Expedición bajo el mar - Rol Colectivo (Tema único)

El escudo empezaba a bajar sus fuerzas y a abrirse una brecha en la barrera, entonces cuando empezaba a abrirse Kannos y el archimago se acercaron a la barrera y dieron un salto al unisonó dentro de la barrera, entonces esta se cerro y ellos se giraron para mirarnos y nos explicaron que todo esto había sido un plan para que ellos arrebataran la magia a Idhun y convertirse en los amos absolutos.

Todo había sido una trampa, había participado en una misión para arrebatarle la magia a Idhun, yo mismo había traicionado a la magia, me sentí cabreado, aunque el hechizo me había dejado cansado mi ira se canalizo en mi magia y mis pelos empezaban a congelarse, estaba bastante cabreado, en unos segundo tenia los pelos completamente congelados con un color azul pálido. No creía que fuera el único que estaba cabreado, me gire hacia mi grupo y al de Kannos, dirigí una mirada a todos y cada uno, habíamos sido traicionados, me quede mirando a Ariadna y al rato aparte la mirada. Entonces escuche al archimago de Kazlunn, estaba tan cabreado como yo, sus palabras estaban cargadas de ira y razón.

Estoy contigo, nadie roba la magia de Idhun y se sale con la suya, tenemos que hacer algo, habrá que intentar atravesar esta barrera o encontrar otra entrada-dije bastante serio y con un tono de rabia, no había sentido tanto enfado nunca.

Durante unos instantes no logré pensar en nada. Parpadeé varias veces y miré a los presentes como si los viese por primera vez. Poco a poco, fui asimilándolo. Nos habían engañado, usado, y luego, se habían burlado de nosotros delante de nuestras narices.
Me sentí entre herida, ridícula y furiosa. Me dejé caer al suelo, cansada. Acaricié por un momento la idea de irme de allí, teletransportarme a Gantadd y de allí partir hacia Awa, y quedarme una larga temporada en mi tierra, lejos de magos malvados y báculos perdidos.
Pero me sentía herida de orgullo; había sido engañada y manejada al antojo de aquellos dos magos, como un simple muñeco de trapo. En aquel momento, si no fuera por ellos, podía estar tranquilamente en mi hogar, o buscando a alguno de mis antiguos compañeros, que tanto echaba de menos.
No, aquello no iba a quedar así. Además de lo horriblemente humillada que me sentía, la magia de Idhún estaba en juego. Me levanté del suelo, serena y fría. Escuché como algunos de mis compañeros comenzaban a expresar su ira e indignación, atacando la barrera o simplemente, hablando.
Dí un par de pasos hacia delante. Miré con los párpados entrecerrados la barrera y el lugar por donde se marchaban los dos magos. Casi inconscientemente, llevé una mano a la empuñadura de mi espada, acariciándola levemente.
-No voy a permitir que esos malditos hechiceros hayan jugado con nosotros y se vayan tan frescos -dije.- Y menos, que se hagan con el control de la magia de Idhún. Si vais a presentar batalla, yo voy con vosotros.
''Esto no va a quedar así'' juré para mis adentros.

- ¡¡¡¿¿¿Qué???!!!- Dijo Ögak con una voz que más que de Yan sonaba a escalofriante rugido gutural. ¡Les habían engañado! No podía creerselo. Desenvainó la espada y con un grito parecido a un rugido como el anterior la descargó contra la barrera numerosos golpes de ira.
- ¡Malditos! ¡Malditos... bastardos indignos del poder... de la magia! Por Aldun... y por los dioses y diosas.... que haré pedazos... a esos dos humanos... Destrozaré sus huesos, quemaré su carne y de ellos no quedarán ni cenizas. ¡Será la última vez que engañen a una dragona!
Siguió desgargando su furia mientras gritaba ferozmente insultos contra los embusteros. Estaba realmente enfadada, no estaba acostumbrada a que los humanos jugaran con ella, ¿quién se creían que eran? Simples humanos a los que se les había concedido la magia. Se maldijo por haber confiado en ellos mil veces, mientras seguía rugiendo y apuñalando la barrera con su espada.

