En Busca de ... ¿Báculos?

Como pensé, no me había costado tanto visualizar el Oráculo de Gantadd y abrir el portal, así como que apenas había gastado magia. Me adelanté unos pasos, para poder invocar libremente a mi báculo, que no tardó en aparecer. Como siempre, me quedé admirándolo un poco, era tan bonito, que hasta yo mismo me quedaba vislumbrado por su ornamentación.

Luego, volví hacia atrás, y vi a mis nuevos compañeros de nuevo. No parecían albergar malos corazones, no ... Al semiyan le veía tremendamente valiente, al igual que a la humana que escondía, al parecer, un corazón dragón tambien ... Me acordé de Elissa, que aún no habría despertado de donde la dejé, o a lo mejor si, y estaba en plena búsqueda.

- Me presento ... - les dije - Me llamo Dragon ... Dragon Droican, y aunque es un nombre un tanto raro, es el que me pusieron al nacer ... Pueden llamarme Dragon, dejen mi apellido para otras formalidades - terminé diciendo, mientras sonreía lo que mejor podía - ¿Y sus nombres?

Mientras esperaba, me senté, para canalizar toda la magia que hubiera alrededor. El trozo del báculo que pertenecía a Gantadd, aún estaba presente en la zona, pues la magia fluía libremente, y tremendamente bien.

Tras atravesar el portal me quede observando los alrededores, ya iban dos veces que venía a Gantadd, una para encontrar a las mestiza que trataba de matar el asesino, y esta vez para defender un fragmento de báculo. Parecía que solo venia a Gantadd como misionero. Una voz me saco de mis pensamientos, el celeste se estaba presentando.

Encantado Dragon, yo me llamo Alby- dije mientras miraba a los ojos al celeste, pocas veces me había cruzado con los celestes, pero parecía que todos eran buenos y amables.

Sacudi la cabeza tras cruzar el vortice, siempre que cruzaba alguno me mareava, quien sabe por que.
Oí como se presentavan, no se les veia mala gente, asi que sonreí y me presente tanbien.
-yo soy alsan encantada de conoceros-dije acercandome a ellos y apoyandome en un arbol cercano- ¿por donde empezamos a buscar, el trozo de baculo?

Off Rol: Espero no liarla con la descripción del sitio, realmente, tengo que leerme los libros de nuevo xD

Alby, el semiyan y Alsan la ... nose, por el momento la dejaríamos como humana, había sacado conclusiones muy pronto, y temía equivocarme. Por primera vez desde que llegamos, me fijé en como estaba el Oráculo de Gantadd. Apenas había ido por allí, pues era el lugar de las tres Diosas, y en él solo podían estar las mujeres, sin embargo, mi madre había dado algunos viajes hasta aquí conmigo ...

No recordaba mucho del Oráculo, pero hasta lo que podía recordar, se imponía, majestuoso como siempre, por encima de todo lo demas. Sus colores eran preciosos, y poca vegetación había a sus alrededores. En cambio, el acantilado más cercano parecía haberse agrandado, pues las olas apenas alcanzaban su parte más alta.

Algunas sacerdotisas parecían haber salido para recibirnos ... ¿tan pronto? Este nuevo archimago muchas molestias, y no me gustaba nada, pero por algo sería que nos estaban esperando, a todos. Y como era propio de la época, el aire que corría era frío, y nos hacía estremecernos, o al menos eso me parecía. Para colmo, había empezado a nevar, y no llevábamos mucho abrigo.

Corrí hacia donde estaban las sacerdotisas, y con un gesto las saludé.

- Que las tres Diosas llenen vuestra vida de felicidad y buena suerte - dije, mientras me acercaba hasta la puerta, donde, ya abiertas, más de una parecía asomarse para ver que pasaba - Muchas gracias por darnos cobijo. Mi nombre es Dragon, y he de decir que ya he venido más de una vez aquí, aunque no me recuerden - dije a una de ellas, que parecía la responsable en ausencia de la Madre Venerable.

Entré al vestíbulo, y me senté cerca de una especie de chimenea que tenían en una de las paredes. Las paredes del Oráculo eran grandisimas, e imponentes. Y ahora solamente nos importaba una cosa de aquél sitio ...

Protegerlo, debíamos de estar alerta ...

Off rol: una duda que tengo, ¿Quién lleva la brújula?

