De camino a Awa

Llevávamos caminando varios días y yo aún cargaba con el vergonzoso recuerdo de mi marcha frustrada.
Una nube de tormenta, nos salvaba del calor de los tres soles, y daba gracias por ello, pero aquellos días de viaje me habían dejado exhausto.
Oí a Alynn preguntar si íbamos a cazar, pero no tuve tiempo de responder, un rugido de mi estómago dejó claro que necesitaba ir a cazar.
-Por supuesto -respondí.
Me aventuré en la pradera y divagué por los alrededores hasta que vi algo. Era un animal que no conocía, no lo había visto antes, era del tamaño de un cerdo, peludo. No me hice atrás. Murmuré un conjuro y unas raíces le ateron las patas. Rápidamente salté sobre él y le cogí por las barras, clavé la rodilla en su nucá y tiré de la cabeza. Oí un chasquido y el animal cayó al suelo. Lo arrastré al campamento, encendí una pequeña hoguera y dejaé que el animal se cocinase.

Off rol: edito porque no tuve tiempo de acabar la ultima vez.

....

Off: se que no me toca rolear, pero es que sólo le quería recordar a marioquinto que no puedes manipular lo que dice cualquier personaje que no sea el tuyo (:

off: sorry, no sabía. Ya he editado, no he podido borrar.

DEJO POST

Habiámos parado después de varios días, Alynn y Irkan se habían aventurado en los alrededores para cazar algo de comida, Irkan había vuelto con un cerdo al que había roto el cuello.
-Tiene buena pinta-dije habmbriento.
Me levanté y me fui a los alrededores;
-Voy a ver si consigo cojer hierbas o algunos frutos que nos restauren de la fatiga.
Miré varias platas y cogí variashierbas y varios frutos, la mayoría eran hierbas medicinales, pero con los frutos que había conseguido podríamos alimentarnos un dia más.

Off: como Hiz no postea, postearé yo

On:Irkan consiguió cazar una especie de cerdo, y volvimos a junto de los demás para poner el animal en una hoguera y dejar que se asase. Mientras caminábamos tuve la sensación de que alguien nos vigilaba. Miré a Irkan, pero al parecer no se había percatado de nada. Una oleada de miedo me sacudió, y pronuncié un hechizo como si de un acto reflejo se tratase:de la muñeca derecha de Irkan salió un poco de humo, y al instante pude ver grabado una pequeña lapa a modo de tatuaje en él. Seguía sin enterarse de nada, y sonreí, pensando que quizás me hubiese pasado al grabarle una marca con la que podía saber si estaba bien y donde se encontraba.
l fuego era pequeño, y yo tenía hambre así que dije:

- Tengo bastante hambre... aceleraré un poco la cocción- murmuré un conjuro y el cerdo adquirió el color y el sabor apropiados para ser ingerido. Pensé que quizás a los demás no les gustaran demasiado mis prisas, pero la verdad es que estaba hambrienta de tanto caminar. Hiz estaba recogiendo unos frutos de los árboles cercanos, y de pronto un sonido cortó el aire, e hizo que me sobresaltase y cogiese mi espada. Una flecha se había clavado en el árbol justo donde momentos antes Hiz tenía la cabeza.
Me di la vuelta y alarmada vi como venían hacia nosotros un grupo de bárbaros dispuestos a atacarnos. Parece que hoy no íbamos a comer... Entonces me fijé: había una mujer que parecía dirigirlos a todos, tenía una especie de báculo que apuntaba hacia nosotros.
Le planté fuego al espacio que nos separaba de ellos, recogí mis cosas, apuré a Ethnios, y grité:

- Corred!

Off: ¡ya era hora de un poco de acción! Tengo un plan que pondré en breve en el tablón de nuestro rol. Opinad!

