Buscando entre la nieve

Cuando dejamos atrás los valles y los pastos de Nandelt noté que el grán pajaro se ponia nervioso. Aquel era un pájaro de Nandelt y llevarlo fuera de su hogar para adentrarse en el frio y el hielo podia ser peligroso para el.

Asi que dejé sueltas las riendas y el fué bajando hasta aterrizar en un pequeño llano rocoso, al pié del inicio de la nieve. En cuanto estubo estable me bajé.

Tenemos que seguir a pié, Kronos, el pajaro nos ha ahorrado un montón de dias de viaje pero ya no puede seguir más - le expliqué, mientras le ayudaba a bajar. Cuando estuvimos los dos en el suelo le quité las riendas al pájaro - Gracias... - le dije, antes de que alzara el vuelo y volviera a Nandelt.

Buenoo... toca pasar frio - bromee, girandome decididamente hacia la nieve

Mientras motaba como el frío me entraba en las escamas me arrepentía de haber accedidoa hacer ese viaje. Había volado sin descansar desde Celestia y notaba que no podía más, en cualquier momento me iba a a caer y no veía ningún sitio para poder aterrizar, solo picos nevados. La nieve y el viento me azotaban en la cara y me notaba las membranas de las alas congeladas.
Decidí que, al primera que pudiese, haría un aterrizaje forzoso. Al cabo de unos mintuos, vi un pequeño caminito y pensé que podía transformarme en el aire y caer al suelo. También pensé que podía matame haciendo eso si caía mal... Pero no tenía más remedio. Bajé lentamente y cuando estaba a unos metros (bastantes, más de lo que siempre lo hacía) del suelo me transformé en humana y caí en la nieve.
-Au... -dije llevandome la mano a hombro. Me había dado un golpe al caer y me dolía mucho, así que me colgué la mochila solo del otro.
Andé unos metros y, de repente, me di cuenta de que no llevaba ropa de abrigo, solo una manta vieja en la mochila.
-Mierda... -volví a mirarme el hombro, parecía que me lo había dislocado, pero es esos momentos no podía hacer nada. Buscaría una cueva donde pasar la noche, encendaría un fuego y me taparía con la manta. Con suerte al día siguiente no estaría congelada.
Andé unos metros más con dificultad. El viento me daba en la cara, la nieve me entraba en los ojos, me dolía el hombro, tenía la cara y los dedos de las manos rojos del frío y, para colmo, iba con manga corta. Sentía que el fuego del dragón se iba apagandoy pensé que en cualquier momento iba a perder el conocimiento, me quedaría enterrada en la nieve y nadie me encontraría. Vaya forma de morir, pensé. Las piernas no me aguantaban y me temblaba todo el cuerpo... ¿A quién se le ocurre ir con manga corta a Nanhai?
Delante mío solo veía nieve y más nieve. Tropezé con algo, supongo que una piedra o más nieve, y me caí de morros. Intenté levantarme, pero me fallaron los brazos.
-Agh... -murmuré. Tenía que moverme, que encontrar algún sitio para refugierme, pero no podía ni arrastrarme por la nieve que me quemaba en la cara.
Spongo que al final perdí el conocimiento.

FdR: Joer, que largo me ha quedado...

Me puse el abrigo hasta que me tapara entero y le di uno a Kronos para que hiciera lo mismo.

Nos adentramos en el frio y la nieve. Caminamos durante una hora mientras nos adentrabamos en las montañas y el frio iva calando en nosotros.

Oscurecia, pero no habia ninguna cueva o refugio a la vista; aún asi no era prudente buscarlo ya que solian estar llenas de depredadores de las nieves: Nos tendriamos que valer de mi magia.

Busqué con la vista un lugar adecuado para inventar algo que nos protegiese del frio y vi una pequeña depresión. Nos metimos en pequeño llano de diez metros cuadrados que se hundia otros dos en el terreno. Dejé mi mochila en el suelo y preparé la magia.

Cuando estuve listo di un golpe con el puño cargado de magia a la nieve que se amontonaba en el suelo.

En seguida salió volando en todas direcciones. Cuando me preparaba para cubrir el llano con una campana mágica me percaté de que habia alguien hecho un ovillo en el suelo que yo habia destapado con la magia.

Me acerqué corriendo a el, pidiendo que siguiera vivo y pudiera ayudarle. Cuando le giré para verle la cara...

¡Ami...! - exclamé, tomandole el pulso en seguida... tras unos andustiosos momentos lo descubri, estaba, aunque muy débil y lento. La cogi en brazos y la cargué hasta el centro de la depresión.

Lanzé mi brazo contra un arbol cercano. El aire se onduló violentamente y el arbol se partió en multiples pedazos que volaron hasta nuestro lado. Luego cerré fuertemente el puño y lo abri en dirección al monton de leña, que estalló en llamas.