Nota para el rol: La barrera está débil, quizás entre todos podáis quebrarla...

Escuché con atención las palabras de Ariadna, la recién llegada. Asentí ante la determinación de la joven mestiza.
-Juro por lo más sagrado que no os traicionaré -respondí.- Y me parece buena idea lo de los trozos del báculo, probablemente no los lleven encima. Pero esos dos tienen mucho poder y podrían encontrar la forma de materiarizarlos en sus manos -añadí, algo sombria.- Por eso propongo que no perdamos más el tiempo en hablar; hay que actuar. Es una situación desesperada y Kannos y el archimago nos llevan mucha ventaja. Tal vez más de uno no consiga sobrevivir a esta lucha, es algo que hay que advertir. Por eso, quien vaya a enfrentarse a los dos magos que lo piense detenidamente. Yo, por mi parte, voy a ir. No tengo nada que perder, ni nadie que me espere, y por otro lado, no voy a permitir que esos dos se hagan por toda la magia de Idhún.
No añadí nada más. No era necesario. Me acerqué a la barrera y la examiné. La sentí algo más débil que antes, a pesar de haber sido reforzada por Kannos y su aliado. Los ataques de los demás habían conseguido debilitarla.
-Tal vez... si nos uniésemos todos podríamos hacerla caer... -comenté.
Sin perder más tiempo, comencé a recitar interiormente las palabras de un hechizo de ataque.

Todos estaban cabreados y lo demostraban, entonces me di cuenta de que tenía el pelo congelado, al parecer mi ira había usado mi magia y me había puesto el pelo de punta, entonces escuche lo que dijo Ariadna, lo último que dijo es que debíamos jurar que no íbamos a traicionarnos para planes egoístas o unirse a los dos magos. Entonces escuche a la feérica que había conocido tras empezar el viaje a Dagledu, decía que a lo mejor varios de nosotros no sobrevivamos, entonces pensé un momento, yo me iba a casar si salía de esta, había vuelto a reencontrarme con mi antiguo amor. Entonces pensé que esto sería una prueba que debía superar, si moría aun tenía la esperanza de que Aira fuera feliz con los otros dos chicos, no pensaba abandonar esta misión. Juro por todos los dioses que no os traicionare, doy mi palabra de que no abandonare a un compañero-dije observando a la feérica que ahora miraba la barrera y decía que si todos nos uniéramos podríamos hacerla caer, entonces ella se preparo para realizar un hechizo, por probar no teníamos nada que perder. Entonces yo también me prepare para lanzar un hechizo contra la barrera mágica.

Escuché las palabras de Ariadna, todos estábamos furiosos. Entonces dijo lo de jurar por sus dioses y mi atención se relajó considerablemente; un juramento hecho por sus dioses para mi no era vinculante, pero al ver la solemnidad que adoptaron lo di por válido para ellos. Cavilé un poco y decidí comprobar algo acerca de barrera. Mientras todos juraban por sus dioses me acerqué a la barrera y la rocé con los dedos, concentrándome. En unos pocos segundos acabé y me reuní con los demás cuando ya me iba a tocar jurar.

- Yo no creo en ningún dios, pero tenéis mi palabra de que no os traicionaré - dije sonriendo con naturalidad - Y tienes razón, Aile, la barrera ha quedado muy debilitada cuando le hemos lanzado todos esos rayos. Entre todos es probable que la derribemos, ya sea a hechizos o a espadazos - le dije, contando los resultados de la prueba que había hecho. Interiormente esperaba que funcionara.

Se repite el turno, podéis volver a rolear. No importa el orden.