Nuestro rol

Un sonido sibilante y enseguida, una flecha en un árbol. Vi como se nos acercaban unos bérbaros, pero mis ojos se fueron hacia la mujer que los dirigía (o eso parecía). Nos apuntaba con un báculo, y realmente, no me hizo mucha gracia su expresión.
-¡Corred! -gritó Alynn, apremiando a su león, que ya empezaba a caerme bien.
No lo dudé. Me alejé lo máximo que pude del muro de llamas que había creado la yan y salí corriendo tras ella sin mirar atrás a ver si los demás nos seguían. La apariencia de aquella hechicera me decía que no sería demasiado díficil para ella quebrantar las lenguas de fuego, así que, sin dejar de correr, hice lo que pude para levantar unos peñas rocosos y afilados, bajos, pero esperaba que les obligase a frenarse un momento. Y corrí aún con más fuerzas. Me acordé de los silfos de Awa, de sus preciosas a las de libélula y me acordé de que yo tenía genes feéricos. Hice brotar unas alas de insecto, verdosas y más pequeñas de lo normal, pero suficientes para volar y, por supuesto, ir más rápido.

Off rol: Eso estaba yo esperando: ¡Acción! Y una hechicera persiguiendonos comandando a un puñado de bárbaros, pero me gusta ^^

Algo pasaba en el lugar, en un segundo Alynn había gritado que corriesemos y había brotado unas llamas entre nosotros y las personas que habían aparecido, me fijé en una de ellas, una mujer con un báculo, entorné los ojos para intentar que mi parte feérica pudiese ver el aura de la mujer, y ahi estaba, la mujer tenía dos auras, una fluía debilmente por su interior, la otra, más grande y aterradora, se encontraba depositada en el báculo.
Todos habíamos empezado a correr, Irkan había creado pinchos en la tierra para cortar en un poco de tiempo el paso a aquellos bárbaros, vi como la mujer con un leve movimiento del báculo había congelado las llamas, y se acercaba con más rapidez hacia nosotros, Irkan había hecho brotar sus alas de silfo, lo imité y fui volando; vi a Alynn correr deseperadamente por la tierra , me acerqué a ella volando, la cogí de los hombros y me la llevé volando, aunque todabía no sabía defenderme sabía utilizar mi magia canalizándola para diversos fines, es decir, como los szhis y, por ello dirigí potencia hacia mis alas para soportar el peso de ambos, después me acerque a Irkan.
-Coge a Hiz, yo no puedo cargar con el peso de los dos-acto seguido esforcé mis alas al máximo para ir más rápido, esa mujer me aterraba y quería estar lo más lejos posible de ella, me sentí de pronto incómodo por el león,-Alynn, ¿el león vendrá corriendo no?-dije preocupado.
Off: espero que no haya sido especialmente largo :S

En mi precipitación por escapar, no me había dado cuenta de la posibilidad de convertirme en dragón para huir, y la recordé cuando Férick e Irkan hicieron brotar de sus espaldas alas de silfo, pertenecientes a su parte feérica. Férick me cogió por los hombros y me llevó volando con él, para después decirle a Irkan que cogiera a Hiz, y preguntarme a mi por mi león. Ethnios era fuerte e inteligente, sabría como esquivarlos... yo confiaba en él, pero aún así también me sentía preocupada por este.

- ¡No te preocupes, él estará bien!- decidí que ya era hora de descubrir a Lena, mi parte de dragón- Férick, confía en mi y suéltame, que Irkan se ocupe de Hiz... ¡ahora!

Férick me soltó y yo me caí, pero calculé que a la distancia que estábamos del suelo, me daría tiempo a convertirme en dragón. Mi cuerpo sufrió convulsiones, y Lena apareció y comenzó a volar.
Le dirigí una mirada a Férick para que se subiese a mi lomo, para después observar a nuestros enemigos, los cuales se estaban quedando atrás. Irkan estaba tratando de salvar a Hiz, y me preocupó que los bárbaros los pudiesen coger. Mi mirada se dirigió a mi león, pero ya no lo veia, por lo que supuse que se habría escondido en alguna parte. Después observé a la bruja, que me miraba con una mezcla de asombro y... satisfacción; eso no me gustaba. Vi como sus labios se movían y su báculo se dirigía hacia mi, estaba pronunciando un hechizo. Aceleré el vuelo muy preocupada, procurando moverme para que el hechizo no me alcanzase... pero ya era demasiado tarde. Mis alas se paralizaron y yo me caí, mientras recuperaba mi forma yan. El viento silbaba en mis oídos, y no sabía a cuantos metros estaba del suelo...