On rol: Tras una presentación por parte de Alsan me fije en que comenzaba a nevar, con mi condición de semiyan podía mantener en mi cuerpo una temperatura estable de calor pero aun así podía sentir el frio de la nieve, la última vez que había visto nevar era cuando viajaba por el anillo de hielo, no era un buen recuerdo.

Varias sacerdotisas salieron del oráculo a recibirnos, el archimago parecía haber toma do muchas molestias para que protegiéramos el báculo, me fije en que la mayoría eran mestizas lo que no me asombra ya que estábamos en tierra ganti. Seguí a dragon que se presento a una de las sacerdotisas que parecía estar al mando durante la ausencia de la Madre Venerable.

Entramos al vestíbulo, entonces me quede asombrado, los paredes eran enormes y bien cuidadas, tanto que podían disimular el paso del tiempo. Me quede un rato pensativo, si el mago negro quería entrar aquí y robar ese fragmento de báculo tendría que entrar por otra puerta, no creía que el mago fuera a entrar por la entrada principal y llevarse el báculo por las buenas. Si yo fuera ese mago entraría por una puerta trasera, una no muy utilizada, con algún hechizo o disfraz me haría pasar por una de las sacerdotisas, iría al lugar donde se guardara el báculo y con la escusa de llevarlo a un lugar más seguro para protegerlo me lo llevaría.

Ese podría ser el plan que utilizara el mago, pero solo era uno de muchos, podría utilizar cualquiera, pero ahora había algo más importante que hacer y era averiguar dónde estaba ese báculo. Asique me acerque al lugar donde estaba sentado dragon y le pregunte donde podría estar el baculo.

entre en el oraculo tras dragon y alby, saludando al entrar a las sacerdotisas.
-no importa donde este el baculo, en cuanto llegue el ladron lo sabremos, porque ira directamente al baculo, solamente tenemos que esperar, recordad que hay otros sitios con trozos de baculo y puede que no venga aqui primero-comenté acercandome a alby y dragon-aunque claro esta si supieramos donde esta exactamente seria mas facil de proteger que cojerlo de las manos de un mago oscuro-añadí tras pensarlo un poco

fdr: yo no llevo la brujula

Off Rol: Alby, como Alsan no lo quiere llevar y entre tú y yo, el mas fuerte eres tu, ¿qué te parece si lo llevas tu? Jeje, así nos quitamos de líos. Sigamos ...

On Rol:

Alby y Alsan no tardaron mucho en llegar y sentarse en el mismo banco en el que yo estaba. Les sonreí, no parecían albergar ningún tipo de maldad en sus corazones, y a ambos se les veía tan jóvenes, que no podía sentir más que cosas buenas. Dejé hueco para que estuvieran más cómodos, levantándome y mirando a los alrededores del Oráculo.

- Para hallar el báculo, es bastante fácil, ¿no crees Alby? - le dije, cuando acabó de hacerme la pregunta sobre dónde podría estar el báculo - Lo único que debemos hacer es sacar esa brújula que nos dió el Archimago de Derbhad, y así sabremos hacia que sitio ir, así que ... si eres tan amable - dije, mientras esperaba a que Alby sacara la brújula.

Mientras tanto, me acerqué de nuevo a las sacerdotisas, que parecían un poco asustadas. Me acerqué a otra, y le pregunté.

- Digame, hermana ... ¿hay algún lugar por donde acceder al Oráculo aparte de la entrada principal?

- Me parece que n... - empezó a decir, pero la misma a la que hablé antes cuando llegamos y que parecía estar al mando la interrumpió, mientras caminaba hacia nosotros - Si ... he de decir que si que hay otra entrada, aunque es solo de uso de la Madre Venerable ... - dijo, mientras nos miraba, con seriedad, aunque sin maldad en su corazón.

- ¿Podría llevarnos hasta ella? - pregunté, mientras me acercaba a Alby de nuevo, para que, siendo el primero del grupo, nos guiara a donde podría estar el báculo, y luego ir hacia donde la sacerdotisa de Wina, por sus túnicas, decía que estaba la puerta.

Me imaginé que mis dos compañeros habrían pensado exactamente igual que yo, y lo primero sería encontrar el fragmento del báculo, así como luego saber si solo había una entrada más a la ruta. Seguí a Alby, y detrás mía venía Alsan.

Empezó a llevarnos por diferentes sitios, por los cuales la magia, cada vez era más fuerte ...