Luego, usando otra vez vez mi magia evaporé el agua de la ropa de Ami, cogi dos gruesas mantas y la envolvi a conciencia.

Por ultimo cree por fin la campana.

Me dejé caer al suelo, exhausto por haber usado tanta magia de golpe.
Lo siento, era necesario - me disculpé con Kronos, por lo del arbol

A pesar de ir embutido en un grueso abrigo, Kronos temblaba de frío. Jamás en la vida había soportado aquellas extremas temperaturas, y no sabía si aguantaría mucho más. Ya ni siquiera sentía los dedos de las manos, por no hablar de que ya dudaba si todavía quedaba algo de lo que algun dia fueron sus pies.
Cuando llegaron a la hondonada y Sagan retiró la nieve con su magia, Kronos no pudo contener una exclamacion de sorpresa al ver el cuerpo de la muchacha que había quedado oculto bajo el hielo, y que su compañero no tardó en rescatar y sanar aunque para ello tuviera que hacer trizas aquel árbol que se las había ingeniado para soportar aquel inhumano frío.
- Tranquilo, no pasa nada... Lo comprendo. - contestó a Sagan, cuando hubo preparado la fogata- De hecho, la naturaleza está para prestarnos su ayuda, al igual que los féericos la ayudamos y respetamos a ella. Ese era el destino con el que Wina creó ese árbol, y debería sentirse orgulloso de haber podido salvar una vida.
Kronos se quedó pensativo, reflexionando sobre lo que acababa de decir, y lo maduro que sonaba aquello para un niño de su edad. De pronto, se dio cuenta de que había hablado de la misma manera que solía hacerlo su padre cuando el era pequeño. Su padre, que tantas cosas le había enseñado sobre la naturaleza, y que había desaparecido sin dejar rastro en el mismo bosque de Awa. Y Kronos se preguntó, una vez más, donde estaría.
Kronos sacudió la cabeza, tratando de quitarse aquellos dramáticos pensamientos de la mente, y trató de cambiar de tema.
- Por cierto... La has llamado por su nombre. ¿Quién es?- puso una pícara sonrisa y añadió- ¿Tu novia...?

Me quedé algo sorprendido por su respuesta. Kronos nunca habia hablado asi desde que le conocí en Awa. Yo habia sido feerico y nunca habia hablado asi, aunque también era cierto que desde siempre habia sido mucho más humano que silfo.

En fin... que se puede esperar de el siendo lo que es - pensé, restandole importancia.
Cuando oí su frase me eché a reir ante la que yo llamaba "frase de Kronos"

No, solo es una amiga - dije - me pregunto que hará aqui, en medio de nada...

Unas voces me despertaron, una me sonaba pero no consegía relacionarla con nadie en ese momento y la otra no la conocía. Noté que estaba envuelta con mantas y parecía que se me había secado la ropa. Aún así, tenía un poco de frío, tendría que hacer algo.
Abrí los ojos y, después de parpadear uns cuantas veces, vi que cerca mío habían dos personas, un feérico y un humano que era...
-¿Sagan? -dije mientras me incorporaba.
Al hacer fuerza con el brazo, me acordé de hombro que me había dislocado y no había puesto en su sitio. Hize una mueca y me volví a sentar.

Me giré hacia ami en cuanto mencionó mi nombre

¡Ami! - exclamé, contento de verla consciente - ¿como te encuentras? ¿tienes frio? - le pregunté nerviosamente.
Vi que hacia un gesto con el hombro y intui que se lo habia dislocado, y yo no sabia colocarselo


Esto me pasa por no atender en las clases de primeros auxilios - me repredi mentalmente, acordandome de aquel tiempo desperdiciado del instituto de la tierra

- ¡Anda, se ha despertado! - exclamó Kronos, entusiasmado, cuando vio a la joven intentar incorporarse dentro de su guarida de mantas, que la hacía parecer un saco de patatas- ¡Buenos dias, dormilona! ¿Qué...? Oh... - el silfo también se dio cuenta del aspaviento que había hecho la muchacha al intentar mover el brazo, y reconoció de inmediato lo que le ocurría- ¿Tienes el hombro dislocado? Tranquila... no te muevas... Sé lo que hay que hacer cuando...
Kronos iba a acercarse a la amiga de Sagan, cuando se percató de que sus dos compañeros lo miraban extrañados y asombrados a la vez.
- ¿Qué? Sé cómo se desdisloca un hombro porque a mi me ha pasado mucho. No os imaginais la de veces que mi padre me ha chillado por ir saltando de árbol en árbol. ¿A ti también te gusta ese juego, Ami? - preguntó, divertido, y poniendose serio de pronto añadió- Bueno, si quieres te puedo... "arreglar" el brazo... si quieres...