Off: creo que tendríamos que dejarnos capturar, para que fuese más emocionante xDD Así haríamos una huída espectacular en medio del ritual ^^ Que os parece?

Férick imitó mi técnica y salió volando. Cogió a Alynn y me pidó que cogiera a Hiz. Lo hice. Lo tomé en brazos y le levanté con esfuerzo. Miré de nuevo hacia adelante para ver a Férick soltando a Alynn. "¡¿Está loco?!" pero, ante mi sorpresa Alynn se convirtió en dragona y echó a volar. Pero fue como si algo la hubiese abatido porque, de pronto, comenzó a caer y se volvió a transformar en yan. Aceleré para intentar cogerla, pero con Hiz en brazos no podía hacer gran cosa. Murmuré unas palabras en arcano y unos brotes comenzaron a cubrir el suelo, cada vez más y más. Intentaba crear una especie de almohada de hierbas para amortiguarle la caída a Alynn y a mí, que me estaba quedando sin fuerzas. Comencé a descender mientras aún crecían algunos brotes... y perdí el conocimiento.

Off rol: Que nos capturen! Que nos capturen!

Irkan había cogido a Hiz y lo llebaba volando, Alynn me había pedido que la soltase, en su mirada había algo misterioso, asique la solté, lo que vi a continuación hizo que me sobresaltase, donde antes se encontraba Alynn ahora estaba un dragón, el dragón decía que subiese a su lomo, desconfiaba de los dragones por su capacidad de producir fuego, pero como estaba cansado me subí a el, pero, sin previo aviso, sus alas se habían paralizado y comenzábamos a caer, me separé del dragón, que ya se comenzaba a transformar en Alynn.
Por debajo nuestro se comenzaban a esparcir hierbas y plantas con gran rapidez, << Debe ser obra de Irkan>>, desvié mi mirada a Irkan que caía también hacia la gran masa verde que se encontraba en el suelo, pero éste sin conocimiento, junto con él caía Hiz que no parecía encontrarse en mejor estado, cuando cayeron todos sobre hojas y tallos decidí sumergirme por debajo de la masa de plantas, una vez debajo tiré de Irkan, de Alynn y de Hiz, que se encontraban arriba para que bajasen al nivel del suelo, una vez allí toqué cada tallo, cada hoja, o cada rama, para reforzarlo tanto como pudiese con energía mágica y feérica, deseé que Irkan estubiese despierto para que me ayudase, empezó a llover y Hiz se colocó en un lugar donde caía agua, se oían pasos cerca, me acerqué a un lugar para ver qué pasaba, los bárbaros se encontraban cerca, me retiré del lugar , pero algo perforó mi brazo, una espina de una planta venenosa - Mierda-susurré; los pasos se acercaban, e intentaba despertar a mis compañeros, al final entre el cansancio, el dolor y los mareos producidos por el veneno caí al suelo incapaz de moverme, lo único que esperaba era que las ramas que había reforzado hiciesen que no pudiesen pasar, pero algo me decía que lo harían.
Off: Me encanta la idea de este tema

