Encuentros en Shia {Shiro y Kylar}

**Shiro** Lun Jun 24, 2013 12:19 pm

Ese día me encontraba bastante cansada de andar de un lado a otro, pero yo me había acabado por acostumbrar al cansancio. Llevaba años de un lado para otro, sin rumbo fijo. Aparté de mi rostro la capucha que llevaba para que me diera el aire; ese día, a decir verdad, no hacía demasiado calor… o al menos para mí, que pasé toda la mi infancia en un desierto. Me parecía que el ambiente estaba animado, pero no me apetecía demasiado ir donde la gente pudiera notar que yo no era humana; igual mi aspecto cantaba demasiado. “Por eso llevo esto siempre puesto”, dije, y sonreí para mí.

Cuando estuve un rato descansando, me puse en pie de nuevo para continuar mi viaje. Para mi mala suerte, estaba empezando a tener hambre y no llevaba nada de dinero encima. Solté una pequeña carcajada, y me dirigí hacia un puesto que llevaba un vendedor ambulante. Cuando recordé que me había quitado la capucha antes, me la volví a poner en seguida. Tenía experiencia en robar, llevaba mucho tiempo haciéndolo. Con intención de quitarle algo con disimulo, me paré en frente de su puesto.

-Buenos días, chica. ¿Quieres algo?

Mi vista se clavó en unas frutas muy raras, nunca las había visto. Eran de color rojo, y muy brillantes. Tenían muy buena pinta. El hombre pareció notarlo, y me dijo:

-Esas son deliciosas, ¿te apetece una?

-Oh, no. Solo vine a mirar. Me gustó el puesto – dije, riéndome.

Miré de un lado para otro haciendo como que buscaba a alguien, sin parar de sonreír. Una mujer se acercó también hacia donde nos encontrábamos, y en cuanto el hombre se puso a atenderla, yo aproveché. A decir verdad, era muy descarada para robar. Ni siquiera esperaba que el tipo mirara hacia otro lado, con el hecho de que se distrajera un instante ya podía echar mano a algo y salir corriendo. Cogí un par de esas frutas y corrí lo más rápido que pude, riendo sin parar, satisfecha de lo que había conseguido. Esquivaba gente que paseaba tranquilamente por la calzada, y escuchaba que el hombre del puesto me llamaba a gritos. Yo, sin embargo, no me detuve.

Mientras corría me dio tiempo a meter lo que había robado en un bolsillo que llevaba la capa, para tener las manos despejadas y trepar al tejado de una de las casas, no muy alta. Me eché a reír, divertida, en cuanto supe que lo había despistado.

-¡Bieen! – grité mientras entrelazaba mis dedos frente a mi cara. Estaba a punto de saltar de lo bien que me había sentado.

Con cuidado, mirando a todos lados antes, bajé de nuevo para ir por ahí tan tranquilamente. “No creo que el hombre se molestara mucho, solo eran un par, no es una gran pérdida”. Supuse que habría dejado de seguirme por eso. Saqué una de las frutas del bolsillo y le di un bocado.

-¡Qué dulcee! – dije para mí, mientras ponía cara de felicidad.

Igual debía dejar de robar, pero si no, ¿cómo iba a vivir? No tenía dinero, no tenía siquiera casa. Me encogí de hombros pensando en esto y me dispuse a dar una vuelta por ahí, vigilando para no toparme con el vendedor.

**Kylar Stern** Mar Jun 25, 2013 12:19 am

Vivir, es como mentir a la muerte. Una pausada mentira, razonada y concienzuda que inspiraba a la cesura, pausa musical entre muerte y su encuentro con ella. Importaba para aquellos que inspiraba esa bendita palabra, importaba para aquellos que sifrutaban d aquella lograda mentira, una mentira a la parca que permitía la existencia, la contemplación de la simple naturaleza. Bendición de algún loco, bendición de algún Dios quizás, pero bendición al fin y al cabo.

Lo s ojos, espejmo del alma, escapaban de aquella cesura entre cientos de colores, formas y vestigios diferentes; Kyle, expectante, inspirador de la cesura. Sus ojos, viajaban entre cientos de metros, observaban lo propio, se quedaban maravillado con lo extraño. Aunque, por más que observara, por más que inspirara con tranquilidad disfrutando de su receso, sabía que su cesura acabaría, el último respiro no tardaría demasiado en llegar.

Unas manos ligeras se abalanzaron casi irrespetuosas ante los ojos de Kyle, un espíritu de fuego las impulsaba a tomar lo que no era suyo, unos ojos preciosos, un pelo blanquecino que lo atrapó y le obligó a seguir su rastro. Sin embargo, lo que más le llamó la atención de aquella aprendiza de ladrona fueron sus gestos desarbolados, una mano ligera para robar, pero errores en la ejecución de la obra de teatro. Una pena. Incluso el tendero la observó alejarse, con un gesto amable le detuvo y entregó la cuantía en oro que ella había sustraído, esta noche no comería caliente a este paso…

-No está mal…pero debe currarse un poco más la actuación previa-

Seguirle el rastro no había sido exactamente difícil, sí complicado, seguir el rastro de un ladrón es como buscar una antigua reliquia, los restos y seguirle el paso a una nueva obra de arte. Tranquilo, con paso taimado sus pasos le dirigieron hasta un árbol cercano, dejando caer todo su cuerpo sobre el tronco del árbol:

-Buenas tardes...¿Cuál es su nombre?-

Su voz sonaba tranquila, parecía mecida por las aguas; sus ropas, cuidadas al milímetro para no parecer un ladrón pero para habilitar el robo sin ser visto, su rostro, al descubierto, para no llamar la atención de aquellos que solo buscara al ladronzuelo. Querida sonrisa, una buena crónica...