Edito: Me voy ya a la Uni!! en una semana no podré rolear, asi que seguid vosotros sin mi (haceis como k le pongo el brazo bien a Ami y ya seguid con lo k kerais. Ya me pondré al dia) Dewww!

Miré con curiosida al chico que estaba con Sagan y le sonreí.
-Vale, si quieres...
Cuando me hubo puesto el brazo en su sitio, le di las gracias y me levanté.
-Es divertido saltar por los arboles, pero no ha sido por eso. Digamos que te tenido un... accidente aéreo, un aterrizage forzoso -dije arurrucandome en las mantas y me volví hacia Sagan- Tengo un poco de frío, pero estoy bien. Es culpa mía, esto me psa por no traerme ropa de abrigo cuando voy a la nieve. ¿Y tu como estás?

Descendí un poco más tarde que Ami, la había dejado de ver cuando el frio me empezaba a helar. No me había encontrado con ningún shek por el camino, la verdad es que me había decepcionado un poco.
Cuando estaba cerca del suelo, mantuve el vuelo para intentar mantener un poco el calor de mi cuerpo. Sobrevolé por encima de aquel manto de nieve hasta que ví a una humana, sería Ami. Pero... estaba junto a alguien más. bajé un poco más, y vi a Sagan... ¡Era Sagan!. A su lado había alguien más, pero a él no lo reconocí. Parecía un Silfo, y nunca había conocido ninguno. De todas formas, bajé con emoción, convirtiendome de nuevo en humana casi instantaneamente al tocar el suelo y sonriendo.

- ¡HOLA SAGAN!

Estoy bien... mejor - dije vagamente, sin ganas de de hablar sobre lo que habia pasado en Derbhad. Llebaba unos dias muy relajado y no tenia ganas de sacar a relucir problemas solucionados que por fin pertenecian al pasado.

Cuando le iba a preguntar por Nithy y Alsan una sombra nos tapó la poca luz que nos llegaba de las lunas, cayendo sobre nosotros.

¡HOLA SAGAN!... parecia que mi olvido iba a durar bién poco

Hola Nithy - dije, no sin alegria de verla

alcanze a nithy y a ami al cabo de un rato.
descendi rapidamente
-sagan!-casi grite dirijiendome a el- ¿donde te habias metido?- pregunte, pero preferi cambiar de idea- no importa, el caso es que no esteraba verte por aqui, sobretodo por el tema de que aqui no ahi mucha vegetacion

Abri los ojos como platos cuando vi llegar también a Alsan

- Eramos cuatro y parió la abuela... - suspiré, pasando a mi lengua natal inconscientemente al ver tanta gente donde hacia pocos minutos solo eramos dos.

Emmm... pues por ahi, ya sabes... - respondi disuasivamente, de nuevo en idhunita - Y puedo ir donde quiera. Si antes, cuando era silfo podia, ahora que ya no lo soy puedo mas. - dije, extrañado por la rara pregunta, sin darme cuanta que cambiaba de tema.

- La pregunta es... ¿Que haceis todos aqui? - Yo dando un rodeo para estar solo y poder pensar unos dias y me los encontraba en el fin del mundo

FDR: No creais que yo (miguel) no me alegre de veros, solo interpreto mi papel xD

-venimos a por un mago que le robo un amuleto a un hombre, que nos encontramos en rhyrr-respondi tras pensarlo un momento, casi se me habia olvidado, porque ibamos a nanhai- ¿y tu y el silfo? ¿que haceis por aqui?

Me puse en pié y saludé a Nithy y Alsan. Pensaba que se habían perdido por el camino a causa de la nieve y el viento, pero pude comprobar con alegria que no había sido así.
Me sorprendí cuando Sagan dijo algo que no entendí, no acababa de acostumbrarme a la lengua terrestre.
-¿Que tal estáis? -les pregunté.

¿Hablas en serio? - le pregunté - Yo me encontré con un hombre en Nurgon que me dijo lo mismo...

-a lo mejor era el mismo hombre-comente- no le daria mucha importancia solo hay que encontrar al mago y capturarlo no puede ser tan dificil-en ese momento una pequeña ventisca de nieve rodeo la campana magica de sagan

Creo que lo primero que habria que hacer es dormir - dije, sacando un par de mantas de la mochila - Si hay que encontrar a un mago prefiero no tener sueño

-¿Te importa si me tapo con esta manta esta noche? -le pregunté a Sagan indicando la manta con la que me había envuelto.
Tenía planes para mi manta, iba a hacer me una chaqueta.

