Sombras Renacidas

Y el mundo se abrió ante mi. Un sinfín de salientes y rocas escarpadas se extendía por el horizonte. Era un ambiente hostil, lleno de escondrijos y lugares para una posible emboscada. La poca luz que había, era producida por la capa de nubes de tormenta, siempre en constante descarga. En conjunto, se creaba una atmósfera tensa y la electricidad estática era bastante elevada. Pequeñas descargas empezaron a recorrer mi cuerpo, como si me dieran la bienvenida al mundo, a mi mundo. Un mundo que transformaría y moldearía pera revivirlo de su letargo. La energía estaba allí, solo hacia falta un toque.

Aun con la armadura puesta, di unos cuantos pasos hacia delante y me giré para observar los que habían conseguido seguirme. Algunos tienen el rostro serio, otros asustado, pero lo importante era su aura. Poderosas.

-Veo que vosotros también aborrecéis a los dioses. He venido aquí para tomar lo que ellos dejaron abandonado, lo que ellos despreciaron... y hacerlo nuestro! Un lugar donde vivir, sin dioses. Solo el trabajo de las personas, solo nuestra magia. Solo nuestros propios deseos... Si eso es lo que buscáis, venid conmigo y tomadlo! El lugar que os mostraré se convertirá en vuestro refugio, vuestro santuario. Pero debéis cumplir una norma. Una sola norma... Si queréis salir de expedición debeis hacerlo con permiso y cualquiera con menos de 10 miembros sera denegada. Este mundo es demasiado peligroso y no es nada seguro deambular por zonas infestadas de umadhnos. -dije con un tono de autoridad que no dejaba en duda que sabia lo que hacía.

Nada más terminar de hablar, de un salto hacia atrás y desplegando un poco mis sombrias alas, me coloco sobre un peñasco que obstaculiza la vista a un valle.

-Contemplad, la ciudad de los que renegamos de los dioses!

Detrás de mi, oculto desde la posición actual de los presentes y a los lejos, una congregación de tiendas rodea una construcción de lo más extraña. En principio, parece un fortaleza completamente cubierta por una cúpula, de la que sobresalen una serie de torres deformadas. Pero mirando más detenidamente, se puede apreciar que todo el conjunto, esta echo de una sola pieza, como si hubiera sido unido por conexiones o enlaces a pequeña escala. Justo en ese momento, un relámpago sacude la monotonía, escapando de la capa de nubes, para ir a estrellarse en una de esas extrañas torres. Nada más recibir el impacto, la estructura parece revivir, pues lineas a los largo de la superficie se iluminad por unos segundos, procesando la energia.

Off: los umadhnos son la versión primitiva de los humanos que vive en Umadhun. Hay tiendas de campamento porque la fortaleza es pequeña y la gente que ha llegado huyendo de Idhun, principalmente de las tierras de Kvothe y mías no tiene suficiente espacio.

Y la oscuridad se abrió ante mí. Éramos pocos los que estábamos en la batalla Celestia... pocos éramos los vivos. Sabía que el extraño hombre sombra era el que me había salvado; y Lurr, uno de los Dioses, me mató junto con muchos inocentes sin el menor remordimiento. Aquella rápida explosión me barrió del suelo y antes de sentir el dolor no tenía cuerpo.

En el campo, los Dioses surgieron y la confusión brotó en mi hasta el momento actual. En el sombrío lugar La Sombre se adelantó para hablar. "¡Se trata de Umadhun!"
>>Un Dios me mató, pero... ¿realmente los aborrezco?
>>Un Dios me mató... pero le debo la vida a La Sombra.

Conseguí dar un par de pasos adelante, y decir titubeante con poca seguridad: -¿Quien sois, Sombra? -"el asesino" "el traidor a sus Dioses"... me vinieron a la cabeza todas esas ideas.
"Viviremos aquí, en esta zona dejada de la mano de los Dioses... pero, ¿lo podremos convertir en un hogar?

>> Tal vez se podría, si no hubieran enviado a los fieles del Séptimo... y a mi con ellos.

Alcancé a ver la ciudad que ocultaba la colina, donde los rayos atravesaban la densa capa de nubes y eran recibidas cuando chocaban con el inmenso receptor, seguido de las diminutas tiendas de la base; el rayo era suavizado como si de una caricia se tratase: "El bastión de la tormenta."

