Parada en Nambre
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Parada en Nambre
Hacía un par de horas que me había desmontado de Arissar para que descansara y simplemente tubiera que ir con el peso de mi mochila. Había decidido que antes de ir a la torre de Drackwen me pasaría por el mercado de Nambre, en el cual había escuchado rumores de que se vendía la mejor carne del mundo y además duraba semanas comestible. Aquella idea había atraido mi atención, por lo que decidí pasarme por esta pequeña ciudad a cargar mis provisiones. Arissar había decidido ir a un paso muy lento, algo que hizo aquella última hora bastante pesada. Miré a mi amigo de reojo unos segundos, con una pequeña sonrisa entristecida. Él no estaba preparado para recorrer medio mundo. Lo mejor sería que se quedara en algún establo, o lo que es lo mismo, un lugar donde dormir y luego que hiciera lo que quisiese, ya que siempre conseguía huir. Mientras caminabamos, le comenté la idea intentando verla positiva y tras un par de gemidos desilusionado, acabamos con comprender que era lo mejor. Él no sufriría y yo avanzaría más rapido, ya que aquello me permitía transformarme en dragón e ir volando.
Llegamos pues a la ciudad y atravesamos una pequeña muralla siempre abierta para los nuevos visitantes. El lugar estaba abarrotado de gente y miles de difernetes sonidos que taponaban mis oidos. Enseguida Arissar fué centro de muchas miradas, algo que hacía que se sintiera importante y alzase la barbilla galanmente, hinchando su plumaje. No pude evitar carcajearme. Comencé entonces a buscar por los puestos, buscando aquella preciada carne y otras cosas que me pudiesen servir.
Llegamos pues a la ciudad y atravesamos una pequeña muralla siempre abierta para los nuevos visitantes. El lugar estaba abarrotado de gente y miles de difernetes sonidos que taponaban mis oidos. Enseguida Arissar fué centro de muchas miradas, algo que hacía que se sintiera importante y alzase la barbilla galanmente, hinchando su plumaje. No pude evitar carcajearme. Comencé entonces a buscar por los puestos, buscando aquella preciada carne y otras cosas que me pudiesen servir.
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Re: Parada en Nambre
Había llegado hacía muy poco a mi ciudad natal, Nambre. Me conocía cada calle como si fuer ala palma de mi mano, pero antes de ir al mercado, a buscar un par de cosas que necesitaba para mi tan larga travesía, había hecho una paradita rápida en mi casa, para reencontrarme con mi "pequeño" Lindalote. El enorme lobo era mi compañero ahora, ya que había dejado que Ashker descansara un poco del viaje de Nurgon hasta Nambre seguido sin parar. Ahora el lobo negro pululaba a mi alrededor alegremente, moviendo el rabo contento de ver de nuevo a su ama. Le acariciaba la cabeza delicadamente mientras caminábamos.
Me había cambiado de ropa, llevaba unos pantalones negros que se cernían a mis piernas a la perfección y una camisa blanca, con el primer botón desabrochado, a la cintura, mi cinturón con la vaina nueva, y luciendo en ella la espada larga que siempre portaba encima. Las botas altas ocultaban un par de navajas guardadas sobre los tobillos, por si las moscas... en el pecho, reluciendo ante la luz de los soles, el colgante de Nurgon, el cual abría muchas puertas en cualquier lugar de los reinos humanos. Llevaba un guantelete en la mano derecha, solo cubriendo la muñeca, no el antebrazo completo, que crujía ligeramente con el sonido metálico cuando movía los dedos. La entrada de la ciudad estaba relativamente cerca del marcado, por lo que había mucha gente de diversas razas, y resultaba curioso.
Me acerqué a un pequeño puesto de medicinas, hierbas y comida, buscando algunas hierbas de curación para mi viaje. No pude evitar escuchar de la dependienta que se quejaba porque algún tipo de mascota intentaba seguir a su amo dentro de la tienda, solo que el animal era más grande que la puerta. Lindalote, con curiosidad, se acercó ante el olor de un animal desconocido, arrastrandome detras.
-¡Lindalote!-Me quejé, pero ya estábamos en la puerta.
Me había cambiado de ropa, llevaba unos pantalones negros que se cernían a mis piernas a la perfección y una camisa blanca, con el primer botón desabrochado, a la cintura, mi cinturón con la vaina nueva, y luciendo en ella la espada larga que siempre portaba encima. Las botas altas ocultaban un par de navajas guardadas sobre los tobillos, por si las moscas... en el pecho, reluciendo ante la luz de los soles, el colgante de Nurgon, el cual abría muchas puertas en cualquier lugar de los reinos humanos. Llevaba un guantelete en la mano derecha, solo cubriendo la muñeca, no el antebrazo completo, que crujía ligeramente con el sonido metálico cuando movía los dedos. La entrada de la ciudad estaba relativamente cerca del marcado, por lo que había mucha gente de diversas razas, y resultaba curioso.
Me acerqué a un pequeño puesto de medicinas, hierbas y comida, buscando algunas hierbas de curación para mi viaje. No pude evitar escuchar de la dependienta que se quejaba porque algún tipo de mascota intentaba seguir a su amo dentro de la tienda, solo que el animal era más grande que la puerta. Lindalote, con curiosidad, se acercó ante el olor de un animal desconocido, arrastrandome detras.
-¡Lindalote!-Me quejé, pero ya estábamos en la puerta.
