Segundo capítulo. Paskeando más allá de la Cordillera Cambiante "Diario de mis viajes"

Una vez las ciudades yan me aburrieron con sus retorcidas callejuelas y polvorientos caminos, decidí abandonar el desierto para dirigirme a una zona menos calorosa. Pude pasar por el famoso paso de la Cordillera Cambiante. Los soles iluminaban la senda como si de oro se tratase. A medida que iba subiendo y bajando por el Paso el clima fue cambiando gradualmente, de un calor intenso a un frío intenso. A partir de ese momento, pude dejar atrás al desierto fulgurante para enterarme por fin que estábamos en la primavera, podía ver los pájaros como alzaban el vuelo por las rocas secas desprovistos de cobijo, en busca del nido perdido. No pude dudar ni un segundo en seguir con la mirada esos pobres infelices. Buscando un lugar que nunca encontrarían, pobres ilusos.

Estos pájaros se llaman Aiwe. Son una clase de pájaros que sólo se encuentran por toda la Cordillera Cambiante. Son unos pájaros bastante comunes de ver por la zona. Son unas aves relativamente grandes en comparación del resto de la fauna que vive por los alrededores (pequeños roedores e insectos). Aunque parecen poca cosa son animales muy robustos. Miden de 80 a 90 centímetros de una punta del ala a la otra. Todo y el grande peso de estos animales, unos 5 kg, son ágiles en el vuelo. La cabeza es blanca y tienen un antifaz negro. Las puntas de las alas también son negras. La parte del estómago es de color blanco y su pelaje es más mullido porque es la parte por donde incuban los huevos. Aparte de esto, todo lo demás es de color gris. Se encuentran siempre en la cara interna de ésta Cordillera y central. Nunca los vas a encontrar en las partes cercanas al Bosque de Trask-Ban, de Awa ni Alis Lithban ya que no se pueden alejar del nido. Las montañas se mueven del lugar, y si tienen polluelos no deben de despistarse ni un momento de dónde están sino acabarían perdiendo el nido, abandonando las crías y perder todo el duro trabajo de una vida. Por ésta razón no se mueven más allá de la Cordillera. Tampoco migran a ningún sitio porque las montañas ya se mueven por ellos. Por esta razón, son unos animales con la mejor vista de todo el mundo animal. Llegan a tener la capacidad de poder ver un pequeño animal del tamaño de un ratón a 1 km de altura. Esto es de gran ayuda, primero para encontrar las presas y después para visualizar el nido en todo momento y no despistarse. Por esta razón, a estos animales se les sueles llamar comúnmente vigías. Incluso, en el idhunaico antiguo, se ha extendido mucho en el sur de Idhún la adaptación de la palabra Aiwe a Aiwis, que significa vigía y Aiwen significa vigilar desde un punto alto. Finalmente, como podéis resolver, son animales depredadores, comen a pequeños mamíferos como ratas, insectos pequeños… Antes les describía como ilusos porque cuando mi mente entró en contacto con la mente de esos animales pude averiguar que habían perdido el nido, cosa catastrófica.


Pude atravesar el bosque de Trask-Ban. No quise entretenerme mucho más, porque era una zona insegura, no quería meterme en problemas. No podía entender como una zona tan bella, y más con el advenimiento de la vida con la primavera, como era ese bosque podía ser el nido de tanta desesperanza y rencor. El bosque me trajo, después de tanto tiempo, besar aguas en movimiento. La poca agua que el Paso me podía proporcionar con los charcos de las constantes lluvias que arreciaban el lugar había conseguido revitalizar mi cuerpo del ardiente desierto de Kash-Tar, pero poder beber agua del río era ya otra cosa.

Mas mi objetivo no era quedarme en el bosque de Trask-Ban, no: quería visitar el Bosque de Awa para poder ver toda la explosión de vida que se daba precisamente en esa época del año. Pero no suficiente con eso, no quería ir volando hacia allí, hubiera sido demasiado fácil. Quería antes investigar un poco sobre un animal que utilizaban mucho exactamente en la misma travesía que iba a llevar a término. Iba a ver a los paskes.

