1er turno,Críptico juego {Evento,Grupo 4

Después del tácito anuncio,o quizás críptica invitación,sin motivo aparente,las personas que han sido elegidas para formar parte del juego que decidirá el futuro de Idhún y de sus vidas,se van agrupando por el camino,caras conocidas,caras por conocer cuyo objetivo es el mismo. Detener al misterioso Kerzer que amenaza la paz de este mundo que ya ha tenido bastantes problemas. Chicos y chicas que se han negado a unirse al invasor y han decidido luchar por su patria como buenos idhunitas que son. Se detienen a descansar al resguardo de la torre de Drackween para planear su estrategia casi a ciegas,pues la primera pista de la que disponen oculta mas que muestra. ¿Que habra querido decir? ¿Donde sería posible que se encontrase esa supuesta fortaleza?

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OFF: Grupo 4,rolead como que os vais encontrando y asi,podeis discutir acerca de la pista o del paradero de la fortaleza,la pista llegara en 15 dias,antes si esto avanza rápido.

estaba paseando tranquilamente por alis lithban, ese bosque siempre me habia transmitido una sensasion de tranquilidad; pero no podia detenerme alli mucho tiempo ya que tenia que llegar a la torre lo antes posible para encontrarme con... 2 personas a quienes no conocia y cuyos nombres ya habia olvidado.
me quede parada en la entrada mirando aquel enorme edificio sin saber muy bien que hacer, todo me parecia extraño y diferente, quizas era por ese loco al que derrepente le habia dado por conquistar idhun, o quiza era simplemente que hacia mucho que no visitaba ese sitio.
me quede parada en el portal dudando si entrar o no.

Rayo, oscuridad...
-Que narices significara ese acertijo?
Rayo, oscuridad...
-Un acertijo que nos dice que esperemos?
Rayo, oscuridad...
-Esperar a que?
Rayo, oscuridad...
-No voy a sacar nada calentándome el coco.
Rayo, oscuridad...
-Si quiero obtener poder tengo que terminar con esto.
Rayo, oscuridad...

Y de golpe notó que su energía se dividía en tres y solo una de ellas se quedaba en su cuerpo. Aun así, esas dos masas de energía, que continuaban flotando cerca; eran suyas, las controlaba. Eran él.
Abrió sus ojos saliendo del trance y se las encontró allí, flotando. Se estabilizaron y cambiaron de color. La de la derecha, adquirió un color azul oscuro y la de la izquierda oscureció hasta volverse negra.
De golpe, el cuerpo de Sharei cambió. Volvía a ser completamente feérico! Su transformación se había revertido de alguna forma!
En el momento en el que Sharei cambiaba, las bolas de energía cambiaron a si vez. La azul, se convirtió en un dragoncillo eléctrico y la negra en un lobezno oscuro.
Eran Sharei, tres cuerpos con la misma mente. Su cuerpo principal había perdido sus poderes de rayo y oscuridad, pero el dragón, había heredado la electricidad y el lobo la sombra.
Pos fin habían conseguido la forma de separar-se. Podrían estar en varios sitios a la vez, pero podían volver a unirse para ser un cuerpo otra vez, o incluso se podían unir dos de ellos. Con este nuevo poder aprendido, se volvieron a unir en un Sharei y bajó al vestíbulo de la Torre.
Allí se encontró con una feérica.
Se acercó a ella y le dijo:
-Hola me llamo Sharei. Tu debes de ser Zahira. Encantado de conocerte.

Aterricé enfrente de aquella enorme torre, con no demasiados buenos presentimientos. Eth y Aldara me esperaron fuera de la torre, con la mirada vigilante posada en mi. Ya era la segunda vez que me veía envuelta en una pelea contra las fuerzas aliadas del Séptimo, y me pregunté que habría sido de mis antiguos compañeros de batalla; no había vuelto a saber nada de ellos desde la victoria contra el mago negro Zhur...
Pero aquello era diferente. El Séptimo había regresado con fuerza, e Idhun volvía a estar en peligro. Aquel problema tenía una magnitud más que considerable, y estaba bastante preocupada. Por ello, estaba allí, esperando a ver a otros 3 desconocidos, también implicados en la lucha apenas comenzada.
Me encaminé hacia la torre de Drackwen, subí las escaleras, y abrí el portón de entrada. En el amplio vestíbulo había dos personas más: una chica féerica, de largo cabello negro, y otro chico... bastante extraño. Parecía un feérico, pero era más alto que estes, poseía cola, y sus patas era como de licántropo. Me miraron con expresiones interrogantes, a las que respondí:

- Mi nombre es Alynn Shew, y supongo que vosotros sois los miembros del equipo 4. Yo también fui colocada en él, así que, encantada de conoceros-. Esbocé una sonrisa.

