Claro en el bosque de Awa - Rol Colectivo

Cuando llegó el atardecer el grupo conducido por el archimago de la Torre de Derbhad aterrizó en un claro en la espesura del bosque.

Cuando desmontaron el archimago reunió a los idhunitas.

- Tenemos que preparar este lugar para pasar la noche. La magia de Derbhad no está a nuestro alcance, por lo que habrá que colaborar. Tenemos que encontrar comida y algún arroyo del cual sacar agua para nosotros y los Haai. Dedicaos a eso y mientrastanto yo exploraré los alrededores - dijo, poniéndose en marcha.


Indicaciones para este tema: Rolead conforme buscáis comida o agua o lo que vosotros consideréis necesario. Podéis quedaros en el campamento si os lo encontráis todo hecho.
- Un solo mensaje/post para esto, luego el rol cambiará.
- Recordad que no podéis usar magia

¡Que vaya bien! =)

Ögak desmontó del Haai que la había llevado hasta el bosque, agradecida por no haber tenido que volar para así poder descansar.
Asintió con la cabeza a las palabras del archimago y vació su zurrón en el medio del lugar en el que se encontraban: Había algunas frutas medio pasadas, un trocito de algo parecido a pan y pocas cosas útiles, así que con una mueca de disgusto decidió ir a por comida.
Ese bosque había sido uno de los últimos lugares que había visitado antes de entrar en la torre, y ahora era el primero en el que paraba después de haber salido.
No conocía demasiado el bosque, por lo que no supo hacia donde buscar. Decidió entrar por un pequeño camino, casi invisible a causa de la vegetación, que serpenteaba hacia el sureste.
Caminó durante unos minutos, disfrutando del aire fresco que se respiraba por el bosque. Poco a poco empezó a impacientarse, había ido recogiendo frutas silvestres pero a ella le apetecía algo de carne.
De pronto, logró oír un crujir de ramas a su derecha. Sacó su arco muy suavemente y sin hacer ningún ruido y disparó una flecha a la oscuridad.

Minutos después, en el pequeño campamento había algunos pequeños montoncitos de frutas, que si bien no bastarían para alimentar a todos los asistentes, podrían servir como aperitivo, y en el centro de un pequeño fuego que acababa de encender, se calentaba un pequeño mamífero que Ögak no supo identificara fuego lento.

- Bueno, de momento esto servirá para calentarnos un poco y descansar. No es mucho, ¡pero algo es algo!

Desmonté del haai un poco mareada; no me gustaban mucho las alturas. Escuché que el archimago decía que debíamos encontrar comida y agua, y mientras él exploraría los alrededores. Feliz por la tranquilidad que había (pensaba que iba a ser otro embrollo como del que acababa de salir), me interné en el bosque en busca de algún arroyo, ya que una chica yan se había encargado de conseguir comida. Admiré la energía de la joven. Y parecía simpática.
Me interné entre los árboles, disfrutando por fin de un rato agradable, después de tanto viajar y de lo que no era viajar. Por el camino encontré unas bayas; no eran muchas, pero era algo, y además, estaba segura de que eran comestibles. Al rato, oí un murmullo del agua. En efecto, unos árboles más allá, se encontrba el arroyo que andaba buscando. Regresé al campamento y deposité las bayas junto a los montoncitos de furtas que había conseguido la chica yan.
-Vamos, creo que he encontrado el agua que necesitábamos -dije, feliz de poder ser útil para algo.

Baje del Haai facílmente, había podido descansar en el viaje y ahora tenia energías renovadas, tras un rato de estar cuidando los Haai, Aile, la feerica que se había unido a nosotros en el ultimo momento, volvió de una pequeña expedición en la que había encontrado agua.

-Yo iré a buscar el agua, y haber si de paso pesco algo, no es que tengamos poco, pero así podremos guardar parte de las frutas para otro momento- dije y tras coger alguna cantimplora y algún que otro odre, me dirigí a donde me indico la feerica.

Encontré el arroyo sin mucha dificultad, no estaba tan lejos como parecía; puse las cantimploras y los odres en el arroyo para que se fueran llenando, y puse algunas rocas para que la corriente no se los llevara; desenvaine mi espada y entre en el arroyo, para pescar algún, pez y de paso asarlo un poco.