Tras esta barrera se encontraban esos dos magos que nos habían engañado para apoderarse de la magia de Idhun, solo había que abrir esta barrera que estaba debilitada por haber sido abierta anteriormente, empecé a recitar un hechizo de ataque y a los pocos minutos libere la energía en forma de rayo que impacto en la barrera, empuñaba mi báculo del cual salía mi rayo, estaba deseoso de enfrentarme a esos traidores mentirosos, por una vez sentía ganas de matar a alguien. En el fondo estaba preocupado, preocupado de si me pasaba algo al llevar el colgante, Aira podría saber que me había pasado, por unos segundos pensé en quitármelo pero negué mentalmente.

Ögak dejó de golpear la barrera y dijo con voz firme:
- Juro ante los dioses que no me uniré a ellos. ¡Que se hiele mi corazón en manos del séptimo si miento!
Entonces uno de los magos y una feerica anunciaron que la barrera estaba debilitada y volvió a tener esperanzas. Ya no estaba tan furiosa, ahora quería romper aquella barrera y despedazar a los traidores.
-¿Conseguiremos destruirla, entonces, si seguimos con nuestras espadas y vuestros conjuros?- Dijo incrédula, y siguió entonces descargando su espada contra la barrera sin esperar respuestas, ansiosa por despedazar carne y salir de ese húmedo agujero lo antes posible para volar libre.

FDR: Aile, Ari rolead algo, aunque sea poco, a ver si acabamos este rol


Escuché atentamente las explicaciones de los demás y cuando acabaron de jurar me volví hacia la barrera.

Noté como algunos empezaban a arremeter contra ella, pero yo me concentré un poco mas. Si queríamos tumbarla tendríamos que dar lo mejor de nosotros. Me quité el colgante que llevaba y apretándolo con fuerza y murmurando rápidamente - Ábrete - en arcano lo transformé en mi báculo: ese que tanto me costaba controlar.

Esforzándome por dirigir cada gota de energía que generaba dirigí su magia en forma de rayo contra la barrera mágica que nos impedía diseccionar a los traidores.

Noté como la magia se desbordaba por la rabia. Cerré los ojos y respiré hondo, concentrado para que no se descontrolara.

FDR: Chicos, como yo el jueves ya estoy fuera. Ahora mismo intento acabar rápido el colectivo, así que voy a intentar aligerar para que no os quedéis aquí estancados. Si no posteamos rápido con ambi salto turno. Entre post y post de ambientación podéis rolear sin turno.


Con la fuerza de golpes y hechizos combinada la barrera comenzó a resquebrajarse por múltiples puntos. Finalmente, tras un fuerte crac la barrera explotó en mil pedazos. El camino estaba libre para el grupo: un túnel se extendía entre ellos y los dos magos que planeaban apoderarse de la magia de Idhún.

Con un grito gutural que expresaba entre felicidad y odio Ögak corrió por el túnel cegada por sus instintos. Deseaba acabar con esos dos magos para garantizar el futuro de Idhun, pero eso era sólo una pequeña parte del gozo que sentía al correr por la gruta, la otra parte, considerablemente más grande, sólo quería despedazar a esos traidores.
Guardó su espada para poder correr mejor, pero conservaba la mano derecha cerca de la empuñadura de ésta y la mano izquierda cerca de la suave madera de su arco, para usar una arma o otra dependiendo de la situación.
Mientras corría en esta posición por su mente iban pasando los recuerdos de los días anteriores. Como habían ido por las grutas, la biblioteca, el extraño cambio de bando del mago y el shek, y la posterior desaparición de la feerica... y su reaparición en el bando contrario... ¡que resultó ser el mismo bando!
Todo era tan confuso... decidió apartar esas ideas de su mente y pensar en las diferentes situaciones que se podría encontrar. Se imaginó en una pequeña gruta luchando con la espada, en una cueva más grande con el arco y flechas, se imaginó 1001 maneras de matarlos como dragona en algún rincón de la cueva que fuera lo suficientemente grande... después volvió a imaginarse desgarrándolos con la espada y finalmente como dragona otra vez carbonizando sus cadáveres.
Estas ideas iban pasando por su mente mientras corría a través de la cueva, se sentía bastante mejor, como liberada.

