Expedición bajo el mar - Rol Colectivo (Tema único)

Esa discusión estaba encendiendo a Ögak desde el inicio.
- Primero, Kris, guarda esa lengua y esa espada de caballero de Nurgon porque poco te servirán si estás muerto. Segundo, si los magos fueran feericos lo veríamos, y si fueran sheks los habría detectado. Tercero, aquí la dama y yo llevamos un largo viaje, nos hemos encontrado con más de un peligro y seguimos vivas, así que dudo que tú nos puedas salvar de algo. Somos poderosas. Soy una dragona, por si no lo sabes, y si quisiera te haría pedazos. Y mi nombre es Ögak, no "chica". No sé cual es tu plan, pero el de Sagan me parece una buena idea.
Ögak suspiró y miró a Sagan y a Alby:
- ¿Podréis escondernos a todos? Y una vez detrás de ellos ¿qué? Les matamos a traición por la espalda, nos descubrimos e iniciamos una batalla campal? ¿Has visto si había suficiente espacio para poder estirar las alas?
Estaba nerviosa, quería atacar y se sentía impotente porque tenía demasiadas preguntas. No estaba acostumbrada a seguir ni esperar órdenes, pero en el camino había aprendido a esperar y a dominarse y ahora, en el final, debía ponerlo en práctica.

Mientras avanzábamos por el túnel llego un nuevo personaje un tanto peculiar, con una forma de comportarse y de hablar al que no fui al único al que le molesto, tanta chulería no le serviría de nada contra el primer ataque que recibiera. Prácticamente lo que fue ignorarle completamente y centrarme en escuchar a mis compañeros, las palabras de Sagan estaban cargadas de verdad pero ese tal Kris seguía con sus palabras y al parecer termino en una discusión, me entraron ganas de entrar y parar a esos dos, no iba a dejar que la magia de Idhun fuera arrebata porque dos personas tardaban mucho en discutir el plan.

El plan de Sagan era mejor que el de Kris y me pareció que no era el único que lo pensaba, entonces escuche hablar a Ogak para después preguntarnos varias cosas. A mi m parece que entre los magos podremos mantener el hechizo para todos aunque solo sea un tiempo-dije pensativo, mientras observaba el fuego de mi espada, ni aumentaba, ni se reducía, se quedaba en la misma forma.

Alcé una ceja ante la respuesta del humano, aquel tal Kris. Fui a responder cuando Sagan expuso su idea. No estaba mal pensado, si nos hacíamos invisibles tal vez tuviéramos una ventaja. Pero Kris replicó, y la verdad, también tenía su parte de razón. Cabía la posibilidad de que nos detectaran. Aunque tal vez Sagan tuviese razón y al estar muy concentrados en eso no se dieran cuenta. Comencé a darle vueltas a la cabeza... ¿qué podíamos hacer?
Y seguían discutiendo. No había visto a Sagan perder la calma, cosa que me dejó bastante sorprendida ver al Sagan irónico. Y Kris tampoco se quedaba atrás. Había que reconocer que contestaba bien. Fui mirando a uno y a otro, como si viera como se pasaban una pelota, incluso la dragona y el semiyan también se metieron en la discursión.
Miré angustiada a Kannos y al archimago, que seguían con su ritual. Si no los deteníamos pronto conseguirían quedarse con la magia de Idhún. Me mordí el labio, desesperada. Con el tiempo que habían conseguido ganar el ritual debía estar muy avanzado.
Hasta el momento me había mantenido distanciada de la discursión, pero ya no pude más. Me interpuse entre Kris y Sagan y miré fijamente a todos los presentes. Ya había conseguido sacarme de quicio.
-¡Ya basta! -dije.- Mientras perdemos el tiempo discutiendo aquellos malditos magos están más cerca de quedarse con la magia. Y lo del hechizo me parece buena idea, pero también cabe la posibilidad de que nos detecten. Pero, al estar realizando un ritual, si lo interrumpieran para defenderse de nosotros lo echarían todo a perder. Así que tenemos una ventaja sobre ellos. Por eso debemos aprovecharla y no perder el tiempo en peleas sin sentido.
Había intentado contenerme, para no alzar mucho la voz, y si hubiésemos estado en otra situación habría dicho un par de cosillas que había preferido callarme.
-Por otra parte... Kris tiene razón en lo de que en el terreno que no pertenece a la magia aquellos dos son más vulnerables. Si los atacásemos cuerpo a cuerpo no aguantarían mucho.
Callé un momento, pensando.
-Sagan, Alby... vosotros que sois archimagos ¿hay algun hechizo capaz de absorber la magia del contrincante? ¿O de hacérsela perder? Si no, creo que es buena idea seguir con lo del hechizo de invisibilidad, pero hacerlo ya. Sin perder más tiempo.
Me volví hacia Kris.
-Y a tí -dije, en un tono de voz algo peligroso.- Te tendré vigilado. Por cierto, tanto Ögak como yo sabemos defendernos perfectamente. Podemos demostrártelo, si aun lo dudas...-entrecerré los párpados.
Me dí la vuelta, esperando la respuesta de Sagan y Alby.
-Por cierto -le dije a Kris, mirándolo por el rabillo del ojo, en un tono de voz más calmado- Puedes llamarme Aile.