Volaba sin rumbo, hacia ya tiempo que había dejado los terrenos que conocía y me estaba empezando a preocupar, por mucho que lo intentase nunca encontraba el camino que había tomado esa mañana para salir de el bosque y según lo que me habían contado me encontraba en tierra de barbaros . Me apoyé en una rama agotada, Unos gritos me sobresaltaron "¡flordecampo! ¿que pasa aquí?" Escondida entre las ramas de un árbol observe a un grupo de viajeros, estaban siendo atacados por unos barbaros, contemple como les atrapaban horrorizada, Estaba claro que no podía hacer nada por ellos... me convenía mucho más que no notasen mi presencia.
Una mujer Con un baculo dio unas breves ordenes, los barbaros cogieron a los viajeros y se los llevarón, por fin me quede a solas "bueno... lo mas que pueden hacerme es romper alguna de mis gafas
Bajé del árbol y seguí al grupo. Me condujeron a su campamento, Fruncí el ceño, me había esperado algo mas acogedor. De repente oí un ruido a mis espalda. Había metido la mata, Algo duro y frió me golpeó la cabeza, la vista se me nublo y caí al suelo desmayada

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Dolor de cabeza. Me levanté despacio, puesto que todo me daba vueltas, y miré a mi alrededor. Estábamos a oscuras, por lo que creé una bola de fuego que sostuve en alto para que iluminase el espacio en el que nos encontrábamos. Los bárbaros nos había encerrado en una celda mugrienta y pequeña, apenas había sitio para las 4 personas que... de pronto me di cuenta de que había una persona más, una chica feérica de piel y pelo verde, que también estaba inconsciente. Quizás intentara ayudarnos y la capturaran... me puse de pie y observé el lugar. Estábamos encerrados en unas mazmorras bastante amplias, con otra hilera de celdas enfrente de la nuestra, y no había ninguna ventana ni orificio por el que pudiese pasar la luz . Me pregunté para que querría tantas celdas, pues todas estaban vacías.... aquello me olía muy mal.
Me acerqué a Irkan, todavía inconsciente.

- ¡Irkan, despierta, estamos encerrados!- le dije, zarandeándolo suavemente para que se despertase.

De pronto pensé en Ethnios, y me sentí aliviada de que no estuviese con nosotros, eso significaba que había conseguido huir... o eso deseaba. Por fin Irkan comenzó a abrir los ojos, con aspecto aturdido. Mientras se iba despertando lo examiné a él y a los demás, pero ninguno tenían signos de violencia... pero nos había quitado todas nuestras cosas. Suspiré frustrada.

- Tenemos que salir de aquí.- dije, nerviosa.

Todo oscuro. Temblaba, pero no yo. Algo me hacía zarandearme. Abrí lod ojos y vi a Alynn sacudiéndome.
-¡Irkan, despierta, estamos encerrados! -me decía Alynn.
Eché un vistazo a mi alrededor. Me dolían la cabeza y el cuerpo en general: el hechizo me había agotado mucho más de lo que esperaba. Vi que estabamos en una celda sin ventanas. ¿De dónde vendría la luz? Me fijé en un fuego fatuo flotando y miré a Alynn. Me fijé en los barrotes de la celda. No me fiaba. Usé un hechizo de empatía con la roca y me di cuenta de que estabamos bajo tierra. Sería difícil salir. Seguí con el hechizo. Busqué árboles por los alrededores, algo que pudiese usar, pero nada. Me decidí a usar la misma celda. Me llevé la mano a la cadera, buscando el báculo en mi zurrón, pero no encontré nada. Suspiré.
-Prepárate para cogerme -le murmuré a Alynn-. Calienta los barrotes. -le pedí.
Murmuró un hechizo y los barrotes comenzaron a enrojecer, y yo comencé a murmurar un hechizo de locomoción y extraje poco a poco una piedra de las que conformaban el suelo. La levanté y la lancé con todas mis fuerzas contra los barrotes una y otra vez, hasta que estos cedieron. Y volví a caer agotado.