Off Rol: Alby, te dejo a ti que describas lo que sería el Oráculo, es decir, los pasillos y tal hasta llegar al fragmento. Luego, si quieres, yo me encargo de hacer de sacerdotisa de nuevo. O Alsan, como quieran. ^^

Off rol: ni que la brújula fuera el anillo único del señor de los anillos. XD Pero bueno ya la llevo.

Tras responderme dragon saque la brújula que llevaba en el bolsillo, era verdad el archimago dijo que la brújula indicaría la posición del fragmento de báculo. Espere a que dragon volviera de preguntar algo a una de las sacerdotisas para llevarlos a donde se encontraba el fragmento. Mientras tanto miraba la brújula, señalaba al interior del oráculo.

Cuando volvió me levante y mire al lugar que indicaba la brújula, señalaba a un amplio pasillo que se hundía en los interiores del oráculo. Avance a paso ligero por el pasillo, este era amplio, las paredes estaban recubiertas con mármol iluminado por el fuego de las antorchas que estaban fijas a la pared, el techo estaba construido como una bóveda de cañón, las paredes del pasillo estaban decoradas con alguna pintura de las tres lunas al igual que pinturas de las tres diosas.

Al rato me detuve delante de una puerta de metal decorada con pinturas y símbolos de color dorado. Mire la brújula, señalaba el interior de la sala.

Aquí parece que esta-dije mirando a mis compañeros.

Off Rol: xDDDDDDD !! Jajaja, no es eso Alby, es solo que, imaginate que el Mago ese nos quiere quitar la brújula para saber donde está el fragmento ... ¿no crees que a un Celeste es muy fácil quitárselo xD? No duraría nada de nada ... En fin, te roleo, a ver si Alsan es que se despistó, porque al msn la veo xD !

On Rol:

Alby dió señales. Al parecer ya había encontrado la brújula, y se disponía a guiarnos por el Oráculo para encontrar el báculo. Sin pensármelo, le seguí, y la sacerdotisa también nos siguió, colocándose entre medio de Alsan y mía. El Oráculo era grandísimo, y no me lo hubiera imaginado nunca. Parecía todo un laberinto de pasillos, puertas y habitaciones.

Pasamos por delante de la Sala de Oyentes, y como siempre, la sacerdotisa mandó a guardar silencio cuando pasamos por allí.

- Hay que guardar silencio para que nuestras Oyentes no tengan problemas en escuchar las peticiones de nuestras Diosas - dijo, en silencio, mientras andábamos, como si fuera la primera vez que sabíamos de una sala de aquellas, e hiciera de turista. Así que, como nos había ordenado, guardamos silencio.

Poco a poco bajábamos algunos pisos al sótano del Oráculo, y Alby parecía cada vez más decidido. Realmente, la brújula funcionaba, y parecía cambiar de dirección perfectamente, sin pensárselo ni tan siquiera un segundo.

Después de varios minutos de viaje, llegamos a nuestro destino, o al menos, eso parecía. Delante nuestra se encontraba una puerta un tanto desvencijada, que apenas se había abierto, según nos había dicho la sacerdotisa nada más llegar.

- Deberíamos de intentar abrirla, hermana - le dije, mientras le dejaba hueco para ver si podía abrirla. No le supuso ningún problema, y en poco tiempo la puerta estaba abierta de par en par. Entramos, con cuidado, y encendimos la lámpara que, llena de polvo, colgaba del techo, con la ornamentación típica del lugar.

Nos pusimos, entonces, a buscar el fragmento ... Parecía una tarea fácil, pues la brújula nos guiaba, pero eran tantos los materiales que había allí, papeles de escritos, libros, manuscritos y otros objetos, que quitarlos todos era cuestión de paciencia. Al cabo de una media hora, dimos con lo que estábamos buscando ...

Un fragmento del báculo se encontraba delante de nosotros, en una caja un tanto extraña. Emitía un brillo extremadamente raro, así que ni intenté tocarlo. Lo mejor sería dejarlo tal y como estaba, así se lo pondríamos más difícil al mago si osaba quitarlo de su sitio.

- Será mejor que busquemos ahora la entrada secundaria del Oráculo, así vemos si es posible aplicar algún hechizo protector - dije, y esta vez fue la sacerdotisa la que asumió la cabeza, seguida de Alby, Alsan, y por último, yo.

No tardamos en llegar a la puerta ... y para mi gusto, estaba demasiado cerca.

- Échense atrás, podría fallar, y no quiero que haya daños - les dije, y empecé a concentrarme. No era difícil conseguir magia del ambiente, pues el fragmento se encontraba a pocos metros. Concentrándome, hice que poco a poco apareciera una barrera de árboles, que, sin dañar la estructura de las paredes, se creó delante de la puerta, impidiendo la entrada, o dificultándola - Así tendremos más fácil la protección del fragmento.