FDR: En teoría lo de "egocentridad" Sagan lo ha dicho en un idioma terrestre inconscientemente, por lo que Kris no debería haber entendido el significado de la palabra. En fin, no pasa nada, continuemos ^^


Alcé una ceja cuando oí la contestación de Kris. No podía decir que no me lo hubiese estado esperando. La clase de personas que actuaban como él querían llevar siempre la razón, y cuando se quedaban sin argumentos lo solucionaban atacando con lo primero que se les pasaba por la cabeza, tuviese sentido o no.

Esbocé una media sonrisa, me crucé de brazos y le dejé acabar: estaba claro que necesitaba quedarse a gusto y no iba a ser yo quién interrumpiera la pataleta.


- ¿Has acabado ya? - pregunté con un tono sereno cuando acabó - Si crees que sabes mas de magia que un archimago, adelante, pronuncia un conjuro que derrote a esos dos. De lo contrario haz caso de los que hemos estudiado en una torre - mi tono no tenía esta vez ni un ápice de ironía, me limitaba a decir lo que era obvio.

- Tienes razón - le dije a Aile - Debemos darnos prisa. En teoría si se puede extraer la magia de un cuerpo - dije, respondiendo a la pregunta que había hecho - Pero en la historia de Idhún sólo se ha hecho una vez, y quién lo hizo fue Ashran el nigromante. Comprenderéis que no quiera realizar un conjuro oscuro como ese. Además de que se necesitaría mucho tiempo y utensilios que no tenemos aquí - expliqué - Lo mas rápido que se me ocurre es acercarnos siendo invisibles y atacar por sorpresa, aunque si alguien tiene una idea mejor que la diga rápido.

Mire a ogak con una mirada fria, amenazante y espeluznante, buscando que dijera mas, tras eso cerre los ojos y suspire, hablaba a la par que Sagan me hablaba a mi diciendo con voz aburridaEncima de venir aqui por una burbuja enorme tengo que soportar al plasta este...Bueno, haya vamos pues...Me estire un poco en pie y mire a Sagan, pase de todo lo que dijo mientras pensaba Bueno...La chica se llama Aile y me suena, se el comportamiento de ese mago y sus piques, se que la "dragona" es una celosa y se enfada a velocidad supersonica, el otro es mas tranquilo que un caracol y... estoy practicamente rodeado de una dragona, archimagos y un señor parlante... No tengo mas opcion que seguirles el rollo, si no jamas conseguire prestigio por acabar con estos tios y mucho menos averiguar quienes fueron los asesinos de mis padres... Por otra parte... ¿Que me sucede? Tras pensar eso mi cuerpo entero latia fuertemente por dentro, me sentia como si en mi interior algo deseara salir y devorar a todo ser que encontrase, mi espada intentaba decirme algo, cosa que me extrañaba...Esto...Estaba tan confundido que pase de seguir con lo mismo y me percate de algoEh...Si, hagamos lo que dice el tipo... Aile, quedate tras mi...Mire mi mano derecha y espere la accion de los demas, mientras miraba la forma en la que se puso mi mano la anterior vez...

Ögak sonrió al ver que el tal Kris cedía y miró a Sagan para esperar que hiciera algo. Vió algo estraño en el nuevo pero no hizo caso, estaba demasiado concentrada en pensar en lo que pasaría ahora con los dos traidores.
Kris le dijo algo a Aile y los miré con cara rara. Ahora ya me daba igual lo que ese pensara, pero me molestaba su actitud: Acababa de llegar y ya se ponía a dar órdenes y a intentar proteger a Aile. ¿Por qué? ¿Porque era una chica? Pues esa chica había demostrado su valía bastantes veces durante el camino.
Seguí mirando a Sagan esperando su reacción.