Si, por supuesto - le dije - Si quieres mañana entre los dos podemos hacer un abrigo para tí con ella - le sugeri, tumbandome ya en el suelo, tapado con una gruesa manta y con otra debajo

Kronos miraba a su alrededor, sorprendido por la llegada de todas aquellas amigas de Sagan. Y es que aquello era muy extraño. ¿Por qué todas habían coincidido allí con él, en la esteril region de Nanhai? ¿Acaso le estaban persiguiendo?
"Pero ¿cuántas novias tiene este chico?" no pudo evitar preguntarse Kronos atonito.
Cuando ya una de ellas explicó que su objetivo era exactamente el mismo que el suyo (encontrar al ladron del amuleto) el pequeño silfo ya no salía de su asombro. Sin embargo, no hizo ningún comentario al respecto, cohibido ante tanta gente nueva reunida en aquel lugar. Solo se limito a ocultarse ligeramente tras Sagan, con timidez.
Cuando Sagan anunció que era hora de dormir, Kronos respondió con un alegre bostezo. Ya comenzaba a sentirse cansado. Se tumbo entre unas cuantas mantas sobre la nieve, junto a su compañero.
- ¿Qué haremos mañana, Sagan?- preguntó con otro bostezo, mirando a los ojos de su amigo- ¿Tu crees... que encontraremos a ese... mago?
Kronos nunca pudo saber si Sagan le había contestado, ya que sus ojos se cerraron casi inmediatamente bajo el peso de sus párpados, alentados por el sueño. Pronto dormia placidamente bajo el cielo estrellado de Nanhai.

Me había limitado a observar la conversación, pero no me pareció mala idea aquello de dormir.
A pesar del sueño que tenía, sabía que no me podría dormir. Aquello era muy extraño, ¿porqué había encontrado una fotografía mia en aquel lugar? y... ¿porqué Sagan y el silfo tenían el mismo objetivo que nosotros, en un lugar dejado de la mano de los dioses?
Me desprendí de la capa y la tiré en el suelo, me tumbé sobre ella y di vueltas a mi cabeza, cada vez me olía más a trampa todo aquello.
Eché una vista al silfo, nunca había visto uno tan de cerca... era extraño que se encontrara en aquel lugar un ser del bosque.
Miré al cielo, pero una pequeña bruma helada no dejaba ver la maravillosa escena que se presenciaba al contemplarlo, pero con una sonrisa, no pude ocultar mi pensamiento.

- Espero que estés donde estés, no te pase nada malo, Yandrak.

Mi voz sonó melancólica, pero a la vez contenta. Sonó también como un suspiro, así que supuse que nadie lo habría escuchado. De todas formas no me importaba si lo escuchaban, sabía que mis nuevas amigas estaban al día de lo que me había pasado. Cerré los ojos e intenté dormirme, pero solamente los dejé descansar, pensando en todo lo que había pasado en este tiempo.

me tumbe en el suelo tras sacar una manta de mi bolsa y extenderla en el lugar donde dormiria, al rato de estar tumbada, oí al silfo preguntando algo, me volvi hacia el pero cuando lo ice ya estaba dormido; me incorpore y mire al rededor estaban todos dormidos, o casi todos; nithy al igual que yo no podia dormir, me levante y me acerque a ella silenciosamente para no despertar a los demas.
-¿te preocupa algo?-le pregunte sentandome a su lado

Abrí los ojos. Alsan estaba a mi lado. La miré y me incorporé.

- Ya sabes, lo de siempre, aquello que pasó con mis amigos. Creo que me sigue persiguiendo aún...- Lancé un suspiro y sonreí. - ¿Y a tí? Deduzco que no puedes dormir

Kronos se despertó a media noche, con un molesto malestar que le invadia todo el cuerpo. El silfo intentó incorporarse, pero pronto desistió al comprobar que le dolía ligeramente la cabeza. ¿Por qué sería? ¿Tal vez el frío? Nunca había soportado aquellas temperaturas, pero de todas formas estaba envuelto en gruesas mantas y una burbuja mágica los protegía de la ventisca...
No, no era por el frío. Era por la vegetación. Allí no había ni rastro de vegetación. Por más que miró Kronos a su alrededor, la unica planta que pudo distinguir fueron los restos del arbol que había destruido Sagan para la fogata, que ardían en el centro de la burbuja. Era normal que un féerico se sintiera incómodo en un lugar tan opuesto a un bosque, pero de todas formas no iba a echarse atrás por un dolor de cabeza.
Sin abandonar su postura fetal, aunque con los ojos abiertos - temia no poder volver a dormirse con aquel malestar- trató de relajarse escuchando los sonidos de la gelida noche invernal. Sin embargo, lo unico que escuchó fueron unas voces a su espalda. Una conversación entre dos de las amigas de Sagan, aunque Kronos no pudo saber de quienes se trataban sin girarse. El silfo se quedo inmovil, con curiosidad, tratando de escuchar la conversación en silencio...