Un estruendo me despertó, una roca había impactado contra unos barrotes rojos como el fuego, Alynn e Irkan se habían unido con la esperanza de destrozar los barrotes que nos apresaban, estábamos en una celda pequeña, muy pequeña en realidad, sin luz y sin vegetación, algo que me molestaba, dirigí la vista hacia todos los rincones de la habitación, estábamos todos, pero, había alguen más, una feérica de pelo de color verde se encontraba en el lugar, la miré fijamente, algo no estaba bien en ella, su piel se había vuelto amarilla y le costaba respirar, se estaba marchitando, me levanté, pero me apoyé en el brazo equivocado, tube un pinchazo, me pasé la mano por donde debería tener una herida por la planta venenosa, pero me sorprendí al ver una venda atada a mi brazo-Nos quieren vivos-pensé-aunque, ¿para qué?.
Me levanté con dificultad, la falta de vegetación me agotaba a mi también, fui hasta Hiz y le aydé a levantarse, después me acerqué hasta la chica feérica y la incorporé apoyando su espalda contra la pared de fria y muerta roca, Irkan y Alynn habían destrozado los barrotes
-¡Vamonos!- dije apurado.
Nos encaminamos por un pasillo entre las numerosas celdas, no ibamos muy rápido pero al menos andábamos de forma sigilosa, o eso almenos creíamos, ahí a la vuelta de una esquina se encontraban un grupo de bárbaros con espadas y hachas mirándonos fijamente con una siniestra sonrisa.

Irkan me dijo que calentase los barrotes, hizo un conjuro, y los golpeó con unas piedras hasta que estes cedieron. Calló agotado, y me acerqué a él asustada.

- ¿Estás bien? - le dije preocupada. Él asintió con la cabeza, y le ayudé a ponerse en pie.

Vi como Férick ayudaba a la feérica a recuperarse de la falta de vegetación de la celda, y a continuación salimos de la celda a toda prisa. Lo que no habíamos previsto es que unos bárbaros nos estaban esperando con hachas y dispuestos a luchar.
Formulé un hechizo sencillo, y estes se quedaron paralizados.

- ¡No durará mucho, corramos!

Salí a trompicones de la celda, tras Alynn. Otro hechizo y caería redondo al suelo... mejor guardar fuerzas. Fui en pos de los demás y me topé con un puñado de bárbaros armados con hachas. Me sorprendió ver que me ignoraban. Podía ver a los demás corriendo frente a mí. Eché a correr de nuevo y cuando estaba ya a punto de alcanzarlos, algo más recuperado, los bárbaros comenzaron a moverse. Realmente no fue una noticia agradable, igual que tampoco lo fue que en el exterior nos estaba esperando la maga bárbara, con la punta del báculo brillando amenazadoramente y una siniestra sonrisa en su rostro. Oí a los bárbaros acercarse por detrás, y la maga apuntándonos con el báculo, con un estraño brillo oscuro, una especie de sombra reluciente fuera de toda lógica y realidad, y aún así, allí estaba. Y lo que era peor, no teníamos escapatoria. La maga traía consigo una cantidad considerable de bárbaros y por atrás se acercaban los que habían quedado paralizados en manos de Alynn. La hechicera no dijo nada, pero a mí (y suponía que a todos) me quedó claro que nos estab pidiendo (casi ordenando) que nos rindiésemos. Y no creía que tardara en conseguir su objetivo, pues todos parecían agotados, no solo yo, aunque el esfuerzo de la gran cantidad de vegetación que había hecho crecer había causado estragos en mí y por eso yo estaba peor. Si había que defenderse, confíaba en que los demás estubiesen en mucha mejor forma que yo...
Me centré en la maga, que no había movido su báculo un solo centímetro. Aquella espiral de sombras relucientes era algo contra lo que no me veía capaz de defenderme, no en esas condiciones. Eché una ojeada rápida a mi alrededor. Había un llanura bastante extensa, típica de Shur-Ikail, con algún que otro árbol que se alzaba como si lo hubiesen dejado caer, habiendo árboles separados entre ellos sin orden lógico alguno. Nunca había estado en Shur-Ikail, y me era imposible reconocer aquellos parajes. Oí un ruido metálico a mí espalda y después los pasos firmes y pesados de los bárbaros que se nos acercaban por detrás.
-¡Y una m**rd*! -exclamé- ¡Yo no me rindo tan fácil!
Grité unas palabras en arcano y les inflingí todo la fuerza que pude sin llegar a caer inconsciente. Levanté del suelo una decena de raíces del grosor de un brazo, con espinas todas ellas, y las lancé contra los bárbaros. No era un hechizo poderoso ni mucho menos, pero pareció cogerles por sorpresa. Algunas raíces los arañaron, pero con un potente grito de guerra, cortaron las raíces a hachazos. Sentí de repente un dolor punzante en la espalda y caí al suelo de rodillas. Me giré para ver que había sucedido y vi a la maga apuntándome a mí concretamente y reparé después en una espiral que se desvanecía sobre mi espalda... y perdí el conocimiento de nuevo justo depués de oír de boca de la hechicera:
-No quiero prisioneros rebeldes... -sonrío a mis compañeros- Ya veis lo que les pasa...