Observé satisfecha como la barrera se rompía en mil pedazos. Vi como la yan corría ya a por los dos magos, y yo tampoco quise perder el tiempo. Corrí tras ella por el túnel por donde había desaparecido aquellos malditos traidores, pero al rato, aminoré el paso. Tal vez estuvieran esperándonos. No tenía nada que perder, pero tampoco se me apetecía morir a manos de aquellos dos.
Dejé de correr y comencé a caminar más lento, intentando no hacer mucho ruido. En silencio, levanté mis defensas mágicas, y mentalmente fui preparando un hechizo de ataque.

La barrera no pudo soportar la unión de los ataques de todos juntos, poco a poco fue debilitándose anta romperse, Ogak corrió por el túnel siendo la primera en adentrarse, pobres aquellos que se ganan la furia de una dragona. La segunda en entrar fue aquella feérica de nombre Aile que a mitad de camino fue aminorando la marcha, yo mientras tanto me adentre en el túnel, debía de ser cauteloso pues seguramente esos magos abrían puesto algún obstáculo por si surgía la posibilidad de que atravesáramos la barrera.
Desenvaine mi espada y con un básico hechizo el arma absorbió el calor hasta prenderse fuego, en mano derecha empuñaba la espada en llamas mientras que en la izquierda portaba mi báculo, faltaba muy poco para terminar esto de una vez por todas, si salía de esta me esperaba mi boda en uno de los oráculos, esa idea me dio fuerzas para seguir avanzando. Después de esta misión iba a casarme tan pronto, con la chica que más quiero, una imagen preciosa paso por mi cabeza, eso me daba fuerzas para enfrentarme a todo.

Ögak pronto dejó de oír los pasos de la feerica detrás suyo y se giró alerta. Vió a sus compañeros prepararse para lo peor y se maldijo "Tienen razón, ¡si nos paran una trampa tendremos serios problemas!". Se paró en seco y esperó a tener a sus compañeros cerca para seguir la marcha, preparada para usar cualquier arma en el momento en el que se precisara.
No era la primera vez que los impulsos, fueran cuales fueren, le impedían pensar con claridad y analizar la situación fríamente. Debía pensar más en los peligros que corría, muerta no serviría de mucho.

Sabia que no tenia que haber ido por la izquierda...diablos...No tenia la mas minima idea de como consegui llegar a una enorme burbuja la cual me dejaria aislado en un lugar que no querria conocer, estaba sentado de piernas cruzadas y cruzado de brazos, mirando hacia la direccion donde me llevaba la burbuja enorme, lo peor de todo es que tampoco me agradaba la idea de ahogarme aqui en medio de la nada, no me gusto demasiado la idea, ademas, llegue insconciente aqui, asi que tampoco sabia demasiado bien que oportunidad tuve de llegar... Tras un rato mirando hacia los lados sin hacer nada decidi tumbarme de espalda y echar la siesta hasta que llegara al lugar donde se encontraba el"puerto" de la burbujita de las narices, me tumbe con la pierna izquierda encima de la derecha y mis manos en la cabeza haciendo de almohada, extrañamente, aun la burbuja no hizo "plub" por mi espada, aunque se podria considerar un gran avance, ya que el mero echo de ello de estar comodo supondria mas bienestar para mi, tras eso, me eche a dormir...

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Flash back:

Christian, si no golpeas mas fuerte y no te preparas para evadir el golpe te daran a ti antes, vamos, no me seas crio.

Pero papa, tengo solo diez años¡Como no voy a ser un crio! ademas, yo no se pelear con estas espadas, a mi me gusta tu espada Rebellion...

Esta sera mi herencia querido hijo mio... pero tienes en tu sangre una herencia mas importante, solo debes de saber algo...Jamas te temas a ti mismo, tienes un gran poder en ti...