Volví al campamento cuando salia la primera luna, deje los peces que había pescado en el fuego para que se hicieran un poco mas de lo que ya había echo mi espada, y deje los odres y las cantimploras junto a nuestras pertenencias.

Off rol: siento la tardanza…

On rol: tras una travesía a lomos de un haai, como ya era más que costumbre, baje del haai algo mareado y escuche lo que dijo el archimago. Asentí, era cierto que no podía usar la magia, no sentía el poder de la magia en el ambiente y sentía como si me hubieran arrancado parte de mi poder, bueno, no podía basar en mi poder la magia, volver a usar mis capacidades sin usar la magia me ayudaría. Me marche introduciéndome en el extraño bosque, aunque ya había atravesado el bosque de awa en dos ocasiones, el bosque me resultaba desconocido por esta parte pero no me preocupaba, saque mi cuchillo de supervivencia y me prepare para cazar algún animalillo del bosque.

Varios minutos pase caminando, sintiendo la naturaleza del bosque de awa, entonces vislumbre una presa después de varios minutos, unos conejos, unas presas bastante sencillas y nos sustentarían alimento para tiempo. Sujete mi cuchillo con mi mano izquierda mientras me escondía para no ser visto, cuando lo vi oportuno me abalance sobre las presas…

Regrese al campamento con las presas amarradas a un palo que estaba apoyando en mi hombro, unos pocos conejos unos tres, cuando regrese pude ver que los demás miembros del grupo habían regresado de sus tareas, en el fuego había pescado y un animal que no supe reconocer, entonces deje los animales que había cazado en el fuego para que se hicieran.

FDR: Tengo múú poquito tiempo, y es probable que hasta el finde de la semana que viene no pueda quedarme mas de 5 minutos por aquí al día (Exámenes... ya sabéis T.T) así que intentaré que esto pueda seguir sin tener que estar todo el rato (Y si alguien quiere echarme una mano con el rol se lo agradeceré mucho )
Siento muchísimo no poder estar todo lo activo que hace falta para este rol, os pido disculpas

Bueno, como vamos mal de tiempo explico lo que haremos ahora:
- A partir de ahora vamos a hacer guardias, es decir, mientras alguien vigila los demás duermen. Eso sí... antes tenéis que hacer el paripé de la cena y decidir el orden de las guardias xD


El archimago regresó al campamento

- No he visto nada sospechoso, pero habrá que hacer guardias - explicó - Cenemos y decidamos el orden en que las haremos... creo que esta noche se avecina larga, además de que esta noche no hay lunas.

- Tienes razón, archimago. Creo que deberíamos hacer guardias. - Dijo Ögak mientras arrancaba un trozo de conejo y se sentaba a comer. - Si queréis ya me ofrezco yo a hacer la primera guardia cuando acabemos de cenar... Me molesta mucho que me despierten a medio dormir pero no me importa acostarme un poco más tarde.
Se llenó la boca con unas frutas pequeñas que había en el centro de la hoguera. Hacía bastante que no comía en condiciones: Carne, fruta, agua fresca... ¡Todo le parecía delicioso! Quizá fuera por el hambre.
Decidió masticar un poco más y dejó de engullir. Empezó a comer poco a poco y a fijarse en el entorno. El fuego iluminaba las caras de los allí presentes. Sólo conocía a Alby, a los otros les había visto en la sala de reuniones pero no había entablado conversación con ninguno.
Estaba tranquila, ¿dónde estaba el Shek que les había acompañado por los túneles? Le importaba poco.
- Si nadie se muestra en desacuerdo, cuando acabemos de cenar hago una ronda mientras dormís. ¿Os parece?

-Me parece bien -respondí.- Si para tí no es molestia y prefieres de esa forma, por mí no hay ningún problema.
Estaba sentada un poco alejada de la hoguera. No me gustaba mucho la idea de que hubiera un fuego encendido en medio del bosque. Aun así me mordí la lengua y no dije nada. Comprendía que era algo necesario.
Picaba un poco de todo, pero realmente no tenía mucha hambre. Estaba más atenta de mis compañeros que de la comida.
Espere un momento a ver si alguien se ofrecía para el siguiente turno, pero como no lo hacían, me ofrecí yo.
-¿Que tal si hago el siguiente turno? Me da igual que me despierten, suelo dormir poco -dije sonriendo.