Observé el lugar, tenía unas escaleras de caracol exquisitamente decoradas, algún que otro sillón, y 3 puertas evidentemente cerradas. Me senté en un diván, fijándome en que aún faltaba un miembro de nuestro grupo. Esperé.

estaba pensando en Maya y en como la habiamos dejado sola por alla en el bosque de Awa cuando aparecio aquel extraño feerico sobresaltandome, era increiblemente alto, de piel grisacea y patas de lobo, quiza fuera alguna clase de hibrido "mal echo" o algo asi; ademas desprendia un aura extraña... iba a contestar a su saludo cuando otra chica llego, evidentemente se trataba de una Yan, que se presento como Alynn shew; ahora solo faltaba que llegara uno mas. me quede mirando fijamente a mis dos compañeros de viaje; tarde un momento en darme cuenta de que devia presentarme yo tambien, vamos que las ultiamas semanas habia estado con mas gente que durante años enteros.
- umm hola, mi nombre es Zahira, un placer...

observe como la Yan se sentaba en un divan; y continue observandola, tenia cabello rojo y... ¿cabello rojo? extendi un poco mis sentidos para percibir mejor su aura (como feerica siempre podia observarla pero asi resultaba mas facil) entorne los ojos mientras intentaba recordar donde habia visto algo asi... no tarde en recordar, y darme cuenta de que Alynn era hibrida de dragon.

Después de presentarme a Zahira, entró por la puerta una yan. Tenia el pelo rojo y lo que me sorprendió fue que no se tapaba la cara. Era bastante guapa. Se presentó como Alynn Shew y dijo que también le habían dicho de luchar contra el Séptimo.
-Hola me llamo Sharei encantado.
En ese momento un fuerte estruendo surgió del piso de arriba.
Rápidamente subí para ver que pasaba i lo que me encontré allí me dejo sin habla:
Un semihumano, dos humanos y un pequeño yan estaban en una de las habitaciones. Estaban magullados y medio muertos. Todos excepto el yan que estaba muy asustado y no paraba de gimotear. Parecía que acabaran de escapar de un terrible batalla. El más malherido era el semihumano, tenia quemaduras por todo el cuerpo, como si le hubiera dado una explosión. No tardaría en morir, tenia que hacer algo. Me giré y grité:
-Venid aquí necesitamos magos que sepan hacer hechizos curativos! Se están muriendo!
Volví sobre mis pasos y me acerqué al semihumano, y me dije a mi mismo.
-Tengo que intentar-lo con mi electricidad y mi poder feérico, es la única forma.
Si iba demasiado rápido lo mataría! así que me concentré lo mejor que pude y levanté mis dos manos hacia él, las apoyé es su pecho y cara y me empecé pasar-le energía por medio de la electricidad. Pasaron 5 , 8 minutos y poco a poco empezó a recobrar su aspecto normal y por fin pude reconocerlo. Era el semihumano que se había sentado a mi lado en la posada aquel mediodía antes de empezar todo este gran embrollo! Un grito de dolor me sacudió desde dentro. Estaba llegando a mi limite, 20 segundos más y tendría que para si no quería desmayarme.
-Mierda no mejora. Tendré que arriesgar-me y coger los 5 minutos si quiero salvar-lo.
Me concentré, liberé el cierra que me impedía utilizar mis poderes hasta el desmayo y continué.
Tres minutos y medio más tarde, el semihumano ya estaba casi completamente recuperado, incluso respiraba con normalidad. Me concentre con las ultimas fuerzas que me quedaban y le curé el ojo.
Cinco minutos. El semihumano abrió los ojos, el que le había reconstruido tenia como una especie de chispa en el interior. No pude aguantar más. Me desmayé.


Off. El grupo 5 acaba de librar una batalla y y se ha trasladado a la Torre para curar-se os paso el tema para que podáis seguir su avance e intervenir ya que estamos en la misma zona

La féerica se presentó como Zahira, y de pronto, sentimos una explosión. El feérico fue el primero en subir al piso de arriba, corriendo, y Zahira y yo lo seguimos. Pensé que podrían ser enemigos, pero en cuanto cruzamos el umbral de la habitación, me detuve anonadada. En el suelo estaban tendidos 4 personas: dos humanos, un yan...¡Irkan!. Corrí hacia, y observé que el féerico lo estaba curando de las graves heridas que tenía. Cuando acabó, se desmayó.
Irkan abrió los ojos, estaba confundido. Lo abracé, agradeciéndole interiormente al féerico lo que había hecho. Hacía muchísimo tiempo que no le veia, pero nunca había pensado en volver a encontrarlo en aquel estado. Irkan me había ayudado, junto con otras personas, a vencer a aquella extraña bruja de Shurk-Ikail, y no lo había vuelto a ver desde entonces.