Luego, me senté. Aunque fuera fácil, cansaba. Desde el suelo, me dirigí a mis dos compañeros.

- ¿Alguna idea de como defendernos?

FDR: perdón por el retraso, entre las comidas familiares y los deberes me despiste (dragón estas en lo cierto xd), sumimasen, en fin a rolear que ya toca.

Mire detenidamente el interior del oráculo mientras seguia a alby por los pasillos, era un lugar que me inspiraba calma y tranquilidad.
Llegamos al lugar donde estaba el báculo, la habitación parecía un almacén, estaba lleno de libros y pergaminos, que no tardamos en apartar para dar con una caja donde sin duda se encontraba el trozo de báculo.
La sacerdotisa nos guió a la puerta secundaria del oráculo, estaba apenas a unos metros de la sala donde se guardaba el báculo; observe como dragón, hacia la barrera de arboles, para dificultar la entrada al mago oscuro, porque realmente no creía que durara demasiado, seria una distracción eficaz para el mago mientras nos poníamos en guardia pero no mucho mas, no impediría su entrada.
Escuche la pregunta de dragón, y pensé un poco sobre como defender el trozo de báculo, lo mio no era planear estrategias y mucho menos defensas pero tena que hacerlo; saque de mi bolsa mi cuaderno de dibujo y un lápiz para dibujar un plano del oráculo y el punto que teníamos que proteger, era una tarea mas difícil de lo que parecía.
Mirando el plano se me ocurrió una idea.
-tenemos que estar preparados para cualquier cosa, no creo que el mago, vaya a usar una puerta para entrar, pero en caso de que lo haga esa barrera le impedirá temporal mente el paso, el tiempo suficiente como para prepararnos para luchar-empecé a explicar- solo tenemos que decidir como nos colocaremos en caso de que no vaya a entrar por la puerta, por ejemplo, podría hacer un agujero en el techo y entrar por ahí directa mente para coger el báculo, así que pondría a alguien junto al báculo, además alguien en la entrada de la sala del báculo e irnos turnando para vigilar los sitios-acabé, dibujando un par de estrellas donde nos teníamos que poner para vigilar, en el plano; le pase el cuaderno a dragón, para que viera la idea.
Mientras miraban el cuaderno, me senté apoyando-me en la pared y cruzando las piernas.
Cerré los ojos, y me puse a pensar en todo lo ocurrido en los últimos meses, habían ocurrido tantas cosas: conocí a buena gente pero también a la sombra y a anom, había luchado tanto tiempo, ahora que pensaba que podría relajarme un poco, aparece ese tal Kannos y roba un trozo de báculo, para conquistar idhun.
-una cosa- abrí los ojos y mire a dragón y a alby- si Kannos lograra entrar en el oráculo, haced lo posible para que salga fuera, aunque tenga el trozo de báculo-vi en sus rostros sorpresa, aunque ya me lo esperaba- no os preocupeis, se lo que digo, si esta fuera del oráculo, tendré mas movilidad, para atacar que aquí dentro-dije con confianza, dentro del oráculo, no podría luchar bien, y no podría ni siguiera sacar mis alas para volar, y no digamos transformarme completa mente

me hice a un lado al ver que la sacerdotisa iba a abrir. Una vez abierta la puerta entramos en la sala, esta parecía antigua y casi como que no se había utilizado en mucho tiempo pues la mayoría de los objetos, muebles y demás estaban llenos de polvo, al adentrarnos en la sala rápidamente empezamos a buscar el báculo, yo que llevaba la brújula me resultaría más fácil encontrarlo, guiado por la dirección que apuntaba la brújula me detuve delante de una caja que emitía un extraño brillo, mi intuición me decía que era algún tipo de hechizo de protección, asique me quede observándolo.

Una vez descubierta la ubicación del báculo la sacerdotisa nos condujo a la otra entrada del oráculo que había cerca de la sala que en su interior se encontraba el báculo. Al llegar a esta dragon nos dijo que nos alejáramos un poco, una vez dijo esto me aparte de la puerta y dragon empezó a realizar un hechizo. Unos árboles surgieron del suelo impidiendo el paso por esa entrada. Desde el suelo dragon nos pregunto algo. Enseguida Alsan empezó a hablar y a explicar el plan que había pensado, me parecía un buen plan.