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Re: Parada en Nambre
Caminar entre el gentío se hacía dificil pero más tener a mi gran compañero detrás haciendo colapsar las lineas de gente que se movían ritmicamente. No pude evitar fijarme que de nuevo, aquél movimiento era similar a las olas del mar. Me puse una mano en el pecho, sintiendo nauseas mientras mi tez palidecía y mis movimientos se volvían torpes y titubeantes. Alcé una mano hacia delante mientras me torcía, buscando parar en el primer puesto cubierto que me tocase. Entré en la tienda con un traspiés, recuperando la postura mientras me agarraba a un pilar que sujetaba la tienda, haciendolo temblar levemente y llevandome una desagradable mirada de las dependientas. Me erguí, sacudiendome la camiseta, mientras ponía una mano en la nuca y emitía una sonrisa amistosa, cosa que hizo que apartasen la mirada de mí. Una sonrisa decían más que mil palabras.
Observé mi alrededor con curiosidad. La tela que cubría el lugar era de un tono anaranjado, con rayas rojizas que formaban un agradable motivo. Distintas estanterías se distribuian de manera un poco desordenada, desde las que asomaban tarros con un montón y diversas hierbas y demás ingredientes que seguramente sirvieran para hacer medicinas. Un olor agradable me hizo girar sobre mis talones, descubriendo colgado del techo un enorme animal despellejado y listo para una barbacoa. Se me hizo la boca agua al pensar en aquél enorme sustento que mi forma de dragón tragaría de un bocado.
Me acerqué al mostrador, sintiendo como mi estómago crujía. Escuché gritar alarmadas a las muchachas que pedían a mi enorme amigo que no entrase en la tienda. No pude evitar echar una carjada.
-¡Arissar! ¡Esperame fuera! -le grité al chocobo por quinta vez en el día. Éste pareció por unos momentos algo crispado, pero cesó su movimiento alejandose de la puerta. Me rasqué la nuca, mirando a las dependientas - ¡Lo siento!
Arissar se dió media vuelta justo en el momento que un osado can de pelo oscuro se acercaba a él y comenzaba a olisquear sus patas. El chocobo entrecerró los ojos, mientras levantaba una pata y la sacudía intentando espantar al animal que osaba alterar su ''tranquilidad''. El chocobo retrocedió levemente, lanzando picotazos al aire para mostrar que no quería que se acercasen a él.
Observé mi alrededor con curiosidad. La tela que cubría el lugar era de un tono anaranjado, con rayas rojizas que formaban un agradable motivo. Distintas estanterías se distribuian de manera un poco desordenada, desde las que asomaban tarros con un montón y diversas hierbas y demás ingredientes que seguramente sirvieran para hacer medicinas. Un olor agradable me hizo girar sobre mis talones, descubriendo colgado del techo un enorme animal despellejado y listo para una barbacoa. Se me hizo la boca agua al pensar en aquél enorme sustento que mi forma de dragón tragaría de un bocado.
Me acerqué al mostrador, sintiendo como mi estómago crujía. Escuché gritar alarmadas a las muchachas que pedían a mi enorme amigo que no entrase en la tienda. No pude evitar echar una carjada.
-¡Arissar! ¡Esperame fuera! -le grité al chocobo por quinta vez en el día. Éste pareció por unos momentos algo crispado, pero cesó su movimiento alejandose de la puerta. Me rasqué la nuca, mirando a las dependientas - ¡Lo siento!
Arissar se dió media vuelta justo en el momento que un osado can de pelo oscuro se acercaba a él y comenzaba a olisquear sus patas. El chocobo entrecerró los ojos, mientras levantaba una pata y la sacudía intentando espantar al animal que osaba alterar su ''tranquilidad''. El chocobo retrocedió levemente, lanzando picotazos al aire para mostrar que no quería que se acercasen a él.
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Re: Parada en Nambre
Lindalote estaba olfateando las patas del enorme bicho y cuando sacuió alcé la vista, reconociendo al animal que comenzó a mover las patas huesudas para espantar a mi amigo. Cuando comenzó a lanzar ipcotazos me enfadé y le pegué un tiron de los arreos bruscamente, desviando su atencion de mi animal a mi.
-Maldito pollo gordo con aires de aguila, comportate!
Exclamé sostenienodle una mirada furiosa al animal, que parecía querer desintegrarme en aquel mismo instante, como si recordase quien era yo. Después le di la espalda e insté a Lindalote a que entrara nuevamente en la tienda. Si aquel pollo estaba allí, su amo no debería estar muy lejos, y no quería encontrarme con el nuevamente después de la humillante situación que había pasado, a pesar de que todavía conservaba la camiseta blanca.
Comencé a tomar los botes con hojas que sabía que me serían útiles. Tomé un par de botes con unas hiebras rojizas y otros tantos con hierbas verdes o azuladas. Botes no demasiado grandes por que si no podrían resultar molestos. Lindalote me seguía de ecrca, olisqueandolo todo mientras conservaba un ojo puesto en el chococbo, a la entrada de la puerta, que nos seguía con la mirada, con unos ojos notablemente furiosos. Estaba por quitarme el guantelete y tirarselo al pollo a la cara...Cuando juzgué que tenía todo lo necesario de aquella tienda, me acerqué a una dependienta algo mayor que el resto, que estaba encargada de cobrar los productos.
-Maldito pollo gordo con aires de aguila, comportate!
Exclamé sostenienodle una mirada furiosa al animal, que parecía querer desintegrarme en aquel mismo instante, como si recordase quien era yo. Después le di la espalda e insté a Lindalote a que entrara nuevamente en la tienda. Si aquel pollo estaba allí, su amo no debería estar muy lejos, y no quería encontrarme con el nuevamente después de la humillante situación que había pasado, a pesar de que todavía conservaba la camiseta blanca.
