Buscando

Nuevamente vi las edificaciones celestes, sonriente, tenía buenos recuerdos de aquel lugar.
Abrí la puerta de la biblioteca y entré, dirigiendome a la sección de información sobre la Tierra.
Allí encontré varios libros que podían venirme bien, así que los cogí y me dirigí a una gran mesa, dispuesta a leer lo que hiciese falta para descubrir este nuevo misterio.

El aire me acariciaba suavemente las escamas, notaba la brisa y saqué la lengua para probar el sabor del viento. Orienté las membranas de mis enormes alas esmeralda según la corriente del viento,que cambiaba a placer.

Entonces la vi. Allí estaba Celestia. Hacía mucho que no sobrevolaba aquella bella ciudad. Vi aquellas altas torres blancas, que con la luz del sol se asemejaban a larguísimas dagas de plata. Aquellas cúpulas...mucho tiempo hacía que no las observaba, seguían igual de hermosas.

Me atreví a descender y a tocar con la punta de mi ala izquierda una de aquellas blancas e impolutas torres. Tiempo estuve allí, de hecho, no sé cuanto...

Después de haber disfrutado con el vuelo y de haberme llevado a la boca alguna que otra criatura alada decidí volver a mi hogar...aquel ancho tronco en el corazón del bosque.

No encontraba nada aparente, y agobiada, me dirigí a la puerta, alzando la vista al cielo.
Una sombra de un enorme dragón esmeralda había oscurecido la entrada de la Biblioteca, y en ese momento recordé mi parte szish, aquel tiempo en el que me encantaba la sombra y la oscuridad.
No me gustó jamás que me recordaran "eso".
Escupí al suelo con desdén, y me transformé en dragón, dispuesta a salir detrás de aquel intruso en mis pensamientos. Quería saber todo sobre él, dónde vivía, de dónde venía, y porqué.
Con los ojos fijos en la figura que dibujaba el viento, dejé atrás Celestia, para encontrar a aquel enigmático dragón.

Naethan: Antes de comenzar a rolear tienes que unirte al grupo de los dragones.
-> Cómo hacerlo Aquí