Kvothe escribió:Una ténue voz onduló en el aire, mientras los Okamis de los presentes comenzaron a iluminarse con una ténue luz escarlata.

Solo yo recibo este mensaje, el okami de Kvothe solo establece vinculo con el Okami madre. (Mi accesorio)

Y aquella sombra nos respondió, dejando el enigma abierto. Pero dejó una pequeña idea:  Alguien mandaba en la Sombra, y la movía a su antojo... ¿El simple reflejo de alguien podía luchar contra los Dioses? Esa idea podía resultar escalofriante.

También nos dejó La Sombra unas indicaciones antes de desaparecer. Debíamos llegar hasta la ciudadela sin llamar la atención.

Debíamos ponernos en marcha inmediatamente. Me puse en marcha con la pequeña compañía que llegó con nosotros a Umadhun (o pensaba que era Umadhun) al lado del otro mago, el otro mestizo... El camino hasta la ciudadela podría resultar algo largo, por tanto materialicé mis alas y le propuse llegar antes, volando.

Llegamos finalmente a la espectacular ciudadela. Tras una especie de campamento en los alrededores, la estructura llevaba una extraña aura de soledad. Un hombre del lugar nos miró con detenimiento hasta que se acercó a nosotros. "¡Se supone que no tenemos que llamar la atención!" Él se acercó a nosotros despacio mientras acumulaba la magia para un ataque, y nos saludó. No había de qué preocuparse: él era el Director.

Nada mas aparecer en la sala del núcleo, el Okami se activó y una retransmisión llegó hasta mi. Era Kvothe, cansado e ido, pero Kvothe.

-Espera y un poco más... Solo un poco, tengo a los mejores buscándote.

Miles de interrogantes se me vinieron a la cabeza, pero no era momento para discutirlas. Primero debía activar la fase Cielo. Reanudando el paso, me dirigí al panel de control de la sala y comuniqué con el Director.

-Han llegado? -le pregunté.

-Si, les he recibido ahora mismo y les he enviado a la Infratorre. Desde allí solo tendrán que coger el ascensor y llegar a la sala del núcleo. En un rato estarán allí.... Espero que todo salga según lo planeado. Los cálculos han sido revisados repetidas veces y no parecen haber fallos. Te paso los definitivos.

-Perfecto. Voy a prepararlo todo -y corté la comunicación.

Centrándome en la consola, active algunos comandos y la sala cambió completamente de fisionomía. Al principio, me encontraba en una sala rectangular, pequeña e iluminada por luces rojas. Después, las paredes se abrieron y desaparecieron, mostrando una gigantesca estancia cubica. En el centro de todo, se encontraba el núcleo. Una masa de energia tan grande, que se podria llegar a confundir con un pequeño sol eléctrico, si no fuera por las placas metálicas que orbitaban y distribuían la energia en torno a él. Comparado con la mole, yo era apenas una hormiga. El lugar donde me encontraba, el suelo de la anterior habitación, ahora era una pasarela que se alzaba un poco mas abajo de la mitad del núcleo, flanqueada a los dos lados por ascensores.


Off: La Torre estará divida en tres zonas, la Infratorre (la parte bajo tierra, donde el núcleo y otras cosas oscuras), la Torre (la parte fuera de tierra, donde los experimentos y la zona residencial) y la Supratorre (pasada la capa de nubes, donde el recolector de energia y las habitaciones del "alto mando"). Cada zona es independiente de la anterior y no se puede acceder de manera física a ellas, es decir, para pasar de zona en zona o se usan portales o no se puede llegar (no hay ascensores o escaleras que comuniquen). El director os ha llevado a uno de esos portales. Por cierto, los nombres son provisionales, si se os ocurre algún otra avisadme y lo edito.

La Torre era enorme, sombría y majestuosa. Fuimos por ella, bajamos y bajamos e incluso pasamos por un portal a pequeña escala. Sin duda estábamos en un lugar subterráneo, una sala rebosante de poder con un sol artificial flotando en su techo. También orbitaban junto a él enormes placas de metal, que supuestamente lo contenían y evitaban peligros.

Me giré para hablar con el mestizo. Había una pasarela en la sala, y por ahí estaba otra persona. -¿Qué es este sitio? ¿Por qué estamos aquí? -dije a ambos. Mi voz reverberaba en la sala y se me oía en todas partes. Ese foco de energía debía ser donde iban a parar todos los rayos que interceptaba La Torre, y toda esa fuerza sería capaz de derribar la estructura.