Comencé a tomar los botes con hojas que sabía que me serían útiles. Tomé un par de botes con unas hiebras rojizas y otros tantos con hierbas verdes o azuladas. Botes no demasiado grandes por que si no podrían resultar molestos. Lindalote me seguía de ecrca, olisqueandolo todo mientras conservaba un ojo puesto en el chococbo, a la entrada de la puerta, que nos seguía con la mirada, con unos ojos notablemente furiosos. Estaba por quitarme el guantelete y tirarselo al pollo a la cara...Cuando juzgué que tenía todo lo necesario de aquella tienda, me acerqué a una dependienta algo mayor que el resto, que estaba encargada de cobrar los productos.
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Re: Parada en Nambre
El tirón hizo a Arissar girar su largo cuello y cabeza para mirar a la mujer que le había insultando, encrispando las plumas de su cabeza y cuello. Al reconocerla no pudo evitar emitir grandes gorgoteos de disgusto, armando un gran escandalo. Cuando la muchacha le soltó, retrocedió un par de pasos para abrir las alas espectantemente de modo amenazante. Sin embargo, la mujer entró en la tienda y él no pudo ahcer más que esperar, alerta sin poder evitar seguirla con una mirada entrecerrada y furiosa.
Mientras tanto, yo había pedido que descolgaran uno de aquellos enormes animales para cortarme unos cuantos filetes y trozos de carne, además de que me los especiaran para que duraran más y los envolvieran en unas algas especiales que incrementaban la vida de las celulas y hacía que la carne durase más semanas. Junto a ello, pedí que me metieran en una bolsa de cuero distintos frutos secos y bayas que saciarían mi hambre en momentos de crisis y de paso, un unguento para quemaduras y otro para picaros y escoceduras. Metí todo con lentitud en mi mochila, comenzando a escuchar a mi chocobo gritar. Seguramente se estubiera impacentando. Una vez todo en mi mochila, metí la mano en la pequeña bolsa de mi cinturon, sacando unas cuantas monedas de cobre y plata con lo que pague todo aquello. Me puse la mochila al hombre, emitiendo unas palabras de gratitud y me dí la vuelta rapidamente, chocando contra alguien al que tiré y yo me tambaleé pero recuperé el equilibrio. Alcé una mano instintivamente hacia la persona, para ayudar a que se levantara.
-¡Perdon! -murmuré con una pequeña sonrisa, dandome cuenta de quien era. Deteka se encontraba enfrente mío, con una mirada llena de odio que me hizo pegar una carcajada. Además, volvía a vestir las ropas con las que la había visto la primera vez. Una camisa ajustada con un corsé y unos pantalones de cuero - ¿Ahora me sigues? ¿Quiéres que duerma otra noche contigo? - murmure con tono burlón.
Mientras tanto, yo había pedido que descolgaran uno de aquellos enormes animales para cortarme unos cuantos filetes y trozos de carne, además de que me los especiaran para que duraran más y los envolvieran en unas algas especiales que incrementaban la vida de las celulas y hacía que la carne durase más semanas. Junto a ello, pedí que me metieran en una bolsa de cuero distintos frutos secos y bayas que saciarían mi hambre en momentos de crisis y de paso, un unguento para quemaduras y otro para picaros y escoceduras. Metí todo con lentitud en mi mochila, comenzando a escuchar a mi chocobo gritar. Seguramente se estubiera impacentando. Una vez todo en mi mochila, metí la mano en la pequeña bolsa de mi cinturon, sacando unas cuantas monedas de cobre y plata con lo que pague todo aquello. Me puse la mochila al hombre, emitiendo unas palabras de gratitud y me dí la vuelta rapidamente, chocando contra alguien al que tiré y yo me tambaleé pero recuperé el equilibrio. Alcé una mano instintivamente hacia la persona, para ayudar a que se levantara.
-¡Perdon! -murmuré con una pequeña sonrisa, dandome cuenta de quien era. Deteka se encontraba enfrente mío, con una mirada llena de odio que me hizo pegar una carcajada. Además, volvía a vestir las ropas con las que la había visto la primera vez. Una camisa ajustada con un corsé y unos pantalones de cuero - ¿Ahora me sigues? ¿Quiéres que duerma otra noche contigo? - murmure con tono burlón.
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Re: Parada en Nambre
Habia llegado a Nambre, sobre Jegen, hacia unas horas y habia dado un par de vueltas a la ciudad comprando viveres para el viaje que iba a hacer a awinor mi tierra natal; solo me faltava una tienda a la que ir.
Estaba a escasos metros de la entrada cuando vi una especie de pollo gigante, que tenia cierto parecido a un haai, en la entrada; baje de jegen y le dije que esperara ahi, no queria tener problemas con el dueño del pollo.
Pase junto al animal y entre en la tienda donde vi a dos clientes, un chico y una chica, parecia que se conocian, puesto que estaban hablando,
-hola-les salude acercandome al mostrador y pidiendo varios unguentos y medicinas, de por si acaso, ocurria algo en el viaje, no queria arriesgarme.
Estaba a escasos metros de la entrada cuando vi una especie de pollo gigante, que tenia cierto parecido a un haai, en la entrada; baje de jegen y le dije que esperara ahi, no queria tener problemas con el dueño del pollo.
Pase junto al animal y entre en la tienda donde vi a dos clientes, un chico y una chica, parecia que se conocian, puesto que estaban hablando,
-hola-les salude acercandome al mostrador y pidiendo varios unguentos y medicinas, de por si acaso, ocurria algo en el viaje, no queria arriesgarme.
