Viejos recuerdos... [RL]

Salimos de la posada,Eliwood yo y mi pequeño colibrí,que habia decidido quedarse conmigo. Eché una ultima mirada a Hal y a la caballero,se les veia bien asi que no debia preocuparme...al igual,no era de preocuparme mucho por este tipo de cosas. Me quemaba la urgencia por saber que era aquello que me habia dado el extraño,asi que con Eliwood, busqué el primer callejón solitario y alli nos metimos. -Siento tanta intriga,te explicaré ahora... - me apoyé contra la pared del callejon e introducí mi mano en mi bolsillo,palpando la especia de caja que teniia en el y la saqué. Era una caja roja,con ribetes plateados en los bordes,muy adornada,se podria decir que muy lujosa,aunque tampoco era nada del otro mundo mirandola de cerca... Abrí la tapa y encontré un collar de plata,con una unica piedra de lapislázuli como colgante. De repente los recuerdos se arremolinaron en mi mente acudiendo todos desordenados,y resbalé lentamente por la pared hasta caer sentada en el suelo. Una mujer celeste cantaba...y llevaba puesto ese mismo collar... - Madre... -susurré apenas sin darme cuenta de ello. De la caja entreabierta cayó un trozo de pergamino escrito,asi que lo cogí y me prepare inconscientemente para aquello que pudiera decir...

Spoiler:

Mi boca se quedó entreabierta,no recordaba mucho de mi hermano Keith ciertamente,pero la verdad era inegable,el ns habia abandonado... ¿Y ahora venia a pedirme ayuda? Obviamente no le iba a negar mi ayuda... pese a todo era mi hermano. Pero,¿preso? ¿donde? y lo mas importante... ¿recuperar mis recuerdos? Eso significaria descubrir quien eran mis padres,quien era yo... ¿pero cambiaria entonces algo? Eran demasiadas preguntas las que me atosigaban y a ninguna le podia encontrar respuestas. Pero no iba a conseguir nada callandome esto delante suyo... - Bien... me parece que tengo que darte unas cuantas explicaciones,Eliwood... Entre ellas que es lo que tenia que solucionar,o que significa el contenido de esta caja y la nota... ¿Que prefieres que te cuente primero? - dije enseñandole el collar de lapislazuli,aliviando un poco la tension y esperando su confirmacion para seguir.

Por fin salimos de esa posada, la presencia de la caballera de Nurgon me ponía incomodo. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarme a mi pasado, no podía seguir huyendo, peor de momento... No quería sacrificar todo lo que tenia ahora, perder a Aira, la sensación de libertad...
Dejé mis pensamientos, Aira era quien me tenía que responder ciertas preguntas, no estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando! Sacó una cajita del bolsillo, la trataba como si fuera algo sobrenatural, fuera de lo común, más preciado que un diamante, más frágil que el vidrio. Pero la impresión más fuerte que se llevó fue al abrirla. El colgante... La carta... ¿Su madre? Cada vez me hacía más dolor la cabeza...
Solo pude decir, al preguntarme:
- ¡Estaba esperando a esta pregunta! ¡ Cuéntamelo por favor!

