Biblioteca de la torre, Puerta negra, Camino de la izquierda...

Hacia la izquierda, desde la puerta negra parte un sinuoso camino que se pierde en la oscuridad, entre estanterías de viejos y desgastados.

Un grupo tendrá que avanzar por aquí. Esto es un rol moderado, así que cada x tiempo posteará ambientación para proponer retos Recordad tambien que no podéis encontrar nombres u objetos si no se escribe en un post se ambientación se escriba. Vuestro objetivo es llegar a la cámara central, donde se guardan los nombres de los lugares donde se guardan los fragmentos

Ögak caminó hacia la puerta con la esperanza de que los otros la siguieran. Vió al otro grupo a punto de cerrar la puerta y la abrió con la intención de ir por el camino de la izquierda, el que les tocaba. Abrió la puerta del todo y pensé en el viaje... Los Sheks probablemente estarían hablando telepaticamente o como diablos se comunicaran, completamente en secreto, mientras el semiyan y ella tendrían que usar palabras. "No es justo" Pensó. "¿Quién sabe qué sucios planes tramarán las serpientes en secreto?"
Miró al semiyan y le invitó a entrar, dejando atrás a los dos Sheks.
En parte esperaba que se quedaran ahí y continuar solos, su simple presencia la ponía enferma. Pero, por otra parte, dos Sheks... eran demasiado poderosos como para no desear tenerlos en el propio bando.
-Bueno, vamos allá, ¿no? Hacia la izquierda, nos dijeron.

El otro grupo ya se había marchado, era nuestro turno de atravesar la puerta negra, nos toco el camino de la izquierda. Seguía a la yan hasta la puerta negra al igual que los otros dos componentes del grupo, en el ambiente se respiraban cierta tensión, lo cual me inquietaba al igual que la simple presencia de los dos humanos que nos acompañaban. La yan abrió de par en par la puerta y me invito a entrar, yo acepte la invitación y me adentre en la sala. Sea lo que fuera lo que impidiera cumplir nuestro cometido, estaba preparado, me había equipado a conciencia. En mi cinturón portaba mi espada, en el interior de mi chaqueta guardaba mi cuchillo, en mi bolsa aun conservaba la ropa del asesino, quizás me sirviera más adelante. Pero aun tenía otra arma, había entrenado mi potencial mágico y ahora era mago de 1º grado. Pero no podía aun decir si estaba preparado o no, pues no sabía a que nos enfrentaríamos.

Segui a la dragona y al semiyan hasta la puerta, suponiendo que el shek, el cual no me habia dicho su nombre, nos seguia.
Al entrar al pasillo puse cada mano alrededor de las dos empuñaduras de mis espadas, que estaban bocabajo y formabdo una X en mi espalda, preparadas para ser usadas en cualquier momento.
La baina, aunque era de un material que no se congelaba, destilava el frio que las espadas producian.

Me acerque a la estanteria que tenia a mi derecha y le eche un vistazo rapido a los libros, para luego seguir andando.

Estaba totalmente alerta y con el cuerpo preparado para reaccionar lo mas rapido posible, pero no por la presencia de la dragona, si no porque no sabia, ni podia intuir, que criaturas podian aparecer alli...

Cuando ya habían caminado largo rato, Ögak dió un pequeño bote, exclamando:
-Mierda! Esperad un momento, por favor.
Metió su mano en el zurrón, que llevaba colgado en la parte derecha del cuerpo, y sacó un trapo que envolvía un pequeño frasco. Humedeció el trozo de tela y lo pasó por la espada.
-Mejunje del dolor. No sé a qué nos enfrentamos, así que es posible que no pueda transformarme. Usaré la espada si es preciso, y esto podría ayudar.
Tapó el frasco, lo envolvió con el trapo de nuevo y lo guardó en el zurrón.
Ahora la espada estaba un poco más reluciente a causa del líquido, y explicó al resto que, si lograba dañar a Kannos con la espada, éste sufriría más daño y podría darles algo de ventaja.
Pero esto sólo en el caso de que pudiera nisiquiera rozarle. De momento, no sabemos qué extraños seres podemos encontrar aquí, así que igual sí puede servirnos. Embainó la espada y pasó su mano por el zurrón. "De momento me quedan nueve" Pensó. Miró al resto y siguieron avanzando juntos. Ögak empezó a sentir que el corazón le latía con fuerza. ¡Por fin algo de acción!

