Biblioteca de la torre, Puerta negra, Camino de la derecha...

Hacia la derecha, desde la puerta negra parte un sinuoso camino que se pierde en la oscuridad, entre estanterías de viejos y desgastados.

Un grupo tendrá que avanzar por aquí. Esto es un rol moderado, así que cada x tiempo posteará ambientación para proponer retos Recordad tambien que no podéis encontrar nombres u objetos si no se escribe en un post se ambientación se escriba. Vuestro objetivo es llegar a la cámara central, donde se guardan los nombres de los lugares donde se guardan los fragmento

Sagan y Zirathon aparecieron en los jardines de la torre de Derbhad. Por suerte en ese momento no había nadie y no les descubrieron.
Sígueme - dijo Sagan, mirando hacia los lados y calculando las probabilidades que tenían de que les descubrieran dirigiéndose hacia la biblioteca.

Sin decir nada mas empezó a avanzar a hacia la ventana destrozada de la sala de fiestas. Habían pasado varios días pero seguía igual. Asomó un momento la cabeza y enseguida la volvió a ocultar tras la pared. Le hizo un gesto a Zirathon y ambos se colocaron en cuclillas, bajo la ventana con la espalda.

Hasta allí llegaba la voz del archimago, que se hallaba reunido con los grupos en la sala destruida

... algunos no han podido con su magia negra - Oyeron como decía el archimago a la gente que había allí. No sabían sobre que trataba pero Sagan intuía que hablaba sobre la derrota de los grupos a manos de Kannos.

Por favor, venid a la sala de reuniones de la torre, allí podremos hablar mejor que en esta sala devastada - dijo, tras unos segundos de silencio

Se escuchó sonido de pasos que abandonaban la sala. Pasó un minuto mientras seguían esperando. Cuando Sagan dejó de escuchar pasos se levantó con cautela, se asomó por el quicio de la ventana y comprobó si quedaba alguien en la sala. Cuando la vio vacía se puso de pié y entró en el comedor saltando por la ventana. A su espalda escuchó a Zirathon hacer lo propio.

Recorrieron en silencio la destruida sala hasta llegar a la puerta que daba acceso al pasillo que llevaba al resto de la torre. Volviendo a comprobar que estuviese vacío Sagan y Zirathon se dirigieron a la primera planta, donde se encontraba el acceso a la biblioteca. Cuando subieron la primera planta estubieron a punto de descubrirles pero por suerte vieron una puerta abierta y escucharon de nuevo la voz del archimago antes de seguir avanzando y pasar por delante de la puerta. Se pegaron de nuevo a la pared.

Oyeron como el archimago les indicaba que debían ir a la biblioteca, ¡Se les iban a adelantar!.
Retrocedieron un poco, hasta quedar fuera del alcance auditivo de los reunidos en la sala

- Lo siento - susurró Sagan. De impreviso le atestó al shek una fuerte colleja en la nuca, al tiempo que murmuraba un rápido conjuro - Antes de que intentes matarme - dijo, antes de que el shek pudiera hablar - Mírate en ese espejo - dijo.

El shek se había vuelto translúcido, casi transparente, como el agua. Había que fijarse mucho en él para percibir su presencia. Al mismo tiempo Sagan murmuró otro hechizo y desapareció también.

- Para el mago que conjura no es necesario el golpe - añadió antes de que el shek dijera nada.

Esperaron, pegados a la pared, a que los grupos salieran, les siguieron silenciosamente hasta la biblioteca y se colaron en el túnel detrás de ellos. Al ver que cada grupo fué hacia la izquierda y el centro respectivamente ellos torcieron hacia la derecha. Caminaron unos minutos por el pasillo y cuando ya no podían verles ni oírles Sagan pronunció otro hechizo que les devolvió a su estado habitual.

Miró a Zirathon, esperando su reacción.