Le sonreí de lado,¿como le sentaria tanta informacion? Suspiré y me apoyé en la pared del callejon, cruzandome de brazos,poniendo en orden mis ideas para poder explicarlas con claridad. Saqué mi ya histórico palito,y me lo metí en la boca,tranquilizandome un poco,asimilando nueva informacion mientras... Bien es un poco largo... Como empezar... Bueno,empezare por contarte lo que queria solucionar... -me removí un poco incomoda,queria olvidar ese tema cuanto antes,asi que mejor sacarlo lo primero... - Bueno... digamos que me reencontre con un... amor del pasado,por asi decirlo y bueno... ¡digamos que estaba prometida si! Actue impulsivamente sin pensar y bueno.. cometi una estupidez,de la cual me arrepiento.. Si,fui irresponsable,tome una mala decision y eso no me afectara solo a mi...y yo buenoo..lo siento,siento no haberte dicho antes,ni haber pensado con calma esto... -dije bajando la cabeza. Esperaba que no reaccionara mal... aunque claro estaba en todo su derecho de enfadarse,o de al menos molestarse o no se... "Al menos,una cosa menos en la que pensar" Ciertamente me habia quitado un peso de encima diciendole esto a Eliwood. Levante un poco la mirada,sin dejar mucho espacio de tiempo,mejor continuo ahora que estoy lanzada... Elevé mi mano,la que tenia el colgante para hacerlo quedar en medio de los dos. La segunda cosa... disculpa si la explico confusa,pero ya ves que acabo de enterarme tambien... Este colgante... creo que es de mi madre. No se explicarte,ha sido como una... ¿una vision? Bueno... yo no tengo recuerdos de mi pasado. No recuerdo nada desde que los sheks atacaron mi casa y mataron a mis padres... No se quien soy,ni de donde vengo. Pero bueno,eso no es lo que decia. -dije apretando los ojos con fuerza,y tomando aire para seguir. Le di la carta que tenia en la otra mano,la de mi hermano,de Keith,para que leyera y segui explicando. Una carta de mi hermano... esta preso en algun lugar.. ¡y fijate! En el final de la carta... dice que me puede ayudar a recuperar mis recuerdos... ¿imaginas? Recordar... -dije con menos fuerza en la voz. ¿Y si aquello que recordara no me gustaba? Miedo... ¿a recordar? ¿Podria cambiar eso algo? Sacudí la cabeza,apartando esos insanos pensamientos de mi cabeza.Me removí un poco incomoda contra la pared,quizas era la sensacion de exposición,pero no me gustaba mucho.... Intenté asimilar en silencio lo que estaba pasando... Mi hermano se habia puesto en contacto conmigo... bueno,en contacto. El encapuchado que va dejando pistas... me sonaba a historia de las que leia en los libros. Pero era real... tan real... Levante mi mirada para buscar los ojos de Eliwood,intentando encontrar algo de tranquilidad para mi mente.

Hacía ya tiempo desde que aquel celeste me reveló la noticia que provocó que mi vida diera un cambio radical. Y yo no solo había cambiado externamente si no también interiormente. Mi hermana estaba viva, eso era lo único que durante todo el tiempo que estuve en las ciudades celestes, rondaba en mi cabeza. Después de tanto tiempo podría pedirle perdón... el haberla abandonado... el sentimiento de culpabilidad perduraba y pesaba como una losa. Me era muy difícil soportarlo día tras día y ahora que tenia una oportunidad para arreglar mi error... haría hasta lo imposible.

Habrían pasado meses, semanas... no recordaba con exactitud. Tras hablar con el celeste que me contó la verdad había estado tan obcecada que no veía nada más allá de encontrar a mi hermana.
En uno de esos días frustrantes en que todo me salía mal decidí de un momento a otro ir a Kalesban, tal vez había sido para cambiar de aires o porque tuve un presentimiento pero lo hice... y menos mal! Al llegar a la ciudad vi cierto revuelo entre unos comerciantes y bendita mi curiosidad que me acerque a escuchar. Fue entonces cuando a mis oídos llegaron rumores de que en Dingra estaban pasando cosas extrañas. Fuese por una intuición o por ir de nuevo a curiosear me dirigí allí sin ni siquiera parar a descansar- que ganas no me faltaban después de dos días de viaje- por lo que a lomos de Arsia llegué a las afueras de la ciudad. El viaje se me había echo eterno y esta vez si tuve que parar aunque me moría de ganas por llegar.

Al día siguiente, justo cuando el primero de los soles asomaba por el horizonte, yo ya había emprendido de nuevo el vuelo. Paré con Arsia a las afueras de la ciudad y me despedí de ella recompensando-la con su comida preferida, y tras hacer un par de piruetas que tanto me gustaban se alejó. En aquel momento me sentí sola, muy sola. Arsia era una compañera muy fiel y ya había crecido tanto... antes iba siempre a mi lado pero ahora nadie podía retenerla, era libre. Y por mucho que hubiera querido separarme de ella no habría podido. Siempre estaba ahi cuando la necesitaba, sin necesidad de llevarla atada o algo por el estilo.

Me adentré en la ciudad sin saber adonde ir. Me saque el anillo y lo apreté fuertemente en mi mano. Era su anillo... el que me regaló ella... y entonces la vi. De mi boca solo salió su nombre:

- ¡¡Shadia!!