FDR: estoy haciendo un descanso rápido de estudiar para los examenes, así que como imaginareis ni tiempo ni inspiración, perdón si es muy corto


Comí tranquilamente, mientras discutíamos el orden de las guardias, era buena idea teniendo en cuenta que podía venir cualquiera a atacarnos y mas cuando habíamos encendido una hoguera que se podía ver a kilómetros de distancia, no me quejaba del fuego, estaba a gusto junto a el,no en vano era el elemento de Aldun, el dios al que mas veneraba.
-a mi me parece bien, que hagáis esos turnos- dije mientras cogía una fruta- y si no hay problema haré la tercera guardia, suelo levantarme a mitad de la noche así que no importara que me despertéis-añadí mordiendo la fruta.
Cuando considere que había terminado de cenar mire detenidamente a mis compañeros, realmente ahora solo parecíamos un grupo de viajeros sin ningún rumbo en particular, sin embargo teníamos una misión, y personalmente, no iba a fallar, no con todo lo que había en riesgo

Era el momento de comer, fruta, carne, agua fresca, gran variedad de comidas improvisadas con los recursos de los que disponíamos y habíamos obtenido del bosque, ahora recordaba que hacía muy poco había estado en el mismo bosque también cerca de una hoguera, ahora ese recuerdo me parecía muy lejano. Comía observando a mis compañeros, Alsan, Ogak, el archimago y una chica feerica, estaban hablando sobre el orden de las guardias que íbamos a hacer, primero montaría guardia Ogak, después la feerica y luego Alsan. Pues me encargare yo de la cuarta guardia, no creo que haya mucho problema para despertarme pues tengo el sueño ligero…-dije mientras observaba las llamas de la hoguera, entonces por mi mente paso una idea, entonces observe mi espada, si algo ocurriera seria ahora mi única defensa y ahora contaba con el fuego de la hoguera, si mantenía la espada un rato en la hoguera, podría volver a estar igual que cuando la calentó Ogak en los pasillos de la torre. Sería una ventaja si nos atacaban, aunque no sabía quién nos iba a atacar, tal vez Kannos o algún esbirro suyo.

Miraba preocupado a nuestro alrededor mientras cenábamos, pero preferí no alertar a los demás. No quería alertarlos, necesitaban descansar tranquilos. Era mejor que estuviesen descansados y a punto para cualquier imprevisto. Era demasiado lo que había en juego.
La cena transcurrió sin imprevistos, tranquila y agradable. Pero la noche fue cayendo poco sobre nosotros, oscura y silenciosa. Era el momento de comenzar con las guardias.
-Esta bien, comencemos con las guardias. Seguiremos el orden que hemos decidido. Creo que la primera es Ögak. Los demás retiraros a descansar, nos espera una noche larga.

FdR: Ok, ahora roleo en plan guardia, no? x)

Ögak miró no sin una chispa de envidia en sus ojos como los demás se acostaban. Hizo un pequeño agujero en el suelo y enterró los huesos y restos de comida para que no se acercaran los animales.
Lentamente dió una vuelta por el campamento fijándome en el fuego que se estaba apagando y tuvo una idea. Se transformó en una espléndida hembra joven de dragona verde. Así, su sentido del olfato y del oído le serían mucho más útiles.
Permaneció unos minutos sentada cerca del fuego dirigiendo su vista hacia los rincones más oscuros del claro del bosque, pero decidió hacer su guardia andando sin hacer ruido para no dormirse. Así que se puso a andar en círculos rodeando el campamento, intentando no hacer el menor ruido para no despertar a sus compañeros, parándose de vez en cuando para escuchar atentamente posibles ataques.

El archimago se retiró a descansar cerca de la hoguera, con un sueño inquieto y poco reparador. La joven yan se transformó en una hembra de dragona verde y comenzó su guardia. Aplaudió complacido la astuta idea de la joven; así le sería más fácil detectar al shek.
Tras un par de horas, calculó que la dragona se encontraría agotada. Se levantó y se dirigió hacia ella:
-Descansa joven, has hecho bien tu trabajo. Es hora de que comience la segunda guardia -le dije, con una cansada sonrisa de agradecimiento.
Seguidamente, se dirigió a la feérica para indicarle que comenzara con su guardia.