¿De verdad?...¡Entonces sere el guerrero mas fuerte, te ganare y tendre esa espada padre!

Jamas te rindas ante nada Kris...Nunca lo hagas, por tu madre y por mi...

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Tras soñar eso desperte, habia llegado a algo parecido a una cueva y me puse en pie mirando rebellion, sonrei tristemente recordandoles, deseando ojala poder volver a verles, era mi deseo... mi objetivo final... Tras eso me dispuse a caminar hacia adelante, recordando las sabias palabras de mi padre, soñaba cosas asi, de veces en la que me entrenaba y me cuidaban, ellos me hicieron lo que hoy soy... Tras eso guarde rebellion, tomandola como alma y poder de mi padre, si el lo era, claro... Mire hacia adelante despues de caminar un largo rato y vi un grupo de magos golpeando constantemente una barrera, destruyendola al cabo de un gran rato, despues de verlo y ver cual era el buen bando decidi andar con tono chulesco y con la cabeza un poco mas alta sonriendo picaramente, tras eso, puse mis manos mirando la palma hacia arriba y encogiendo los hombros, vi una hermosa chica que blandia una espada, mientras mas tipos estaba en contra de ellos, tras eso, dije...

Spoiler:

Se que no deberia meterme en cosa de magos "todopoderosos"Resalte con dos comillas con mis manos y tras eso, las puse en mi cadera Pero no puedo dejar que golpeeis a tal bombon¿No creeis?Tras eso mire a Aile y sonrei, caminando hasta mantenerme casi al lado de Sagan, cogi a Rebellion con mi mano derecha dandole una vuelta por mi cuerpo y chocando la punta contra el suelo.
Hora del espectaculo chicos...Corri no muy rapido hacia donde se encontraba Aile para resguardarla de los golpes.

Miré al humano que acababa de llegar con los ojos muy abiertos. Empezó a hablar y para mi sorpresa, me mencionó a mi, y parecía dispuesto a defenderme. Me quedé atónita unos instantes, pero conseguí reaccionar. Corrí y salté sobre él y le tapé la boca.
-Guarda tus palabras, humano, ¡nos van a oir!
Tras eso extendí el escudo de protección sobre todos los demás, tal vez eso nos resguardara de un ataque sorpresa, aunque no apostaría nada...
Seguí avanzando sin quitarle los ojos de encima al recién llegado. Me acerqué a él y le susurré.
-Oye, ¿quién eres? ¿Te conozco de algo?

La protección cubrió a todo el grupo: el semiyan, el humano, la feerica, entre otros y... un nuevo humano que se había presentado por sorpresa.
Había entrado con unos aires que a Ögak no le gustaba nada ver en los humanos y se había dirigido a los magos... y a la feerica, tratando de "protegerla" del resto del grupo.
Ögak miró de reojo como la chica susurraba al recién llegado. Puso los ojos en blanco y caminó detrás de ellos, sin quitar la vista del nuevo humano. No le gustaba su actitud, no confiaba en él (había llegado momentos después de desaparecer los traidores) y no le gustaba que él, un simple humano, se creyera con derecho de proteger a una feerica.
Humanos... ¡siempre igual! Los guerreros humanos eran unos arrogantes y unos chulos. Los humanos con los que había compartido esos días eran unos magos bastante agradables que le habían caido bien, pero de ese... no, de ese no se fiaba.
Se acercó un poco:
- Eh, tú - Susurró cerca de él -. Cuidado con lo que haces, nuevo. No suelo fiarme de los humanos, y cuanto más chulos peor. Más te vale saber usar eso- Dijo señalando con la cabeza la espada que llevaba el chico- Aunque la dama feerica y yo también sabemos manejar nuestras espadas y podremos sacarte las castañas del fuego. Pero ándate con ojo.
No era la primera vez que en su forma Yan pasaba desapercibida. Sobretodo si había otras chicas alrededor, solían confundirla con un pequeño guerrero Yan y la había molestado que el humano ni se hubiera percatado de que la feerica no era la unica "dama" de la cueva.
Deseó poder convertirse y volar de nuevo, añoraba su cuerpo, y la sensación que causaba a los pequeños seres de razas inferiores cuando volaba por los cielos de las ciudades.

