La historia de dos (Priv. Sasha y Alynn Shew)

De pronto, Sasha volvió a la habitación con expresión alarmada, y unas voces retumbaron fuera de la posada. Sasha miró por la ventana y golpeó la pared, para después decir que teníamos que irnos. Yo, nerviosa, me levanté de un salto y recogí mi mochila de viaje, mi espada, y mi arco y carcaj. Cuando estuve preparada, me acerqué a Sasha; había algo diferente en él. Sus ojos se volvieron repentinamente claros y volví a sentir un miedo profundo al observar aquella mirada llena de tristeza.

- Alynn, hay algo muy importante que deberias saber de mi...

Unos gritos nos volvieron a sobresaltar, esta vez dentro del local. De repente, Sasha me subió encima de él, y saliendo por la ventana, me llevó trepando por las paredes de piedra hasta el tejado. Bajé de su espalda y me senté un poco mareada, pensando que mis sospechas de que ocultaba algo se habían confirmado. Apoyándome sobre mis manos, me levanté lentamente y pude oír como unos hombres habían entrado en nuestra habitación, y la estaban registrando. Cerré los ojos y pronuncié un sencillo hechizo que me permitió vislumbrar los extraños que nos perseguían, y no precisamente con buenas intenciones; en la pequeña pantalla que mostraba la habitación en mi mente reconocí al hombre contra el que había peleado Sasha. Abrí los ojos y lo miré, un poco asustada y nerviosa.

- Si conseguimos salir de esta, hablamos. - le dije entre susurros.

Me asomé a los extremos del tejado, agachándome para asegurarme de que no se me podía ver desde abajo. Un hombre se asomó por la ventana y miró hacia los lados y hacia abajo. Volvió la cabeza hacia el interior de la habitación y dijo que nos habíamos escapado; al incorporarme, cometí el craso error de pisar sin querer una pequeña rama. Esta, por supuesto, emitió un crujido bastante audible, que hizo que el hombre volviese a asomarse y mirara hacia arriba.

- ¡Están en el tejado!

Antes de que pudiese decir nada más, mi flecha ya le había atravesado el pecho.

- Seré estúpida.- maldije por lo bajo, mientras cargaba otra flecha.

Al ver que Sasha me cogía del brazo, guardé la flecha y nos pusimos a correr, con nuestros perseguidores pisándonos los talones por los tejados. Poco a poco nos empezaron a rodear, por lo que tuvimos que parar mientras desenfundábamos nuestras espadas. Espalda contra espalda, pude oír su susurro.

- Te prometo que saldremos de esta y entonces podrás preguntarme lo que quieras.

De repente, se dio la vuelta y me besó. Tan rápido, pero tan intenso; los atacantes se quedaron sorprendidos, y tres murieron a manos de la espada de Sasha por culpa de su distracción. Me sorprendí al ver su gran rapidez, pero no había tiempo para entretenerse en ello. Miré a mi alrededor y descubrí que entre aquel numeroso grupo también había caballeros de Nurgon; no pude evitar preguntarme que hacía ellos allí, pues por lo que yo sabía no solían intervenir en aquellos nimios asuntos de taberna.
Mientras los hombres se acercaban, me concentré y le transmití energía mágica a mi espada. Soltando un grito, moví el filo en horizontal, de manera que atravesó 5 estómagos, congelando a sus propietarios de la cabeza a los pies. No quería matar a nadie, como estaba haciendo Sasha, pero aquel tampoco era un hechizo que se pudiese deshacer de forma fácil. Oí como un hombre se me acercaba por detrás, y le pegué un codazo en la cara, para después clavarle una flecha que lo convirtió en cristal. Seguí luchando con fiereza, lanzando estocadas y patadas para derribar a aquellos montones de grasa que se acercaban a nosotros con una sádica sonrisa, mientras intentaba comprender el porqué de aquel despliegue de caballeros por dos simples personas; había algo más, y sabía que esa cuestión estaba entre las preguntas a Sasha.