La chica paró una milésima de segundo, indecisa y salió corriendo. Hubiera salido detrás de ella pero mis piernas no me respondían. Sabía que era ella, pude ver su pelo pelirrojo tras la capucha, era inconfundible. Me llevé las manos a la cabeza y cerré fuertemente los ojos. Cada vez venían más preguntas a mi cabeza y yo no tenía respuestas para todas, mejor dicho para ninguna. ¿Como podía estar tan segura que era ella? No tenia ninguna pista de que de verdad estuviera viva... pero entonce ¿Que intenciones tenia el celeste en hacerme creer que si?. ¿Porque la chica salió corriendo?, ¿Porque no me había buscado?. Ya no podía mas, necesitaba encontrarla, saber si mi intuición no fallaba... y justo abrí los ojos en el momento en que la chica entraba en un callejón. Si el destino me había dado la oportunidad de hacer eso que llevaba tanto tiempo anhelando no lo desaprovecharía. Corrí tras ella como si de eso dependiera en ese momento mi vida.

A pesar de las prisas, cuando llegué a la entrada del callejón paré en seco. Escuché murmullos y susurros. No distinguía con claridad las voces ni lo que decían. Me entristeció el darme cuenta que ya no recordaba la voz de Shadia. Apreté de nuevo el anillo en mi mano y me escondí entre las sombras intentando entender algo de lo que decían aquellas personas. ¿Y si una de ellas era Shadia? Sentí deseos de aparecerme ante los que había alli con la esperanza de que fuera ella, pero de nuevo mi instinto me dijo que debía de permanecer alli, quieta, por lo que así lo hice. Últimamente le hacía mucho caso, pero también era cierto de que me había ayudado mucho.

¿Y si no era ella y eran personas peligrosas? Otra pregunta más que aclaré rápido. Me coloqué de nuevo el anillo y llevé mi mano a la empuñadura de Yleva. Estaba preparada para cualquier cosa.

Iba oyendo su historia. No podía creer como le había pasado tantas cosas en tan poco tiempo, o es que había pasado más tiempo del que me imaginaba. En todo caso, era evidente que, aún y la fortaleza que enseñaba, aún estaba la Aira que yo conocía; esa Aira que se encontraba en mitad del bosque, vete a saber tu porqué! Pero ahora no me pedía ayuda de fuerza, me pedía ayuda de compañía. Ella podía lograr todo lo que se propusiera, era una chica tenaz y muy fuerte, no me podía creer como confiaba tanto en mi. Por eso, sin pensármelo dos veces, le cogí de las manos y le puse la mejor de mis caras.

- Querida, yo estaré allá dónde me necesites. Puedes confiar en mi para esta aventura, no te defraudaré. Nunca te dejaré sola, no te abandonaré, juntos llegaremos hasta el final de todo esto. Ya verás como este asunto se solucionará lo antes posible y podrás volver a disfrutar de tu familia como antes - le dije sonriendo, quería mostrarle todo mi apoyo!

Aunque en una milésima de segundo, oí a alguien entrando en el callejón. Fue sólo un segundo, para un humano cualquiera podría haberlo ignorado, pero para el instinto de un dragón eso era demasiado.

- ¿Quién está allí? - grité con voz altiva,

Notaba como la opresion de mi pecho disminuia y se convertia en un ligero malestar,provocado por las preguntas que ahora me rondaban la mente. ¿Donde estaba ahora mi hermano? ¿Quien lo tenia preso? ¿Por qué? ¿Y por que me decia que me convenia no recordar nada de el? Eran muchas preguntas complicadas y sinceramente no me encontraba con fuerzas para ponerme a pensar en ellas,sin acabar desesperándome. Escuché lo que Eliwood me dijo y no pude reprimir un grito interior de alegría,aunque no lo exterioricé. ¡Asi claro que tenia fuerzas para seguir con lo que sea! -Querido.. ¡Gracias! - me elevé un poco para besarle,ahora me sentia mucho mejor gracias a el. -Si estas conmigo... ¡podré hacer cualquier cosa! Asi lo creo... -dije bajando un poco la mirada cuando lo dije,pero era toltamente cierto.
Entonces,Eliwood gritó quien estaba ahi,y me di cuenta de que no estabamos solos en el callejón... me concentré e intenté detectar al intruso. Lo percibía,pero debilmente,y en ese momento no encontraba su procedencia. Sin embargo alli estaba,en el callejón,en las sombras... Lynch salió volando de mi hombro,y convertido en una mancha verdeazulada,comenzó a revolotear por el callejón. Entonces se detuvo en un lugar determinado del callejón,sin moverse,suponia que fuera de la vista de aquel que estuviese alli,pero como marcándome el lugar. Esperé a que la persona que alli estuviese saliese por su propio pie.

