Cuarto Grupo - Kosh

Todo Idhún levanta la mirada hacia la luz extraña que marca el final de una era y el comienzo de otra. Las historias más extrañas ya comienzan a circular en boca de todos. Los Seis han regresado, una vez más, a nuestro mundo. Dicen que los Oyentes no pueden distinguir sus palabras, pero que sus voces se alzan llamando a sus hijos, a sus héroes, para que liberen Idhún de este tiempo de oscuridad...
Pero la oscuridad sigue presente, y ya no se esconde. La presencia amenazante del Séptimo puede sentirse en cada soplo de aire gélido, en cada sombra apartada, en cada vela que se apaga titilante sin que el viento la roce...
Es el tiempo de las historias, de las leyendas y de los héroes... pero también de los grandes enemigos. Los caminos de cientos de idhunitas se unen y separan hoy. Muchos se pondrán en marcha hoy para cambiar el mundo, para presenciar el inicio de un nuevo comienzo.

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Llegáis a Kosh por separado.
El orden de roleo es:
Sasha
Cadenas
Naren
Arturia
Kerdack
Martah

Off: Me dijeron que el turno saltaba cada 24h, así que...
On:

"Si alguna vez necesitas mi consejo... solo necesitas ir a buscarme"

Y por eso estaba allí de nuevo, buscándole por el sur. Necesitaba el consejo de mi maestro.
Las Alas de Plata me resultaron muy útiles a la hora de volver, y no fue necesario buscar carros mercantes como un mendigo, ni ir a pie... ni desplazarse a pequeños saltos volando unos pasos en cada cerro del camino.

Planeaba hacer un pequeño barrido por todos los lugares del sur donde se pueda esconder un viejo mago feérico con la cara llena de cicatrices y quemaduras... ¿por donde se puede empezar? Desde aquel extraño suceso en el cielo sentí que había llegado el momento sobre el que él mismo me alertó. Por mucho que me hubiera gustado poder despedirme de todos los presentes (de todos no, de acuerdo). Pero sobre todo de Arturia.

Decidí entonces descansar en Kosh. Me acerqué a la extraña ciudad volando y la recorrí sobre los tejados sin detenerme. El ambiente extraño se notaba en cada paso, fueras donde fueras. Tal vez fuera por eso que me sentía vigilado.

Conservando mis alas, me poso próximo a la orilla de un lago. Permanezco ahí de pie, nostálgico incluso. Pensando...

Off:no me enteré hasta ahora de donde era, posteo y que postee el siguiente a naranja, ya daré color al post que estoy en el móvil

Había desaparecido de Kash-Tar cuando había ocurrido aquel extraño fenómeno. Mis soldados habían partido de vuelta a Kazlunn por orden, supongo, de Lurr. Yo sin embargo había desaparecido por que había recibido un mensaje de alguien. Diciendo que tenía que ir a Kosh. Y allí estaba.

Aterricé en un lago donde habia divisado a una persona. Cuando aterrice volví a mi forma humana y me acerque a aquel hombre. Parecía ser un mestizo, tal vez entre feerico... No lo sabia. Llevaba conmigo mi arma que me habian forjado recientemente, la cual me daba un poder increible. Aún no la habia usado, pero tampoco tenia porque usarla con aquel hombre, ni iba a hacerlo.

-Supongo que tu has recibido el mensaje. Mi nombre es Sasha.

«Pasaron 24 horas ya... tomo mi turno»

Había estado caminando por el desierto rumbo a Kosh, tenía muchas cosas en la cabeza y avanzaba mas por inercia que por deseo. Habían pasado varios días desde que salió de su refugio en las cuevas, mismas que abandonó después de ese extraño suceso, todo aquello no pronosticaba nada bueno.

En el camino se había ido enterando por medio de rumores cuando cruzaba alguna ruta mercante: la llegada de los 6 en busca, quizá, del séptimo... pero cuáles serían las consecuencias?, el ambiente se había tornado hostil como si el propio viento temiera de lo que se avecinaba, y, con esas cosas en mente, Kerdack fue recibido por la entrada de Kosh

Había estado allí varias veces pero, a pesar de ello, no conocía mucha gente, iba allí en busca de respuestas pero no sabía con quién debía buscarlas; cruzaba una de las calles cuando una sombra lo sobrevoló. El joven Yan levantó la mirada, viendo a un ser alado surcando los cielos de Kosh, no pudo distinguir bien su figura a causa de la contraluz, pero con eso bastó para llamar su atención, corrió en dirección a donde aquél ser volador se dirigía, llegando así a la orilla de uno de los lagos que es donde el ser se posó, entonces ya pudo verlo con claridad; Kerdack se acercó a pasos sigilosos a donde el recién llegado se encontraba, lleno de curiosidad.