Se habían infiltrado con éxito en la Torre de Derbhad, el shek gruñió de rabia cuando Sagan tuvo que darle aquel golpe para volverlo traslúcido y evitar que los descubrieran, sin embargo no intentó hacer nada contra el mago ya que sabía que lo había hecho por necesidad, pero su orgulloso yo humano se encontraba ofendido con Sagan y quiso pegarle un puñetazo pero el shek en su interior lo controló con rapidez. Sin embargo incluso el shek vislumbró que Sagan no se había golpeado ni nada por el estilo y oyó su explicación, por ese momento no dijo nada.
Los dos, en ese estado semi invisible consiguieron entrar al túnel siguiendo discretamente a los grupos que ya se les habían adelantado. Se encontraron ante varios caminos y tomaron el de la derecha. Ya en el túnel Sagan los devolvió a su estado habitual. Zirathon lo fulminó con la mirada de sus plateados ojos que parecían relucir en la oscuridad del túnel, le dijo sarcásticamente:
- Si pensara mal de ti, habría creído que has disfrutado del golpe, y que me parece extraño que no sea necesario que te golpees...- solo dijo eso y no agrego nada más, mientras miraba a Sagan, desenvainó su espada Mortis que brillaba con un tenue y pálido brillo plateado, lo suficiente como para iluminarles el camino un poco, además debía estar en guardia, no había olvidado que Kannos les había advertido sobre trampas y criaturas en los túneles. Dio media vuelta mirando al frente de vuelta y su espada iluminó un poco la oscuridad de aquel pasillo, aunque no mucho, dijo a Sagan sin mirarlo:
- Invoca una esfera de luz o algo así, necesitamos más luz... Bueno, tú necesitas más luz, yo me puedo guiar con la mínima luz que da mi espada...
Dicho esto comenzó a avanzar por el túnel con cuidado, siempre mirando al frente aunque alerta por cualquier peligro que viniese de cualquier dirección.

Sagan alzó ligeramente una ceja... ¿Había apreciado sarcasmo en la voz del shek...?

- Para utilizar este hechizo en otras personas hay que dar un golpe rápido y seco - dijo, no obstante - Cuanto más rápido sea mejor se transmite la magia y mejores resultados da. Pero yo no necesito darme un golpe por que soy la fuente del hechizo - le expliqué

Bueno, vamos a dar un poco más de luz, por que creo que ni la luz de tu espada te alcanza a tí - dijo, mientras invocaba un fuego fatuo que arrojó algo mas de luz a las tinieblas que les rodeaban, iluminando el tétrico camino - Mejor - dijo - si quieres puedes guardar la espada de momento, el fuego fatuo dará vueltas alrededor de nosotros - dijo. Y efectivamente el pequeño fuego feerico comenzó a rotar alrededor del shek y el humano.

Ante ellos se abría un retorcido camino. A sus lado, tras la pared repleta de estantería debía avanzar otro grupo... debían darse prisa si querían llegar a tiempo...

FDR: Que ganas tengo de volver a la primera persona

El shek escuchó atentamente lo que Sagan le dijo sobre su hechizo, pero no hizo ningún comentario, luego cuando el mago invocó el fuego fatuo para guiarlos, Zirathon no envainó su espada y le respondió:
- No veo la necesidad de guardar mi espada, Kannos nos advirtió que aqui hay muchas trampas y criaturas hostiles y prefiero tener un arma en mano y no perder tiempo al sacarla de la vaina...
Aunque el fuego fatuo que había convocado Sagan les iluminaba el camino y lo facilitaba, Zirathon sabía que no se debían confiar, porque si esas criaturas que había mencionado Kannos eran tan hostiles también era probable que se viesen atraídas por aquella pequeña esfera de luz danzante. Continuó caminando con rapidez por aquel túnel, necesitaban apresurarse y él lo sabía... Casi podía oír el cuchicheo del otro grupo del otro lado de la pared...