Intenté agudizar más el oído para escuchar lo que decían pero fue en vano. Estaba demasiado absorta pensando en lo que había pasado antes.
De pronto una voz se escucho más fuerte y la percibí claramente. Me mordí el labio nerviosa. Me habían descubierto. Dude de salir o no. Si sabían que me escondía poco podía hacer y estaba demasiado cansada como para ponerme luchar si eran peligrosos. Ademas había más de una persona por lo que estaba en clara desventaja.

Noté un aleteo a mi alrededor que fácilmente hubiera pasado desapercibido para cualquier humano, pero yo acostumbrada a los animales los reconozco rápidamente. Era un colibrí pero no pude ver bien sus colores. Estaría avisando donde me encontraba. Suspiré. De nada servía quedarme allí así que salí de mi escondite sin quitar la mano de la empuñadura de mi espada.

-Hola- dije intentando poner una de mis mejores sonrisas-

Pasada más de la media noche, comencé un vuelo desde las fronteras de Celestia con el bosque de Alis Lithban y la Torre de Drackwen, de vuelta a los reinos de los humanos, Nandelt.

Si quiero estar en ventaja con mi enemigo, pensé, necesito armas que saber manejar y combatirlo. Pues mi veneno no lo matará del todo.

El frío no me afectaba, pues había vivido en sitios más fríos como Umadhun y Nanhai, y era preferible el último por la gran cantidad de guaridas con algo de acción por estar en Idhún, lugar al que volvieron los sheks, los míos, tras su fracaso de viaje a otro mundo... Ignoraba gran parte de la historia.

Planeaba sobre las montañas y bosques, hacia el norte, siempre hacia el norte...

No fracasaré, aunque deba morir, me dije.

Las palabras de Aira me mostraron que la sensacion que le quería mostrar a Aira de apoyo había sido satisfactorio. La mejor forma de enfrentarse a un reto es sin dudas, entonces tienes más probabilidades de fallar. Le correspondí el beso, pero la persona que había detrás del callejón me tenia desconcertado, quién debía ser? Por suerte, el colibrí de Aira fue volando a esa dirección, por lo que parecía delante del personaje. Ante el acto del pájaro la persona no tubo nada que hacer y se mostró ante nosotros. A simple vista pude ver que era una celeste por el color azulado de su piel. Tenía además una cabellera verde que le llegaba muy por debajo de la espalda. Por todo eso no parecía un peligro, menos cuando vi que tenía la mano posada en la empuñadura de la espada. Ante ese hecho yo también me preparé buscando la empuñadura de mi hoja espejismo, la grande sería imposible manejarla en el callejón.
-Qué quieres de nosotros? - le espeté con tono no muy amigable.

Mi colibrí volvió rapidamente a mí,seguido por la persona que se escondía tras las sombras. Era una celeste,por el color de su piel,pero tenia una larga cabellera verdosa,asi que deduje que sería mestiza. Una feérica-celeste... Llevaba una espada,y la mano puesta sobre ella,aunque sonreia. Entonces,yo le devolvi la sonrisa. No parecia un peligro,y no sabia por qué, me inspiraba confianza. A Eliwood no parecia pasarle lo mismo que a mi,y le preguntó que qué queria de nosotros,en un tono bastante brusco. Me quedé esperando la respuesta de la extraña. Me intrigaba esa chica,ciertamente... - ...Y.. ¿como te llamas? -dije yo en un tono mucho mas ligero,esperaba que la conversacion no se tornara incómoda ya. Guardé el collar,la caja y la carta en mi bolsa,eso podria esperar,ahora.

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OFF:Soorry minipost

Vi a un chico y a una chica en el callejón aunque no puede saber que raza eran. En ese momento me sentí un poco asustada. El chico había respondido de una manera ciertamente poco amigable, lo que era de esperar... y luego lo vi llevándose también la mano a la empuñadura de su espada.

No quiero luchar...- pensé

El cansancio me podía. No quería empezar una pelea de la que saldría perdiendo... pero al fin y al cabo el chico tenia motivos para ponerse así... yo solo buscaba a Shadia... Shadia... ¿La abrían visto? Estoy casi segura de que se marcho por ahí... De nuevo esa sensación, no sabía con certeza si era ella y no hacia mas que ilusionarme... Opté por soltar la empuñadura de la espada y contesté al chico:

-Yo... yo... no quiero nada... solo buscaba a una persona - dije con miedo sin saber que palabras serían las más apropiadas para aquella ocasión

Me fijé ahora en la chica, sonreía, y eso hizo que a pesar de la incomodidad que me producía esa situación sonriera también.

