Ficha Erick Nae
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Ficha Erick Nae
Invitado Miér Jun 19, 2013 1:03 am
Nombre: Erick Nae
Raza: Dragón/humano
Edad: 16 años
Sexo: Masculino/Varón
Descripción física: Mide 1,90. Es rubio de ojos azules. Viste colores oscuros o rojos ocultando un cuerpo fibroso y ágil. Como dragón es color esmeralda, de tamaño enorme y cola llena de espinas.
Foto:
Descripción psicológica: “Disfrutamos del calor porque hemos sentido el frío, valoramos la luz porque conocemos la oscuridad y comprendemos la felicidad porque hemos conocido la tristeza… Y solo con la muerte creo que realmente comprendemos lo que es vivir.”
Esa frase lo describe a la perfección. Actualmente es un chico cálido, sensible, valeroso y honorable.
Mantiene la inteligencia de cuando su alma shek aun vivía pero su amor fraternal hacia Hibell lo hace mas impulsivo. Ahora, aprecia todo muchísimo mas. Nunca subestimará a un enemigo.
Y ante todo… es excesivamente celoso.
Habilidades: Transformarse en dragón, manejo increíble con la espada y el martillo, control total sobre su cuerpo frente a la agilidad y el dolor.
Defectos: Su mayor defecto son los celos, también es impulsivo y muy cabezota.
Aficiones: Volar, comer, proteger... y ser útil.
Cosas que odias: A los sheks. Mucho mas allá de su instinto, tiene motivos personales para odiarlos.
Pasado: Nacido en una “familia” de clase media, madre humana, padre híbrido shek.
Tuvo que soportar la humillación de saber que su progenitor abandonó a su madre antes de que naciera.
La razón era Erick.
Para el shek ese niño era un error del que la mejor manera de desprenderse era abandonando.
Crecía y crecía en una familia donde no terminaba de encajar.
Erick notaba como su madre lo miraba con temor, era clavado a su padre, decía.
Y se odiaba.
Se parecía a un ser detestable, el odio lo consumió desde muy joven…
Un único ser logró mantener a raya su locura. Hibell, su medio hermana por parte materna. Una unicornio.
A veces, Erick la odiaba por ser tan hermosa, tan perfecta, tan dulce. La odiaba porque su alma humana la quería mas que a su vida, la odiaba porque su parte shek se maravillaba ante ella. Estaba indefenso con ella, era su punto débil. Y la odiaba por ello.
Pero el joven shek sabía que sin Hibell su vida sería un auténtico caos, que la necesitaba. Y nunca permitió que estuviera en peligro. Pero crecieron, Hibell se marchó de casa y el siguió tras sus pasos mientras investigaba sobre el paradero de su desconocido padre.
Mucho tiempo después, sus investigaciones le alertaron de que el único objetivo de su padre, (llamado Ranssak) había sido la unicornio Hibell.
Resultaba repulsivo, pero su progenitor quería esperar a que ella creciera al igual que su poder, para escapar con ella mas tarde y extraer hasta la última gota de la magia que pudiera canalizar.
Ranssak no tardó en saber que Erick estaba tras su pista, y le mandó sicarios, uno tras otro, para intentar acabar con la vida de aquel molesto hijo que nunca debió haber nacido.
Lamentablemente, bajo las órdenes de Ranssak habían miles de trasgos que lograron capturar a la unicornio. Pero Erick no se rindió, busco a su querida hermana por todo Idhún hasta dar con ella en algún lugar de Trask-Ban. Y dio su vida por ella para que escapase.
Cuando venció al enemigo que la custodiaba, su cuerpo se desangraba rápidamente, sin posibilidad alguna de sanación. Hibell no quería abandonarlo, ella lloraba, gritaba, lo acogía entre sus brazos y le decía que no podía dejarla sola.
- ¡TE MATARÉ YO MISMO, ESTÚPIDA! LÁRGATE O TE RAJARÉ DE ARRIBA A ABAJO ANTES DE MORIR, ¿NO ME VES? ¡EH! ¿NO VES COMO ACABÉ POR TU CULPA? ¡TE ODIO!
Erick se sintió morir, no solo físicamente, si no porque estaba destrozando interiormente a Hibell, se odio mas, mucho mas, pero aunque no sentía lo que decía era necesario para que lo abandonase. Para que no la volvieran a arrestar y su muerte fuera en vano.
Al fin consiguió que Hibell cesase y lo dejase morir en soledad, cuando su parte shek ya había muerto completamente, su alma humana intentaba agarrarse al amor sentido por su hermana, al cariño, a la protección que el debía. Pero la muerte pedía dos almas y no iba a conformarse con una.
Erick perdió el conocimiento y no se dio cuenta de que era trasladado por un hombre que tenía planes de hibridarlo con una raza que anteriormente había sido su enemiga. Un dragón esmeralda.
Logró sobrevivir con otra alma a la que anclarse. Y retomó la búsqueda para lograr encontrarse con Hibell. Y pedirle disculpas por aquellas palabras que jamás sintió.
