Ficha de personaje No es muy alto, pero no es lo que se dice bajito para su edad. Es delgado y apenas tiene músculos, pero tiene bunas piernas lo que le sirve para nadar a gran velocidad y correr bastante rápido.
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Está muy contento la mayor parte del tiempo, siempre que piensa por qué está así de contento piensa: "No hay razones para estar triste..." algunas personas en la vida lo han visto llorar o estar triste, pues es una de esas personas que se llevan bien con todo el mundo y no le preocupa casi nada, aunque alguna vez alguien se ha metido con él, ha ganado la pelea o físicamente o emocionalmente, auqnue nunca ha tenido amigos de corazón, siempre se ha llevado bien con casi todos los de su edad y algunos que otros mayores, al igual que los niños pequeños. En definitiva, Emon no tiene ninguna razón para enfadarse o estar triste. |
-Nada bastante rápido. -Corre desde pequeño, lo que hace que corra rápido. -Tiene ojos bastante buenos y puede ver a gran distancia a la perfección. | -A veces se mete donde no le llaman, lo que provoca peleas innecesarias. -Cuando se mete en su bola, es bastante despistado, lo que le lleva a empanarse más de una vez. |
-Siempre que hace buen día o el agua está limpia le encanta nadar hasta mediodía. -Camina un poco por las noches y se tumba a observar las estrellas cuando no hay prácticamente nadie. | Odia a algunos bichos, arañas... cucarachas... abejas... mosquitos... No le gusta los chulitos que van de superiores.
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Emon, de pequeño, antes de que desapareciera su padre y su hermano, antes de nacer su hermana pequeña, siempre salía con su padre por caminos largos y verdosos llenos de flores, lo que llevo ha hacer de él un buen corredor, los caminos largos. Cada vez que se hacía de noche, que no fue precisamente una, dos o tres veces se tumbaban a observar las estrellas y a veces se quedaban dormidos y despertaban a las cinco o a las seis de la mañana y salían corriendo a su cabaña, otras veces no se quedaban dormidos, pero seguían queriéndose quedar allí, y nadie se lo impedía. En cuanto a su hermano, se llevaban bien, pero siempre era como el primer y último capítulo de un libro, estaban apartados de sus vidas, a veces, para comer, o al salir de excursión o en viajes duraderos no tenían más remedio que hablarse, pero aunque a Emon le hacía ilusión, a su hermano Irak no tanto, no mostraba gestos en la cara ni nada parecido, era como no sintiera emociones, una cosas cual Emon dudaba año después, mucho después de nacer su hermana Nissa que por eso se fue su hermano. |
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