-No necesito quedarme detrás de tí, Kris. Se defenderme sola -le respondí.- Aunque gracias de todos modos -sonreí.
Me fijé en que estaba raro. Retrocedí un paso instintivamente y dirigí una mirada inquieta a donde estaban Kannos y el archimago. No conocía de nada a aquel individuo, y aquel extraño cambio en él me alertó. Si ocurría cualquier contratiempo, aquellos dos lo notarían, y además, podía ser peligroso.
-¿Estás bien? -le pregunté.

FDR: Primero pido perdón por tardar tanto en responder (he tenido ciertos problemas de conexión a Internet durante la mitad del verano).
Segundo sobre el rol haced como si hubiera estado aquí todo el tiempo con el grupo del archimago

On Rol:

Todo había pasado demasiado rápido para mi gusto, el bajar con la agobiante burbuja al fondo marino, para luego llegar a esa gruta y enterarnos de que el archimago era un traidor; por suerte parecía que los influenciados por Kannos habían vuelto a la normalidad y pudimos traspasar la barrera mágica que nos impedía ir por los dos magos.

Poco después apareció un humano con aires de superioridad, lo que ciertamente no me acabo de ayudar para adaptarme de una vez a la incomoda situación, una discusión que termino rápidamente, le bajo los humos al humano, aunque no de la forma mas normal posible, era extraño, pero no había tiempo para pensar en ello.

Di un paso al frente y le puse una mano al hombro a Ogak, sabia como se sentía, y en esos momentos lo mejor era que no se pusiera a discutir con Kris, no era el momento ni el lugar, sobre todo por el espacio en la gruta.

- Mejor que nos demos prisa, si no queremos que ese par dejen Idhún sin magia -dije mirando al interior del túnel, por donde se habían ido Kannos y el archimago

FDR: Escribo esto para que podamos continuar rápido.


Los magos pronunciaron el conjuro y el grupo se volvió invisible. Rápidamente se acercaron hasta los magos hasta quedar lo suficiente cerca para poder atacar rápidamente sin dar tiempo a que los magos inventaran cualquier tipo de contrahechizo o maldición. Una vez estuvieron en la posición los magos decisieron el conjuro y todos volvieron a ser visibles.

Los magos se dieron la vuelta y se vieron rodeasdos de golpe. La pelea estaba a punto de comenzar.

FDR: Lo siento mucho, no he podido postear mientras estaba de vacaciones y esta primera semana ha sido agotadora. Por favor, si veis que no contesto en 48 horas seguid las nuevas normas del rol y saltad mi turno.
FDR2: Vamos a intentar terminar el rol rápidamente para poder salir del colectivo ya
Haremos un rol con un sistema de semi-autorespuesta, podéis hacer que los magos os ataquen y podéis atacarlos, pero mediante ambientación se pondrá si vuestros ataques surten efecto y si ellos lanzan mas ataques.


Deshicimos el hechizo cuando estábamos en la posición correcta. El archimago, que era el mas cercano a mi me lanzó apresuradamente un inmenso torbellino de fuego del cual la única manera en que pude escapar fue lanzándome a un lado violentamente. El fuego me rozó y me prendió un trozo de la capa de viaje. Intenté pisarla para apagarla, pero el fuego se extendió con rapidez y me la quité para lanzarla a un rincón de la sala.

Me volví hacia el archimago, que me lanzaba un nuevo hechizo. Esta vez constó de un potente rayo que conseguí detener proyectando entre mi y mi rival un escudo que absorbió el impacto producido por el rayo.

Me tocaba reaccionar: con un brusco movimiento invoque una destructiva onda mágica que envié en dirección al archimago, sabiendo que tendría que ingeniarselas para esquivarla, ya que las ondas mágicas tenían la facultad de destruir los escudos que encontrasen en su camino,

Como habíamos estado debatiendo hacia ya un bue n rato habíamos ahora por fin acordado lo de realizar aquel hechizo de invisibilidad para coger desprevenidos a aquellos magos, realizando el conjuro junto al otro archimago empezamos a envolver a nuestros compañeros en este volviéndolos invisibles al igual que a nosotros mismos, empezamos a avanzar por la cueva sigilosamente pues aunque éramos invisibles nos podían oír. Gracias a los Seis no nos habían escuchado y ahora estábamos en el lugar preciso para deshacer el hechizo y atacar, empezamos a eliminar el conjuro revelando a nuestros compañeros pero en mitad de eso empecé a sentí que pasaba algo a través del amuleto que me conectaba con Aira, No podía ser en peor momento, si se ponía luchar sintiendo eso estaría demasiado distraído para atacar o defenderse y no podría ser más que un estorbo para mis compañeros, así que cuando toco mi turno de deshacer el hechizo me mantuve envuelto en él para retirarme sigilosamente a una pared apartada casi en la entrada por la que habíamos llegado a donde estaban los magos.