Me quité la vaina de mi espada de la espalda y me acosté al pie de un árbol encogida sobre mi misma, temblando a veces a causa de la brisa que corría. Observé como la joven yan se transformaba en una dragona y hacía su guardia. Finalmente, agotada tras el viaje hacia la torre me quedé dormida.
Bastante entrada la noche, tal vez una hora o dos más tarde, el archimago me avisó de que mi guardia comenzaba. Me desperecé con un leve bostezo y me incorporé dispuesta. Tras esto, recogí mi espada y ajusté la vaina de nuevo a mi espalda. Di un par de vueltas alrededor del improvisado campamento, comprobando que no había nada sospechoso en los alrededores. Acabé sentándose frente a la casi inexistente hoguera, mirándo como las cenizas iban quedándose poco a poco más frías.

Es una noche sin lunas, el bosque está silencioso y el tiempo pasa lentamente.
Pero de pronto escuchas un ruido entre la maleza, a unos cincuenta metros de distancia del campamento, como si alguien se arrastrara por el suelo...

Ahora puedes quedarte quieta y esperar o ir a mirar.

Me senté encogida sobre mi misma, con los brazos rodeando las rodillas, mirando con poco interés a mi alrededor. Todo estaba tranquilo, y era una noche muy oscura, sin lunas. El sueño comenzaba a cerrarme los párpados y la brisa me mecía suavemente.
Pero entonces, escuché un ruio extraño. Algo lejos, tal vez a unos cincuenta metros del campamento, pero lo suficientemente cerca como para que un oído feérico pudiera escucharlo. Era extraño... parecía como si algo se estuviera arrastrando por el suelo...
Miré a mis compañeros, indecisa. No sabía si avisarlos o no. Finalmente, me levanté procurando no hacer ruido. Tal vez fueran imaginaciones mías, pero quería ir a comprobarlo. Me interné un poco entre los árboles, rogando que aquel ruido fuera fruto de mi imaginación.

Off rol: como veo que esto no avanza y como tengo que entregar una carta antes de que venza el plazo de devolución (xDDDD)

On: Todos y cada uno excepto Ogak que era su turno de guardia se fueron acostando, yo siguiendo el ejemplo de los demás me acosté a dormir encima de la hierba un tanto alejado de la hoguera, pero unas imágenes me despertaron, la torre de kazlunn. Una habitación, en ella se encontraban dos personas, una de mi especie, un semiyan, la otra tarde en reconocerla, Aira, me desperté de pronto para después observar como Ogak estaba en su forma de dragona. Entonces pensé en las imágenes, había leído sobre que el poder de la magia acuática permitía ver escena que ocurrían a distancia, entonces se me ocurrió una idea. Cuando emprendí esta aventura no pensaba que iba resultar tan peligrosa, asi que me habría gustado mandarle una carta a Aira, me antiguo amor. Como si estuviera esperando apareció un halcón que reconoci, era el halcón de mi padre y el que me había acompañado cuando abandone kash-tar, el sabría reconocer a Aira, rápidamente se poso en mi hombro y yo saque una hoja de papel de mi bolsa y un lápiz, comencé a escribir ayudado con la luz de la hoguera, una vez finalizad la carta la doble y se la di a mi halcón. Toma, viaja a kazlunn lo más rápido que puedas y dale esta carta a Aira, ya te recompensare con tu comida favorita, ahora vuela-dije entregándole las carta mientras el halcón alzaba el vuelo, ahora todo lo que tocaba era esperar a mi turno de guardia, no tarde en volverme a dormir sobre la hierba.

La feerica se adelantó entre los árboles. Mientras se alejaba del improvisado campamento el sonido se hizo mas leve, hasta desaparecer. Lo que quiera que se moviera se había quedado quieto.

La feerica se comenzó a sentir observada. Aunque no cesaba de mirar a su alrededor no conseguía localizar a nadie.

Tras unos inquietantes segundos se escuchó otro ruido, esta vez detrás, entre ella y el campamento, y sonaba como si algo estuviera dirigiéndose a este.