Después de toda una vida de curiosidad e investigación hacia tan solo unos meses que me había visto envuelta en el mayor secreto que hasta ahora había tenido el honor de participar. ya no era yo quien buscaba la cara oculta de la magia si no que esa cara me había encontrado directamente a mi y de que manera. Había tenido que elegir entre mantenerme en Nandelt, en el reino de Vanissar junto con mi familia por perseguir aquello que siempre había sido la llama que iluminaba el camino de mi vida, el conocimiento.

La búsqueda del conocimiento me había llevado a otro mundo, anterior a Idhún en el que ahora podía trabajar y conocer sobre todo aquello a lo que nunca hubiera tenido acceso desde Vanissar. En Umadhún, había sido adoptada bajo el brazo de un nuevo maestro el cual me enseñaría todo aquello que yo deseaba saber. Desde que había llegado a la Torre no había vuelto a ver a Sharei pero bajo el mando del Director, todos los que allí vivíamos habíamos seguido con sus investigaciones y su labor en aquella extraña tierra.

Llevaba días trabajando en un nuevo experimento al que aún le quedaba mucho más trabajo cuando otro de los científicos que allí trabajaban me interrumpió - Rione, Aile me ha dicho que te diga que el director dice que Sharei acaba de llegar y ha dicho quiere que vayas a la sala del núcleo - Dicho tan atropellado como lo había soltado mi compañero había sonado de lo más lioso, pero no hizo falta pedirle que lo repitiera había entendido lo fundamental, "Sharei quiere que vayas a la sala del núcleo"

Dejé todo como estaba, aún estaba muy poco avanzado para molestarme en otra cosa y recorrí los pasillos que ya conocía bastante bien, solo tuve que atravesar uno de los protales que unían las tres divisiones de la Torre principal para pasar de la Torre donde me encontraba a la infratorre que era el lugar donde se llevaban a cabo las labores más importantes y por supuesto allí estaba la sala en la que me habían citado.

Para cuando llegué la sala había sido activada de forma que pudiera verse la gran masa circular de energía que albergaba en su interior, parecida a un sol en minitura y allí se encontraba Sharei. Crucé la pasarela después de salir de uno de los ascensores - ¿queríais verme? - incliné la cabeza como muestra de respeto una vez estuve junto a él

Después de todo aquello, paareció en escena una humana, que saludó con respeto al
feérico. Entonce él habló y nos contó ó el plan que nos precisaba Pero para eso se necesitaría mucha energía, y si damos más de lo habitual podríamos... musité, sabiendo que era lo mismo que estaría pensando el otro mestizo. [color=orange] ¿Quieres matarnos? [/color dije tratando de ser frío mientras tendía mi mano y alargaba un grueso y débil hilo de mi energía ígnea. Alargué el hilo conector a la esfera y traté de conectarlo. Ese hilo era sin duda débil, pero por la conexión podría lanzar  un ataque con toda mi fuerza... si quería hacerlo. Pero, ¿no le debía la vida a esta gente?

Tras mi llegada a la sala del núcleo dos personas aparecieron detrás de mis, dos hombres. Nunca se me habían dado bien las caras ni solía pasar demasiado tiempo en compañía del resto de residentes en la Torre pero estaba segura de no haberlos visto nunca.

Pronto perdí todo mi interés en ambos cuando Sharei empezó a relatar el motivo por el cual nos había reunido allí. El mayor experimento jamás realizado y además con doble resultado, los cuales serían todo un descubrimiento en aquella tierra que parecía tan primitiva y distinta a nuestro Idhún natal. Estaba emocionada y más aún sabiendo que yo iba a formar parte de ello. Sentía gran curiosidad por aquello que pudiéramos observar una vez la Torre hubiera alcanzado el tamaño estimado gracias a nuestro poder.

Sharei no dejó de ocuparse en los botones y controles pertinentes mientras nos explicaba nuestra función allí y además cerraba la sala preparándolo todo para que no hubiera lugar a errores. Inconscientemente me mordí el labio como hacía siempre que estaba emocionada por el nuevo proyecto que tuviera entre manos.

Uno de los chicos no dijo nada pero el otro habló, y ya se podía haber callado - tan debilucho eres? - me mofé de él - si Sharei quisiera matarte ya lo habría hecho y hubiera traído alguien con un poco de más valor - terminé cortante, más le valía no hacer nada que echase por tierra el experimento, la falta de curiosidad era algo que siempre había soportado muy mal en las personas, sin excesos no habría evolución ninguna.