A medida que avanzábamos el pasillo se iba volviendo más y más oscuro, me estaba empezando a resultar difícil ver en la oscuridad, entonces observe como la yan se paraba un momento y sacaba tano su estaba como una tela que envolvía un pequeño frasco. La yan saco el frasco de la tela y unto una especie de líquido en esta para luego pasarla por la espada. Nos explico que era un mejunje que aumentaba los daños.

Seguimos avanzando por el oscuro pasillo, mientras tanto iba pensando, seguramente abría alguna trampa porque sería absurdo en una de las torre de hechicería dejar un lugar tan importante sin ningún tipo de trampa, con esta oscuridad iba a costar distinguir una trampa. Entonces recordé, metí mi mano dentro de mi chaqueta y saque el objeto que llevaba atado al cuello. Lo sujete con la mano derecha y me quede observándolo, al menos si hubiera algún peligro el amuleto brillaría, pero esto solo serviría para avisarme de que había algún peligro cerca, pero al menos facilitaría algo de luz aunque solo sea para un combate o una trampa.

Menudo día... soy idiota!- Dijo, la yan.
En un momento le dijo al yan: Escucha, crees que podrías... si me transformo y echo un poco de fuego, ¿crees que podrías crear una pequeña bola de fuego que nos ilumine el pasillo? ¿Podrías controlarla? Que estúpida! No había pensado en eso, si el mago era capaz de retener ni que fuera un poco de fuego podrían avanzar por el camino sin problema. Sólo tenía que controlar el fuego, y el chico era semiyan, algo de sangre yan corría por sus venas, supuso que ese hechizo no sería complicado.
Si no, puedo cortar un trozo de mi capa y prenderla, atándola a un pequeño palo que llevo en el zurrón, pero no aguantará mucho, puesto que el palo es una rama de medio metro y no tenemos nada más que tela, así que sería genial si pudieras hacer el hechizo. Acto seguido dejó el zurrón en el suelo, esperando a que el mago diera la orden para soplar fuego, o para prender el pañuelo y se transformó. Dobló el cuello y se sentó, puesto que no cabía entera en el túnel.

Observe como la yan se paraba de pronto y me decía algo, me pregunto si podría controlar una pequeña bola de fuego para iluminar el pasillo, no conocía ningún hechizo como el que decía la yan, pero había otro modo, cuando la yan se transformo en dragón desenvaine mi espada. Mi espada podía absorber el calor y mantenerlo durante bastante tiempo.

Me parece que no va ser necesario un hechizo, mi espada actúa casi igual que una antorcha- dije mientras agarraba mi espada con las dos manos y dirigía la punta hacia un lado del pasillo- cuando quieras- dije invitándola a echar una llamarada sobre la espada.

Vi lo que hacia y decia la dragona sobre su espada aunque estuviese oscuro, pero cuando le hablo al semiyan deje de escucharlos.
De golpe senti como la dragona se transformaba y tuve que recurrir a toda mi capacidad de autocontrol para no hacer lo mismo y atacarla, ya que el ser un sitio pequeño empeoraba la situación
-Dragona, podrias haber avisado-
Dije intentando hablar con voz calmada
-No es que sea lo mas seguro transformarse con dos sheks en un espacio tan reducido, tengan el autocontrol que tengan, todo tiene un limite-
Me fui unos metros hacia atras para apartarme, aunque eso no hacia demasiado.

El lugar era muy estrecho, con lo cual no era muy cómodo su cuerpo de dragona, pero el hecho de transformarse después de todo ese tiempo la alegró.
- Eh, shek, quizá tú te sientas comodísima siendo humana, pero los dragones necesitamos estirar las alas de vez en cuando!- Dijo en un tono divertido. Se sentía genial, a pesar de la estrechez del túnel.
Acercó el hocico a la espada y la olisqueó, luego suspiró y echó por la boca una cantidad muy moderada de fuego. Sonrió por dentro, la espada había retenido el fuego y ahora ardía cual rama seca. Había sido la mar de efectivo, pues ahora se veía con claridad el lugar en el que se encontraban. Se transformó en yan otra vez, con una sonrisa en la boca, transformarse en dragona siempre la hacía sentir genial. Miró a su alrededor y vió que el fuego iluminaba un par de metros de pasillo delante suyo y volvió a sonreir satisfecha.
En ese momento, cuando la luz iluminó el pasillo, pudo ver la cara de Alby, sujetando la espada, y la de la shek, de la cual no sabía el nombre, haciendo una mueca que daba a entender la poca gracia que le había hecho la transformación de la dragona, pero.... y el otro shek? Lo sentía, pero no podía verlo en ninguna parte.
- Serpiente, ¿y tu compañero? Como nos la esté jugando...