Alynn había conseguido paralizar a los bárbaros durante un tiempo, escapábamos lo más rápido que podíamos, hasta que salimos al exterior, la chica feérica que había ayudado y que hasta hace un momento se estaba muriendo soltó un grito de alegría satisfacción y alivio, cayó de rodillas al suelo y su piel había comenzado a volver a su estado normal; había alguien delante nuestro; la maga del báculo junto a numerosos bárbaros, los bárbaros nos atacaron, Irkan usó las fuerzas que le quedaban para convocar unos hecihizos ofensivos, por mi parte había cargado mis manos con energía mágica y la había lanzado contra dós bárbaros, que únicamente se habían tambaleado. Algo había atravesado el aire, una espiral de tinieblas se había agarrado a las espalada de Irkan y había hecho que perdiese sus fuerzas por completo, cerré los ojos un segundo y los abrí; unos ojos negros, todo pupila se habían aparecido donde antes tenia iris marrones; miré el báculo y la espalda de Irkan, el aura del báculo, diez veces más grande que una de una persona, se encontraba en movimiento, como si estubiese viva, girando y deslizándose por el báculo, parecía ¿hambrienta? Irkan que se encontraba en el suelo estaba perdiendo su aura, se debilitaba, perdía energía, cada vez se parecía más a el aura de la mujer, debil, prácticamente incapaz de sostenerse en el mundo, algo debería estar ayudándola -El báculo- pensé
-¡Alynn, rápido, dispara e incendia al báculo!- grité cuando los bárbaros comenzaban a abalanzarse sobre nosotros.

Mi vista seguía borrosa, me costaba respirar como si una fuerza enorme me apresionase en pecho, Alguien me ayudo a levantarme, Oía gritos y estruendos, Entendí la palabra correr así que guiada por alguien a quien no podía ver claramente corrí a duras penas y a ciegas desesperada por encontrar un poco de vegetación, por fín salimos a la luz y me empecé a recuperar, los viajeros había visto estaban a mi lado luchando contra los barbaros. Sonreí al que parecia haberme ayudado a salir de ahí
gracias
Mire a la mujer del baculo y baje la mirada rapidamente, esa mujer me daba escalofríos. La mujer le estaba quitando el aura a uno de los viajeros que se había desmayado, me levanté y agarre una palo que había en el suelo, no era mucho, pero no sabía usar ningun arma. Un barbaro se abalanzo sobre mi y pege un gritito y dí un bote,cerre los ojos y le pegue al barbaro en la cabeza, almenos le deje lo suficientemente atontado como para montar el vuelo e irme fuera de su alcance

Algo estaba saliendo mal. Mientras escapábamos, Irkan había tratado de lanzar hechizos defensivos, pero la bruja lo atacó con la magia de su báculo. Una esencia negra y oscura salió de él, era grande, con mucha vida. Estaban absorviendo el alma de Irkan... y una sospecha se alzó sobre mi. La bruja se reia, mientras hacía aparecer más y más bárbaros de la nada. Me di cuenta de que era por eso por lo que nos había querido vivos... se quería apoderar de nuestro interior, de nuestras esencias. Su cara reflejaba satisfacción, mientras observaba como el alma de Irkan se convertía en un vapor grisaceo que penetraba en el báculo. Poco a poco, pero sin pausa.
Mientras Astrid peleaba con un par de bárbaros, Férick me gritó que incendiase el báculo, y así lo hice. Alcé mis manos, e hice una floritura, con la que el báculo comenzó a arder. La bruja soltó una carcajada, y con otro movimiento de mano, dirigió el fuego hacia mi. Yo lo rechacé y grité:

- ¡Ella quiere nuestras almas!- corrí hacia Irkan y lo aparté de la influencia del báculo y de su humo negro. Estaba inconsciente, así que murmuré un hechizo, y abrió los ojos.

- ¿Cómo estás?- temí que el báculo le hubiese quitado ya alguna porción, por pequeña que fuese, de su esencia. Entonces se me ocurrió una idea... si todos nosotros uniamos nuestras fuerzas mágicas, quizás lográsemos destruir el báculo.
Antes de que pudiese decir nada, una horda de bárbaros me atacaron. Cogí mi espada, concentré mi magia y luché por nuestra vida, la de Irkan y la mía.

-¿Cómo estás?
La cabeza me daba vueltas, sentía una especie de vacío, como si me faltase algo, pero no le di demasiada importancia. A pesar del impacto del conjuro, me sentía igual que antes. Abrí los ojos y vi a Alynn, a dos Alynns, para ser exactos. Las imagenes se sucedían borrosas: Alynn haciéndome abrir los ojos, una horda de bárbaros echándosenos encima, y la espada de la yan luchando por la vida de su portadora. Di un brinco y me levanté. Casi volví a caer, pero hice todo lo posible por mantenerme en pie. Me llevé la mano a la espalda para tomar mi espada y cuando mis dedos se cerraban en torno al aire, me acordé de que me la habían quitado. Vi a Alynn, que parecía estar en apuros, igual que la feérica que había aparecido en la celda con nosotros y Férick. No sabía que hacer, así que decidí jugarmela. Con el característico grito de guerra feérico, comencé a gritar las palabras de un conjuro. Unas raíces se alzaron del suelo y enredaron los tobillos y muñecas de tres cuartas partes de los bárbaros. No tardarían mucho en romperlas, pero bastaría, esperaba. Seguí gritando las palabras del conjuro. Seguiría con ello hasta que se agotasen mis fuerzas. Y no tardaría mucho para que eso pasase...

Los bárbaros nos atacaron al mismo tiempo; Alynn había intentado incendiar el báculo, pero parecía que no había surgido efecto, la chica feérica había cogido un palo y luchaba por su vida, al igual que Irkan y Alynn.
Vi como la trayectoria de un hacha de un bárbaro se dirigía a la cabeza dea hada, la cogí del brazo y tiré hasta hacer que se quedase muy cerca mío; pronuncié unas palabras en arcano y levanté una barrera energética por encima de nosotros, los bárbaros golpeaban con fuerza la barrera, la estaban resquebrajando; Irkan soltó un grito de guerra feércio, eso me animó, hice estallar la barrera, aturdiendo y haciendo perder el equilibrio a los bárbaros más próximos, saqué unas dagas que llevaba ocultas siempre, en todo momento, ya que no me gustaba estar desprotegido, miré a el hada, que volvía a coger su palo, la yamé.
-¡Eh!, toma esto- dieje dándole mis dagas, a la vez que tomaban un tono verdoso.
Me giré y me concentré apuntando todos mis hechizos y conjuros ofensivos hacia los varbaros, enre la multitud intentaba ver si Alynn e Irkan se encontraban bien, pero no los veía.
Después de una larga lucha los vi, es más estábamos todos juntos otra vez, los cuatro solos frente a la mujer bárbara, eramos todos contra ella, pero algo me decía que no sería facil; la mujer sonrió de forma cálida y blandió su báculo y una frisa negra nos golpeó y nos lanzó al suelo como si fuésemos de paja, mire hacia la mujer, el tacto de esa brisa producía terror y pánico.