Observé a Sharei con atención, concentrar nuestro poder en una sola esfera, eso es lo que debíamos hacer cada y lo que él ya había hecho. Junté las manos y cerré los ojos, aún era algo novata con los poderes que había adquirido y necesitaba de mucha más concentración. Lo que había parecido tan fácil en Sharei posiblemente no lo fuera para mí. Me concentré en buscar la esencia de mis poderes, la esencia de la oscuridad pura, la mejor guardiana de cualquier secreto, la más poderosa aunque siniestra de las magias y quizás por ello, por que todo en ella eran excesos, la magia oscura era la que mayor lograba el progreso, por eso mismo se había convertido en la más idónea para mi.

Mis manos fueron separándose dando lugar a una esfera, negra como la noche, que parecía absorber la luz de la sala. A pesar de ello, la oscuridad nunca existiría si no tuviera luz que la creara, al igual que la luz tampoco existiría sin oscuridad que la ocultara. La esfera poseía en su interior varias vetas móviles de luz. Finas líneas que parecían formar una espiral en su centro.

Abrí los ojos sintiéndome algo exhausta pero mantenida por la esperanza en el nuevo proyecto. Sonreí orgullosa al ver que lo había logrado y además lo había logrado la primera después de Sharei.

Desde mi llegada no había sacado nada en claro. La única persona en la que veía poder trabar confianza era el otro mestizo, que estaba en mi misma situación. O no tanto... todo podía tratarse parte de un engaño, pues. Él no me había dado su nombre en ningún momento, y ayudó a la chica humana a lanzar una esencia de magia oscura. Como si entendiera de ello. O puede que también esté tratando de cumplir la misión que se nos estaba pidiendo, consciente como yo de que no se puede retroceder en este momento.

Formábamos un cuadrado, los cuatro de pie. Estábamos tan cerca los unos de los otros, y la vez del núcleo de la Torre que podía notar las tres esencias que me acompañaban. Cerré los ojos para concentrarme e ignorar la cercana presencia de esas fuerzas que no hacían más que distrarme.

De todas formas, el consejo del acuático que era aplicable a toda la magia y el arrojo con el que cada uno realizaba sus hechizos me dio fuerzas para actuar. Ahora ellos son mi gente y debía saberlo ya. Para empezar, desheché el hilo de energía al núcleo y comencé con mi esfera perfecta. Dejé a un lado lo que me aportaba mi báculo, dejé a un lado las técnicas de control mientras las tenía mas en cuenta que nunca... simplemente lancé de mi esencia una esfera que trataba de ser como las suyas, todo lo compacta, y plena de energía que se podía hacer a mi nivel. La dejé en el aire, al lado correspondiente del cuadrado y a mano para que el feérico la usase.

La desconfianza que sentía al principio se fue yendo. Con igual sorna respondí a mi nuevo amigo. No... morir no es lo que temo. terminé rememorando cada consejo de control, y por fin eché un vistazo a cada una de las tres esencias de la sala. Y luego a la mía, que no tenía ningún contraste como la luz y la oscuridad.

Mientras trataba de conseguir que la boja se estabilizara y aumentase por lo menos hasta ser igual que la de Sharei me di cuenta de que no era tan fácil como en un principio había parecido, si no que consumía mucha energía y yo tampoco era una veterana en el uso de magia. Levanté la vista cuando uno de los dos chicos nuevo, el que aún no me había parecido un miedica se colocó delante de mí, dandome algunas indicaciones de como lograrlo. Atendí a sus palabras pero no dije nada en ningún momento, cuando se apartó traté de ponerlos en practica. Dejé de lado todos lo hechizos y conocimientos que había aprendido por mi misma por una vez y me concentré en la esencia de la energía que hacía posible que realizara todos aquello hechizos. La energía que estaba alimentada y basada en oscuridad la única magia que no conocía límites ni contaba con estúpidas reglas que no dejaban lugar al progreso. Seguía notando como aquello consumía mi propia energía pero no lo dejé hasta que la corriente de magia fluyó con normalidad entre mi y la esfera que ahora se formaba entre mis manos con naturalidad. Solté aire que había contenido y sonreí satisfecha en cuanto vi mi objetivo conseguido. Sonreí cuando el chico que me había aconsejado "animo" al otro.