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Re: Parada en Nambre
Lindalote miraba al Chocobo, que no paraba de gritar y armar escandalo en la puerta del local. Estaba por ponerle una multa al maldito Alexander por no controlar a su pollo, que seguía intentando entrar en la tienda. Miré a Lindalote, que percatándose de la escasa educación y disciplina del animal, que a pesar de ser mas grande que él no le imponía ningún tipo de respeto, era totalmente escasa.
-No pude entrar por que esta demasiado gordo..-le comenté satíricamente al lobo, que emitió un tosido repetidas veces que parecía una risa un tanto macabra.
Me acerqué al mostrador donde me atendió una amable mujer, algo mayor que el resto de las dependientas. Cuando me dijo el precio, me giré un instante para coger las monedas correspondientes la bolsita que colgaba en mi cinto, justo debajo de la espada, a modo de clara advertencia para quien osara si quiera pensar en arrebatarme mi dinero. Cuando me giré a dejar las monedas sobre la mesa y recoger los productos adquiridos, sentí un fuerte golpe por la espalda que me hizo perder el equilibrio, aunque Lindalote se puso tras de mi en un vano intento de conseguir que lo recuperase antes de caer al suelo.
Miré la mano, con cierto odio, alzando la vista lentamente al ya reconocido rostro. Como no.. solo podía ser él! Tomé su mano y me levanté, tirando con fuerza de ella hacía abajo, haciendo que esta vez, fuera el quien perdiese el equilibrio y se fuese un par de pasos hacia delante.
¿Ahora me sigues? ¿Quieres que duerma otra noche contigo?
Le lancé otra mirada cargada de odio.
-En todo caso debes ser tu el que me sigue, porque yo estoy en mi ciudad natal. Además, no dormiría contigo ni muerta. No tropiezo dos veces con la misma piedra, Alexander.
Dije altivamente mientras Lindalote se acercaba al muchacho y le olisqueaba por las piernas. Se le erizó el pelo de la espalda y enseñó ligeramente los dientes, colocándose detrás de mi.
-Lindalote...¿pero que demonios..?-Mascullé al ver la reacción del animal.
AL escuchar una tercera voz alcé la vista hacia una muchacha que estaba tras nosotros, la cual no llegaba en un buen momento.
-Buenos dias.-Respondí aducadamente.
-No pude entrar por que esta demasiado gordo..-le comenté satíricamente al lobo, que emitió un tosido repetidas veces que parecía una risa un tanto macabra.
Me acerqué al mostrador donde me atendió una amable mujer, algo mayor que el resto de las dependientas. Cuando me dijo el precio, me giré un instante para coger las monedas correspondientes la bolsita que colgaba en mi cinto, justo debajo de la espada, a modo de clara advertencia para quien osara si quiera pensar en arrebatarme mi dinero. Cuando me giré a dejar las monedas sobre la mesa y recoger los productos adquiridos, sentí un fuerte golpe por la espalda que me hizo perder el equilibrio, aunque Lindalote se puso tras de mi en un vano intento de conseguir que lo recuperase antes de caer al suelo.
Miré la mano, con cierto odio, alzando la vista lentamente al ya reconocido rostro. Como no.. solo podía ser él! Tomé su mano y me levanté, tirando con fuerza de ella hacía abajo, haciendo que esta vez, fuera el quien perdiese el equilibrio y se fuese un par de pasos hacia delante.
¿Ahora me sigues? ¿Quieres que duerma otra noche contigo?
Le lancé otra mirada cargada de odio.
-En todo caso debes ser tu el que me sigue, porque yo estoy en mi ciudad natal. Además, no dormiría contigo ni muerta. No tropiezo dos veces con la misma piedra, Alexander.
Dije altivamente mientras Lindalote se acercaba al muchacho y le olisqueaba por las piernas. Se le erizó el pelo de la espalda y enseñó ligeramente los dientes, colocándose detrás de mi.
-Lindalote...¿pero que demonios..?-Mascullé al ver la reacción del animal.
AL escuchar una tercera voz alcé la vista hacia una muchacha que estaba tras nosotros, la cual no llegaba en un buen momento.
-Buenos dias.-Respondí aducadamente.
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Re: Parada en Nambre
Sentí el tirón de su brazo, por lo que dí un par de pasos hacia delante para recuperar el equilibrio y echarle una burlona sonrisa. No pude evitar observar como aquél rostro de odio enmarcaba su preciosa cara. Una de mis manos se alzó entre sus ojos, señalando con uno de mis dedos su entrecejo.
-Si sigue así, pronto te saldrán arrugas -murmuré con una leve sonrisa, pegandole un pequeño toque entre las cejas con suavidad - No te he seguido, simplemente antes de partir a mi destino quería cargarme de provisiones -sentencié dando pequeñas palmadas en la bolsa que colgaba de uno de mis hombros. Pegué una pequeña carcajada felizmente, satisfecho tras haber conseguido todos aquellos productos que iban a satisfacer mi estómago durante las semanas que durara mi trayecto, ya que con Arissar, debería ir andando y no volando con mi forma de dragón. Giré entonces mi mirada hacia el enorme lobo de pelaje oscuro que al parecer era la mascota de Deteka. Bajé una mano con una sonrisa, esperando a que me oliese para poder darle una pequeña caricia. Para mi sorpresa, el animal encrispó el pelo de su cabeza y retrocedió enseñando los dientes y observandome con una mirada asustada. Seguramente el animal había visto la magia que me rodeaba y el fuego del dragón relfejado en mis pupilas rodeadas de llamas. Torcí levemente la boca, dejando caer la mano a un costado.