- ]Irkan, ¿me reconoces? Soy Alynn, ¿estás bien?- le pregunté preocupada. Posé las manos sobre su pecho y murmuré un hechizo curativo para heridas internas. Mientras lo hacía, pasé mi mirada por su muñeca derecha, y di un respingo al ver aquel tatuaje en forma de lapa pequeña. En aquel momento estaba cambiando de rojo sangre a verde musgo, símbolo de la recuperación de Irkan. Sonreí divertida..

Me levanté e intenté reanimar al féerico, pero no respondía. Los otros dos humanos también estaban heridos, así que me agaché junto a ellos y pronuncié todos los conjuros de curación que necesitaban. Empezaron a abrir los ojos, y volví junto a Irkan y el féerico. Observé como el yan, sin magulladuras, gimoteaba de puro terror. En mi interior yo también estaba asustada; aquello solo era el comienzo de la guerra, y había visto en 5 minutos más personas heridas de gravedad de las que había visto en toda mi vida.

Debido a mi nerviosismo, las cortinas de una ventana comenzaron a arder. Las apagué con una floritura de mano, pensando en que debía controlar aquel aspecto de mi caracter. Suspiré, me acerqué al yan, y le dije:

- Tranquilízate, por favor. ¿Quienes sois, de donde venías, y que os ha pasado?- quizás demasiada rudeza, me dije.

una explosion sono en el piso de arriva y nosotras lo seguimos, llegamos a una habitacion con 4 personas mal heridas, con quemaduras graves y bastante asustados, serian otro grupo del... "juego" supuse. nada mas entrar Sharei comenzo a curar a un semihumano que aparentemente era el que mas grave estava, yo no sabia muy bien que hacer de modo que me quede parada en la puerta mirando la escena desorientada. 6 personas, hacia siglos que no estaba con tanta gente.

dudando me acerque hacia los heridos mientras Alynn los curaba rapidamente con su magia, afortunadamente parecia que se le daba muy bien eso porque todo el grupo comenzo a recuperar la conciencia poco a poco, me senti un poco culpable por no hacer nada por ayudar pero ¿que podia hacer yo? si los unicos hechizos que conocia eran de ataque...

despues de curar al semihumano Sharei se desmayo, habria agotado su energia supuse, o quiza le pasaba algo parecido a lo que me pasaba a mi al sobrecargar mi percepcion, me acerque a el para intentar despertarlo, en el fondo ya sabia que no serviria de nada pero tenia que intentarlo... no funciono. me aleje un poco y ovserve al grupo denuevo, se veian bastante mejor que antes, de modo que espere a ver si respondia a la pregunta de Alynn.

Rayo, oscuridad.
-Mira que soy idiota...
Rayo, oscuridad.
-Siempre me acabo desmayando...
Rayo, oscuridad.
-Si solo me dieran un poco de energía podría despertar...
Rayo, oscuridad.
-Oh, gracias...
Rayo, oscuridad.

Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Todos parecían recuperados.
Me levanté y me apoyé en una pared. Poco a poco recuperé las energías y esperé a que reparan en mi.
Irkan, oí que se llamaba el semihumano, estaba apoyado en la misma pared que yo. No paraba de repetir que tenían que ir a buscar hiervas para curar-se. a lo que dije yo:
-Tenéis a vuestra disposición toda un torre de hechiceria y quieres ir al bosque así de magullado? Te acabo de salvar la vida, quédate tranquilo y descansa que yo y mis compañeros vamos a llamar a algunos magos para que os acaben de curar.
Uno de los humanos, con el pequeño yan detrás; estaba hablado con Alynn que parecía alterada y muy nerviosa.

Uno de los humanos que había curado se levantó bruscamente, y se interpuso entre el yan y yo, diciendo que no me acercase. Era delgado, con el pelo negro y barba, y vestía una gran túnica azul; tenía un aspecto misterioso, a mi parecer. Después, anunció que se llamaba Jambier, que no sabía quienes le acompañaban, y que acababan de ser atacados por Aira en el monte Lunn. Supuse que esa persona sería una de los secuaces del Séptimo, y por lo visto no andaba muy lejos de aquí.
Irkan dijo que quería ir a buscar hierbas al bosque mientras se levantaba tambaleante, pero el féerico se despertó y dijo que era mejor que se curase en la torre antes de ir a ninguna parte. Jambier preguntó quienes éramos y a quien servíamos.

