Perdido en las montañas.

Estaba caminando por la helada tierra del anillo de hielo mientras buscaba una cueva para resguardarme de la tormenta de nieve. Que…Que…Que… frío- dije mientras tiritaba de frio y la nieve me congelaba con cada paso que daba y lo único que veía era nieve y mas nieve.
Al cabo de un rato divise lo que parecía una cueva, así que corrí hacia esa cueva ya que no quería morir congelado. Al llegar vi que era una cueva pequeña, sentía que si levantaba los brazos llegarían al techo, tampoco era muy ancha pero al menos podría resguardarme de la tormenta. Así que me senté en el fondo de la cueva y espere a que parara la tormenta.

Me había quedado dormido en la cueva, cuando desperté la tormenta seguía pero el frio era más soportable, así que me levante y camine en dirección a la entrada de la cueva. Me parece que es el momento de continuar- dije mientras continuaba mi viaje por el anillo de hielo.

Llevaba ya mucho tiempo caminando, estaba exhausto y ya empezaba a pensar que no saldría de esa trampa helada llamada el anillo de hielo. La tormenta continuaba y tenía los pies helados. Estaba caminando hasta llegar a un punto en el que se descendía. Al mirar abajo sentí una gran alegría, la nieve acababa y el bosque comenzaba. Había llegado al final del anillo de hielo. Marche rumbo hacia Nandelt.

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