**Shiro** Mar Jun 25, 2013 1:58 pm

Me había alejado lo suficiente como para asegurarme de que no me habían seguido. Me dejé caer en el suelo, sonriendo como solía hacer. La verdad es que no me importaba que me cogieran a esas alturas, después de todo lo que había pasado, pero mientras pudiera evitarlo y seguir a mi aire…

Me guardé la fruta robada que aún no había comido para más tarde y me encogí de piernas, rodeándolas con los brazos. Por delante de mí paseaba gente a la que no conocía de nada, casi todos humanos. Por un momento, casi me dieron envidia. Estaba segura de que ninguno de ellos había visto ni vivido lo que yo. Suspiré y sonreí para mí misma. Tras unos minutos, me dispuse a irme de nuevo. A algún sitio, donde fuera; ya no estaba acostumbrada a quedarme en el mismo lugar por mucho tiempo. Estaba por incorporarme cuando alguien habló cerca de mí, y me quedé donde me encontraba.

-Buenas tardes...¿Cuál es su nombre?

Era una voz tranquila, me agradaba… pero en cuanto lo miré y vi que se trataba de un feérico, abrí los ojos como si lo que hubiera visto realmente fuera un fantasma. Me puse en pie muy alterada, y di un par de pasos hacia atrás poniéndome en posición de defensa casi instintivamente. Le vi recostarse en el árbol; no parecía tener intenciones de hacerme daño, pero siempre que me topaba con uno de su raza me ocurría lo mismo. Apreté los puños dispuesta a hablarle, pero no me atrevía a acercarme. Me costaba mucho quedarme en aquel lugar en vez de irme sin mediar palabra.

-Shiro... me llamo Shiro – murmuré - ¿Quéesloquequieres? – sin darme cuenta, había empezado a hablar como los yan. Solo me pasaba a veces, pero no podía evitarlo. Esperaba que hubiera entendido sin necesidad de que yo repitiera nada.

Me volví a sentar en el suelo, donde mismo me encontraba. Me parecía de mala educación llevar la capucha puesta, así que la retiré de mu rostro. Puede que no supiera demasiado de modales, pero lo justo sí me lo enseñó mi madre en su día. Me había dado cuenta de que ya no sonreía como antes, pero es que tampoco tenía demasiadas ganas de hacerlo. Aunque a decir verdad, era la primera vez que una persona se acercaba a hablarme desde hace bastante tiempo. Tal vez por eso decidiera quedarme.

**Kylar Stern** Miér Jun 26, 2013 1:15 pm

Sus dedos se deslizaron hasta los bolsillos para escapar del frío, sus ojos intranquils rodearon el cuerpo de la joven con el fin de averiguar y mostrar algo de seriedad tranquilizadora. Con una sonrisa amable se dirigió hacia ella quedándose en una distancia prudencia y para luego sentarse con elegancia. Su cuerpo respondía con cierta perfección, al sentarse notó el frío de la tierra, lo húmedo de la hierva e imágenes de su infancia aparecieron en su memoria, intranquila. Recuerdos de su isla, de cuando todo era mucho más sencillo...pero no añoraba todo aquello, tan solo permitía que los recuerdos le transmitieran aquello que había olvidado.

-Kylar...-Se encojió de hombros con cierta soltura, haciendo crujir sus propios huesos-No deseo nada...tan solo algo de tranquila compañía-

Off:Siento el post corto, pero no tenía tiempo T.T

**Shiro** Jue Jun 27, 2013 8:17 pm

El chico se acercó a mí, y yo luché conmigo misma para no moverme del sitio. Me alivió ver que se mantenía a una distancia prudente. Apreté los puños. “Pareces estúpida, él no es el feérico que te hizo daño…”; sin embargo, seguía sin poder evitarlo. Cuando me respondió, me atreví a alzar la vista hacia él. La verdad es que, aunque no lo conocía, no parecía una mala persona. “Las apariencias pueden engañar, y lo sabes…”. No obstante, hice caso omiso a la voz que hablaba en mi cabeza.

-Kylar... No deseo nada...tan solo algo de tranquila compañía.

Esa última frase me hizo sonreír. No porque fuera divertida, simplemente la aplicaba a mí misma. Tranquila compañía… simplemente con estar acompañada me valdría a mí. Sin embargo, no fue con eso con lo cual contesté.

-No me conoces. Tal vez yo no sea la mejor compañía. ¿Lo pensaste? - Por primera vez, le dediqué una amplia sonrisa. Parece ser que no podía estar seria demasiado tiempo, pese a los recuerdos de mi pasado, o tal vez precisamente por ellos. Él no tenía culpa de nada, después de todo… aunque me costara aceptarlo.