Un chorro de sangre salpicó mis piernas, y me di la vuelta, después de congelar a otros 2 hombres. Vi como la espada de Sasha se había convertido en una gran guadaña, y en uno de sus ojos había surgido una cicatriz sangrante que se lo atravesaba de arriba abajo. Su mirada variaba entre el azul y el rojo, impasible, mientras con una rapidez y frialdad sobrehumana cercenaba miembros y llenaba de sangre los tejados.
En aquel momento sentí mucho miedo, pero no quería huír. No podía.
Ningún hombre que se acercó a él sobrevivió más de un segundo, y cuando todos estuvieron amontonados de forma grotesca sobre el tejado, Sasha cayó de rodillas, ya sin la marca de su ojo y sin su guadaña, que se había esfumado. Se tocó los bolsillos, y le faltaba el aire mientras decía algo sobre su mochila y unos frascos. Empezó a gatear hacia la mochila, que estaba a mi lado, pero se desplomó sin apenas respiración, con temblores sacudiendo su cuerpo
En aquel momento, ya había visto la escena demasiada gente, y habían huído hacia sus casas, tapiando puertas y ventanas. Me agaché rapidamente y cogí unos pequeños frascos que había en su mochila, para después abrirle la boca y obligarle a que se los tragara. Lágrimas de terror y nerviosismo surcaban mis mejillas, y un tejado cercano empezó a arder a causa de ello.
Sasha empezó a respirar más normalmente, pero aún sufría espasmos. En un último esfuerzo, reuní todas nuestras cosas de modo que estuviesen en contacto conmigo, presioné el pecho de él, y desaparecimos.

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Unos pocos segundos después, nos desplomamos en un campo al lado de la muralla que recubría toda la ciudad, inconscientes.

Abrí los ojos, semimareada. Al principio solo vi imágenes borrosas, pero cuando todo se aclaró pude distinguir una hoguera y a Sasha sentado a mi lado, con expresión pensativa. Estaba tapada por una manta, y aún me sentía un poco débil a pesar del descanso.
Empecé a recordar todo lo que había pasado: los cuerpos destrozados por su guadaña, los frascos, sus espasmos... Sin embargo, en vez del miedo que estaba esperando sentir, afloró en mi una repentina furia. ¿Porqué lo habría salvado? Rememoré otra vez aquellos cuerpos, y la idea de que él hubiese hecho aquello me repugnaba; solo había podido ver frialdad y crueldad, cuando ni siquiera a lo que había ocurrido se le podía llamar batalla. No era el muchacho con el que había pasado la noche anterior, ya no podía fiarme de él.
Veloz como el rayo, me levanté y cogí mi espada, que estaba apoyada en la muralla a mi lado, para colocarla sobre el cuello de Sasha. Seguía demasiado débil como para pronunciar cualquier hechizo, pero la espada absorvió energía del ambiente, y llena de electricidad empezó a silbar peligrosamente. Clavé mis ojos en los suyos.

- ¿Quién eres?

Sasha contó su historia, y me pidio perdón por no haberme revelado antes todo aquello, puesto que era sumamente peligroso para él. Cuando hubo terminado, bajé mi espada y dejé que liberase todo la energía para después posarla sobre la mullida hierba; estaba arrepentida por haberle amenazado, y también bastante sorprendida por su historia.
Me agaché, le di un suave beso y lo abracé.

- Lo siento.

Off: Post muy caca, lo se

-No te precocupes, no hay nada que perdonar.

Dije abrazandola también, algo en mi me decia que no me haría nada, pero no por amor, si no porque ambos teniamos algo en común que nos acercaba y que nos alejaba a la vez... Algo en mi interior, mi parte shek, se despertó por un momento cuando estuvimos abrazados, antes estabamos mas veces abrazados, pero no me habia dado cuenta de que era... Lo ignoré y seguí con Alynn.
Después de un rato charlando, aun que no fue una charla fluida, decidimos que era el momento de cenar. Asi que saqué unas cuantas cosillas de mi mochilla y empecé a prepararlo con el fuego de la hoguera.