Sagan me dijo que le ayudara asi que espero no cagarla O.o
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Cuando salgáis de esa especie de túnel os encontrareis con Kannos y el archimago. Deberéis postear conforme los atacáis.

Ogadrak comenzó a correr en cuanto la barrera cayó y con tal de no quedarme atrás comencé a correr yo también en pos de la dragona, teniendo en cuenta que habría sido mucho mejor usar el factor sorpresa.

Por fin se pararon un poco, y entonces apareció un chaval que vino dándose aires. Me llegaron a los labios un par de perlitas que soltarle pero los cerré con fuerza y me callé, aquel no era el mejor momento momento para dejar suelta mi ironía. Me limité a dirigirle una mirada indiferente y alcanzar a los demás.

- Bajad todos la voz, podrían oírnos - les dije con sencillez, en voz baja - El factor sorpresa podría sernos muy útil... ¡creo que ya les veo! - añadí en voz queda, tras ver el halo de dos auras asomando levemente por el recodo que estábamos a punto de atravesar.

Me asomé con cuidado y les vi a los dos junto a un altar entonando una letanía en arcano. Apretando el puño hasta causarme dolor para contener mi impulso de saltar sobre Kannos y convertirlo en un montón de entrañas irreconocible, di media vuelta y retrocedí en silencio hasta donde estaban mis compañeros.

- Están ahí - informé - creo que podría ser una buena idea que usáramos un hechizo de invisibilidad para poder rodearlos. No durará demasiado tiempo, pero somos suficientes magos para aplicarlo, y si nos movemos deprisa y en silencio podemos cogerles totalmente desprevenidos - dije - En todo caso, decidamos lo que decidamos hacer debemos movernos rápido. Están los dos delante de una especie de altar murmurando alguna clase de conjuro.

Mire como la chica salto sobre mi tapandome la boca, frunci el ceño y quite con cuidado su mano con mi mano izquierda, cogiendola suavementeUna preciosidad como tu no deberia correr tal riesgo...Tras decirle eso con voz suave y romantica solte su mano y mire a la otra viendo como le sento mal mi llegada y como se quejaba de ello, mire hacia donde se dirigia el chaval el cual me pare a su lado y guarde a Rebellion, llevandome las manos a la nuca estirandome y crujiendo mi espalda, habia estado muy perezoso en el viaje, era normal crujirlos, tras eso, solte aire y segui al tipo mientras respondi a la chica dura y a la guapa con voz baja Tranquila chica, procurare que no os hagan daño y tu guapa, procura no ir con cuidado, conmigo delante no os haran nada...

Cuando llegue a la zona donde se situaba Sagan escuche sus palabras, mirandole con el ceño fruncido y aguantando la risa, tras eso, le dije en voz baja... No me seas, si son magos mas fuertes detectaran vuestra magia y sabra que hay alguien usando ese hechizo¿no? dejame a mi... les distraere, cuando les distraiga atacadles por la espalda...tengo un plan, mejor que el de volverse invisible supongo...

Tras eso mire al chico y a los demas, esperando su respuesta inmediata, posiblemente quedara poco tiempo, tras eso, sonrei y le dije a la chica guapa.
Mi nombre es Christian Sparda, pero llamame Kris... Y no te conozco, pero si nadie conoce a semejante belleza debe ser un necio...Le mire sonriente y volvi a mirar hacia adelante, sentandome, apoyado en la pared y con mis piernas estiradas, la derecha encima de la izquierda...