Me levanté del suelo, tenía las piernas dormidas de estar sentada. Puse cara de molestia y las estiré para que se me pasara. Siempre me tenía que pasar del todo a mí. Volví a mirar a Kylar con cara de disculpa.

-¿E ibas a algún lado…?

No es que me agradara ir con él a ningún sitio, simplemente… quería hacer algo distinto. Supongo que fue eso. Volviendo a sonreír, me di cuenta de lo enredado que tenía el pelo después de varios días de un lado para otro, así que me lo desenredé y lo coloqué a un lado para apartármelo de la cara mientras esperaba su respuesta.

**Kylar Stern** Sáb Jun 29, 2013 2:46 pm

Santuario, una palabra que aquí significaba un mar tranquilo en un océano de problemas. Así, Kyle se sumergió en aquel tranquilo lugar como un santuario, aún consciente que fuera de allí los problemas seguían en pié, como un árbol...expectantes, eternos, nunca desaparecerían, los ojos esmeraldas de Kyle eran parte de aquel Santuario. Un exterior intranquilo, impoaciente de que salieran de allí...un exterior que con palabras triste y funestas definiría con dos palabras:Devenir y salvación. Su impaciente mirada extinguía las esperanzas de volver a salir hasta haberse encontrado taimado que no tranquilo, observando la amplia sonrisa de su compañera negó con ligereza:

-Quizás no sea yo tampoco la mejor compañía, pero somos los únicos y por tanto los mejores que nos podemos hacer compañía...-

Se encojió de hombros con suma elegancia en cada movimiento, una tranquila sonrisa y pausada esperó a que su espalda tocara la húmeda hierva a que su nuca rozara la brizna de la hierva y el aire fresco inundara sus pulmones. Esperaba no volver a moverse, respirar y quedarse quieto, dejar y tan solo dejar su cuerpo varado allí, poder poner un Fin a una historia extraña..pero cuanto más vívía más sabía que los problemas no cesarían y que más lejos estaba de un ansiado fin:

-Me dirijo hacia una taberna a salvar a un viejo amigo...pero este lugar, parece un lugar, un santuario, perfecto. ¿Y usted?-

Su voz sonó como un débil suspiro, un reposo tranquilo antes de un viaje que duraría demasiado tiempo...

**Shiro** Sáb Jun 29, 2013 5:55 pm

Observé el comportamiento del feérico. Nunca había sido demasiado paciente, pero en ese momento esperé su respuesta.

-Me dirijo hacia una taberna a salvar a un viejo amigo...pero este lugar, parece un lugar, un santuario, perfecto. ¿Y usted?

No me creía que me hablara con respeto… nunca me había hablado con respeto. Se me hacía incluso extraño que esas palabras me las dirigiera a mí. Sonreí y me senté al lado de donde él se encontraba tumbado.

-Yo no iba a ningún lado – contesté – Nunca voy a ningún lado.

Apreté los puños y solté una débil carcajada. Entonces caí en la cuenta de lo que él me había dichó.

-¿A salvarlo? – puse cara de estar pensando - ¿No deberías ir rápido entonces? ¡Igual no llegas a tiempo! ¿Le ha pasado algo? ¿Puedo ir? ¡Me emocionaría ir! ¿Puedo?

Necesitaba algo de acción en mi vida. Levanté un puño al cielo mientras reía. Y aún sonriendo, me tiré de espaldas al suelo mirando hacia arriba. El cielo estaba despejado, y yo seguía pensando que no hacía calor en comparación con lo que yo estaba acostumbrada. Por un momento se me olvidó por completo que Kylar era feérico, y estuve bastante despreocupada. Me incorporé y miré hacia él.

-¿Dónde tienes que ir a ayudar a tu amigo? Bueno, da igual, no sabría dónde es. No soy de aquí. ¿Llevas mucho tiempo aquí? ¡Yo solo unos días!

Si normalmente hablaba por los codos, no tengo ni idea de qué me pasaba ese día, puesto que hablaba mucho no, más aún. Espero que a Kylar no le agobiara. Crucé las piernas estilo indio y esperé que dijera algo. Mientras esperaba, de nuevo me puse a tocar mi pelo. Odiaba que se me enredara…

**Kylar Stern** Dom Jun 30, 2013 5:51 pm

-¿Deberíamos?-

Arqueó una ceja con un rostro semi ausente, su sombrero puesto sobre su semblante, ocultando una sonrisa divertida ante la emoción de la joven. Sus manos tomaron el sombrero y le impulsaron para levantarse recolocándolo en su cabeza:

-Está bien, rumbo a Celestia-

Suspiró sin elegancia quitando las briznas de hierba de su lacio cabello, un gesto turbio reposó durante un largo segundo su rostro, acomodó su traje y esperando que la joven le siguiera marchó hacia su destino, más allá de donde los ojos de los libertos había posado nunca su infame mirar:-Vamos Lady Shiro, será un viaje largo...-Dijo con un rumor en su garganta como si de un mar tratase su timbre.

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