- Me llamo Alynn Shew, hija de mercaderes del desierto de Kash-Tar, y he venido aquí para luchar contra las fuerzas del Séptimo.- observé al yan que seguía en el suelo - Siento haber sido tan brusca, pero estoy un poco nerviosa. ¿Cual es tu nombre?-, dije, y le ofrecí una mano para que se incorporase.

El otro humano se despertó, aún dolorido y tosió sangre. Parecía que era el único que realmente estaba grave después de que yo salvara a Irkan. Intentó levantarse, pero cayo a los pies de Zahira murmurando algo, con tan poca energía, que yo, con mi oído mejorado de lobo apenas oí:
-Aira... Hay... Que buscarla...
Aira. Era una de los tres que habían atacado el grupo. Ella, un humano y un feérico. Tres que habían podido contra cuatro. Más bien tres que habían podido contra dos, ya que el humano que estaba hablando con Alynn y el yan de detrás suyo no parecían muy diestros en la lucha y era los que menos heridos estaban.
En ese momento, entraron los sanadores de la torre y empezaron a trasladar al grupo a una habitación cercana donde había camas y los acostaron allí. Luego entonaron unos hechizos regeneradores para el que estuviera acostado se curara con más rapidez y se marcharon de allí.
Pasaron unos segundos en los que nadie dijo nada, cosa que me dio tiempo de pensar mi próximo movimiento. Ir a perseguir esos atacantes! Si eran rápidos podrían seguir su rastro y llegar al maldito castillo escondido antes que nadie!
-Pero primero tengo que averiguar a que me enfrento-dije para mi.
Tomada una decisión me puse en el medio de la habitación y dije alto para que me oyeran todos:
-Yo voy a perseguir a esos atacantes, están heridos y débiles como vosotros. Lo más seguro es que vayan a su guarida, a su castillo, a su fortaleza; que es lo que estamos buscando! Necesito que me llevéis, que me indiquéis o que me tele-transportéis al lugar de la batalla. Desde allí les rastrearé y les daré caza. Pero primero, tengo que saber a que me enfrento y que técnicas de combate usan. Y lo más importante, quien esta dispuesto a acompañarme!

Uno de los humanos se levantó, susurró algo sobre la tal Aira con lágrimas en los ojos, y se volvió a desmayar. Por su expresión, supuse que quizás ella fuese alguien que conociese y que quisiese. Pensé en el Séptimo y sus aliados, en como podían hechizar oscuramente a cualquier persona para que le sirviese, y en las familias, amigos, y quizás amantes que, en este mismo instante, estarían separados por ese motivo. Mi propios padres podrían estar ahora en sus manos... frené, no era el mejor momento para ponerse sentimentales.
Irkan despertó por un momento al humano, le susurró algo, y lo dejó volver a dormir. Luego se lo llevaron a la enfermería, y Sharei anunció que quería perseguir en aquel mismo instante a los que les habían atacado. Irkan dijo que no, que necesitaba descansar, y que creía que él también. Los rayos del ocaso iluminaban la habitación, y de pronto me sentí muy cansada.

- Estoy de acuerdo con Irkan, todos necesitamos descansar.- les dije. Dije unas palabras en arcano y aparecieron varias camas. - Si quereis podeis dormir en estas camas; yo volveré dentro de un momento... buenas noches.

Salí del habitáculo hasta las escaleras, las bajé con Ethnios siguiéndome, y salí por la puerta de la torre. Me senté en las escaleras mientras acariciaba a mi león, y comencé a reflexionar sobre lo que significaría luchar contra el Séptimo. A ciencia cierta podía decir que pronto sus secuaces nos atacarían, y no es que me muriera de ganas de entrar en combate. Nunca me había considerado una cobarde, y había luchado contra seres malvados, y también contra secuaces del Séptimo, pero esta vez todo Idhun estaba en peligro, y yo estaba un poco asustada. Mi familia, mis amigos, mi mundo, todo lo que conocía y amaba, podía estar a punto de desaparecer.

- Demasiada solemnidad, Alynn - me dije, sonriendole a mi león. Eth me dio un lametón cariñoso. - Buenas noches, Eth, mañana te presentaré a los demás. Y a ti también, Aldara. - El águila graznó y voló hacia el árbol al pie del que el león se había acostado.