- Yo.. yo soy ankira-le respondí un poco más tranquila-.

off: merda post >>.<< pero es que ultimamente mi imaginación esta cayendo en picado xDD

Al principio creía que esa mujer quería pelea, pero poco a poco me di cuenta que en verdad quería todo lo contrario. Su cara de cansancio lo deja dislumbrar, y después por la forma de hablar delataron que no quería enfrentarse. El último gesto y decisivo fue cuándo alejó su mano de la empuñaadura, entonces decidí hacer lo mismo, al fin y al cabo tampoco quería luchar, llevaba un dia ajetreado por el viaje y aún no había podido relajarme y recobrar fuerzas.

Después se presentó, su nombre era Ankira... Bueno, nunca había oído ese nombre. Pero bueno, entonces me avancé a Aira y yo también me presenté. No quería parecer descortés porqué Aira había reaccionado más amigablemente y tal vez mi reacción había sido un poco exagerada:
- Encantado, yo me llamo Eliwood y ella - desviando mi mirada a Aira - se llama Aira.

La chica mestiza dijo que buscaba a una persona. ¿Habria pasado alguien por el callejon? Junto a nosotros no habia estado nadie pero tan ensimismada como habia estado con la carta,el collar,el misterio de mi hermano... podia no haber visto a alguien pasar... Me revolví el pelo violeta,pensativa. - Yo no ví pasar a nadie al menos.. -dije con una sonrisa de disculpa a la chica,encogiendome de hombros.
La chica se presentó como Ankira. Hmm no conocia ese nombre.. Eliwood reaccionó mas amablemente esta vez,y vi que ambos habían retirado la mano de sus respectivas espadas. La conversacion empezó a tener un clima mas relajado entonces. - ¡Encantada Ankira! -le dije con entusiasmo,y levanté mi mano para estrecharsela. Hay veces en las que conectas con una persona que apenas conoces y ya confias en ella,sin pensar. Ella era para mi ya una de esas personas,sin saber por que.
Entonces de repente sentí como desde la pulsera emanaba una especie de llamada. ¿Sasha me llamaba? ¿Habría regresado ya de Umadhún? Me acerqué a Eliwood y le dije al oido lo que pasaba. - Tengo que ir... ¡Regreso cuanto antes! Te encontrare... espero que no te importe. -aunque sabia que no era del todo asi,y lo dije con tono de culpa. Me tenia que ir... fuí a buscar rapidamente al haai que debia seguir en los establos,y volando,segui su llamada...

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OFF: Esto esta parado x .x regresare despues!

Aira también se presentó, todo iba bien, hasta que de pronto Aira cambió su atención. Se miró la muñeca, qué le había hecho despistarse? No me lo podía creer cuando lo vi. La pulsera de Sasha estaba en ella. De pronto una repulsión me estremeció todo el cuerpo, como un escalofrío empezando desde el cuello, bajando por toda la columna vertebral hasta la rabadilla. No podía olvidar la repugnancia que me provocaba su presencia, incluso el hecho de pensar en él. Ya de por si, en un principio habían empezado con mal pie, pero lo peor estaba por venir, el hecho de que nos convirtiéramos él en shek y yo en dragón no mejoraba las cosas. Pero lo que me supo más mal, puede que sea la rapidez que tubo Aira en abandonar el momento en el que estábamos e ir en su busca.
Ahora nos encontrábamos Ankira y yo en el callejón, no sabia qué decir ni qué hacer. Por eso le pregunté qué persona había venido a buscar y porqué.

El chico se presentó y luego me indicó el nombre de su compañera. Así que Eliwood y Aira- pensé.
Aira dijo que no había visto pasar a nadie y chasqueé la lengua a modo de disgusto. No era posible que no hubiese pasado nadie, yo la había visto... ¿O tal vez me equivocaba? ¿Y si en realidad esa chica que había visto no era ni siquiera una persona? ¿Y si había sido una ilusión? Había sido demasiado real para ser una ilusión. La vi girarse, vi su pelo, esa mueca tan... tan suya. Me llevé las manos a la cabeza y cerré los ojos. Necesitaba respuestas o acabaría volviéndome loca.

