reír a los demás, siempre con bromas y juegos que a alguno le pueden resultar cansinos en ciertas ocasiones. No se ha visto nunca en problemas serios, en los que peligrara su vida, por lo que no se sabe como reaccionaría si se diera el caso.

Es bueno regateando y camelando a los demás, utilizando frases zalameras y diciendo lo que se desea escuchar. Se ha entrenado con sus primos y su hermana en el uso de la espada, utilizando la dura madera de los árboles de Awa para confeccionar armas. Es ágil y decidido, pero no titubea en usar malas artes o atacar por la espalda si es necesario. También es bueno con la cerbatana y siempre la tiene a mano, siendo mortalmente preciso si la situación lo requiere.
La magia de Wina está viva en él, por lo que es capaz de hacer germinar y crecer plantas, así como mover o modificar la flora a su antojo. Conoce bien, dado el trabajo de su familia como comerciantes, las propiedades y facultades de las plantas y los seres del reino de Wina.

Es temerario y cabezota. Se fía muy pronto de la gente; cuando conoce a alguien que se muestra amable, abre su corazón sin reservas, lo que hace que muchas veces vea su confianza traicionada. Aún así, no puede evitar ser confiado y amistoso.
No tolera NINGÚN abuso sobre las plantas, siendo agresivo en ocasiones contra los que osan prender fuego o quebrar ramas sin un buen motivo. "Un hueso roto por cada rama partida" es un lema que tiene bien presente, y en la convivencia con otras razas, puede ser un gran inconveniente.

Pasear por el bosque, ya sea a pie o colgando de lianas. Hablar, hablar, hablar y hablar. Hacer bromillas y conocer gente. Ah, y hablar.

El fuego y la gente que habla más que él, por no mencionar a lo carpinteros que se jactan de trabajar con la madera que extraen con violencia y sin mesura de la floresta.

Nació en el Bosque de Awa donde creció con sus padres y su abuela humana, por lo que conoce las costumbres y modos de vida de los hombres desde pequeño. Siempre escuchó fascinado las historias de su abuela, y se encargó a conciencia de contárselas a todo aquel que se cruzaba en su camino.
Cuando era relativamente joven, comenzó a acompañar a su padre en sus viajes de comercio, donde conoció también a algunos varu y celestes.

Su vida transcurría tranquila hasta que su prometida le abandonó por otro y se le rompió el corazón. Sigue sin pensar mal de la gente y confiando en todos, pero ha decidido que no quiere seguir viviendo cerca de esa mujer que le hizo sentirse tan ridículo y traicionado. Ahora se prepara para viajar por el mundo y conocer todos los rincones del continente.

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