Veamos que deciden... Mejor me dejo llevar por ellos, me da algo de chungo luchar con esos dos tipos... pense mientras dejaba mis manos en la nuca y le dije a la chica bruta¿Que se supone que pasa aqui?...Se que no tengo ni idea, pero no puedo dejar que semejante chiquilla sufra eso... Ademas... No me gustan los tipos malos. dije con voz muy bajita y mirando a ogadrak

FDR: Perdón que doblepostee, pero hasta dentro de un par de días probablemente no pueda postear ._.
FDR2: Kris, la has cagado , Sagan irónico ON

Escuché las necias palabras del tal Kris sobre los magos, y todas las prepotencias anteriores y posteriores, y ya no pude contenerme mas. Vi que se contenía la risa y cuando acabó me reí yo.

- Oh, ahora el gran luchador es un experto en magia - dije, parando de reír, en voz queda y cortante - Los únicos que pueden detectar la magia ajena son los sheks y los féericos, para que su egocentridad lo sepa - dije, comenzando a soltar palabras en mi idioma terrestre - Además, ¿No acabo de decir que están recitando un conjuro frente a un altar? - pregunté, con ironía - Eso implica que están concentrados, Kris, y cuando una persona está concentrada en algo no puede detectar muchas cosas - continué, esta vez imitando ligeramente el tono con el que se le hablaría a un niño pequeño - Antes de que salgas ahí agitando los brazos como un monigote déjanos que nos acerquemos lo suficiente como para impedir que te fulminen con un rayo - dije, esta vez poniendo algo parecido a la voz de un profesor aconsejando a un alumno.

Me exhasperaba cuando me encontraba con gente así, sencillamente no les aguantaba, y como me había pasado, la mayoría de las veces saltaba. No obstante me obligué a parar y a hablar normalmente.

- Lo que pasa es que esos dos quieren llevarse toda la magia de Idhún - dije, con voz normal esta vez, respondiendo a su última pregunta - y si no los detenemos rápidamente lo conseguirán. Tenemos que detenerlos, por lo que si a alguien se le ocurre un plan inteligente que lo explique - dije, poniendo especial énfasis en inteligente.


- Ángel, como te pasas con la gente - pensé - Tendría que aprender a ignorar a la gente así y dejar de soltar todo lo que se me pasa por la cabeza... en fin, él se lo ha buscado

OFF: Disculpad mi post pues, es para mantener el orden de posteo^^
Es lo que buscaba Sagan x3
On:

Deberias darte cuenta de que no todos son como tu, quizas de estos solo sepas lo que quieren que sepais, y tal vez, sean shek o lo otro como se llame, pero aparte de ser egocentrico, creo que tengo una minima capacidad cerebral, a excepcion de alguien... Por cierto, aunque esten concentrados pueden detectar magia, cosa que, amigo mio, deberias tener en cuenta, nunca se acaba de conoc...
Antes de acabar la frase me empezo a doler la cabeza, llevaba dias asi desde lo ocurrido con el brazo, me puse en pie y me lleve la mano a la cara, me dolia bastante pero oculte gran parte de las quejas apretando los dientes, no sabia como pudo ocurrir esto, pero debia encontrar la manera de solucionarlo, tras eso, quite mi mano de la cara y le volvi a mirar escuchandole, Tras eso, di una inmediata respuesta
No te servira de mucho, pero soy de nurgon, un soldado de estos...Y si te soy mas sincero aun, unos archimagos, que no aguantan mas de media hostia dada a mi no me dan miedo...¿que me fulminan con un rayo? entonces para que me serviria tu proteccion, ahora estas muerto de miedo por que te fundan de un golpe, deberias mantener a raya tu ironia cuando te estas haciendo caca en el pantalon.

Tras eso me cruce de brazos, esperando a que ocurriera algo, pero este volvio a resaltar la palabra inteligenteSi, sera mejor que penseis algo... Al chico no le va bien, pero dejando de lado a este pique me presentare... Mi nombre es christian Sparda, pero llamadme Kris...¿y ustedes?