Los paskes son animales domesticados. Aunque ya se ha extendido mucho la cría y su utilización por todo Idhún, son originarios de Gantadd. Es en Gantadd donde podremos ver a las razas más puras y bonitas paske. La verdad es que en este lugar están muy orgullosos de los paskes. Si miramos en otros lugares de Idhún, como Puerto Esmeralda y Shia, sólo tienen paskes aquellos con dinero o que de verdad necesitan un transporte rápido y seguro para llevar sus mercancías por los reinos humanos. Este hecho hace ver a los paskes como objetos caros y muy difíciles de ver en otros puntos de nuestro mundo. En cambio, aquí en Gantadd son animales muy peculiares y no es muy difícil ver que casi todas las casas tienen un paske pasturando a su alrededor. Yendo a datos más rigurosos, los paskes son animales mamíferos, esto que quiere decir, las madres paske tienen en su interior a sus crías durante unos 7 meses idhunitas y luego dan a luz. Los paskes tienen más de una cría a la vez, y aunque en antaño esto sucedía para asegurar la generación porque muchos morían antes de llegar a la edad adulta, en la actualidad esto no sucede así. Alimentan a sus crías con leche materna hasta los siguientes 6 meses. Cuando pasa esa edad, la cría ya es perfectamente capaz de sobrevivir por si sola. Entonces es cuando las venden a los vecinos. Esto se hacía mucho en esos tiempos, porque no sobrevivían tantas crías como ahora, en estos tiempos se suelen inhibir los deseos de copulación de macho y hembra mediante la comida. Se les da una comida especial a base de una serie de hierbas que les inhibe los deseos y no ven la necesidad de procrear. Actualmente, hay granjas donde se crían paskes y es allí donde se van a comprar estos animales. Su aspecto puede parecer un poco desconcertante, son peludos, enormes y con tres cuernos en la frente, uno en la parte anterior y central del cráneo y otros dos a los lados, a donde apuntan es bastante arbitrario y depende del animal. Normalmente, a los dos cuernos laterales podemos encontrar por debajo los dos ojos del animal. Son pequeños y oscuros. Como a los caballos, se les pone unos aparatos al lado exterior de los ojos para que no se distraigan del camino y sigan enfrente. El pelaje es rayado y suelen ser de colores terrosos, como desde el color dorado de las playas de las islas de Riv-Arneth hasta el marrón oscuro de las laderas que dan al sud del anillo de Nanhai, pasando por el ocre de la arena de Kash-Tar o el rojo de las tierras arcillosas de Celestia. Puede parecer curioso, pero un dato que a mucha gente se le escapa es que las patas de los paske son de colores distintos, pero no se nota mucho porque suelen tener el pelaje hasta debajo de todo y deja de ser visible. Muchos pueden pensar que por su tamaño y sus… cuernos no es un buen animal de compañía, pero no es así. Son animales muy inteligentes, cariñosos, fácil de domar y muy fieles. Más o menos tienen el mismo carácter que los perros, pero la parte negativa de estos animales es el espacio. No es posible tener un paske en Puerto Esmeralda porque las calles son muy estrechas y no hay espacio suficiente. Si no tiene espacio, el paske se deprime y si no se saca a diario a espacios muy abiertos pueden morir de depresión.

Mi misión en llegar a Gantadd era dirigirme a Ganti, la ciudad más importante de la zona. Allí quería establecer una primera toma con alguna granja de paskes para poder establecer un vínculo comercial con mi tienda de animales y poder vender en exclusiva a paskes como animales de compañía. No había ninguna tienda conocida que tuviese la posibilidad de vender un animal así, era un producto de lujo. Pero poco a poco, la gente iba enriqueciéndose más, y la clase media de Idhún cada vez tenía un poder adquisitivo mucho mayor.
Con lo que no tardé en dirigirme hacia Ganti. Me llevó un día poder llegar allí, porque no quería perderme para nada la diversidad de razas y mestizos que podía encontrar por esa zona. Yo de por sí ya era un mestizo, un limyati en concreto. Pero en Gantadd no es que pasara desapercibido, ¡éste era el otro extremo! A medida que iba entrando en Gantadd, cada vez se difuminaba más la diferencia entre razas y pasabas a poder ver gente que tenía el pelo verde, con escamas de color terroso y unos músculos que no tenían nada que envidiar a los de un bárbaro. En los pueblos aún se veía respetar el orden de razas un poco, al estar en la frontera con más contacto eran más conservadores. En cambio, en la ciudad no se tenían en cuenta estas consideraciones y no había tabúes sobre eso.

Por fin llegué a la ciudad de Ganti. Era una ciudad portuaria, como Gantadd no tenía ninguna formación rocosa que impidiera el desarrollo de sus ciudades, Ganti era una ciudad especialmente grande, donde todo el mundo vivía en casas que no superaban las dos plantas de altitud. Las calles eran grandes, sobre todo las de la periferia. Aunque las del centro no se quedaban cortas, al tener que pasar los paskes por esas calles no podían ser estrechas como las calles de Puerto Esmeralda por ejemplo. Allí no reinaba la ley del máximo aprovechamiento del espacio, allí brindaba la comodidad y los espacios abiertos. Pasé por un edificio donde se encontraba un buen amigo mío, estaba de supuesto embajador en las relaciones entre Gantadd y Nanetten por las exportaciones comerciales sobretodo. Gantadd había tenido desde hacía mucho tiempo el monopolio de los objetos que provenían de las ciudades oceánicas. Así que se podía considerar como una embajada, pero estas ideas no habían tenido la misma fama que en el mundo terrestre ya que las fronteras en estos sitios estaban muchas veces difuminadas y no había un sentimiento de pertinencia a Gantadd o a Nanetten, todos eramos uno, Idhún. Así que decidí ir a un hostal cerca del puerto para reposar, pasar unos días por allí y después irme otra vez.

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