Vale, como quieras - dijo. Por el contrario el no desenfundó la espada que llevaba colgada a la espalda ni conjuró el báculo que colgaba oculto en el colgante que prendía de su cuello, oculto bajo su camiseta

Empezaron a avanzar. Por el túnel soplaba una corriente helada que parecía proceder de las entrañas de Idhún. A medida que bajaban comenzaba a hacer algo mas de frío, temperaturas soportables, pero no obstante, incomodas.

Sagan sacó la capa de la mochila, se la puso y se la abrochó, sin dejar de mirar al frente. Delante solo había oscuridad... Sagan estaba antento a lo que podía venir desde las profundidades del túnel. Les habían advertido, pero avanzaban y nada aparecía.

Entrecerró un poco los ojos, intentando percibir el aura de alguna criatura en las sombras pero solo percibió un halo azulado de shek por detrás suyo.

Oye, ¿captas alguna mente ahí delante? - le preguntó a Zirathon, rompiendo el silencio

El shek iba lentamente caminando por el corredor con la espada en mano, era una opción más lógica que tenerla envainada, en el caso de un ataque sorpresa el tiempo que perdería al desenvainarla podría resultar precioso. Mientras bajaban por aquel camino, el shek notó con cierta alegría como la temperatura descendía gradualmente. Sentir un poco de frío otra vez... ese frío que tanto lo revitalizaba no era malo al menos no para el. Parecía que su propio cuerpo parecía despedir frío al igual que la espada, la sensación para cualquiera que se acercase lo suficiente al shek sería como estar dentro de un refrigerador. Continuó avanzando a pesar de que la temperatura seguía bajando y una brisa helada soplaba por el camino. Cerró los ojos y "expandió" por decirlo de alguna manera su mente, buscando otros indicios de vida... no encontró nada... Zirathon frunció el ceño y le respondió a Sagan:
- No... No hay ninguna mente delante nuestro, al menos ninguna lo suficientemente compleja como para que yo pueda detectarla...- se mordió el labio inferior y dijo, sin dejar la frialdad de su voz que lo caracterizaba: - Aunque es probable que debamos defendernos de bestias sin inteligencia, cada vez descendemos más y sería muy lógico que nos encontraramos con bestias de intelecto primitivo en los subsuelos de Idhun.

Doblando una esquina os encontráis repentinamente con un enorme barbaj. Os ve y se lanza a por vosotros. No hay más opción que luchar contra el para poder avanzar.




Recordad que no podéis derrotar al barbaj por vosotros mismos. Desde la cuenta de ambientación evaluaremos vuestros ataques y en función de esto derrotaréis o no al barbaj. Recordad que es un oso de las nieves con grandes garras. Es algo lento pero es fuerte y su piel es resistente

Perdón por tardar tanto, he estado atareado


¡¡Buena suerte!!

FDR: Dios... muerte súbita de post... y seguramente por culpa mia e_e
Bueno, ¡allá voy!


Cuando el barbaj se abalanzó sobre nosotros instintivamente cree una barrera que le frenó en seco a pocos centímetros.

El animal empezó a envestir contra la barrera, mientras yo retrocedia unos cuantos pasos. Finalmente consiguió destrozarla a base de golpes y cuando esta se desvaneció saltó sobre mi, que era el que había quedado mas cerca de él de los dos.
Rápidamente le lancé un hechizo de ataque que había preparado contra el que le envió unos cuantos metros atrás, pero me había dado un golpe en el brazo. Por suerte no era grave y pude cerrar la herida con un hechizo de curación simple.

Mientras el barbaj se levantaba para volver a atacar desenfundé la espada, aunque no se me diera del todo bien la esgrima la espada serviría para defenderme de un ataque directo sin necesidad de tener un gran domino sobre la esgrima.