Las tres lunas ya se habían despertado, y el silencio reinaba en los alrededores. Me levanté, y subí a la torre para descansar un poco.


Hacía calor, mucho calor. Demasiado. La hierba estaba muy seca y hacía daño en mis pies desnudos. Caminé sin saber a donde ir, igual que siempre, igual que todo este tiempo en el que me preguntaba a cada segundo donde y como estaría mi hermano. Mis piernas me llevaban hacia una zona más húmeda, las flores abundaban allí. Había algún que otro árbol, insectos, y un gran río, con agua cristalina y en eterno movimiento.
Sumergí mis pies doloridos en el agua de las orillas del río. Las pequeñas olas jugueteaban con mis dedos, era una sensación muy fresca y agradable. Sonreí sin saber porqué, pero en seguida el gesto se borró de mi rostro.
Sangre.
Mucha sangre.
El río se tiñó de rojo, y salí de él apresuradamente. Alcé la cabeza en busca del motivo, y a unos metros de mi se arrastraba lentamente un cuerpo sin vida. Un cuerpo con un rostro que yo conocía bien.


- ¡ZARESH!

Me desperté envuelta en sudor, y con la misma pesadilla de siempre. Afortunadamente, mi grito no había despertado a mis compañeros, así que me levanté de la cama en silencio y me deslicé fuera de la habitación, buscando algún cuarto de aseo. Lo encontré, y rapidamente me di un baño en agua fría, mientras me iba calmando poco a poco. Aquel sueño había vuelto otra vez, siempre lo mismo, el cadáver de mi querido hermano en el río. Había pasado mucho tiempo, pero no lo olvidaba. No podía. Aquella mañana, me hice una promesa: en cuanto hubiéramos acabado con el Séptimo, me iría a resolver quien y porqué había matado a Zaresh, no podría descansar hasta saberlo.
Me vestí y volví con los demás, que ya se habían despertado. Irkan anunció que ya estaba listo para irse. Cogí mis pertenencias, me até el carcaj y el arco a la espalda, agarré mi espada y esperé a los demás.

me quede apollada en la pared y ajena al resto del mundo unos cuantos minutos mas, casi sin ser conciente del resto del mundo, incluso cuando todos se fueron a otra habitacion para curarse y descansar yo me quede alli apoyada en la pared con los ojos cerrados, pensando. el septimo. se suponia que luchabamos contra el, ¿porque? era un ser maligno ¿verdad? despues de todo a el era a quien rendian culto los nigromantes.... ¿pero realmente existe? me pregunte, es decir.. yo habia visto nigromantes, sacerdotes, magos... pero nunca dioses, se suponia que no eran criaturas sin un cuerpo como el nuestro pero si nadie los habia visto.. incluso este nuevo "septimo" podia no ser mas que un fanatico fantaseando con dominar Idhun, bueno, fuera como fuera habia que detenerlo para que las cosas pudieran seguir como siempre.

abri los ojos y me depege de la pared, entonces fue cuando me di cuenta de que todos se habian ido, volvi a cerrar mis ojos por un momento para extender mi percepcion, enseguida los encontre a todos acostados en una habitacion cercana.

como no tenia sueño ni me sentia cansada me sente junto a una ventana y comenze a dibujar... una mirada morada.

en toda la noche no dormi mas de unos cuantos minutos seguidos, pase las horas mirando por la ventana en un estado de semi conciencia, cuando me aburri de estar asi comenze a reparar mi arco.

El semihumano, rápidamente contestó que quería descansar y alegó que yo también porque me había desmayado.
-Ja. No sabe nada de mi, si supiera las veces que me he desmayado... es más para dormir me desmayo.
Con esos pensamientos me encaminé hacia Jambier y le susurré al oído:
-Cuando las tres estén en su cenit, reúnete conmigo en la base de la torre. Equípate bien, es decir pide los objetos que necesites a los magos. Saldré pasado una hora si no has venido.
Después me dirigí hacia la planta baja y me relajé con una ducha. El agua estaba caliente pero le faltaba mi toque, así que la electricé hasta perder el conocimiento.
Me desperté mucho más tarde. Dos de las lunas ya habían salido. Me acerqué a la habitación de los heridos y allí me encontré a Zahira.
Estaba mirando por la ventana, me acerqué y le dije:
-Ven conmigo. Lo cazaremos de noche. Te esperare hasta pasada una hora la medianoche
Y me fui hacia la entrada de la Torre.
En un rincón oscuro me puse a practicar con mis armas hasta que llego la hora. Partí de allí, teletransportandome (no explico si acompañado o solo) al lugar de la batalla.
El lugar estaba calcinado y con rastros de sangre. Me concentré y intercambié el porcentaje de mis energías. De 33.3...% en equilibrio, pasé a un 80% oscuridad y un 10% electricidad y tierra. Mi cuerpo cambio y me tuve que poner a cuatro patas. Ahora parecía un lobo con rastros de escamas de dragón en la columna y la cola. Mis alas se había juntado con los brazos creando unos fuertes brazos-alas que me permitirían volar cortos trayectos. Lo único que me diferenciaba de una bestia era mi rostro feérizado, es decir, mi hocico no era tan largo como los de los lobos.
Con mi nueva forma, percibí unos rastros que se perdían en el bosque. Decidido en encontrar a los esbirros del Septimo, los seguí.