Me sentía apenado por abandonar a mis compañeros momentáneamente pero así no tendrían que cargar conmigo, así que en donde me encontraba me centre en los sentimientos recibidos por el amuleto que llevaba atado a la muñeca, Aira estaba sintiendo amor, afecto, tal vez estuviera junto a uno de aquellos dos de los que me había comentado, sentí unos leves celos pero luego negué con la cabeza hasta que repentinamente empecé a percibir sentimientos de rechazo, rechazos así a mí como si ya no me quisiera. Como si me fuera dejar de pronto repentinamente se cortó el vínculo entre los amuletos, se lo había quitado, me había engañado, había venido a buscarme par a decirme que volvería conmigo y tras reencontrarse con uno de aquellos dos me había abandonado.

Tenía los ojos como platos aparte de que sin darme cuenta una lágrima recorrió mi mejilla, sentimientos de furia e ira recorrían mi ser de centímetro a centímetro al igual que tristeza, de pronto me levante y mire al lugar donde estaba librándose la batalla, tenía a dos magos con los que descargar mi furia y seria temible. De un tirón rompí la correa que sujetaba el amuleto a mi muñeca izquierda y lo tire con toda mi fuerza contra el suelo rompiéndolo por completo, al igual si existía un vinculo entre los dos amuletos si uno se rompía el otro le sucedería lo mismo. Rapidamente agarre el amuleto que hacía semanas o meses había encontrado en mi antiguo baúl de recuerdos en mi propia casa, ese amuleto me había avisado de los peligro y parecía estar vinculado con aquella profecía dicha por la bruja pero ya no importaba, de un tirón coloriéndome del cuello rompí la correa del amuleto y lo arroje bien lejos (Un objeto que posteriormente seria recogido por Dragon intacto)

Una vez desojado de aquello centre mi mirada en los magos, gracias a que mis compañeros habían atacado no se habían fijado en mi y si lo hicieron me ignoraron, pero ahora era el momento de pasar al ataque, di un par de pasos hasta contar una docena para fijarme en el techo de la estancia, estábamos bajo el mar, una idea maliciosa paso por mi mente, extendí los brazos al cielo y cerré los ojos, intente percibir si había alguna fuente de agua… Sí, había agua… deje que la energía de mi magia se extendiera hacia aquellos puntos sobre las cabezas de los magos, deje que el agua se moviera a mi voluntad y cuando estuve listo hice que el agua rompiera parte de la roca del techo para caer sobre la posición de los dos magos, rezaba para que las rocas les partieran los cráneos y lo huesos a aquellos magos traicioneros pero no me di cuenta de que la presión del agua hizo que el agujero del techo se empezara agrandar y una gran cantidad del agua se colara en la estancia.

La furia y el ira me habían dominado y ahora debía atenerme a las consecuencias, si no hacíamos algo esto se inundaría y nos ahogaríamos, el agua ya empezaba a llegar a mis zapatos así que me centre y reflexione, una idea arriesgada paso por mi mente… rápidamente invoque a mi báculo que al instante apareciera en mi mano y me prepare para un conjuro que consumiría toda mi energía y mas, un pequeño precio por salvar a mis compañeros. Alce el báculo y murmurando una formula de algún conjuro que acababa de recordar el gua a mi alrededor se empezó a congelar… pero también mis piernas, el hielo trepaba por mi cuerpo como una criatura esclava para llegar hacia su presa, entonces termine el conjuro y con un grito quede totalmente congelado pero a la vez lo que ahora era una cascada de agua también se había congelado por lo que el suelo tenía una capa de hielo desde una columna de hielo que entraba por el techo. Estaba exhausto y no me podía mover, tenia frio, no podía ni respirar, el hielo cubría mi cuerpo y un extraño sueño comenzaba a invadirme del que no pude oponer resistencia al haber agotado mis energías, simplemente cerré los ojos cayendo en un sueño del que quizás no despertara jamás… No me importaba, nadie me echaría de menos, no conocía a tanta gente para que me echaran de menos y había abandonado a mi padre, mi única familia y mi prometida me había rechazado, estaba solo por lo que el abrazo del frio me pareció un gran consuelo…

Ahora no era más que una estatua de hielo en una posición como realizando un conjuro, con un báculo en mano y la otra mano con los dedos extendidos como listo para lanzar algo.