Off: BUEEH post corto a mi tambien, no se que pasa eh... xD

Sasha correspondió a mi abrazo y dijo que no había nada que perdonar. Seguimos un rato así, charlando, hasta que él se levantó, cogió comida de su mochila, y la empezó a preparar en el fuego.
Después del alboroto que habíamos causado en la ciudad, probablemente en aquel momento habría guardias que nos estarían buscando. No era muy seguro seguir allí, pero quizás nos daría tiempo a cenar algo, y marcharnos.
Cuando acabó de preparar la cena, la comimos y nos calentamos un poco en el fuego.

- Deberíamos irnos de aquí, pues los guardias de la ciudad nos estarán buscando.- le dije con expresión preocupada, mientras recordaba los cadáveres del tejado con un escalofrío.

Al mirar a un lado de la muralla, pude distinguir como unas cuantas luces se dirigían lentamente hacia nosotros. Los guardias nos había encontrado, pensé. Sasha también se dio cuenta, así que nos levantamos, y propuso dejar la hoguera encendida para darnos más tiempo. Asentí, volvía coger mis cosas rapidamente y esperé a que Sasha terminara con las trampas. Volví a mirar a los guardias, que aún estaban lo suficientemente lejos como para no darse cuenta de nuestros movimientos, y me di la vuelta. La muralla continuaba de forma irregular hasta bastante lejos, y puesto que sólo había campo abierto, nuestra única solución era saltarla para volver a la ciudad... o atravesarla.

- Vamos, sígueme.- le susurré a Sasha cuando hubo acabado. Me concentré y murmuré un hechizo que hizo aparecer una puerta en la muralla. La atravesamos, y con un gesto volví a cerrarla.

Habíamos tenido suerte, y aquella parte de Nandelt estaba llena de altos edificios entre los que sólo había espacio para pequeños callejones que comunicaban con la calle principal, situada lo suficientemente lejos de donde nos encontrábamos para no ser descubiertos. Otro punto a nuestro favor era que las construcciones tenían aspecto de pertenecer a la zona rica de la ciudad, por lo que, con un poco de suerte, a sus habitantes no les habrían llegado noticias de lo ocurrido en aquella taberna.

Off: Perdooooona la tardanza, y qué tal si creamos algún tipo de argumento para la historia ? En plan, que nos cogen por algo mucho más serio que lo de la taberna, o algo así

Off: ok, podriamos hacer que nos cogieran y culparnos de un asesinato que no hemos cometido, entonces nos encierran en la carcel y nos tienen que ahorcar al dia siguiente y yo consigo que te fuges pero a mi me pillan y desde entonces crees que estoy muerto. Te parece?

Seguí a Alynn en todo momento, entre por la puerta y desde una esquina observé las calles, no habia ni un solo guardia y eso no me gustaba nada... Pero habia que seguir si queriamos huir. Miré a Alynn con una sonrisa y empezamos a caminar entre la gente, fundiendonos como si tambien fueramos unos ciudadanos normales. Iba dandole la mano a Alynn, sabiendo que mutuamente nos dariamos fuerzas...
Desde que nos vimos habiamos tejido un lazo especial, desde que nos besamos por primera vez. Era un lazo irrompible tan especial que era dificil de entender.

Paré un momento para observar de nuevo las calles, algo no me gustaba en el aire... Habia algo raro, algo que me incomodaba... Entonces me di cuenta de que la mayoria de los ciudadanos se quedaban mirandonos, nos investigaban con las miradas.
Apreté un poco la mano de Alynn y echamos a andar de nuevo. La susurre al oido sin parar de caminar.

-Alynn, creo que saben algo... Hay que darse prisa.

Off: Peeerfecto !