Off. Mi siguiente post lo colgaré aquí:
http://www.rolmemoriasdeidhun.com/t2644-1er-turnocriptico-juego-eventosecuaces

En la puerta apareció Etnhios, y al parecer ya había desayunado. Dije una palabra en arcano para limpiarle las fauces y le di un suave beso en el hocico. Miré a los demás, y les dije:

- Bueno, este es Ethnios, mi león... espero que no os importe que viaje con nosotros. Sabe luchar.- Por la ventana apareció mi águila Aldara, y me di cuenta de que parecía una fanática de los animales. - Y... ese águila también es mía, la llamo Aldara. Una adquisición reciente - dije sonriendo.

Silbé suavemente para que Aldara vienese junto a mi, y la acaricié mientras miraba a mi alrededor. Me percaté de que faltaban Sharei y Jambier.

- Faltan Sharei y Jambier, ¿alguien los ha visto? - dije confundida.

Off: menuda caquita de post me ha salido

un animal aparecio por la puerta... no estaba segura de haberlo visto antes pero parecia feroz, al parecer era de alynn, luego un aguila aparecio, tambien de alynn, parecia que a la yan le gustaban los animales...

- sharei se fue a cazar a los que os atacaron anoche.. - conteste sin darle demasiada importancia, me habia ofresido ir pero no me parecia buena idea, era mejor que fueramos todos, con tanto mago entre nosotros no podia ser muy dificil rastrearlos. - creo que el humano se fue con el.. - habia visto a alguien mas salir pero no estaba segura de quien habia sido.

me levante de mi asiento junto a la ventana para acercarme a los demas dubitativa, a la vez que me colgaba al hombro mi carcaj y mi arco recien reparado

off: a mi tambien me salio pequeñito :S

Zahira había dicho que se habían ido a atrapar a los secuaces. ¿Solos? Fruncí el ceño:

- Bueno, no han contado con nosotros, al parecer. - No me había gustado mucho que ni siquiera nos hubieran dicho nada a los demás. - Aún así, creo que no deberíamos dejarlos solos en esto. ¿Qué decis vosotros?

Seguía faltando un miembro de nuestro grupo, y no disponíamos de mucho tiempo para esperarlo.

Off: si, ultimamente no estoy muy inspiradilla >.<. Por cierto, si eso que entre ahora Ikuto, que lo pusieron en nuestro grupo, no?

el chico shek se ofreció a llevarnos volando, me pregunte que haría una de esas serpientes luchando contra el septimo... al fin y al cabo se suponía que era su dios ¿no? bueno... realmente no importaba, al menos yo no tenia nada contra los sheks mientras el y la dragona no comenzaran a pelear...
- vamos, o no los alcanzaremos a tiempo- dije mientras me acercaba a la ventana.
mientras esperaba a que alynn se transformara caí en la cuenta de que aun faltaba que llegara uno mas a nuestro grupo, quizás que le habría pasado, de todas formas no teníamos tiempo para esperarlo o los "héroes" de jambier y sharei acabarían medio muertos.

El humano, que al parecer se llamaba Sasha, les echó un vistazo a Eth y a Aldara, al cual estes no reaccionaron muy bien; parecía asustados. Le observé detenidamente, y este confirmó lo que yo acaba de descubrir por el suave destello que emitían sus ojos:

- Tu y yo podemos llevarlos volando, eres una dragona... Yo un Shek, creo que podriamos con todos. Vamos, no hay tiempo que perder - esto último lo dijo telepáticamente, después de saltar por la ventana y convertirse en shek. Bien, ya había tratado antes con aquellas criaturas, así que sabría controlarme sin ningún problema si no me enfurecía. Parecía de fiar, aunque un poco frío y distante, por lo que no me preocupé.