Escuche lo que decía la humana y entonces comprendí varias cosas, era una shek al igual que su compañero, eso explicaba que su presencia me inquietara, aunque a diferencia de cualquier yan yo no compartía el mismo gusto de mi especie por la caza de sheks y szish, pero su presencia me seguía inquietando.

La dragona acerco su hocico a mi espada y echo por la boca una pequeña bocanada de fuego, mi espada absorbió parte de esta y ahora ardía como cualquier antorcha, aunque la hoja de la espada estaba ardiendo el mango seguía intacto con una temperatura templada. Ahora podía volver a ver, alzé mi espada con la mano derecha como si una antorcha se tratara, eche un pequeño vistazo al resto del grupo, estaba la yan, la shek, pero faltaba uno, ¿Dónde se había metido?, entonces oí a la yan, desconfiaba de lo que estuviera tramando el shek.

Hice una mueca de desprecio cuando la dragona dijo lo de estirar las alas.
Respire profundamente
Creeme que me gustaria transformarme, y no precisamente para estirar las alas...
Pensè. Vi como echaba fuego sobre la espada y se ilumino gran parte del pasillo, pero tambien subio la temperatura, por lo que saque a Freya(una de las espadas) para contrarrestarlo y retrocedi un par de metros mas.
[-No creo que os la este jugando, aunque a mi no me preguntes, no. lo conozco, lagartija
Dicho eso me gire a esperar al shek, esperaba que su presencia me calmara el instinto...

El shek les adelantó. Ögak sintió al humano demasiado cerca de ella cuando le pasó por su lado, e intentó frenarse. Eran demasiadas las dudas que estaban asaltando su mente. ¿Dónde había estado? ¿Qué diablos hacía el estúpido shek ahí detrás? Se controló y bajó la cabeza suspirando. De los presentes en el túnel, ella era la que había estado con él desde el principio. Había llegado poco después de que Ögak entrara en la gran sala, justo después de ella, y nisiquiera le había oído pronunciar una palabra. Respiró hondo, miró a los demás y dijo sonriendo otra vez:
¡Será mudo!- Y caminó hacia la oscuridad, por donde se había marchado la serpiente. - O quizá sordo... Vamos con él, que aun se encontrará con algun bicho extraño y, al no oirlo venir, se lo comerá vivito. Rió sonoramente al imaginar la situación. Con la sonrisa aun en los labios, hizo señas a los demás para que la siguieran y caminó hacia la oscuridad.

El shek avanzaba delante del grupo, no me infundía confianza, no había dicho nada desde que el grupo se había formado y se había adentrado en el túnel. Entonces escuche lo que dijo la yan, no le deseaba al shek precisamente un buen final, no creía que fuera sordo el shek ni tampoco mudo, más creía que estaba pasando de nosotros, eso no me parecía una buena actitud para la misión que estábamos llevando a cabo, pero bueno, que hiciera lo que quisiera.

Entonces me gire hacia la yan y la shek, aun no sabía sus nombres aunque la yan ya sabía el mío. Aun no se vuestros nombres ¿podría saberlos? -dije mientras me giraba hacia la shek. El mio es Alby.

El shek se empezo a caminar, poniendose el primero y cuando los otros dos avanzaron, me puse cerrando la marcha.
Escuche lo que decia la dragona del otro shek
-no esta sordo, en el oido interno tambien esta el órgano del equilibrio, por lo que, aunque tenga una parte shek, le habria afectado aunque solo fuese un poco. Pero estoy segura de que su equilibrio sigue siendo envidiable. En cuanto a lo de ser mudo tampoco creo que lo sea, simplemente todavia no tiene nada importante que decir, ya que muchos sheks no son muy dados a hablar asi porque si (y menos con dragones)-
Dije con voz inexpresiva. Luego el semiyan nos dijo que dijo que se llamaba Alby y nos pregunto nuestros nombres.
-Katherine Hai Lunn, pero puedes llamarme Kath o Hai, preferiblemente Hai-
A Lunn no le importaba que le llamasen Hai, pero a mi si me importaba que me llamasen Lunn, ya que me hacia recordar que tenia una parte humana y medio independiente.
Notaba los intentos de Lunn por tomar el control del cuerpo, y sabia que si seguia insistiendo lo conseguiria.