Después de mi encuentro en Nandelt con Zia me apeteció volver a mi tierra natal, el desierto.
Como siempre opté por ir a lomos de Peter, siempre he pensado que para mí es más fuerte que cualquier caballo y, da más calorcito cuando hace frío.
Cada paso que Peter daba hacía que mi carcaj rebotara sobre mi espalda la cual estaba ya algo dolida de tanto movimiento.
Algo me cegó la vista y tuve que apartar la mirada del cielo.
¿Qué ha sido eso Peter?-pregunté al animal aún sabiendo que no respondería.
Pensé en la ciudad más cercana a dónde me encontraba, Kosh tal vez. Ahí me dirigí.
Una vez en aquel lugar me acerqué a un lago y bajé todo lo rápido que pude de Peter pero las piernas me fallaron y caí al suelo, se me habrán dormido, pensé. Entonces vi a unos chicos.
¿Hola? Siento molestar pero... creo que.. no puedo andar... ¿me podéis ayudar?-dije.
Parecían buena gente, parecían.

Off: Me acabo de dar cuenta que me tocaba a mi, y de todas formas nadie me ha saltado, asi que posteo.

De pronto me di cuenta de que se acercaba alguien detras de mi y saqué mi arma con la velocidad del rayo, poniendo el filo de dicha arma en el cuello del extraño, pero entonces vi que parecia inofensivo, y parecia uno de los que habian recibido el mensaje. Suspire y guardé mi arma, entonces vino otra chica, pidiendo ayuda, estaba en el suelo tirada y parecia que no se podia mover. Rapidamente me acerqué y la ayudé a levantarse, sin decir nada. La acerqué a donde estaban los demás chicos y la ayudé a sentarse.

Miré a todos los que estaban presentes y me encogí de hombros, parecia que aquellos iban a ser a los que iba a acompañar. Miré al cielo y luego miré a la chica.

-Mi nombre es Sasha.

Después me acerqué a unas plantas y las analicé, necesitabamos cosas para comer, beber y todo lo que se suele hacer en un viaje. Y porque no, unas bayas comestibles para empezar estarian bien. Ya que estabamos en un lago, tambien aproveche para recoger agua en mi cantimplora que llevaba siempre junto con mi mochila. Si queriamos marcharnos habria que hacerlo ya, las presentaciones amistosas para mas tarde.

Permanecí de pie, con mis alas flexionadas mientras vi que aparecían dos personas más. Uno era de esas extrañas personas que podían usar los poderes de otra raza, y a la vez eran otro ser. Este en concreto... un shek. Intenté con todas mis fuerzas mantenerle la mirada cuando se divisó un yan con una mirada curiosa. Sonrío a los dos individuos pensando en esta extraña coincidencia.

Vi con gran asombro a una mestiza montando en un extraño animal. Menuda reunión. Al intentar bajarse pareció ocurrirle algo en las piernas y el shek la ayudó a levantarse y dejarla sentada en el suelo. Caminé unos pasos hacia ella sonriente y pregunté mientras Sasha fue rápidamente a hacer algo:
-¿Necesitas ayuda? - chasqueo los dedos dejando salir unas pequeñas chispas, dejando ver mi condición de mago - Me llamo Naren -digo mirando a los dos. Acto seguido, ayudé a la mestiza a levantarse de nuevo.