Me agaché a acariciar a mis animales, y les hice entender que me siguieran por tierra y aire, Eth se fue trotando mientras Aldara salía ya por la ventana, procurando no acercarse mucho a la enorme serpiente alada. Me tiré por la ventana, y antes de llegar al suelo, mi cuerpo entero se convulsionó, y Lenna salió a la luz.
Era un dragón blanco perlado con bastante cuernos repartidos por la espalda y la cola; no era un orgullo para mí mi aspecto, pero ciertamente si que me agradaban las grandes alas que tenía. Mi parte de dragón convivía perfectamente con mi parte de yan, y ambos formaban un solo pensamiento; sin embargo, el alma de dragón tenía su propio nombre, pero decidí no revelarlo por el momento. Apenas conocía a esa gente.
Agité un poco mis alas mientras sonreía, era agradable poder volver a volar otra vez. Ascendí hacia la ventana, y me puse junto a ella para que los demás pudiesen subir a mi lomo.

- Bien, ¿a quien le gustaría volar conmigo?

Alynn miro a sus animales como diciéndoles que se fueran y estos le hicieron caso, luego ella se transformo en una peculiar dragona blanca de enormes alas. me acerque a ella, por alguna razón me inspiraba mas confianza que el shek, cosa extraña, teniendo en cuenta que la personalidad de el era mas parecida a la mía.

- yo iré contigo - dije saltando sobre su lomo - ¿vamos a alis lithban entonces? - añadí mirando a los otros.

no me moleste en recortarles que aun tenia que llegar otro miembro de nuestro grupo, realmente no había tiempo para esperarlo. me pregunte porque se habrían ido solos, una lucha cuatro contra dos no parecía muy "equilibrada" eso por no añadir que por muy hábil que fuera el peculiar feerico ese o por muy bien que se le dieran las armas al humano.
comencé a pensar que podría hacer yo para ayudar si tocaba pelear... realmente en cuerpo a cuerpo no serviría y si salíamos del bosque seria una horrible carga, pero quizá podría bajarme antes de Alynn y esconderme por ahí, quizá hasta hubiera alguna planta venenosa para mis flechas. después de todos ellos no tenían porque saber cuantos eramos ahora.

off: ahora toca irnos al post de los secuaces abrir otro o que?

Aun de noche llegamos al la Torre, bueno, de noche no, porque eran casi las seis de la mañana y el primero de los soles empezaba a salir por el horizonte. Rápidamente dirigí a mi señuelo hacia los sótanos y allí lo encerré en un prisión mágica preparada por los archimagos, no sin antes quitarle la espada explosiva. Sintiéndome más seguro, me fui a dar una ducha. El agua estaba caliente y con un toque de electricidad, como a mi me gustaba y rápidamente me dormí.

Cuando me desperté habían pasado una horas y los tres sola ya habían salido. Azorado por la tardanza me dirigí otra vez al sótano y transformé a mi señuelo en un dibujo de un lobo que se colocó sobre el guantelete del ya liberado feérico. Gracias a él podré comunicarme con el enemigo. Enemigo... creo que yo no me interesa llamarle enemigo.

Después de una larga charla con él, (le puse en nombre de Chain porque no había manera de que me lo dijera y era bastante interesante la cadena que tenia incrustada en el brazo) averigüe que luchaba para que el Séptimo dominara otra vez Idhún. Yo ya me había cansado de los dioses (que dicen que están ahí pero que no ayudan ni nada a sus elegidos) así que decidí hacer un pacto con él, para conocer a ese dios más tangible, más cercano.
Con la conversación finalizada y el plan trazado, me dirigí a informar a mis compañeros de la captura de Dastan.

Me los encontré fuera de la Torre, a punto de partir. Resulta que habían híbridos (como ya suponía) y en sus espaldas estaban los demás compañeros. Rápido como siempre, levante el vuelo y me puse delante de ellos. La mayoría me miraron extrañados; bien por mi nuevo aspecto (más lobuno que nunca)o bien por mi inesperada llegada. Atraída su atención, adopte de nuevo mi forma equilibrada y aterricé. Me rodearon y me bombardearon a preguntas. a lo que yo contesté:
-Jambier y yo hemos conseguido capturar a uno de los que atacaron al grupo 5. Esta en los sótanos, seguidme.

Seguidamente, me di la vuelta, entré en la torre, baje las escaleras y llegue a la prisión (provisional) de Chain.

Off. Dastan posteara en este grupo.

