Tercer grupo - Awa

Nada más subir al barco en Puerto Esmeralda ni siquiera me había dado mucha cuenta de que el barco iba sobre agua, correr por túneles secretos no era una de mis mejores habilidades, ni siquiera de las peores, simplemente correr no era lo mio, así que estaba rendida cuando puse un pie en el navío. No fue hasta el día siguiente que al subir a cubierta me había dado un ataque de pánico al verme rodeada de tanta agua, solo de pensar que a mi derecha había agua, a mi izquierda había agua, y a mis pies, únicamente separada de mi por un simple barco de madera, era todo agua, me había vuelto a meter bajo cubierta y no había subido de nuevo hasta que alguno de los tripulantes, no sabía quien, me había dicho que ya estábamos llegando al puerto.

No me había mareado en ningún momento, quizás por que el pánico a una masa tan gigantesca de agua era superior a cualquier otra sensación, ni siquiera los días de viaje hacía que me sintiera mas segura a bordo de aquel barco, quería llegar a tierra cuando antes y poner tanta distancia como fuera posible entre el mar y yo.

Ahora me encontraba en la cubierta, tratando de no mirar al horizonte y manteniéndome todo lo alejada que podía de la barandilla sin estar cerca de la que rodeaba al barco por el otro lado. Sabía que estaba completamente pálida mientras escuchaba las palabras del hombre que se presentaba como Elliwood de Nanetten, otro miembro de la noble de Nandelt - Elenya de Shia, el placer sería mio si estuviéramos en otra situación - fuera del barco, en tierra... cualquiera lugar que no estuviera rodeado de agua. - ¿puedes explicarnos qué se supone que ocurrió? todavía ando perdida por la plaza de Puerto Esmeralda...- no había entendido ni la mitad de las cosas que había ocurrido justo delante de mis narices - ¿Porque huimos cuando apareció Kvothe?

- ¿Una noble como yo? ¡Qué grata sorpresa! - exclamé sorprendido, le cogí la mano y antes de darle un beso acabé diciendo - Encantado de verla mi señora.

Me alejé unos pasos, tenía que dar explicaciones a esas dos chicas que las había tomado del sitio en donde estábamos en un momento para subirlas en un barco de un desconocido, escapando de no-se-sabe-qué, porque tan solo sabía que la presencia de Kvothe en Puerto Esmeralda no podía traer cosas buenas. Intenté aclarar mis pensamientos y frenar las palabras que se agolpaban en mi boca dispuestas a salir como flechas. Alcé la mirada en dirección a ellas dos y empecé mi discurso:

- Os he traído aquí porque algo dentro de mi me ha dicho que debíamos de salir de Puerto Esmeralda. No se si has podido oír la voz de Aldun y Neliam, pero nos han encomendado una misión, debemos de salvar este mundo de las garras del Séptimo. Por eso, tenemos que dirigirnos primero hacia Celestia. En el cruce de los dos ríos. Supongo que los dos ríos deben de ser el río Yul y Doc. Por eso no debemos de tardar mucho más, cuanto antes mejor. Además, la aparición de Kvothe en todo esto no me ha gustado nada. Kvothe fue uno de los héroes que cayeron ante el poder del Séptimo, si vamos a por el Séptimo y aparece un siervo suyo... Me huele a que ya saben lo que pensamos hacer, nuestra misión y por eso deben de acabar con nosotros. Aún no estamos preparados, conozco el poder de Kvothe y no lo debemos de infravalorar. Han cambiado las cosas desde la última vez que nos enfrentamos pero noto que aún así... Esa es la razón de porque huimos, debemos de reunirnos con los demás, juntos los elegidos podemos con ellos.

Cogí fuerte la barandilla, debía de tomar aire después de todo lo que había acabado de decir. La peor parte de todo es que no tenía nada sobre lo que basarse, todo eran convicciones. Los Dioses pocas cosas nos habían dejado claras, debíamos de estar atentos y vigilar a cada paso que dábamos. Todo el viaje en barco fue un descanso para nosotros, sobretodo para mi después de tanto ajetreo. Aunque sabía que cuando atracáramos todo esto se acabaría y volveríamos a las peleas de antes. Cada vez estaba más cerca el barco y ya estábamos disponiendo el barco para las maniobras para atracar el barco en el pequeño puerto. Me giré hacia Elenya y vi que no ponía buena cara.

- Tranquila, ya estamos llegando - la consolé - después de esto ya habremos llegado.

Dicho y hecho, cuando acabé lanzaron los amarres del puerto al barco para unirlo y poder bajar al fin del cascarón en paz.

[...]

Una vez recogimos las pocas cosas que pudimos traer de Puerto Esmeralda bajamos del barco los tres. Me giré a las chicas y les pregunté:

- Bueno, debemos de ir en dirección Celestia, ¿alguna de las dos sabe algún camino rápido para llegar hasta allí?

(PD: Romanzha estará ausente, que ya me ha avisado. Aunque seguimos contando con ella, nos saltamos su turno indefinidamente hasta que postee. ¿Te parece? )

Cuando estéis preparados para avanzar, acudid al lugar del encuentro...

http://www.rolmemoriasdeidhun.com/t3356-trama-los-caminos-se-cruzan