FDR: Ains, perdón Sagan pero se me pasó, en serio

Un barjab... Con razón Zirathon no podía detectarlo antes... Su mente era demasiado simple para que el shek pudiese haberlo advertido antes. Con total indiferencia observó como la criatura atacaba al archimago, destruyendo la barrera mágica que había creado. El shek calculó rápidamente sus posibilidades: no creía tener espacio suficiente para convertirse cómodamente a su forma de serpiente, además comparado con su gigantesca forma, el barjab era muy pequeño y se podría escurrir fácilmente.

Aún con su espada Mortis en la mano, Zirathon avanzó cautelosamente hacia el barjab... Con un elegante movimiento de todo su cuerpo, el shek descargó el helado acero de la espada sobre el peludo cuerpo de la bestia, antes de que esta pudiera tener oportunidad de atacar a Sagan. Aunque la piel de la criatura era bastante resistente, el shek vio con satisfacción como lograba herirlo, abrirle una herida llena de escarcha por la magia fría de Mortis... Sin embargo el barjab arremetió contra el joven y le dio una embestida que lo envió varios metros atrás junto a su compañero... El shek se irguió nuevamente y empuñó la espada con fuerza, esperando el contraataque de la criatura.

FDR: No te preocupes, que para tardón estoy yo e____________e

El ataque de Zirathon dio a Sagan un breve espacio para preparar un nuevo hechizo de ataque que le lanzó al barbaj. No obstante el animal tras el ataque se levantó y se abalanzó sobre ellos en un abrir y cerrar de ojos.

Sagan se lanzó hacia un lado para esquivarlo y rodó por el suelo, poniéndose fuera de su alcance.

Se levantó algo mareado y se dio de bocas con una pared rocosa. Por suerte el mareo duró poco y pudo reponerse justo a tiempo para volver a saltar ante la llegada del barbaj. El animal estaba bastante furioso y trataba de alcanzarlos con sus garras.

Sagan tuvo una idea y esperó a tenerlo encima para lanzarle un fuerte conjuro de ataque que lo lanzó en dirección hacia una pared.

De pronto Kannos se meterializó en medio del túnel y lanzó un conjuro que acabó con barbaj.

Se giró hacia Sagan y Zirathon

- Habéis perdido tiempo - dijo, sin alzar a penas la voz - Sin embargo el final está cerca, démonos prisa y averigüemos donde se encuentran los demás fragmentos del báculo.

Dicho esto comenzó a andar hacia el final del túnel.



Enseguida acabamos con este rol =D

Zirathon observó como Kannos se materializaba en medio del pasillo y acababa fácilmente con el barjab con uno de sus conjuros. El mago tenía razón, él y Sagan habían perdido un tiempo precioso, pero si en verdad era cierto que el final estaba cerca eso quería decir que no lo habían hecho tan mal. Echó una mirada fría e indiferente a Sagan, no tenía ninguna intención mala, tan solo quería ver si se encontraba en condiciones para continuar el viaje, cosa que parecía que si. Sin mediar palabra, el shek comenzó a seguir a Kannos adonde quiera que éste los quisiera conducir.

De pronto apareció Kannos, que con un conjuro remató al barbaj.

Sagan se giró para justo para ver cómo el animal se desplomaba, como fulminado por un rayo. Entre él y Zirathon habían necesitado repetidos ataques para sólo aturdirlo y Kannos de un solo ataque había eliminado al barbaj.

Sagan sacudió la cabeza y comprobó que el barbajo no hubiera herido Zirathon y entonces echó a andar tras Kannos. Caminaron por la galería, mudos como estatuas. Si el silencio con el shek había sido algo incómodo y tenso con el mago era totalmente cargante. Por suerte llegaban ya al final, dónde encontrarían la lista de lugares dónde se encontraban los fragmentos de los báculos.

Llegáis al final del túnel. Un estrechísimo pasillo conduce a una sala que contiene la información que buscáis. Tendréis que avanzar con cuidado.

- Rol cerrado, se continúa en el nuevo tema de este mismo foro -