Ögak se transformó de immediato, puesto que vió que el lugar era suficientemente grande como para andar sin problemas siendo dragona, aunque volar sería difícil.
Una vez ante los magos, viendo que Sagan atacaba al archimago, Ögak escupió una enorme bola de fuego en dirección a Kannos. Éste, completamente sorprendido, sólo pudo esquivarla dando un salto hacia su derecha. Una vez en el suelo dirigió su gélida mirada a los ojos de Ögak. Nunca ningún humano la había mirado con tanto menosprecio. Sintió que a sus piés la tierra temblaba. No, no eran sus piés, era el techo. Kannos se estaba poniendo de pié y parecía que iba a atacar cuando del techo cayó una cascada de agua y, de pronto, empezó a helarse. Vió que el agua había causado grandes estragos y, a lo lejos, vió a Alby por primera vez en el combate. Estaba cayendo, como desmayado, casi muerto. De un salto se plantó delante de él y empezó a soplar muy flojo a su alrededor. No quería quemarlo, pero estaba a punto de morir congelado.
- ¡Vamos, Alby, te necesitamos!- Murmuraba poco a poco.
Mientras tanto Kannos se había puesto de pié y se preparaba para atacar.

Fui a ayudar a Alby, pero Ögak se me adelantó. Observé el témpano de hielo que ahora era, sobrecogida. Al menos, estaba en buenas manos. ''Estúpido'' pensé ''¿Cómo se le ocurre sacrificarse de esa forma?''. En cuanto se repusiera le iba a caer una buena reprimenda.
Me interpuse entre Kannos y Alby y Ögak. Me hubiese gustado tener el placer de cortarlo en pedacitos, torturarlo un poco para hacerle pagar lo que nos había hecho y pensaba hacerle al mundo, pero era poco prudente jugar con la situación.
Entonces pensé en por qué tenía esa ansia de venganza. Que fuesen a robar la magia de Idhún era una excusa para ir a por ellos, pero no para tenerles odio. Y nos había sentado mal que nos engañaran, como a cualquiera, pero ¿era ese motivo para querer matar a alguien?
Sacudí la cabeza. Había que hacer lo que se tenía que hacer. entonces me fijé en que Kannos tenía una malévola sonrisa pintada. ''¡¿Por qué tendré que distraerme pensando?! ¡¡Maldita sea!!''
Intenté levantar un escudo que me cubriera a mi y a mis compañeros, pero no sabía si me daría tiempo.

Vi como uno se quemo su ropaje al esquivar, otro se auto-congelo por salvarnos cosa que me ayudo a pensar mucho, dentro del instante, Aile se fue, pero reaccione tarde, la segui y vi como el tipo sonreia con crueldad, Una rafaga de a saber que lanzo, Aile estaba por prepararse, no queria recibir yo el golpe pero algo me hizo correr, no darle muy fuerte con el hombro apartandola y recibiendo yo el golpe, mi espada cayo conmigo a varios metros, quedando clavada a mi lado y un hilillo de sangre que caia de mi boca y cuerpo rozaban la espada, mi mirada se nublaba, no sentia apenas calor, aparte, el suelo estaba fresquito por Alby, notaba como mi corazon poco a poco dejaba de latir, notaba como si todo acabara, escuchaba una voz...Como si con pensar bastara.

Hijo mio...
Mama...Ayudame...
Ese sacrificio...Estoy tan orgullosa de ti, hijo mio...Yo estare siempre contigo, y tu padre igual, se fuerte, Despierta...

Mis ojos ya no querian cerrarse, empezaba a ver como la espada y la sangre, que se rozaban cual petalo al tacto, daban a ver como el mango de la espada, la calavera, empezaba a brillar de rojo sus ojos, pense que eran alucinaciones y cerre los ojos... En ese momento, un ataque de rabia entro en mi cuerpo, me encontraba serio, sin ganas de bromas, estaba muy furioso y fue tan repentino como el grito de rabia que hice, me retorci de dolor, me gire y puse la palma en el suelo con fuerza, me puse en pie con rabia y me gire, cogi la espada y lo note, note como algo queria salir, y salio, una nueva apariencia en mi persona aparecio, era el mismo poder del arma lo que me hizo despertar, dando a parecer una...Forma que jamas deberia salir.
Tras lo ocurrido, mire al frente y terminando de gruñir, con voz seria, grave y ronca, mire al que casi me mato del hechizo.

Si antes era poderoso...Ahora deberias estar huyendo desde hace rato...