On: Sasha me dio la mano y nos internamos en la bulliciosa calle principal. Mientras caminábamos lo miré de reojo, intentando aclarar mis sentimientos hacia él. Era obvio, entre nosotros había crecido algo muy especial en tan poco tiempo... pero en mi interior seguí creyendo que no se trataba de amor.
Volví a la realidad con el comentario de Sasha, y observé a la gente, que me devolvían miradas de miedo. Al parecer, las noticias corrían muy rápido por Nandelt, y más aún teniendo en cuenta que nuestro aspecto no era precisamente "normal", y Sasha, aún siendo humano, destacaba notablemente entre los demás de su raza.
Un repiqueteo de herraduras hizo que mis ojos se dirigieran hacia el fondo de la calle; unos jinetes, por supuesto guardias de Nurgon, apremiaban a sus caballos para que corriesen en nuestra dirección. Solté la mano de Sasha al instante mientras lo miraba incitándole a huir, y comencé a correr en la dirección opuesta. Torcí hacia la derecha, metiéndome en uno de aquellos pequeños callejones.

Off: Perdona, post caca, pero ahora mismo me tengo que iir

Off: Okeey, pues este post es el que va a llevarnos a la carcel jajajaja

Cuando Alynn me incitó a huir con ella negé con la cabeza y me quedé quieto, necesitaba saber cuantos eran, tal vez podriamos enfrentarnos contra ellos. Pero cuando la gente empezó a dejar paso a los caballos me di cuenta de que eran demasiados, muchos para pelear, pero también eran muchos para huir...
Solté maldiciones contra todos los dioses y salí corriendo por donde había corrido Alynn, cuando llegué al callejon donde estaba ella me pegué a la pared. Después de unos segundos cuando ya había recobrado el aire me separé de la pared.

-Alynn, no se si llegaremos lejos...

Dije mirandola con tristeza, luego la besé como solía hacer y la cogí de la mano mientras echaba a correr hacia el otro lado del callejón, si, no llegariamos lejos, pero tampoco nos ibamos a dejar coger tan fácilmente.

Después de unos minutos de angustiosa persecución fuimos rodeados por los guardias, cerré el puño que tenía libre sobre la empuñadura de mi espada, no había soltado a Alynn en ningún momento, quería estar con ella. Me hacía sentir bien.

-No te separes de mi.

De pronto algo o alguien me golpeó en la cabeza, me golpeó tan fuerte que lo único que ví en ese momento fue a Alynn gritando asustada y abrazandome mientras los guardias intentaban separarla y llevarla. Entonces cerré los ojos y quedé inconsciente.

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Abrí los ojos y lo que vi no me tranquilizó en absoluto, primero rejas, luego guardias a ambos lados de la unica puerta que había, estabamos en una cárcel, sin duda... El olor a podredumbre se notaba desde el otro lado de la puerta de madera que estaba protegida por esos dos guardias... Y solo una ventana en la que apenas podría caber una mano, todo lo demás era piedra. Decidí adaptarme a la poca luz que había y entonces vi a Alynn, me acerqué a ella y comprobé si estaba herida.

-¿Te han hecho algo? ¿Estas bien? Lo siento... Todo esto ha sido por mi culpa, nos llevaran a la horca, y todo por mi culpa. No tenías que haber venido conmigo... Lo siento.

Me pegué a la pared y esperé a Sasha, que llegó exhausto y sin aliento a mi lado. Al recobrar la respiración, dijo que quizás no llegaríamos muy lejos, y me besó. Breve, pero dulce, como siempre; echamos a correr, y pensé que Sasha tenía razón, antes o después nos atraparían.
Los guardias nos pisaban los talones mientras huímos por el entramado de callejones. En un momento de angustia, nos precipitamos a un callejón sin salida, en el cual los guardias nos empezaron a rodear. En todo aquel tiempo, la mano de Sasha había estado unida a la mía, y eso me infundía calor y seguridad. Me susurró que no me separase de él mientras se disponía a desenvainar la espada. Le dirigí una mirada de tristeza, y antes de poder volver la mirada, un guardia se avalanzó sobre Sasha y le golpeó fuertemente la cabeza, dejándolo inconsciente. Como si de un movimiento reflejo se tratase, le di un puñetazo al guardia y me abracé a Sasha. Los demás intentarón separarme de él, y yo sólo intentaba liberarme de sus garras pataleando y llorando. Se miraron unos a otros al darse cuenta de que no me podrían llevar en aquel estado, y sin poder evitarlo, me dejaron inconsciente tal y como lo hicieran con Sasha.