Raza: Dragón/humano
Edad: 16 años
Sexo: Masculino/Varón
Descripción física: Mide 1,90. Es rubio de ojos azules. Viste colores oscuros o rojos ocultando un cuerpo fibroso y ágil. Como dragón es color esmeralda, de tamaño enorme y cola llena de espinas.
Foto:
Descripción psicológica: “Disfrutamos del calor porque hemos sentido el frío, valoramos la luz porque conocemos la oscuridad y comprendemos la felicidad porque hemos conocido la tristeza… Y solo con la muerte creo que realmente comprendemos lo que es vivir.”
Esa frase lo describe a la perfección. Actualmente es un chico cálido, sensible, valeroso y honorable.
Mantiene la inteligencia de cuando su alma shek aun vivía pero su amor fraternal hacia Hibell lo hace mas impulsivo. Ahora, aprecia todo muchísimo mas. Nunca subestimará a un enemigo.
Y ante todo… es excesivamente celoso.
Habilidades: Transformarse en dragón, manejo increíble con la espada y el martillo, control total sobre su cuerpo frente a la agilidad y el dolor.
Defectos: Su mayor defecto son los celos, también es impulsivo y muy cabezota.
Aficiones: Volar, comer, proteger... y ser útil.
Cosas que odias: A los sheks. Mucho mas allá de su instinto, tiene motivos personales para odiarlos.
Pasado: Nacido en una “familia” de clase media, madre humana, padre híbrido shek.
Tuvo que soportar la humillación de saber que su progenitor abandonó a su madre antes de que naciera.
La razón era Erick.
Para el shek ese niño era un error del que la mejor manera de desprenderse era abandonando.
Crecía y crecía en una familia donde no terminaba de encajar.
Erick notaba como su madre lo miraba con temor, era clavado a su padre, decía.
Y se odiaba.
Se parecía a un ser detestable, el odio lo consumió desde muy joven…
Un único ser logró mantener a raya su locura. Hibell, su medio hermana por parte materna. Una unicornio.
A veces, Erick la odiaba por ser tan hermosa, tan perfecta, tan dulce. La odiaba porque su alma humana la quería mas que a su vida, la odiaba porque su parte shek se maravillaba ante ella. Estaba indefenso con ella, era su punto débil. Y la odiaba por ello.
Pero el joven shek sabía que sin Hibell su vida sería un auténtico caos, que la necesitaba. Y nunca permitió que estuviera en peligro. Pero crecieron, Hibell se marchó de casa y el siguió tras sus pasos mientras investigaba sobre el paradero de su desconocido padre.
Mucho tiempo después, sus investigaciones le alertaron de que el único objetivo de su padre, (llamado Ranssak) había sido la unicornio Hibell.
Resultaba repulsivo, pero su progenitor quería esperar a que ella creciera al igual que su poder, para escapar con ella mas tarde y extraer hasta la última gota de la magia que pudiera canalizar.
Ranssak no tardó en saber que Erick estaba tras su pista, y le mandó sicarios, uno tras otro, para intentar acabar con la vida de aquel molesto hijo que nunca debió haber nacido.
Lamentablemente, bajo las órdenes de Ranssak habían miles de trasgos que lograron capturar a la unicornio. Pero Erick no se rindió, busco a su querida hermana por todo Idhún hasta dar con ella en algún lugar de Trask-Ban. Y dio su vida por ella para que escapase.
Cuando venció al enemigo que la custodiaba, su cuerpo se desangraba rápidamente, sin posibilidad alguna de sanación. Hibell no quería abandonarlo, ella lloraba, gritaba, lo acogía entre sus brazos y le decía que no podía dejarla sola.
- ¡TE MATARÉ YO MISMO, ESTÚPIDA! LÁRGATE O TE RAJARÉ DE ARRIBA A ABAJO ANTES DE MORIR, ¿NO ME VES? ¡EH! ¿NO VES COMO ACABÉ POR TU CULPA? ¡TE ODIO!
Erick se sintió morir, no solo físicamente, si no porque estaba destrozando interiormente a Hibell, se odio mas, mucho mas, pero aunque no sentía lo que decía era necesario para que lo abandonase. Para que no la volvieran a arrestar y su muerte fuera en vano.
Al fin consiguió que Hibell cesase y lo dejase morir en soledad, cuando su parte shek ya había muerto completamente, su alma humana intentaba agarrarse al amor sentido por su hermana, al cariño, a la protección que el debía. Pero la muerte pedía dos almas y no iba a conformarse con una.
Erick perdió el conocimiento y no se dio cuenta de que era trasladado por un hombre que tenía planes de hibridarlo con una raza que anteriormente había sido su enemiga. Un dragón esmeralda.
Logró sobrevivir con otra alma a la que anclarse. Y retomó la búsqueda para lograr encontrarse con Hibell. Y pedirle disculpas por aquellas palabras que jamás sintió.
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