Había estado andando sin rumbo fijo durante… ya ni recordaba cuánto. Solamente recordaba el color que había tomado el cielo, y que por primera vez en mi vida supe con certeza que algo iba mal… pero no conmigo, sino con todo Idhún. Había atravesado Celestia, pero en esos momentos no tenía mucha idea de dónde me encontraba exactamente; después de todo, solo llevaba unos años por Idhún, y era imposible haberlo conocido todo. “Creo que hay gente que aún viviendo toda su vida yendo a donde quiera de ese mundo aún no lo acaba de conocer…”

De todas formas, debía andar cerca de Awinor, tampoco era tan idiota como para no saber eso. No tenía demasiadas ganas de seguir andando. Me había separado de Naren y la chica Szish, y a saber dónde se encontraban en aquellos momentos… di un largo suspiro, cansada. Por el camino me topé con una yan que andaba por allí. No supe si preguntar o no, pero finalmente decidí hacerlo. Primero intentó evitarme, pero después me dijo dónde me encontraba. Le agradecí y continué mi camino, en dirección a Kosh. Pensé que podría descansar allí o al menos ubicarme mejor.

Mientras andaba, vi a lo lejos a un reducido grupo de personas. Al principio hice como que no había visto nada, pero después decidí acercarme hacia donde se encontraban. “No es bueno que te pueda la curiosidad…” Sin embargo, creí haber visto una sombra extraña, y no podía quedarme quieta sin saber de qué se trataba.

Cuando me acerqué lo suficiente, pude distinguir a cuatro personas: tres chicos y una chica. En cuanto reconocí una figura, empecé a acelerar el paso. No sabía si había visto bien o no… cuando llegué cerca de donde estaban, me quedé clavada en el sitio, mirando a Naren con sorpresa, pero sin dejar que se notase mi emoción.

-¿Qué haces aquí, Naren? – pregunté en voz alta, sin poder creérmelo.

Eché un ojo al resto de chicos que se encontraban allí… un yan, un humano y una chica de la cual no estaba demasiado segura de su raza. “Debe ser mestiza…” me dije. Volví la mirada hacia Naren otra vez.

-Espero sinceramente que te acuerdes de mí...

«Kerdack no había reparado en el otro muchacho que se encontraba allí por prestar atención al chico alado, sin embargo, el filo sagaz de un arma sobre su cuello le hizo detenerse en seco; por inercia, levantó las manos a la altura de su rostro»

-tranquilizatequenovineaatacaranadie- «dijo, frunciendo el ceño; al parecer el muchacho se percató de ello, o eso le pareció al Yan, ya que bajó su arma y la guardó. Algo más llamó su atención, el sonido de una cuarta persona; Kerdack miró como el sujeto que le había amenazado corrió en ayuda de la chica que acababa de caer de aquella bestia, una especie de zorro con múltiples colas.»

«Se acercó cuidadoso a los chicos que se habían reunido entorno a la recién llegada e hizo lo mismo, colocándose a la derecha de uno de ellos, cerca del zorro que, de cierta forma, le llamó la atención»

-MinombresKerdack, soyelYanKerdack- «Se presentó como los demás hicieron, quizá por cortesía, quizá solo para que en futuras referencias no solo le llamaran "Yan", aun que él estaba consciente de que no entenderían a la primera sus palabras, no pensaba repetirlas.»

«Siguió con la vista a aquél que se había hecho llamar "Sasha", parecía que buscara provisiones; frunció el ceño pensativo... -Será que aquél encuentro con estas personas no era solo una mera casualidad? quizá ese chico sabía algo que él no... para estar seguro, había decidido mantenerse cerca de ellos»

«volvió su mirada a la chica que se encontraba sentada y el chico que se había presentado como "Naren" ya la había ayudado a reincorporarse. La llegada de una quinta persona llamó su atención, una chica que miró con emoción al mago, sin duda, se conocían de antes...»

«Por un momento, Kerdack se sintió fuera de lugar en ese sitio, pero si quería saber lo que pasaba, quizá debía tratar de incorporarse un poco, se acercó a Sasha»

-Buscasprovisionesdeformaefusiva, siplaneasunviajelargocreoquesolovayasyplantasnoseransuficientes-

«Miró al resto de los acompañantes de reojo»
-dejameayudarteaconseguiralgomas, sivanaseguirenesteladodelaciudadesperenme, puedotraeralgomassiacasoalgoparabeberqueesloquemasfaltapuedahacernos-

«Kerdack no sabía en concreto si era parte de ese grupo o no, pero se nombraba a si mismo como si lo fuera ya, no esperó respuesta del chico y se dirigió a la ciudad, acomodándose las vendas que tenía en las manos, robar algunos odres mientras recorría la ciudad para ayudar a los demás muchachos no representaba ningún problema»

Primero vino Sasha quien se fue a por comida, agua y demás cosas que necesitaríamos para el viaje, iríamos en grupo al parecer.
Noté un cosquilleo en las piernas, la sangre volvía a circular del todo bien. Otro chico llamado Naren, un mago, me ofreció su ayuda la cual acepté de inmediato.