Ögak, siendo consciente de que el bárbaro no estaba con ellos decidió decir su autentico nombre, sin dejar de andar.
- Me llaman Ögak, o tambien Liekki, como os guste más. Yo responderé a los dos.

Sintió que el shek se alejaba y andó un poco más rápido. Miró hacia atrás, a los otros, con preocupación. No le gustaba en absoluto estar con los dos sheks juntos, pero menos le gustaba la idea de andar desperdigados por el túnel. Si se encontraban con algun peligro deberían permanecer unidos. Ellos eran cuatro, no como en el otro grupo, y debían aprovechar esa ventaja.

Ogak, Katherine, los nombres de la yan y la shek, algo era algo al menos sabia ahora como llamarlas. La caminata por el pasillo de la torre se me estaba haciendo eterna, además por que parecía que el pasillo a cada paso se hacía más estrecho, el último dato me inquieto, yo era mas de sitios amplios que de salas cerradas y estrechas. De pronto note una ligera brisa de aire al ver que el fuego de mi espada ardía en dirección contraria, por fin nos acercábamos al final del pasillo, no sabía a que nos enfrentaríamos pero al menos no tendríamos que enfrentarnos a ellos en un pasillo estrecho y casi a oscuras.

despues de que la dragona dijese su nombre, noté una pequeña corriente de aire. Esperaba que fuese algo diferente a la monotonía del pasillo, ya fuese la puerta o un bicho contra el que luchar, algo que diese un poco de accion, ya que me estaba aburriendo.

notaba a Lunn en mi cabeza, preparada para tomar el control a la que bajase la guardia, ya que tambien estaba cansada
va, Hai dejame mi cuerpo, por favor me dijo ella mentalmente
esta bien, pero no hagas tonterias... le contesté.

cerré los ojos y le deje libre el control del cuerpo

---

Después de que Hai se retirase, aligeré el paso y me coloqué al lado del semiyan con una expression más alegre.
-¿te puedo preguntar algo?-le pregunté

El paseo por el túnel estaba siendo un poco cansado para Ögak, pero no notaba un cansancio físico, sinó mental. Estaba bastante cansada de ver las mismas paredes, las mismas rocas, el mismo suelo.... Ahora que había luz se podía ver todo perfectamente, pero no había cambiado mucho la cosa, aunque ahora vieran, se sentía igual de perdida que antes, todo igual de monótono. Agachó la cabeza, mirando el suelo de piedra y deseando llegar al final. Oía murmullos de la shek detrás de ella, y los suaves pasos casi imperceptibles del shek delante. Y más muros, más piedra, más pasillo, más aburrimiento.

Seguíamos caminando sin llegar a ninguna parte, pero al menos parecía que nos acercábamos ya que la corriente de aire empezaba a ser más fuerte. De pronto la shek se puso a mi altura y me pregunto si podía preguntarme algo, me extrañe un poco al ver un cambio tan repentino en su actitud, según me habían contado los shek eran fríos y distantes, aunque nunca me había topado con uno hasta hoy. Dime- dije preguntándome que quería preguntarme, la shek tenía una expresión amable, cosa que no tenía antes, esto fue lo que me extraño.

Aunque me pusisese a hablar estaba totalmente atenta a cualquier ruido anormal, y sabia que Hai tambien lo estaba.
Era un descanso no estar encerrada en la cabeza siendo una simple mente, incapaz de mover tu propio cuerpo, impotente porque lo hacia alguien que no eras tu, pero con el tiempo las dos nos habiamos acostumbrado a convivir con la otra, aunque a veces discutiesemos.
-Quien era el yan, tu padre o tu madre? y donde viviais?-
le pregunté cuando me cedió la palabra.
lo quisiese o no, convivir con una shek me hacia ser mucho mas curiosa de lo que probablemente hubiese sido, aunque los sheks descubriesen cosas a traves de la investigacion, la observación y todo eso, yo era més de preguntar directamente, ya que a veces me exasperaba comiendome el coco.