-Parece ser que no le caigo bien a tu lobo -bromeé, poniendo una mano en la nuca y rascandola con suavidad. El saludo de una muchacha que había tras Deteka me hizo alzar la vista y corresponder. No pude evitar ver reflejado en sus ojos el mismo ser que había en los mios. Un dragón.
-Si sigue así, pronto te saldrán arrugas -murmuré con una leve sonrisa, pegandole un pequeño toque entre las cejas con suavidad - No te he seguido, simplemente antes de partir a mi destino quería cargarme de provisiones -sentencié dando pequeñas palmadas en la bolsa que colgaba de uno de mis hombros. Pegué una pequeña carcajada felizmente, satisfecho tras haber conseguido todos aquellos productos que iban a satisfacer mi estómago durante las semanas que durara mi trayecto, ya que con Arissar, debería ir andando y no volando con mi forma de dragón. Giré entonces mi mirada hacia el enorme lobo de pelaje oscuro que al parecer era la mascota de Deteka. Bajé una mano con una sonrisa, esperando a que me oliese para poder darle una pequeña caricia. Para mi sorpresa, el animal encrispó el pelo de su cabeza y retrocedió enseñando los dientes y observandome con una mirada asustada. Seguramente el animal había visto la magia que me rodeaba y el fuego del dragón relfejado en mis pupilas rodeadas de llamas. Torcí levemente la boca, dejando caer la mano a un costado.
-Parece ser que no le caigo bien a tu lobo -bromeé, poniendo una mano en la nuca y rascandola con suavidad. El saludo de una muchacha que había tras Deteka me hizo alzar la vista y corresponder. No pude evitar ver reflejado en sus ojos el mismo ser que había en los mios. Un dragón.
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Re: Parada en Nambre
me gire cuando oí unos gruñodos tras de mi, un lobo tenia el pelo de punta y miraba fijamente, asustado al chaval que hasta ahora habia estado hablando con la chica.
Mire al chico con detenimiento, tenia un algo, no veia el que que me resultava familiar; repare en sus ojos,el fuego relucia en ellos era un dragon, no cabia duda.
-¿nos conocemos? - le pregunte al chaval mientras me acercaba a el.
Mire al chico con detenimiento, tenia un algo, no veia el que que me resultava familiar; repare en sus ojos,el fuego relucia en ellos era un dragon, no cabia duda.
-¿nos conocemos? - le pregunte al chaval mientras me acercaba a el.
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Re: Parada en Nambre
fdr: > < Siento la tardanza! Pero por motivo personales los fines de semana estoy muy ocupada y no puedo conectarme, siento la tardanza!
Miré su dedo con el ceño fruncido, enfadada, a pesar de que sabía que me daría un golpe. "¿A que se refiere con que me saldrán arrugas? ¡Si solo tengo 20 años!" Pensé molesta mientras miraba la mochila que colgaba de su hombro, un tanto sorprendida. Aquel saco estaba bien cargado de provisiones, sobre cargado diría yo.
-Pues parece que comes como 20 hombres Alexander.-Comenté señalando la bolsa, la cual parecía que las costuras saltarían en cualquier momento, dejando que el contenido cayera al suelo.
Parece ser que no le caigo bien a tu lobo
Giré la vista hacía el can que enseñaba ligeramente los colmillos. Me alcé ante él y le miré directamente a los dorados ojos.
-Lindalote...-dije con la voz firme, indicándole al animal que recobrase la compostura y se comportara. El lobo gruñó ligeramente por unos instantes pero finalmente se doblegó ante mi voluntad y se acercó a Alexander, agachando las orejas. El animal se sentó y olisqueó las piernas del hombre un poco. Parecía que la cercanía a el joven, lentamente, hacía que el animal estuviera algo más cómodo (fdr: al animal le choca el aura de un dragón pero puede "acostumbrarse" a ella y sentirse algo más cómodo en su presencia)
Cuando la chica se dirigió hacía Alexander reparé mejor en ella. Era guapa, pero había algo en ella que me hacía sentir un pequeño dejabu
y era aquella sensación de que había algo ardiendo en su interior, algo que me hacía sentirme muy pequeña en comparación a ella, y aquella sensación no le gustaba nada a mi orgullo.
Miré su dedo con el ceño fruncido, enfadada, a pesar de que sabía que me daría un golpe. "¿A que se refiere con que me saldrán arrugas? ¡Si solo tengo 20 años!" Pensé molesta mientras miraba la mochila que colgaba de su hombro, un tanto sorprendida. Aquel saco estaba bien cargado de provisiones, sobre cargado diría yo.
-Pues parece que comes como 20 hombres Alexander.-Comenté señalando la bolsa, la cual parecía que las costuras saltarían en cualquier momento, dejando que el contenido cayera al suelo.
Parece ser que no le caigo bien a tu lobo
Giré la vista hacía el can que enseñaba ligeramente los colmillos. Me alcé ante él y le miré directamente a los dorados ojos.
-Lindalote...-dije con la voz firme, indicándole al animal que recobrase la compostura y se comportara. El lobo gruñó ligeramente por unos instantes pero finalmente se doblegó ante mi voluntad y se acercó a Alexander, agachando las orejas. El animal se sentó y olisqueó las piernas del hombre un poco. Parecía que la cercanía a el joven, lentamente, hacía que el animal estuviera algo más cómodo (fdr: al animal le choca el aura de un dragón pero puede "acostumbrarse" a ella y sentirse algo más cómodo en su presencia)
Cuando la chica se dirigió hacía Alexander reparé mejor en ella. Era guapa, pero había algo en ella que me hacía sentir un pequeño dejabu
y era aquella sensación de que había algo ardiendo en su interior, algo que me hacía sentirme muy pequeña en comparación a ella, y aquella sensación no le gustaba nada a mi orgullo.