- ¡Encantada Ankira! -dijo ella-

Abrí los ojos justo cuando Aira me tendía la mano para estrechársela. Sonreí y así lo hice. No solo parecía muy amable si no que también lo era. Tal vez sería algo celeste... pero no acababa de saber que raza era. Luego me fijé en su pelo y la observé curiosa. Me llamó la atención ya que tenía un color violeta, al igual que sus ojos. Nunca había visto a nadie con ese tono de cabello. Sonreí de nuevo. Vi que se acercó a Eliwood, que le decía algo y luego se fue a toda prisa. Me quedé parada. No sabía que decir ni que hacer. ¿Habría pasado algo?
Eliwood me preguntó acerca de la persona que buscaba en el callejón y porqué. No lo sabia ni yo. Me senté en el suelo y volví a acariciar mi anillo. Estuve un rato en silencio. Necesitaba ordenar mis ideas porque ni yo misma sabía a quien buscaba, solo me dejaba llevar por impulsos. Así habia vivido las ultimas semanas, impulsivamente.

-Pues...-empecé- se podría decir que a mi hermana- dije por fin -esto... y ¿Aira donde fue?-pregunté intentando cambiar de tema-.

De pronto advertí que con ese tono de voz y el cambio un poco drástico de tema, Ankira no quería hablar de eso. Por lo tanto, lo único que se me ocurrió para relajar un poco el ambiente fue invitarla a cenar:

-Huummmm... Ankira, que te parece si cogemos los dos y te invito a beber algo. Nptó como si estubieras cansada de un largo viaje y yo tampoco estoy para trotes. Así que mejor que nos relajemos, tranquila que si no tienes dinero ya te invito yo!

Y le ofrecí mi brazo para llevarla al lugar. Me sentía en parte mal de haber reaccionado antes de esa manera. Cada vez veía con mejores ojos a Ankira. Poco a poco le veía más simpática, y Aira, con lo tímida que era, había reaccionado con bastante amabilidad. Ya parecía cómo si se conocieran de antes! Pero eso sólo eran tonterias

off: lo siento lo siento lo siento he estado liada y no me acordaba que tenia que contestar asjahdsd -.-

on:

Se dio cuenta de que me resultaba incomodo hablar sobre que persona había venido a buscar por lo que cambió de tema y interiormente se lo agradecí. Me resultaría extraño explicarle algo así a un desconocido... aunque quien sabe, Eliwood parecía buena persona y transmitía confianza. Tal vez se lo acababa contando, no perdería nada. ¿A quien busco? Me pregunté en mi mente. Creo que ni yo misma lo sé ya. Estaba confusa. Tal vez, estoy en medio de una gran mentira y mi hermana no es esa chica y de verdad está muerta. Pero de nuevo me vuelve la misma pregunta, ¿Como se que es mi hermana? ¿Quien me lo asegura? Si la chica del callejón sabia quien era yo, ¿Porque había salido corriendo?
Entre tanta pregunta que me volvía a venir a la cabeza, se me olvidó por completo que Eliwood estaba allí. Así que a beber algo.. ¿Porque no? Necesitaba relajarme un poco, y si, estaba cansada.

-Pues la verdad no me vendría nada mal- dije sonriendo- Y tranquilo, siempre llevo algunas monedas conmigo- me llevé la mano al zurrón. Si, todavía seguía ahí.

Yo me levanté y el me ofreció su brazo. Cada vez me parecía mejor chico.

-Gracias- dije mientras me agarraba a su brazo, sonriendo - Bueno... y ¿Donde vamos?-pregunté-.

Cuando hubo preguntado sobre el lugar dónde iríamos, le sonreí y le respondí:

- A una taberna de por aquí cerca, hace poco estuve con la chica que se ha ido y no esta nada mal, parecía acogedor y tal. Únicamente había una caballero de Nurgon y tuvimos que "irnos". Pero bueno, eso ya te explicaré más tarde.

Y con eso la llevé a la misma taberna. Al abrir la puerta de la taberna ya me ocupé de pasar yo primero junto a ella para poder tener una primera vista y reconocer a la caballero si hiciera falta en un momento. Por suerte, la caballero ya no estaba y la llevé hasta una mesa cerca de una ventana. Era más bonito y más solitario. Cosa que las otras mesas dejaban la intimidad en cualquier otro lugar.