Entonces volvió a hablar, cuando dijo la última frase lo entendí, si el mago salía fuera alsan podría adoptar su forma de dragona y podría moverse mejor que dentro del oráculo. Pero hay un problema en tu estrategia, cabe la posibilidad de que el mago pueda abrir un portal y huir sin tener que salir del oráculo al igual que puede entrar aquí. También cabe la posibilidad de que se disfrace para que no sepamos que ha entrado, asique deberíamos fijarnos en cualquier comportamiento extraño durante la vigilancia-dije mientras pensaba.

La sala era un hervidero de sentimientos que no hacía más que hacer que mis dudas crecieran. No me veía capacitado para una pelea abierta, y escuchar a ambos, a Alsan y a Alby hablar de una pelea contra el mago me ponía los vellos de punta. No entraba en mi naturaleza pelear contra nadie, veíamos aquello como un acto.

Lo que estaba claro es que mi magia iba a servir de algo, y ese algo era verdaderamente la protección de mis compañeros de batalla. Me impresionaba lo valientes que podían llegar a ser, e incluso los envidiaba. Ante ellos, yo no era más que una hoja de papel que sale volando al contacto con el viento, mientras que ellos eran dos rocas duras y grandes, que no se achantaban con el primero que viniera amenazando.

Dejé mis cavilaciones. Había una cosa de Alsan que en mí había sembrado asombro, pero sin embargo Alby parecía entenderlo perfectamente. ¿Al exterior? Allí podría luchar de mejor manera ... extraño, si era una humana, ¿qué problemas tenía en luchar aquí dentro? Era estrecho, pero cabían tres personas de ancho en el pasillo ... De todos modos, si eso era lo que ella quería, eso haría.

Una vez que asentí, para darle mi favor de que haría lo que fuera por sacar al mago de la estancia cuando llegara la ocasión, hablé. Tenía que dar mi opinión, y creo que entre todos sacaríamos algo en común y bien diseñado. La libreta con los dibujos de Alsan era una buena estrategia, y lo que Alby proponía también era apropiado para la ocasión.

- Veamos ... soy un negado totalmente para idear planes. Saben que los Celestes tememos las guerras, y donde me ven, estoy completamente asustado - les dije, por primera vez desde que nos habíamos visto - Pero, si tuviera que dar mi opinión, diría que lo mejor sería apostar por ponernos a cada uno en un sitio ... y ese sitio debería de ser directamente la sala donde se encuentra el Fragmento - les dije.

Mientras, iba pensando.

- Lo suyo sería estar todos allá dentro. Una vez que escuchemos ruidos fuertes o algo que no vaya raro, deberíamos de salir. Yo saldría con alguien, y el otro se quedaría dentro, pues puede ser también una trampa para hacernos salir - seguí diciendo, mientras mis pensamientos y mis cosas se iban entrelazando - Si los dos que salimos nos lo encontramos, lo suyo sería sacar al mago afuera, desviar su atención con la brújula, y sacarlo afuera para que tu - dije, señalando a Alsan - puedas luchar mejor. Si por el contrario, el mago entra directamente a la habitación, con dar un grito para llamarnos, sería suficiente, y así poner en práctica de nuevo lo mismo que afuera, pero desde la habitación ... ¿Qué os parece? - terminé diciendo, mientras cogía aire y me levantaba del suelo.

La sacerdotisa escuchaba todo, con aspecto horrorizado. La entendía perfectamente, pues ese era su hogar, el Oráculo, y los daños que pudieran ocasionarle a su estructura podía ser desastroso. Lancé una mirada de calma a la sacerdotisa, y esta, un poco más calmada, dió media vuelta y volvió a subir a la entrada principal.

- Debemos cerrar la puerta del Oráculo, ¿alguien se ofrece voluntario?

El cielo se cubre súbitamente de nubes negras. Los magos quizás puedan sentir una presencia cerca... Relámpagos amenazadores cruzan el cielo, provocando truenos aterradores.

Algo increíblemente poderoso parece cernirse sobre el oráculo y el tesoro que guarda entre sus muros.



Habéis encontrado el fragmento de báculo. Kannos llegará pronto. El cielo y el aire están llenos de presagios así que prepararos rápidamente para luchar...

Mientras charlábamos Aslan y yo de cuál sería la mejor estrategia intervino Dragon, la estrategia que se le había ocurrido era buena, pero temía por las sacerdotisas, cuando entrara el mago las sacerdotisas estarían en peligro, lo mejor sería conducirlas a un lugar seguro mientras pasaba todo esto. Un trueno tronó, algo se acercaba, no teníamos mucho tiempo.