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Re: Parada en Nambre
No pude evitar chocar la palma de mi mano contra mi dorso varias veces al escucharla. La verdad era que aunque estubiera en aquella forma, mi estómago seguía siendo igual de grande que el de un dragón. Observé al lobo con una tierna sonrisa de amistad, agachandome mientras se acercaba y alzando la palma de la mano para que la oliese y me permitiese acariciarle con cariño la capa de pelo de su cabeza. Mi curiosidad hacia los animales había crecido desde bien pequeño, cuando mis padres me permitían junto a ellos visitar Awa y descubrir multitud de flores y fauna.
Tras dedicarle un par de caricias y ver que se tranquilizaba ante mi presencia, me levanté y miré de nuevo a la hibrida que me preguntaba algo. Fruncí con cuidado la boca, para poner las manos tras mi nuca con una amplia sonrisa.
-No, creo que no, al menos de esta forma -musité refiriendome a su cuerpo humano, mientras volvía mi mirada a Deteka, la cual parecía un poco apartada con un gesto bañado en rabia. Me acomodé la mochila sobre el hombro, rascandome de nuevo la nuca. Emití una pequeña frase de despedida para ambas, para salir entonces de la tienda y acomodar los recursos sobre la silla de Arissar. Ahora buscariamos un lugar donde pasar la noche y recuperar las fuerzas.
Off: Alsan, si no te molesta, podías abandonar el post, ya que queriamos rolear nosotras ^^
Tras dedicarle un par de caricias y ver que se tranquilizaba ante mi presencia, me levanté y miré de nuevo a la hibrida que me preguntaba algo. Fruncí con cuidado la boca, para poner las manos tras mi nuca con una amplia sonrisa.
-No, creo que no, al menos de esta forma -musité refiriendome a su cuerpo humano, mientras volvía mi mirada a Deteka, la cual parecía un poco apartada con un gesto bañado en rabia. Me acomodé la mochila sobre el hombro, rascandome de nuevo la nuca. Emití una pequeña frase de despedida para ambas, para salir entonces de la tienda y acomodar los recursos sobre la silla de Arissar. Ahora buscariamos un lugar donde pasar la noche y recuperar las fuerzas.
Off: Alsan, si no te molesta, podías abandonar el post, ya que queriamos rolear nosotras ^^
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Re: Parada en Nambre
El lobo dejó que Alezander lo acariciara sin emitir ni un solo gruñido, aun más, se levantó y frotó su lomo contra las piernas del muchacho. Al terminar con su tarea se sacudió, haciendo qeu saltaran algunos pelos del lomo.
Aparté la mirada alargando la manmo hacía Lindalote. No quería interrumpir una conversación entre ellos, ademas, yo ya había terminado lo que iba ha hacer así que podía volver ya a casa. Ademas, el seguir sin identificar aquello que me hacía sentirme tan pequeña entre aquellos dos me ponía de los nervios, así que me deslicé junto a la muchacha saliendo de la tienda, diligentemente seguida por mi canido compañero.
Me extrañó ver salir a Alexander apenas unos instantes después. Le miré mientras colocaba su provisiones sobre la silla del chocobo que miraba enfadado a su amo. Juraria que si hubiera tenido má sisito lo habría coceado.. si lo que hicieran esos bichos se podía llamar cocear.
-A donde vas a dirigirte para necesitar tanta comida?-Le pregunté acercandome un poco a él.
Aparté la mirada alargando la manmo hacía Lindalote. No quería interrumpir una conversación entre ellos, ademas, yo ya había terminado lo que iba ha hacer así que podía volver ya a casa. Ademas, el seguir sin identificar aquello que me hacía sentirme tan pequeña entre aquellos dos me ponía de los nervios, así que me deslicé junto a la muchacha saliendo de la tienda, diligentemente seguida por mi canido compañero.
Me extrañó ver salir a Alexander apenas unos instantes después. Le miré mientras colocaba su provisiones sobre la silla del chocobo que miraba enfadado a su amo. Juraria que si hubiera tenido má sisito lo habría coceado.. si lo que hicieran esos bichos se podía llamar cocear.
-A donde vas a dirigirte para necesitar tanta comida?-Le pregunté acercandome un poco a él.
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Re: Parada en Nambre
Mientras amarraba bien la mochila a la silla del chocobo, éste no podía evitar pegar pequeños graznidos malhumorados y mirarme de reojo con el ceño fruncido. Aquello me hizo gracia, por lo que emití una pequeña carcajada mientras le pegaba pequeñas palmabas en la cabeza, que le hicieron bajar las plumas encrispadas. Agarré sus arreos, ya preparado para irme a buscar donde dormir cuando Déteka se me cruzó delante, preguntandome por mi destino y el por qué necesitaba tantas provisiones. Sonreí irónico, mientras me dejaba caer sobre el cuello de Arissar de lado, el cual aguantó mi peso sin problemas.
-Pues la verdad es que no lo se aún, pero voi a pasar una larga temporada muy lejos de Nandelt -comencé, volviendo a erguirme y poniendo las manos tras mi nuca con una jovial sonrisa- En un principio me dirijo a Drackwen, en busca de una información que espero encontrar, pero partiré mañana. Quiero que Arissar recupere la energía máxima. Ir con este animal se puede hacer realmente pesado.