Tras eso, agarre fuertemente a Rebellion y corri a una sorprendente habilidad contra el archimago, listo para la batalla ignorando mi alrededor

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Img:

Spoiler:

Vi como empezaba el combate contra los dos magos y desenvaine a Hovor, me sitúe junto a Sagan, al ver que Ogak, Alby, Aile y Kris se ocupaban de Kannos.

Cuando Sagan invoco la onda de magia, corrí hacia el archimago, de tal manera que si esquivaba la onda se toparía conmigo y aunque la esquivara, yo estaría ahí para terminar el trabajo; transforme mi brazo izquierdo en una garra de dragón y sujete la espada con la mano derecha, así tendría mas formas de golpear al mago; pronto alcancé la posición del mago, sabia que luchar a corta distancia con un archimago era peligroso pero, no tenia otra forma de luchar.

El archimago al verme por detrás de la onda, me lanzo un potente rayo, di un salto para esquivarlo, aun así me rozo la pierna, causándome unas quemaduras leves en esta, aun así seguí corriendo hacia el, ignorando el dolor de la pierna; Hovor ardía con mas fuerza que otras veces.

FDR: Por favor, no describáis el resultado de los ataques que lanzáis contra vuestros adversarios =)


Kannos

El mago estaba preparado para el combate. Una dragona se lanzó contra el, cogiéndole desprevenido. Rápidamente se puso en pié y aprovechando que acudía a ayudar al semiyan, lanzó una onda mágica directamente contra la dragona, que la lanzó directamente contra una pared de piedra. Se giró hacia el archimago. Parecía que todos se habían puesto de acuerdo, pues la mayoría del grupo le estaba atacando a él. Un tanto mejor para que pudiera coger a uno desprevenido.

Fijó su atención en el humano. En esos momentos estaba lanzando una onda mágica contra su aliado, lo que aprovechó para extender su poder hacia él, como si fuera una maraña de tentáculos. Cuando el mago se quiso dar cuenta le tenía completamente atrapado.

Elevó al humano hacia el techo de la caverna hasta que chocó contra el. Le lanzó hacia una pared y le zarandeó en el aire, como si de un muñeco de trapo se tratara. Finalmente le suspendió frente a el y le dejó caer al suelo, haciendo que volviera a impactar. Probablemente no daría mas problemas.


Archimago

Irrumpieron en la cueva sin que se pudieran dar cuenta. Cuando el archimago quiso reaccionar tuvo a una especie de enjendro, una dragona y una onda lanzándose contra el al unísono.
Por suerte era un hombre inteligente y con un hechizo logró tomar el control del ataque, deteniéndolo justo antes de que impactara contra él.

Entonces usó la onda mágica lanzada contra el para darle directamente al híbrido fallido y a la dragona que en esos momentos intentaban alcanzarle. Les dió directamente y les lanzó con fuerza contra la barrera que había creado la féerica para protegerse, que en realidad sirvió para hacer que el cuerpo del enjendro y el de la dragona se convulsionaran en una breve descarga de energía antes de que el escudo desapareciera.

Con el enjendro y la dragona por el suelo, ante él se alzaba la féerica, la única que no había sido alcanzada, de momento.

FDR: Perdón por ser algo escueto .-.



Sentí como Kannos me atrapaba con un hechizo a traición. Intenté deshacerlo sin éxito, y no pude hacer otra cosa que chocar una y otra vez contra techo, paredes y finalmente suelo, con el que mi cuerpo impactó con un inmenso dolor.

Haciendo un esfuerzo titánico me levanté, dolorido, pero sin ningún hueso aparentemente roto. Pero aún mas que dolorido me levanté furioso. El mago despreciable que me había usado para sus fines ahora demostraba que era un completo cobarde atacándome por detrás y a traición.

Musité las palabras de un conjuro. Mis manos comenzaban a brillar a medida que le daba forma a mi venganza, que en forma de brillante rayo le lancé con toda mi mala leche a aquel despreciable mago.
Continué murmurando, continuando el ataque. Si el cobarde osaba escapar el rayo le perseguiría hasta la muerte.

Miré conmocionada a Kris y a la chica yan. Me sentía culpable, no había podido extender el hechizo hacia ellos a tiempo. Cerré los puños con rabia. Me adelanté unos pasos y con rapidez lancé contra el archimago una bola de fuego, aunque no me agradara mucho ese elemento. Sin perder el tiempo hice aparecer unas enredaderas que lo sujetaran al suelo, las que luego convertí en piedra para que no le permitiesen escapar. Cuando estuve segura de que había funcionado, me lancé contra él espada en mano.

pase por al lado de la Feerica Aile, estando cerca de sus dos hechizos los cuales tenian mas velocidad que yo pero me sirvio, lance mi espada hacia el tipo y sprinte nuevamente para coger velocidad, y coger mi arma si impactaba, tras eso, en mis manos algo que tenia puesto encima, como unos guanteletes de metal y botas... Me prepare para asestar un potente golpe con el puño a la cara del tipo si llegaba a ser alcanzado por los hechizos de Aile.