Antes de cerrar el portón deberíamos conducir a las sacerdotisas a un lugar seguro, cuando el mago entre las sacerdotisas podrían estar en peligro, lo mejor es que alguien hable con las sacerdotisas-dije mientras miraba a Dragon- otra persona se debería de encargar de cerrar el portón. Debemos actuar rápido pues me parece que no falta mucho para que llegue-dije al escuchar un segundo trueno.

Dragon, tu deberías hablar con la sacerdotisa, parece que confía más en ti que en uno de nosotros. Mientras tanto nosotros debemos cerrar la entrada-dije mientras miraba a Aslan. Sin perder más tiempo empecé a caminar por el pasillo hasta llegar al vestíbulo. Me quede observando la entrada pensando la mejor manera para cerrar la puerta para que el mago no entrara.

Cuando el trueno sonó me levante de inmediato, Kannos se acercaba sin duda.
Alby hablo, asentí a su plan y le seguí hasta el portón.
-Alby ve a vigilar el trozo de báculo yo cerrare el portón-le dije cerrando las puertas y desenvainando mi espada de fuego, las puertas eran metálicas, solo hacia falta, soldarlas;cuando alby se hubo ido, soldé las puertas con la espada en un santiamén, ahora esa puerta estaba asegurada, temporal mente.

Corrí por los pasillos hasta donde estaba el fragmento y me situé junto a la caja, vigilando a mi alrededor; otro trueno retumbo por las paredes del oráculo, Kannos no tardaría mucho mas en llegar.

Escuché con atención, y asentí cuando me dieron la misión de acompañar a las sacerdotisas a un lugar seguro. No me costaría mucho convencerlas, seguramente estuvieran ahora mismo reagrupándose, para no separarse ninguna de ellas, y ver que íbamos a hacer para ayudarles.

Con gesto decidido, pero corazón con miedo, me levanté y fui a la entrada del Oráculo. No me costó llegar, aun cuando los pasillos del Oráculo parecían interminables. Cuando llegué, mis expectativas eran ciertas. Todas las sacerdotisas se encontraban en un lugar de la entrada, todas juntas, y apartadas lo máximo posible de la puerta, donde Alsan la sellaba con su espada.

- Hermanas, no tengan miedo - dije, mientras sentía con amargura todos sus sentimientos, que hacían que mi valor cayera cada vez más en picado - Sólamente síganme, las llevaré a un lugar seguro y pondré todo lo que esté al alcance de mi magia para ayudarlas - les dije, mientras empezaba a moverme, caminando en dirección hacia una sala lo bastante amplia y apartada como para resguardarlas allí.

No sabía muy bien si el mago, Kannos, sería tan cruel como para entrar a hacerles una visita. De todos modos, no iba a entrar en dudas, y cuando todas estuvieron dentro de la sala, empecé a recitar algunas cosas en el lenguaje arcano de los magos. Levanté las manos poco a poco, mientras, gracias a la Diosa Wina, conseguía levantar una barrera natural alrededor de toda la habitación.

Exhausto, me dirigí a la hermana mayor, y le dije:

- Por nada del mundo salgan de aquí ... ni aun cuando llamen a la puerta, sólamente yo puedo entrar sin originar estropicios en esta sala, mi magia me reconocerá cuando terminemos y todas podrán salir, ¿de acuerdo? - la sacerdotisa asintió con solemnidad, pues debía de mostrarse así en aquellos casos en los que la Madre Venerable no estaba.

Salí de la habitación y la sellé con una barrera mágica bastante potente, aunque no sabía si lo suficiente para Kannos. Una vez hube terminado, fuí corriendo hacia donde habíamos quedado, a la sala del fragmento. Me alivió saber que todos estaban allí, de nuevo. Alsan ya estaba preparada con su espada en mano, Alby parecía tranquilo, y yo ... yo invoqué mi Varita lo más rápidamente posible, y la enfundé, colocándome detrás de mis compañeros.

La magía oscura cada vez se hacía mas potente por el Oráculo, y con tristeza pude sentir que el comienzo de una batalla iba a comenzar ... el mago estaba a pocos metros del Oráculo.

Los truenos eran cada vez más fuertes, y mi autoestima, cada vez más baja ...