No quería molestar pero, las piernas se me habían dormido y al parecer no me respondían-dije con cierto tono de timidez mientras me levantaba con la ayuda del mago-Yo soy Martah, también practico la magia... Gracias-dije intentando ser amable con el chico.

A lo lejos apareció una figura con una larga melena rubia, venía hacia nosotros y parecía bastante contenta de encontrar a alguien conocido. Me aparté de ellos como pude, quería dejarles algo de "intimidad" por así decirlo.
Me coloqué al lado de Peter, me apoyé sobre él mientras esperaba que Sasha llegara, no tenía ni idea de qué debía de hacer ahora ni si debía de seguir con esta gente o irme por mi camino, como siempre había hecho.

Alguien más se acercó a nuestro reducido grupo, un yan, era el que estaba antes cerca de Sasha, antes de que yo apareciera. Se puso junto a Peter, lo que me pareció raro, no había mucha gente que se acercara a él así de tranquilamente sin preguntar antes si hacía daño o algo por el estilo.

HolaKerdack, yosoyMartahmestizadefeéricayyan-dije hablando en su lengua, a lo mejor así me entendía más. El chico se alejó con Sasha y comenzó a hablar con él por lo que me quedé sola con Peter ya que la chica estaba con Naren.

Me saqué una pequeña fruta de la mochila y se la dí a Peter, la necesitaba. Me acerqué al lago, sin molestar a Sasha y a Kerdrack, me lavé las manos y la cara lo que hizo que se me quedaran mechones de pelos pegados a ella. Me los quité y obligué a Peter a que viniera al lago, le hice beber y esperé para ver la ruta que debíamos tomar.

El viaje había sido agotador... Tras la conjunción, había intentado buscar a los chicos, pero había sido imposible. Todos en la ciudad parecían haber salido corriendo en mitad del caos a refugiarse en sus casas o sus tiendas.

"Lo he intentado" pensé encogiéndome de hombros mientras miraba alrededor. Un corto remolino de arena del desierto me había sorprendido en una de las avenidas exteriores, y todavía estaba intentando quitármela del pelo. Me paré repentinamente cuando vi una pequeña reunión algo más lejos.

"¡Mira, tal vez sean los únicos que no han salido corriendo!"

Con ese pensamiento en mente, decidí acercarme a ellos. Pude ver que era un grupo muy dispar, pero los oí hablar mientras me acercaba, y entendí que tenía razón: la mayoría ni siquiera se conocían. "¿Cómo habrán acabado ahí todos juntos?"

-¡Hola! -llamé sonriente para captar su atención. Sacudí la cabeza para terminar de sacudirme la arena de encima, ahora podía verlos más de cerca. Me alegró ver que había otro yan, y una semiyan, que hablaban con el estilo rápido de mi raza. Yo solía hablar más despacio, porque era más útil cuando viajaba.

-Mealegrodeencontraros -saludé con una tenue reverencia, y me giré también al resto cambiando mi modo de hablar-. Soy Cadenas. Yan, como podéis ver. Y si sabéis algo acerca de la conjunción... -miré al último que había hablado, levantando una ceja y aún sonriendo- me gustaría saberlo. ¡Tiene que ser importante!

Después de levantar a la mestiza llamada Martah, me quedé de pie en el lugar. Apareció Arturia. -A... Arturia... consigo decir solamente ante tal sorpresa.
-Espero sinceramente que te acuerdes de mí... -dijo ella tras preguntar que qué hacía en ese lugar.

-Supongo que lo mismo que tu, y... ¿como no me voy a acordar de ti? - camino hasta acercarme a ella, y veo que Martah y los demás se habían alejado un poco.

Con un poco de inseguridad comienzo a hablar, casi susurrando: -Arturia... creo que lo veo. Veo el lazo. -una sonrisa se forma en mis labios, para después andar hacia el resto del grupo.