Este hielo y el tipo ese... menudo suicida...

FDR: Parece que esto se estanca aún mas, por lo que ententemos acabarlo cuanto antes. Este es de los últimos roles, si nos damos prisa y le ponemos un poco de empeño, en un par de días podemos estar en un nuevo rol


Kannos

En contra de las previsiones de Kannos el mago se levantó nuevamente. No parecía malherido, porque le lanzó uno de esos hechizos difíciles de parar.

Kannos dudó por un momento. Sabía que el brillante rayo que se lanzaba contra él era una maldición. Le sorprendió que un mago no oscuro osara atreverse con maldiciones semejantes. Finalmente reaccionó con un rápido conjuro defensivo, contra el que el rayo se estrelló pocos segundos después de ser lanzado. La fuerza de la maldición, aun así le dañó. Kannos comprobó que tenía una herida sangrante en el abdomen.

Por suerte no era demasiado profunda. Decidió contraatacar lanzándole al mago lanzándole un furioso contraataque que constó de otro rayo, mas potente que el que el humano le había lanzado.


Archimago

La féerica se lanzó al ataque con una potente bola de fuego, tan veloz que apenas dio tiempo al archimago para levantar una ruda barrera defensiva, que no logró detener del todo el impacto, y algunas partes de su túnica comenzaron a arder.

Al ver lanzarse al enjendro y a la feérica al unisono el archimago reforzó la barrera mágica que había detenido en parte el fuego para impedir que llegasen hasta él.

Se giró para mirar a su compañero Kannos. Él también había sido alcanzado por un ataque. Por lo visto el enemigo era mas astuto de lo que habían pensado.

En ese momento el fuego le quemó parte de la pierna. El archimago reaccionó rápidamente con un hechizo de agua que apagó las llamas con rapidez. En ese momento se dió cuenta de que estaba inmovilizado por algo parecido a unas plantas de piedra, probablemente obra de la féerica. Pelear o huir le resultaría complicado.

FdR: Perdón si no contestaba, dudaba si estaba fuera de combate o no xD

La dragona se despertó convertida de nuevo en Liekki, su forma de yan. Había estado unos minutos inconsciente y no sabía cómo había avanzado el combate. Se puso en pié y vió al archimago atrapado y a una cosa que no supo identificar y a la feerica atacándole. Por él no habría problema, confiaba en que podrían eliminarle.
Vió como Kannos, a su vez, atacaba a uno de sus compañeros y no lo dudó. Estaba demasiado malherida como para luchar cuerpo a cuerpo, así que sacó su arco y cogió del suelo varias piedras. Besó su pulsera del arquero, hacía que su punteria fuera muchísimo mejor, a ese amuleto le debía muchísimo!
Al tocar la primera piedra el fino hilo del arco, ésta se convirtió al acto en una preciosa flecha rojiza como la piedrecilla de la que había sido creada. Rápidamente la disparó y siguió el proceso con las diferentes piedras, una decena. Kannos lo tendría dificil para escapar, herido como estaba, de la lluvia de saetas que caían sobre él.

FDR: principio de curso, demasiados deberes, creo que no hay mucho que explicar, siento haber tardado en pasarme por aquí.

Tras el contraataque de los magos, me costaba moverme, la herida en la pierna empezaba a ser dolorosa mas que molesta; mire a mi alrededor y observe la situación, el humano y la feerica se enfrentaban al archimago, Ogak se había convertido en yan, seguramente por el cansancio, Sagan, que momentos antes estaba en el suelo, se había levantado y atacado a Kannos a quien hirió, el mago oscuro, también ataco, con un rayo que saltaba a la vista era muy poderoso, a Sagan no le daría tiempo de invocar un escudo.

Me puse entre el rayo y Sagan sin pensarlo, puse mi espada en la trayectoria del rayo para detenerlo como pudiera, y recubrí mi cuerpo con mis escamas de dragona para que me protegieran como una armadura, solo faltaba esperar el golpe.
-no te muevas de detrás de mi- le dije a Sagan- podría doler- sonreí, a sabiendas de que si no paraba o al menos reducía la potencia del ataque, podríamos acabar realmente mal.