Pronto cada uno de los presentes teníamos una esfera con la esencia de nuestro poder en su interior. Habíamos formado un cuadrado en cuyas esquinas había agua, rayo, fuego y oscuridad, entonces Sharei con un simple gesto hizo que las cuatro esferas se elevaran. Observé atenta el movimiento de las esferas, las cuales habían quedado unidas por lo que parecía un cordón de energía, Era consciente de que posiblemente aquel fuera un momento culmine en la investigación y que lo que fuera que lográramos repercutiría en las vidas de muchas de las personas que habitábamos Umadhún. Sin embargo la emoción de aquel momento no era lo único que sentía, sin entender como ahora me sentía más unida con los chicos que Sharei y los dos chicos, aunque ni siquiera sabía sus nombres así que era de lo más raros, pero pronto caí en que posiblemente tuviera que ver con que las esferas eran la esencia de nuestra energía, que a su vez era la esencia de cada uno de nosotros y eso se estaba uniendo en aquellos momentos, colaborando entre sí para alimentar el núcleo y lograr nuestro objetivos.

El núcleo comenzó a cambiar de color y parecía como si toda la energía que había perdido en crear la esfera hubiera regresado de un tirón a mi pero multiplica, una primera onda expansiva nos hizo retroceder y empezaron a ocurrir cosas, las renovadas energías, Sharei lanzando rayos y de buenas a primeras... la Torre entera estaba moviéndose, parecía temblar en un principio, como si se estremeciera y un momento después se comenzó a elevar. Era increíble, habíamos logrado nuestro objetivo, no podía menos que sentirme emocionada mientras trataba de mantener el equilibrio. Al mismo tiempo sentí mi magia mejor que nunca, la oscuridad fluía a través de mi con una facilidad que nunca antes había conocido, ahora era como si hubiera nacido ya de por si con esa magia acompañándome.

Dejé al fin esa esfera de energía libre para que fuera usada. El feérico unió las cuatro esencias en un punto intermedio. De esa colisión hizo que todos retrocediéramos varios pasos, pero de una colisión no surgió una aniquilación, sino que las esencias de cada persona se vio más unida a las demás.

El fuego que tanto me apasionó a llevarlo a mi control y estudiarlo, que destruía lo que estaba a su alcance; el agua, liviana y segura a la vez. Y con ambas la oscuridad que impide la vista y el rayo que fulmina e ilumina a la vez. Empezaba a comprender lo que significaba cada una de ellas, y me sentía uno conmigo, con mi poder y con los demás: la elegancia del agua, que el odio a la oscuridad no era más que la ignorancia a lo desconocido, y muchas más enseñanzas que pude sacar de la colisión. Me sentía uno con mi nueva gente. Tal vez no me arrepienta tanto como dije entonces... pero maldeciré.

Esa conjunción fue lanzada al centro del núcleo, que se tornó de todas las esencias a la vez. El que llevó las fuerzas lanzaba ahora su elemento con decisión y decidí imitarlo. Las vibraciones de mi alrededor me hicieron mirar en su dirección, y alcé mis manos para contemplar mi poder de nuevo. Hice de nuevo una alargada llama que me cubría el brazo.

Y la Torre se estremeció por vez tercera.

Todos empezaron a canalizar sus poderes y gracias a eso, la energia de la sala alcanzó el grado óptimo para la realización de la recta final, así lo indicaban los hologramas con miles de variables y símbolos extraños, incomprensibles para aquellos que aun no dominaban la tecnomágia. Todo estaba decido, todos habían tomado sus decisiones. Ahora faltaba realizar una cosa que deliberadamente les había ocultado. Una cosa tan peligrosa, que si salía mal tenia un 100% de posibilidades de provocar la muerte. Concretamente mi muerte...

-No dejéis de transmitir hasta que os lo diga. -dije a través del vinculo que a partir de ahora compartíamos y seguramente nos acompañara toda la vida. No eran palabras, ni pensamientos, solo energia.