Off: A ver, solo quería decir que en el post de Sharei se hace metarol, en lo de que todos empezaron a rodearle y a hacerle preguntas. No se si los demás te dijeron que lo hicieras, si lo hicieron disculpa

On: Irkan y Zahira se subieron en mi lomo, pero en ese momento me percaté de que había otras personas enfrente de la entrada de la torre. Un humano, y un extraño dragón que al aterrizar se volvió a convertir en féerico. Al parecer, Jambier y Sharei habían vuelto, y Sasha volvió a adentrarse en la torre metamorfoseándose en su forma humana.

Descendí suavemente hacia donde estaban los recién llegados, me agaché para que Irkan pudiese bajarse y volví a mi forma yan. No me había sentado muy bien que se hubiesen ido tan de repente, sin ni siquiera avisar al resto, y los miré con un poco de desconfianza. Jambier estaba diciendo que no lo había hecho por hacerse el héroe, y se planteó la pregunta de qué le darían de recompensa los Seis por todo aquello. Bien, no le faltaba razón, los Dioses jamás habían ayudado a su creación en la lucha contra su enemigo, y sin embargo casi nadie se planteaba que éstes no fuesen tan buenos como siempre se había creído. Con aquellos comentarios hizo que surgiese en mi un brote de simpatía hacia él, y le dediqué una media sonrisa.
En cambio, la mirada de Sharei no me inspiraba confianza, y su pose era un tanto arrogante para mi gusto. Me dediqué a observar durante unos momentos los rasgos lobunos que poco a poco iban desapareciendo. Era un ser extraño, y cuando escudriñé sus ojos vi que, además de ser mitad dragón mitad feérico, su alma estaba dividida en una tercera parte lobuna. De pronto me di cuenta de que aquel ser nunca me caería bien, y tenía la extraña sensación de que en el futuro no haría falta sentir un mínimo de simpatía hacia él.
A juzgar por la cara que Irkan tenía, tampoco le había gustado mucho lo ocurrido con Sharei. Le dirigió unas palabras amables y unas palmaditas, pero su mirada delataba la verdad. Después, dijo que no se atrevía a mirar al apresado, y se fue a la enfermería. Lo seguí con la mirada hasta que entró por la torre, y tuve un mal presentimiento.

Eth y Aldara vinieron hacia mi, y se colocaron a mi lado mirando con desconfianza a Jambier y Sharei. Fruncí el ceño y dije:

- Estoy de acuerdo contigo en cuestión de dioses, Jambier. Pero me gustaría saber porqué os habéis marchado sin ni siquiera avisar a ninguno de nosotros.

apenas me subi al lomo de Alynn percibí que sharei y jambier se acercaban... pero curiosamente no venian del bosque si no desde dentro de la torre; baje de la dragona y ella volvió a su forma humana, sus animales aparecieron nuevamente, parecian no estar muy a gusto con la llegada de nuestros "heroes" . escuche lo que decía el humano sin demasiado interés, era verdad que los dioses jamas habían dado nada por ayudarlos pero, al menos yo, no necesitaba una recompensa tangible, poder seguir viajando de un lado a otro según me diera la gana era una razón mas que suficiente para pelear. no habría sabido decir porque pero ni el humano ni el extraño feerico - lobo - dragón me inspiraban confianza; aunque claro, la mayoría de la gente no suele inspirarme confianza.

- si lo que esperas es que te den una bolsita de oro y una medalla cuando venzamos al septimo creo que sera mejor que te vallas marchando - dije con tono burlón mirando a jambier - yo lucho para que todo siga tal y como esta porque el mundo me gusta así, no se ustedes. en la historia los dioses se han manifestado aquí ¿cuanto?¿una vez? o al menos eso dicen es probable que ni siquiera haya sido cierto... y con el septimo pasa igual, ¿quien dice que esta nueva "amenaza" no es mas que un nigromante especialmente poderoso y con delirios de grandeza?.

a pesar de que mis palabras estaban dirigidas a jambier me quede mirando a sharei fijamente, daba la impresión de estar ocultando algo.... quizás que hubiera pasado en esa supuesta batalla contra los secuaces del septimo

el semi-shek se dirigió al sótano, enseguida supe que también tenia la impresión de que algo raro había sucedido, baje detrás de el sin esperar la respuesta de los demás. me quede parada en una esquina sin que el feerico llegara a verme, la verdad no se porque lo hice, la costumbre supongo, expandí mis sentidos tanto como pude para llegar a percibir su aura, sus emociones, no parecía muy afligido por haber sido capturado.

off: que significa
"Age quod ages quia alea iacta est"
...Requiescat in pace..." dastan? xd