Arissar emitió un par de gruñidos, para luego apartar la vista indignado. Pero era verdad. Él no era un animal para viajar, sino de combate y compañía. Bajó la mirada disgustado, mientras sus plumas dejaban de ser incrispadas.
-Pues la verdad es que no lo se aún, pero voi a pasar una larga temporada muy lejos de Nandelt -comencé, volviendo a erguirme y poniendo las manos tras mi nuca con una jovial sonrisa- En un principio me dirijo a Drackwen, en busca de una información que espero encontrar, pero partiré mañana. Quiero que Arissar recupere la energía máxima. Ir con este animal se puede hacer realmente pesado.
Arissar emitió un par de gruñidos, para luego apartar la vista indignado. Pero era verdad. Él no era un animal para viajar, sino de combate y compañía. Bajó la mirada disgustado, mientras sus plumas dejaban de ser incrispadas.
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Re: Parada en Nambre
Pues la verdad es que no lo se aún, pero voi a pasar una larga temporada muy lejos de NandeltPensé en mi travesía. Iba a ser ardua, dificil, larga.. muy larga, y había altas probabilidades de que jamas volviera con vida a mi ciudad natal. Miré alrededor con cierto cairño nostalgico. Iba a echar demenos aquel ambiente, aquellos aromas de Nambre.. era uan ciudad única. En un principio me dirijo a Drackwen, en busca de una información que espero encontrar, pero partiré mañana. Quiero que Arissar recupere la energía máxima. Ir con este animal se puede hacer realmente pesado.
-¿Drackwen eh?-Comenté pensativa mirando el cielo con uan ligera sonrisa en los labios.- Allí esta mi hermano y...
En aquel isntante se em encedió la bombilla. ¡Reikren! Ella había querido aprender magia, y que recordase, quería ir a dicha torre. Tenía que ser el primer punto de mi viaje, por lo menos para buscar una pista y no ir buscando a ciegas entre las dunas del desierto.
-Yo tenia ir planeado ir a Awinor pero creo que también pararé por Drackwen para ver a mi hermano. Hace mucho que no lo hago... Supongo que nos veremos por allí.
Dije, aunque en el fondo prefería no encontrarme con aquel tipo en drackwen. Siempre acababa siendo todo exageradamente accidentado. Guardé los frascos adquiridos en una riñonera y acaricié a Lindalote.
-Si necesitas ayuda, conzco un par de posadas que estan muy bien de precio.-Me ofrecí amablemente. Ya que estaba allí no me importaba ahorrarle algunas monedas al muchacho. - Yo después pasaré por mi casa para preparar a mi Yegua y a Ashker para un viaje más largo...-dije esto ultimo más bien pensando para mi misma, aunque hablé en alto.
-¿Drackwen eh?-Comenté pensativa mirando el cielo con uan ligera sonrisa en los labios.- Allí esta mi hermano y...
En aquel isntante se em encedió la bombilla. ¡Reikren! Ella había querido aprender magia, y que recordase, quería ir a dicha torre. Tenía que ser el primer punto de mi viaje, por lo menos para buscar una pista y no ir buscando a ciegas entre las dunas del desierto.
-Yo tenia ir planeado ir a Awinor pero creo que también pararé por Drackwen para ver a mi hermano. Hace mucho que no lo hago... Supongo que nos veremos por allí.
Dije, aunque en el fondo prefería no encontrarme con aquel tipo en drackwen. Siempre acababa siendo todo exageradamente accidentado. Guardé los frascos adquiridos en una riñonera y acaricié a Lindalote.
-Si necesitas ayuda, conzco un par de posadas que estan muy bien de precio.-Me ofrecí amablemente. Ya que estaba allí no me importaba ahorrarle algunas monedas al muchacho. - Yo después pasaré por mi casa para preparar a mi Yegua y a Ashker para un viaje más largo...-dije esto ultimo más bien pensando para mi misma, aunque hablé en alto.
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Re: Parada en Nambre
Una idea acudió a mi mente como un relampago, algo que me hizo sonreir y alzar una mano hacia delante, apoyando mi mano sobre su hombro. Arissar observó aquella acción con recelo y no pudo evitar soltar un graznido de indignación, algo que me hizo darle un cabezazo amistoso y tranquilizador. Recuperé de nuevo la sonrisa, mientras ponía mi mano libre en la nuca.
-¿Qué te parece si compartimos travesía juntos? Si tenemos que ir al mismo sitio, es buena idea. Así el viaje será más entretenido -exclamé feliz de imaginarme como sería viajar día tras día a su lado. Al escuchar su propuesta sobre las posadas, cogí la bolsa con monedas de mi costado y la sacudí con levedad, encontrandome con un sordo sonido y bastante corto. Abrí la pequeña bolsita de cuero y me encontré con dos monedas de plata, algo que en absoluto llegaría para pagar una posada. Fruncí la boca, para seguidamente soltar una risa irónica con mis cejas levemente inclinadas.
-Me parece a mi que hoy compartiremos lecho en un establo amigo -murmuré dirigiendome a Arissar y enseñandole las monedas. El chocobo refunfuñó, sacudiendo la tierra de debajo suyo con unas de sus patas de gran pájaro. Al parecer había gastado demasiado dinero en la tienda sin darme cuenta y no había recordado coger los ahorros del cajón secreto de mi armario en Nurgón. Suspiré, agarrando de nuevo los arreos y comenzando a caminar en busca de alguien que nos diera una pequeña esquina por ese precio.