Con rápidos movimientos me quité la ropa. Era un acto al que estaba acostumbrado, ya que la desnudez nunca me había supuesto problema alguno. Capté las miradas interrogantes, casi rozando el escándalo, que mis aprendices me lanzaron. Pero no era momento de distraerse con ello, las cadenas que atenazaban mi alma se estaban liberando y pronto estallarían. Una oleada de electricidad sacudió mi cuerpo, saliendo al exterior en forma de chispas. El aire vibraba a cada exhalación que daba. Casi no lo podía contener y amenazaba con escapar de mi control en cualquier momento. Debía actuar pronto o no abría manera de pararme. Di dos pasos, y al tercero estaba flotando en el aire.

Unas majestuosas alas salidas de mi espalda, me llevaban hacia la masa informe del núcleo. Estaban echas de mi aura, de mi poder, y como tal, estaban desbordantes de energía. De un azul oscuro ribeteado con símbolos negros, eran tan mortales como bellas. A poco más de dos metros de la cegadora luz cambiante, me giré para encararme a mis elegidos.

-Ahora podéis descansar. -les aseguré.

Y entonces, saltando hacia atrás me introduje en el núcleo. Si un momento antes sentía que un mar de espinas se me clavaba por dentro, ahora se habían convertido en espinas de treinta metros. Era tanta la monstruosa cantidad de energía que canalizaba, que me sentía romper por dentro. Ya no notaba mi cuerpo, seguramente desintegrado, pero el dolor seguía, allí cegándome. Estabilicé como pude en núcleo y entonces, lo mandé en una dirección. Arriba.

Un agujero se abrió en el techo de la enorme sala y la masa energética se partió en dos horizontalmente. La mayor de ellas, concretamente de la superior, salio despedida hacia arriba conformándose en una especie de láser. Dicho láser, atravesó toda la actual fortaleza, salio al exterior y alcanzó la masa de nubes que encapotaba permanentemente el cielo del mundo muerto, abriendo un boquete en ella y configurando un circulo por el que escaparon los rayos de los astros.

Off: En un principio quería hacerlo más largo, pero dado que los admins no han contestado a mis preguntas sobre los astros, he tenido que recortarlo y dejarlo así. Sorry por la tardanza, que conste que el post lleva escrito desde la noche que posteo naren. Lo que decia, ni idea de los astros aun asi que no nombreis nada.

Por orden de Sharei cada uno siguió concentrado en seguir transmitiendo la esencia de nuestra poder al núcleo, en el cual las cuatro esferas iniciales se habían unido en una cuyo color iba alternando y su fuerza parecía cada vez mayor.

Aquello desde luego parecía peligroso, pero no podríamos alcanzar el final de nuestro proyecto sin ese peligro, por lo que si todo salía bien aquello merecería la pena por supuesto ser una maga apenas iniciada en el arte de la magia me llevaba muchas veces a ir más allá de mis posibilidades, quería explotar aquel nuevo poder todo lo que pudiera y llevarlo al mismo limite de mis fuerza era la mejor forma de hacerlo. Me había llevado muy pocos daños graves como para tener en cuento el verdadero peligro que podía entrañar un uso excesivo de energía en cualquier tipo de magia y más aún en la magia oscura. No es que esta magia fuera muchos más poderosa o compleja que las de mis compañeros, tanto fuego, como agua y rayo eran fuerzas de la naturalezas, fuertes y salvaje, y su dominio tenía un largo trabajo previo, pero muchos magos se había dedicado a ellas a lo largo de la historia y no eran energías mal vistas como la oscuridad, yo tenía mucho menos con lo que trabajar que hubieran hecho otros antes que yo por lo que no conocía todos los limites ni todas las consecuencias y no quedaba otra que experimentarlas por mi misma, aunque nunca podría quejarme de ello si no más bien lo contrario, la fuerza de la oscuridad era la que mejor se amoldaba a mis deseos e inquietudes.

Mientras seguía sumida en concentrarme en la esencia de la oscuridad y en que esta siguiera fluyendo a través de mi directa hacia el núcleo, no pude menos que sorprenderme durante un momento cuando me encontré con que nuestro maestro empezaba a desvestirse, no me escandalicé ni nada por el estilo, desde luego no iba a ser el primer hombre al que viera sin sus vestiduras, tampoco el último y por lo menos estaba vivo, cosa que no podía decir de aquellos que había servido como objetos de investigación y sus cuerpos ahora reposaban en algunas mesas de la zona de laboratorios. Momentos después Sharei se dirigía directo hacia el núcleo, no dejaba de preguntarme que estaba planeando pero al final tuve que luchar con mi propia curiosidad para mantener mis fuerzas en seguir transmitiendo energía mientras la torre volvía a estremecerse.