FDR: No os preocupéis, no pasa nada, lo importante ahora es acabar el colectivo

Kannos cerró una rápida defensa a su alrededor que consiguió detener en parte mi maldición. Logré hacerle una herida, aunque fue poco profunda. Pero para mi asombro se repuso y respondió con una rabiosa maldición que envió a toda velocidad hacia mi. El resultado a esperar sería el mismo que se había producido segundos antes. Los ataques con ese tipo de maldiciones eran muy difíciles de parar, lo único que se podía hacer era detener en parte el golpe, por lo que el duelo mágico se convertía en un duelo de resistencia.

Comencé a preparar una defensa que esperaba que parara el golpe en parte, pero de pronto Alsan se interpuso entre mi y la maldición. Tras el desconcierto inicial continué con el hechizo defensivo. La táctica de Alsan mezclada con mi barrera defensiva tenía posibilidades de éxito y tal vez y detendría completamente el ataque.

FDR: Perdón, esperaba que Aile o Kris contestaran, pero veo que no pueden. Bueno, estos ya son los últimos mensajes


Kannos

La dragona se interpuso subitamente en entre la maldición que le había lanzado al mago y el cuerpo de este.

Estúpida...- penso Kannos - En todo caso: mejor, dos pájaros de un tiro

Sin embargo cuando ya se giraba para mirar a la otra dragona (Ogadrak) una suave luz dorada envolvió a la dragona. El mago estaba usando su poder para proteger a la híbrida de la maldición, y sin que Kannos pudiera hacer nada entre los dos lograron desbaratar el ataque.

Con la razón nublada por la ira, lanzó al punto un furioso hechizo de ataque contra ambos, sin percatarse de que una llúvia de saetas se cernía sobre él. Cuando escuchó el silvido de las flechas recurrió a su magia, pero ya era demasiado tarde. Una flecha le hirió en el brazo y otra pasó peligrosamente cerca de su cabeza. Levantó una barrera que detuvo el resto de las saetas.

Una sensación de alivio le recorrió, pero segundos después fue sustituida por otra de intenso dolor. Miró hacia abajo: una saeta se le había clavado limpiamente en el muslo, atravesandolo por completo y solo dejando ver la parte posterior de la flecha lanzada.

Se giró hacia el archimago, que se defendía de ataques mas hábilmente que el, mientras sentia sus fuerzas desvanecerse.

So... son... mas... fuertes... de lo que creíamos - gruñó, con voz entrecortada y débil.

Acto seguido se desplomó en el suelo de la cueva, el báculo ya unido de los fragmentos de la magia robada que el mismo había reunido.


Archimago

El enjendro y la féerica volvían a estar lejos de él. Cuando se habían abalanzado sobre él recurrió a un potente escudo caparazón que les hizo retroceder hasta tocar la pared de la cueva.

Con otro hechizo destruyó la piedra que le mantenía enganchado al suelo de piedra y pudo moverse de nuevo con libertad. Cuando comenzó a pensar de nuevo en la victoria una voz entrecortada le heló la sangre.

So... son... mas... fuertes... de lo que creíamos

El archimago, blanco como la cera miró a Kannos, inconsciente en el suelo. Él se interponía entre esos bárbaros y los fragmentos del báculo que le darían el poder de la dominación. El artefacto necesitaba aún unos minutos para estar listo, y el defendería ese tiempo con su vida. Una vez transcurrido sus adversarios no serían mas que insectos esperando ser aplastados.

Kannos estaba en el suelo. Parecía inconsciente... ¿Habían conseguido acabar con él? Miró al archimago que seguía luchando contra dos de sus compañeros y quiso unirse a la batalla. Guardó su arco y desenfundó su espada.
Todavía estaba debilitada pero ya que había tenido que atacar a Kannos desde la lejanía, quería ver morir al archimago cerca de ella.
Se acercó lentamente, respirando con profundidad para recuperar fuerzas. Sentía que su cuerpo cada vez era menos "suyo", estaba tan cansada que todo le dolía, pero quería continuar.
Con fuego en su mirada se adelantó con paso lento pero firme hasta donde estaban sus compañeros frente al archimago, y una vez ahí levantó su espada y se abalanzó sobre su enemigo.
-Es el fin, ¡Debes morir! ¡Muere, muere!- Sintió como si todo su odio y su furia salieran a través de esas palabras y se entrelazaran con su espada, era sólo una sensación, pero era verdad que parecía que la ira cargaba y daba fuerza a la espada, porque la fuerza con la que atacó fue inesperadamente brutal para el estado en el que se encontraba.