Al cabo de unos segundos llego Alsan, me dijo que ella sellaría la puerta y que me fuera a vigilar el báculo, yo asentí, camine rápidamente por el pasillo hasta llegar a la sala, entre y me apoye contra una pared, mientras tanto observaba la sala. Era muy antigua, rollos y pergaminos amarillentos, muebles antiguos y algunos podridos, no había mucho espacio asique luchar allí costaría.

Cada vez sonaban más cerca y más fuertes los truenos, se estaba acercando y si quería intimidarme con cuatro rayitos le iba a costar. Al rato entro Alsan y después Dragon, este parecía algo asustado, era normal, quizás fuera su primera batalla, pues como nos había dicho a los celestes les asustaban las guerras y se mantenían al margen.

Entonces me fije en un pequeño brillo que salía del interior de mi chaqueta, saque de mi chaqueta el objeto que había encontrado en kosh, como varias veces anteriores las letras que estaban grabadas en este brillaban, parecía que cada vez que se acercaba un peligro brillaba.

Dragon ya había llevado a las sacerdotisas a salvo y Alby ya estaba apunto para combatir; otro trueno sonó.

Me volví hacia Dragon
-Quedate a una distancia segura y en la que no puedas notar tanto los sentimientos de los demás-le dije preocupada, por el, si empezaba una lucha, sin duda para el, un celeste, seria algo peligroso, no solo por los ataques del enemigo- y no tengas miedo, no permitiré que ni a ti ni Alby os pase nada grave-añadí con confianza, si les pasaba algo, no me lo perdonaría, sabia lo que era luchar con gente a tu lado y lo que era verlos, caer heridos de gravedad, o transformados en seres poco deseables.

Sacudí la cabeza, para alejar esos pensamientos de mi, no era el momento de recordar, era el momento de luchar; un trueno mas retumbo en las paredes de la sala; Kannos no tardaría mucho mas.

Me puse en guardia junto la caja que contenía el trozo de báculo y espere.

Escuché con atención las palabras de Alsan. Realmente tenía un gran corazón. Asentí con la mirada y le sonreía. Alby parecía seguro de sí mismo también, por lo que entre ambos consiguieron que poco a poco mi estima se volviera mayor, y solo nos quedara esperar.

- Está bien, haré lo que me pides Alsan - le dije a la chica, y me coloqué más hacia atrás, con la sensación de que alguien parecía observarnos desde algún sitio de la sala.

Era estúpido pensar aquello, y más cuando un mago oscuro parecía acercarse hacia nosotros lo más rápidamente posible que su magia le permitiera. Pues claro que nos estarían observando.

Recé a la Diosa Wina para que no se le ocurriera ir primero a visitar a las Sacerdotisas, o lo que era peor, que mi escudo protector no fuera lo suficientemente fuerte como para desviar su atención hacia donde estábamos nosotros ...

Off Rol: Cortito porque estoy malo y no me encuentro muy bien U__U Ruego me disculpen.

Cada vez que miraba ese objeto no podía evitar recordar lo sucedido en kosh, pero no era el momento ni lugar adecuados para ponerme a recordar, así que guarde el objeto de nuevo dentro de la chaqueta. Mientras, escuchaba como Alsan se preocupaba por Dragon, era normal, los celestes podían sentir los sentimientos de otras personas y eso hacía que este pudiera ser el que peor saliera del enfrentamiento.

No iba a permitir que el mago les hiciera nada, aunque no les conocía muy bien no iba a permitir que les ocurriera nada, de pronto sentí que alguien me observaba, no sabía si mis compañeros también lo sentían, estaba claro que el mago no tardaría en llegar y entrar aquí, deslice mi mano izquierda hasta la empuñadura de mi espada.

Si pretendía entrar aquí yo estaría preparado para luchar, me puse en guardia sujetando la empuñadura de la espada mientras esta estaba envainada. Me quede quieto esperando cualquier ruido que me digiera que el mago ya estaba aquí.

Con un relampago iluminando los cielos encapotados una figura encapuchada llegó a las puertas del oráculo. Un gesto de su mano bastó para abrirlas de par en par para el. Sacó una pequeña brújula de su bolsillo y caminó hacia la sala donde se encontraba el fragmento del báculo. En su mano derecha portaba el fragmento robado y en la izquierda la brújula. Al llegar a la puerta guardó la brújula y con un nuevo gesto la puerta se abrió.

Entró a la sala, encontrando sin sorpresa alguna a tres combatientes. Se deshizo de la capucha que le cubría el rostro y se observó a sus oponentes, enarbolando el báculo.