-¿Qué te parece si compartimos travesía juntos? Si tenemos que ir al mismo sitio, es buena idea. Así el viaje será más entretenido -exclamé feliz de imaginarme como sería viajar día tras día a su lado. Al escuchar su propuesta sobre las posadas, cogí la bolsa con monedas de mi costado y la sacudí con levedad, encontrandome con un sordo sonido y bastante corto. Abrí la pequeña bolsita de cuero y me encontré con dos monedas de plata, algo que en absoluto llegaría para pagar una posada. Fruncí la boca, para seguidamente soltar una risa irónica con mis cejas levemente inclinadas.
-Me parece a mi que hoy compartiremos lecho en un establo amigo -murmuré dirigiendome a Arissar y enseñandole las monedas. El chocobo refunfuñó, sacudiendo la tierra de debajo suyo con unas de sus patas de gran pájaro. Al parecer había gastado demasiado dinero en la tienda sin darme cuenta y no había recordado coger los ahorros del cajón secreto de mi armario en Nurgón. Suspiré, agarrando de nuevo los arreos y comenzando a caminar en busca de alguien que nos diera una pequeña esquina por ese precio.
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Re: Parada en Nambre
Al sentir su mano sobre mi hombro le miré directamente a los ojos. La expresion sonriente de su cara me dió mala espina, y me percaté de que mi instinto no me fallaba cuando exclamó aquella idea que se le había ocurrido.
-¿Qué te parece si compartimos travesía juntos? Si tenemos que ir al mismo sitio, es buena idea. Así el viaje será más entretenido
-¿Que?-Exclamé algo sorprendida por la propuesta. Le miré, exceptica. Alexander sabía perfectamente que tenia la extraña y excepcional habilidad de sacarme d emis casillas como nunca lo había hehco nadie, ¿y quería que fueramos compañeros de viaje? Aunque claro... viajar solo podía ser peligroso, y.. de todas formas solo sería hasta drackwent... ¿no? Como mucho un dia o dos a buen ritmo....- Sinceramente, tendría que pensarlo un poco...
dije sacudiendo la cabeza. Me sorprendía el mero hecho de que estuviera planteandome viajar con aquel hombre.
Me parece a mi que hoy compartiremos lecho en un establo amigo
-¿Como puedes despilfarrar tanto? Utiliza la cabeza para pensar y no el estomago!
Dije, arrebatandole la bolsa para observar el contneido. No.. ni con aquello le llegaría para pagar un establo. Suspiré exasperadamente. No podía dejar a un caballero de Nurgon durmiendo bajo las estrellas cuando yo tenia espacio de sobra en mi casa.. peor... ¿porqué tenia que ser precisamente ese caballero el que estuviera sin balnca en la ciudad? Le lancé la bolsa suspirando ligeramente.
-Vivo a las afueras..-comencé. No podía traiiconar a ims principios aunque tuviera que aguntar a aquel hombre una noche y un par de dias.. espera, ¿y un par de dias? ¿Ya había decidido que me iba a ir con él a Drackwnet? "Maldita sea..."Pensé y suspire.- ¿Quieres alojarte allí?
-¿Qué te parece si compartimos travesía juntos? Si tenemos que ir al mismo sitio, es buena idea. Así el viaje será más entretenido
-¿Que?-Exclamé algo sorprendida por la propuesta. Le miré, exceptica. Alexander sabía perfectamente que tenia la extraña y excepcional habilidad de sacarme d emis casillas como nunca lo había hehco nadie, ¿y quería que fueramos compañeros de viaje? Aunque claro... viajar solo podía ser peligroso, y.. de todas formas solo sería hasta drackwent... ¿no? Como mucho un dia o dos a buen ritmo....- Sinceramente, tendría que pensarlo un poco...
dije sacudiendo la cabeza. Me sorprendía el mero hecho de que estuviera planteandome viajar con aquel hombre.
Me parece a mi que hoy compartiremos lecho en un establo amigo
-¿Como puedes despilfarrar tanto? Utiliza la cabeza para pensar y no el estomago!
Dije, arrebatandole la bolsa para observar el contneido. No.. ni con aquello le llegaría para pagar un establo. Suspiré exasperadamente. No podía dejar a un caballero de Nurgon durmiendo bajo las estrellas cuando yo tenia espacio de sobra en mi casa.. peor... ¿porqué tenia que ser precisamente ese caballero el que estuviera sin balnca en la ciudad? Le lancé la bolsa suspirando ligeramente.
-Vivo a las afueras..-comencé. No podía traiiconar a ims principios aunque tuviera que aguntar a aquel hombre una noche y un par de dias.. espera, ¿y un par de dias? ¿Ya había decidido que me iba a ir con él a Drackwnet? "Maldita sea..."Pensé y suspire.- ¿Quieres alojarte allí?
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Re: Parada en Nambre
cuando termine de comprar los viveres del viaje sali de la tienda, donde encontre a los dos que habian estado momentos antes en la tienda, ize como si no los hubiera visto, ya que estaban hablando y no queria interrumpir; me acerque a mi dientes de sable me monte en el y me aleje de la ciudad, cuando estube lejos de ella pense hacia donde me dirijiria.
Finalmente decidi en ir a buscar a sagan, empezaria por alis-lithban, desmonte de jegen y deje que se fuera a casa, saque mis alas y me fui de nandelt direccion alis-lithban.
DEJO POST
Finalmente decidi en ir a buscar a sagan, empezaria por alis-lithban, desmonte de jegen y deje que se fuera a casa, saque mis alas y me fui de nandelt direccion alis-lithban.
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