Me adentré entre los árboles buscando el causante de ese ruido. Daba un respinga cada vez que sentía algo rozar mi piel, aunque fueran ramas. Poco a poco, según iba avanzando, el ruido iba desapareciendo hasta solo quedar un silencio absoluto. Comencé a sentirme observada. Miré inquieta hacia todas partes, pero no veia nada. El corazó me latía aceleradamente y era casi lo único que escuchaban mis oídos.
Pero de pronto, escuché un ruido que parecía cercano al campamento. El corazón se me paró por un momento... ¿habían aprovechado mi ausencia para acercarse al campamento? Salí corriendo hacia allí. Fuera lo que fuera aquella cosa, no pensaba permitir que se acercara a mis compañeros.

La feerica salió corriendo alocadamente hacia el campamento. Desde las sombras alguien observaba la escena complacido.

A mitad del camino la feerica notó que de repente el suelo fallaba bajo sus pies. Iba tan rápido que no pudo frenar y cayó por un agujero mágico que la llevó lejos de allí...


Después de un pequeño ruido mas se hizo el silencio mas absoluto. La sombra que se escondía entre los árboles desapareció sigilosamente en la noche. Nadie despertó al resto de componentes del grupo y estos no notaron nada. No hubo mas guardias aquella noche... Se despertaron cuando los rayos del primer sol llenaron de luz el bosque de Awa.


AILE LUNNAI DEJA ESTE ROL


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Ahora podéis rolear sin turno

Tras una noche de descanso los primeros rayos del sol iluminaron el campamente colándose entre las hojas de los arboles, donde antes estaba la hoguera que había iluminado la noche en el campamento ahora estaban un montón de cenizas, el único resto que quedaba de la hoguera. Cuando abrí los ojos vi que una figura extraña me estaba observando, cuando me levante sobresaltado note que tenía algo pesado sobre la cabeza y cuando fui a mirar tenia a mi halcón encima de la cabeza, ya estaba de vuelta de lo que le había encargado hacer. Levante el brazo derecho para que mi halcón se posara en mi brazo y cuando lo hizo yo le premie haber cumplido su tarea con un poco de carne que había guardado para él. Entonces me levante del suelo y observe el campamento, unos cuantos seguían dormidos, lo que me extraño es que no me despertaran para hacer mi turno de guardia, entonces note que faltaba alguien, esa feérica que se había unido al grupo en último momento.

El archimago se levantó minutos después de que alby lo hiciera.

Tras darse cuenta de que Aile no estaba descubrió un rastro mágico cerca del campamento.
Kannos se ha llevado a Aile - dijo con pesar, cuando todos estuvieron despiertos - Tenemos que partir hacia el reino Oceánico de inmediato si no queremos que se nos adelanten - apremió, yendo a preparar los Haai.

FDR: Este es aproximadamente el penúltimo rol, ¡venga que ya acabamos! =)

Ögak se despertó con el ruido del campamento ya en pié, tenía un sueño bastante pesado y no se despertabal con facilidad.
Escuchó las terribles palabras del archimago y se lamentó, justo un turno después del suyo! Se habían llevado a la chica... tenían que darse mucha prisa, pues muchas vidas estaban en peligro.
De todos modos ahora se encontraba más descansada y ya no estaba hambrienta, había renovado energía y podía seguir con la batalla.
Ayudó a los otros a preparar los Haai para seguir su camino y derrotar a Kannos, ahora mismo era lo más importante.

Después de unos minutos el archimago se despertó y dijo tras observar un rastro mágico que Kannos se había llevado a Aile, así debía llamarse la feérica que había desaparecido, seguramente durante su guardia le hubiera tendido una trampa. Hubiera sido mejor hacer guardias de varias personas, dos o tres y así podría haberse evitado esto, pero lo hecho, hecho esta -pensé mientras el archimago decía que íbamos a partir al reino Oceánico, yo recogí mi espada que estaba sobre la hierba descansando, mientras tanto echaba a volar mi halcón preguntándome si Aira me recordaría o como habría reaccionado al recibir la carta. Me coloque la bolsa y la espada en el cinturón mientras esperaba a que mis compañeros de grupo se despertaran y mientas tanto ayudaba a recoger a los compañeros que ya se habían despertado.

El archimago preparó a los Haai para el viaje y los llevó al claro.

- Tendremos que parar en el oráculo para conseguir burbujas de aire para descender a Dagledu - dijo - ¿Alguien tiene buen trato con las sacerdotisas? - preguntó - No creo que se presten con facilidad a ayudar a un mago - dijo, mientras montaba en uno de los Haai.