Kannos era joven no tendría mas que unos 25 años. Era alto, su pelo era castaño y sus ojos negros. Era apuesto, pero su rostro no expresaba ningún sentimiento ni emoción, se mostraba completamante inexpresivo. Su cuerpo desprendía grandes cantidades de magia que cualquier mago podía detectar: era sin duda un rival poderoso.

Se quedó quieto unos instantes y un segundo después desapareció en el aire ante los ojos de sus contrincantes. Apareció segundos después tras ellos y les lanzó un hechizo de ataque que les lanzó varios metros hacia atrás. Empuñó su báculo y lanzó un rayo al techo, que empezó a desmoronarse sobre sus cabezas. Los trozos que caían sobre Kannos eran detenidos en el aire, pero Dragon, Alsan y Alby tenían que esquivar los fragmentos de roca que caían.

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Recuerdo las normas de este combate.
Es un combate moderado por lo que esta cuenta modera el combate. Esto quiere decir que no podréis rolear conforme le dais a Kannos un espadazo o le lanzais un conjuro que llega a su destino. Los ataques que recibe o esquiva Kannos los decidimos nosotros mientras que los que recibís vosotros los podemos decidir o podemos dejar que los decidáis vosotros. Esto no quiere decir que no podáis atacar o defenderos. Podéis atacar y el resultado será escrito por nosotros. Podéis defenderos con hechizos o escudos y se tendrá en cuenta a la hora de responder.

Las puertas de loa sala se abrieron de golpe; Kannos por fin había aparecido, en un segundo sin embargo desapareció de mi vista, me di la vuelta instintivamente, aunque no fui lo suficientemente rápida, como para evitar su ataque.

En cuanto pude me puse de nuevo en guardia, sin embargo, el mago oscuro había echo que varias rocas cayeran sobre nosotros, para mi sorpresa no llegaron a tocarme, mire hacia arriba y vi los arboles que había echo aparecer Dragon, asentí a su aviso
-allá voy, de nuevo-murmure y eche a correr hacia Kannos con la espada preparada.

Cuando estuve lo suficientemente cerca empecé a atacarle, lo mas rápido que pude, intentando darle.

Un último trueno sonó, era más fuerte que cualquiera de los anteriores, podría haber significado que el mago había llegado, esto fue confirmado cuando de pronto se abrió la puerta de la sala y por esta entro un joven que su sola mirada me inquietaba, rápidamente desenvaine mi espada y la agarre con las dos manos. El mago al instante desapareció, mire a todos lados en busca del mago, lo encontré detrás de nosotros al mismo instante en el que nos lanzaba un conjuro que me golpeo contra la pared.

Caí al suelo a cuatro patas, sujetaba con la mano izquierda la espada, apoye la espada en el suelo para ayudarme a levantar al tiempo que el mago lanzaba un rayo al techo haciendo que este se desmoronarse, pero para mi sorpresa el techo fue parado por unos árboles que había invocado Dragon. Mire al mago analizando la situación, tenía un gran poder, quizás por que portaba un fragmento del báculo, quizás si le arrebatábamos el báculo su poder disminuyera.

Mis pensamientos se interrumpieron al ver que Alsan se lanzaba a atacar al mago, sin pensarlo dos veces corrí yo también hacia el mago mientras agarraba mis espada con las dos manos a la altura de mi cabeza, no me iba a quedar de brazos cruzados mientras mis compañeros hacían todo el trabajo, cuando estuve cerca del mago empecé a hacerle un serie de ataque.

Kannos detuvo los ataques con una barrera mágica. Acto seguido lanzó a Alby y Alsan, sus contrincantes, contra la pared. El techo dejó de derrumbarse, dejando un enorme boquete en el techo por donde empezó a caer agua de la lluvia hacia el interior de la sala (Esta no se inunda)

Frente a el solo quedó el mago. Kannos le había visto conjurar los arboles y preparaba su magia para un combate de magos.

Lanzó un hechizo de ataque sobre Dragon Droican. Era un rayo, veloz y difícil de parar. Dragon se encontraba a una buena distancia de el así que tenía unos pocos segundos para trazar una barrera mágica que parara el golpe y contraatacar.

Decimas de segundo después de lanzar el rayo Kannos comezó a conjurar un halo mágico a su alrededor para detener los golpes de Alsan y Alby o el contraataque de Dragon, mientras el rayo se dirigía con rapidez hacia este último