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Me desperté con el puño y la cabeza doloridos, en un húmedo y sucio suelo de piedra. Intenté incorporarme, pero el golpe que había recibido hacía que me marease, por lo que me recosté sobre la pared. Haciendo un esfuerzo, atraje mi mente hasta el lugar donde estábamos, que al observarlo resultó ser una estancia bastante sórdida de cuatro viejas paredes, una muy pequeña ventana con rejas, y una puerta evidentemente cerrada. Se podía oir algún que otro murmullo del ajetreo de las calles de Nandelt por la ventana, pero nada al otro lado de la puerta. Mi mirada buscó a Sasha, que estaba acostado en el suelo, justo enfrente de mi; sentimientos de impotencia y preocupación me inundaron. De pronto sus ojos se abrieron y se acercó a mi con expresión preocupada.

-¿Te han hecho algo? ¿Estas bien? Lo siento... Todo esto ha sido por mi culpa, nos llevaran a la horca, y todo por mi culpa. No tenías que haber venido conmigo... Lo siento.

Al verlo bien no pude por menos que soltar un grito ahogado de alegría, y lo abracé con toda la fuerza que tenía. Observé su cabeza, pero parecía que sólo tenía un gran chichón, y les di las gracias a los Dioses por ello. Mi interior estallaba de alegría con solo observar que estaba bien, y mis manos se deslizaron suavemente por sus rasgos mientras le miraba a los ojos con una sonrisa.

- No te preocupes, estoy bien, solamente un golpe en la cabeza como el tuyo.- le dije, y le besé intensamente. No podía ni imaginar lo aliviada que me sentía con su presencia, pensé.- No nos llevaran a la horca, no digas eso.

Cuando me separé de sus labios, intenté resumir nuestra situación. Unos cuantos guardias muertos, huída, recluídos en aquella cárcel. Bien, puede que nos ahorcaran por aquello, pero tenía la certeza de que podríamos escapar... en cuanto nos recuperásemos un poco.
Se oyó un ruído, y la puerta de la celda se abrió para dejar pasar a un guardia con un plato de comida y dos vasos con agua. Nos miró con expresión burlona, y se fue. Me levanté y me acerqué al plato, soltando un suspiro al darme cuenta de que aquella "comida" consistía solo en dos pequeños panes rancios. Volví a junto de Sasha, y me senté a su lado mientras con las pocas fuerzas que me quedaban murmuraba un sencillo conjuro para volver los panes minimamente comestible, pero no funcionó; parecía como si la estancia ahogara mis poderes.

- Tenemos que recuperar fuerzas, pero con estos alimentos será difícil, y al parecer han encantado esta celda para anular los poderes de sus ocupantes.- le dije amargamente.

Off: ¿Qué tal me ha quedado? Jajaja

Cuando el guardia entró con cara burlona me dieron unas ganas de darle una paliza increibles... Pero no tenia armas y acabaria perdiendo. Aun asi reprimi esas ganas y cojí mi cacho de pan, le di un pellizco pequeño y el resto se lo di a Alynn con una sonrisa cansada. Luego lo empezé a morder, aguantando las ganas de escupirlo por lo rancio que estaba.

-Si es cierto lo que dices, si salimos... Te prometo que te invitare a una copa.

Dije bromeando, pero no me rei, estaba todavia aturdido para hacer apenas cualquier cosa.
Cuando acabé mi cacho de pan me acomodé como pude y abracé a Alynn, disfrutando la ultima noche con ella...

Off: te ha quedado bien mejor que el mio jajaja

Off: Acabo de volver, seguimos con el rol o es demasiado tarde? :'(

claro que podemos seguir