Me detuve en el momento que mi nuevo maestro lo dijo, las piernas me temblaban de cansancio y yo misma me daba cuenta que no iban a aguantar por mucho mi pesa, terminé por dejarme arrastrar por el abrazo de las fuerzas de la gravedad y caer al suelo para terminar sentada sobre él algo ahogada, no recordaba haber lanzado hasta entonces tanta energía junta durante tanto tiempo. Terminé sonriendo satisfecha conmigo misma y con el dominio que poco a poco iba adquiriendo sobre mis habilidades y mi propio cuerpo.

Mantuve la mirada en el núcleo cuya energía acumulada ahora era enorme y donde no se veía rastro de Sharei. Empezaba a preocuparme cuando un nuevo movimiento del núcleo atrajo toda mi atención. Funcionaba. La mayor parte de la energía salió disparada abriendo el techo y elevándose directamente hacia el conglomerado de nubes que cubría como siempre el cielo de Umadhún. Prácticamente me olvidé del cansancio, de que aún no habíamos vuelto a ver a Sharei y de que estábamos a apenas unos metros de una cantidad tan enorme de energía concentrada que nos podría matar en medios de un milisegundo si algo se estropeaba, aún no podía ver el resultado de nuestro proyecto pero funcionaba y eso era todo lo que ocupaba mi mente, que funcionaba, habíamos hecho el mayor progreso que nadie había logrado nunca en la historia de aquel mundo ya muerto y posiblemente también en la Idhún y pronto podríamos apreciar esos resultados en todo su explendor. Resultaba de lo más emocionante.

off: siento el mierdi post pero estoy poco imaginativa >.< y también la tardanza, se me había olvidado el orden

Off: Yo si que siento la tardanza. Entre las vacaciones y la patata de wifi que tengo no he podido postear.

On: Vagamente, la Voz de Sharei llegaba a mis oídos como el susurro de la brisa de la costa. tenia los ojos cerrados y la energía fluía hacia afuera de mi como un manantial desbocado. La energía del agua era limpia y pura y se fundía con las demás magias formando un bello orbe de energía en el centro de la sala.
volví a oír la voz de Sharei y mi cuerpo obedeció casi sin darle tiempo a mi mente a procesar las palabras de el. la gravedad tiro suavemente hacia mi y el suelo me acogió con su frió abrazo. cuando abrí los ojo, Sharei estaba flotando delante de el orbe, después me desmaye. Lo siguiente que recuerdo es ver como el techo de la sala se abría, y como un rayo de energía ascendía hacia lo alto. lo siguiente que vi por ese agujero fue como la capa de nubes se abría y un chorro de luz de las estrellas bañaba la sala. no recuerdo muy bien lo que vi ya que al instante se me nublo la vista y volví a desmayarme, no se por cuanto tiempo pero note como mi poder mágico se recuperaba del terrible esfuerzo que había sufrido. Me sorprendí a mi mismo con la cantidad de energía que había utilizado. Tal vez fuera ora de presentarme a un examen para subir de nivel, o tal vez ya fuera lo suficientemente fuerte como para pasar yo mismo a un nuevo nivel mágico. El futuro estaba aun borroso, pero sabia que si me quedaba al al lado de Sharei y los demás podría ser mas poderoso de lo que ahoro soy.

Mantuve el flujo hasta que oí la orden de detención. Tras eso no fue tan complicado obedecer a la voz de sharei. Me dejé caer poco a poco hasta el suelo. Me temblaban las piernas y solo tuve que arrodillarme con dificultad.

Siempre se me había advertido de lo que pasaba si ejercias demasiado poder... pero la falta de energía vital era algo indescriptible. El ambiente rebosaba nuestra fuerza, pero no podía contactar; el Don me impedía respirar, me impedía moverme.
Mantener los ojos abiertos se hacía un suplicio. Levanté la cabeza y no se veía rastro del feerico. El núcleo se veía como una luna llena, cada vez más estable, y había perdido de vista al miembro mas importante de los cuatro sin duda.

Había pasado este reto, al menos no había perdido la consciencia... estaba un paso más cerca de doblar mis fuerzas y cumplir mi sueño. Por eso mismo ese cansancio desaparecía lentamente mientras permanecía inmóvil. Esa fatiga me animaba de alguna forma, y oía antes de nada los latidos constantes de mi corazón.