- Camarera! - grité con fuerza para que nos oyeran, muchas veces, estas camareras para no tener trabajo se hacen las suecas - Por favor, tráigame una copa de cerveza para mi, y para mi bella acompañante... - entonces la miré para que dijera qué era lo que quería.

off: Yo si lo siento xdd He tenido bastante trabajo y hasta ahora no he tenido un tiempo para responder :S

Me explicó que íbamos a una taberna no muy lejos y que allí había estado con la chica que se había ido. La verdad es que me hubiera gustado conocerla más y tenía la esperanza de volver a encontrármela algún día. También me dijo que había una caballera de Nurgon pero que tuvieron que irse. No pude evitar preguntarme el porqué de que "huyesen", tal vez eran fugitivos... Miré a Eliwood. No tenía pinta de ello.
Le seguí hasta llegar a la taberna y cuando abrió la puerta pasó primero. Parecía que buscaba a alguien que, supuse que seria aquella caballera de Nurgon si de verdad habían huido de ella.

La taberna se veía un poco alborotada y había cosas rotas por el suelo algo que me sorprendió.
Me llevó a una mesa que había cerca de una ventana. Miré a través de ella. Las lunas relucían implacables en aquel inmenso cielo. Me encantaba observarlas por lo que me quede un poco embobada mirando por la ventana. Solo reaccioné cuando escuche gritar a Eliwood llamando a la camarera. Me giré enseguida observando a la mujer que se había acercado, el hizo su pedido y yo me quede un momento pensando.

-Para mi un zumo de frutas si es posible, gracias - dije con una sonrisa.

Volví a mirar por la ventana y después dirigí la mirada por toda la taberna antes de volverme hacia Eliwood.

-¿Así que ya habías estado por esta taberna?- pregunté recordando lo que me dijo anteriormente.

Iba a responder a Ankira, cuando un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. Era una extraña sensación. Alguien necesitaba mi ayuda, o algo parecido. Me quedé pensando un momento y se me apareció en mente a Aira. No pude evitar preocuparme por eso, podía no ser nada, pero podía ser todo! Por eso me puse a escribir una carta, unos pocos garabatos, para saber si Aira estaba bien, para decirle lo tanto que la amaba... Hacía demasiado tiempo que no le decía que le quería, ¡ya ni se acordaba de la última vez!
Cuando hubo acabado con la carta, llamó a Saeta, su fiel halcón. Con él tendría la certeza de que su mensaje llegaría hasta el fin del mundo si hiciera falta.

Cuando hubo acabado, miró otra vez a Ankira. Esperaba que no le hubiera hecho esperar. Volví en mi mismo y le respondí.

- Bueno, llevo dos estaciones fuera, alejado de Aira. Y hace poco volví de mi viaje. Ahora Aira es mi única familia, así que volví con ella para poder estar con ella y pasar más aventuras. Buscándola a ella, la encontré en este rincón de los reinos humanos, concretamente en esta taberna. No dudé ni un segundo en venir hacia aquí. Pero tuvimos que marcharnos antes de tiempo y dejar a unos amigos aquí, por la caballera de Nurgon que te dije antes. Bueno... la historia no es fácil, es bastante larga, quieres que te la cuente? ¡No me gustaría agobiarte hablando yo siempre!

Acabé exclamando, en parte era verdad. Era una historia ya bastante larga, no tenia ningún ánimo de avergonzarme, me sentía muy orgulloso porqué había podido encontrarme con Aira, poder vivir muchas nuevas aventuras... No, fue una de mis mejores elecciones.

Sentía la preocupación en Eliwood, algo le hizo reaccionar y empezó a escribir una carta. Lo observé curiosa mientras escribía a prisa. Luego apareció un halcon que supuse que sería suyo y tras entregarle la carta el animal salió volando.

- ¿Estás bien?- susurré algo preocupada todavía-.

Comenzó a explicarme que había estado alejado de Aira y que más tarde la encontró por los reinos humanos. Seguía atenta a sus palabras y a lo que me transmitia. A pesar de ser solo medio celeste, sus sentimientos hacía ella eran muy fuertes, y lo supe sin que tuviera que decirmelo. Bueno si, si me lo decía, me lo decía con la manera que hablaba de ella y me lo decía sin querer desde tu corazón.
También dijo que la había encontrado en la taberna en la que estabamos y volví a echar un vistazo alrededor. Ya estaba todo más recogido. Que dejaron aqui a unos amigos, pero supuse seguramente ya se habían marchado, sino habrían habido saludos entre ellos o algo.

- Me encantaría escucharla- dije animada-.