Ficha: Carlaah

NOMBRE : Carlaah Khybber

RAZA: Feérica

EDAD: 12

SEXO: Femenino

DESCRIPCIÓN FÍSICA: Es alta para su edad, es de pelo moreno, de ojos negros y de piel no muy blanca. Suele llevar una camisa, unos pantalones un poco ajustados y como calzado suele llevar sandalias, pero muchas veces va descalza.

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DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Es muy tímida, reservada y desconfiada con la gente que no conoce, pero al cabo del tiempo cuando consigue confianza es muy alegre, simpática y divertida. Es muy soñadora, se pasa el tiempo con la cabeza en las nubes y cuando se tiene un sueño no deja de perseguirlo hasta que acaba consiguiéndolo. Es muy exploradora, valiente y curiosa y cuando descubre algo nuevo lo tiene que explorar.

HABILIDADES: Es muy hábil, ágil, veloz, tiene una gran capacidad para llevarse bien con cualquier animal que encuentra, es de mente ágil y su instinto siempre la lleva al lugar correcto.

DEFECTOS: Es muy despistada por lo que se pasa el tiempo con la cabeza en las nubes , es demasiado independiente y a veces la timidez la vence.

AFICIONES: La gusta pasar el tiempo sentada al pie de un árbol leyendo o escribiendo. La gusta estar rodeada de animales y suele buscar cosas que descubrir en cualquier momento. La gusta mucho cantar, pero no en público, ya que es muy tímida.

COSAS QUE ODIAS: No soporta a la gente que hace pasar mal a las personas, la injusticia y ser el centro de atención.

PASADO:
A los tres años Carlaah dejó el bosque de Awa, su lugar de nacimiento para irse a vivir a Vanissar con su familia, para arreglar sus problemas económicos. En Vanissar sus padres conocieron varios mercaderes que hablaban sobre ellos y sobre sus cultivos en el bosque de Awa. Gracias a ellos, su familia ganó la fortuna suficiente como para volver a poder vivir en las buenas condiciones en las que vivía antes de irse a Vanissar. En la familia de Carlaah transcurrieron los años y un día inesperado, su padre se tuvo que volver a Vanissar, pero no volvió. Venían mensajeros a contarnos los mensajes que él nos mandaba, pero su padre no volvió. Hasta entoces, Carlaah ha vivido sin él. Ahora con doce años que tiene Carlaah, siempre se ha guiado por su instinto aventurero y se entrena para que cuando llegue el día en el que ella ya esté lo suficientemente entrenada para valerse por ella misma, vaya a buscar a su padre y nadie se lo impida.