Un han, que por lo visto había entrado hace poco lleno de entusiasmo. Me giro para ver la reacción de Arturia antes de entrar en la conversación.
-¿De que habláis? -pregunto curioso.

Sasha se acercó a mi y le sonreí por hacerlo, ya me estaba aburriendo un poco.

-Soy Martah, mestiza de Feérica y Yan, vengo de los reinos humanos-le miré-¿Y tú?

Otro Yan acababa de llegar, se llamaba Cadenas, un nombre bastante extraño en mi opinión, quería saber cosas sobre la conjunción, sería la misma de la que hablaba Sasha, digo yo. El más apropiado aquí para hablar de ella parecía ser Sasha por lo que no dije nada al respecto. Naren acababa de hablar con la chica que al parecer se llamaba Arturia, esta estaba algo confusa. Le hice una seña a Naren para que se sentara a mi lado, parecía amable y era de los primeros que había conocido así que me gustaría hacerme su "amiga" o algo parecido. Arturia se acercó enseguida y permaneció en silencio.
Obtuve un odre de parte de Kerdack y le di las gracias con una sonrisa. Bebí un poco y le pasé el odre a Naren, tal vez tenía sed.

Y... ¿qué es todo eso de la conjunción?-pregunté. La verdad es que tenía curiosidad, no había escuchado nada al respecto mientras venía y no entendía a que se debía tanto alboroto.

Una presencia oscura se aparece en el lugar. Solo la detectan Sasha, Kerdack y Naren. Estas tres personas llevan indirectamente el okami.

-Hola portadores de mis armas! -dice la oscura pero sorprendente melodiosa voz. -He venido a avisaros de una cosa muy importante. Los Seis han regresado y quieren destruir al Séptimo. Los reyes, que nos habíamos separado de él y creado imperios prósperos, hemos sido obligados a colaborar con el Oscuro de nuevo. Se avecina una guerra y no me apetece nada que la decidan los dioses. Os animáis a uniros a mi? No os pido una respuesta inmediata, ni siquiera que vengáis conmigo. Solamente os pregunto si estarías dispuestos a seguirme.

La presencia sigue allí, esperando la respuesta.

Off: El mensaje está en plural porque es un retransmisión a todos los que lleven el okami.

Terminé acercándome al extraño grupo que habíamos formado. Dos yan, dos humanos y dos mestizos. Arturia realmente parecía extrañada. Me arrepentí de hablar hablado de lazos tan de repente, con el complejo tema. Me resultaba extraño que desde hacía tiempo no pudiera usar poderes celestes, y al volar no me di cuenta de que apenas se podía levitar sin cansarse y caer.

De todas formas, los poderes celestes nunca se me dieron demasiado bien y decidí dejar el pensar sobre eso para mas tarde. Entonces la mestiza en ofreció un odre de agua y me ofreció sentarme. Me pareció bastante amable el detalle y acepté el sitio, pero rechacé el odre de agua intentando parecer caballeroso de todas formas, alegando que no me apetecía.

Pero después comencé a notar algo más, algo extraño y oscuro en el ambiente. Me incorporo de un salto y se forman unas cuchillas de fuego en mis manos. Dejo que se disuelvan al ver que no era nada más que un extraño mensaje, aunque extraño...

¿Portador de sus armas? ¿Yo? Mi mirada se desliza hasta mi báculo, que sigue en mi espalda... Aunque claro, legendario no tiene por que significar antiguo. Sin dudar mucho me dispongo a responder.

-Lo siento si pensabas ganar un sirviente con esta llamada. Forjaste a Salamandra y te lo agradezco, pero con los motivos que me das no basta.

Nos pides que luchemos contra los Dioses, y que apoyemos a unos reinos indistintos de ellos. Puede que me una a ti y tus vasallos, pero no con lo que has dicho.

Me callé y recuperé mi sitio al lado de Martah, acto seguido me tranquilizo y paso mi mirada por los presentes, al ver la respuesta de Sasha y su explicación del motivo por el cual habíamos coincido aquí antes de dar mi opinión.

Off: Como veo que nadie ha posteado y he esperado un día por persona creo que me toca a mi...

Presto atención a Sasha mientras explica todo, un hexágono era la "unión" de los soles y las lunas, cada miles de años y nos tiene que tocar a nosotros, ¿por qué? Y encima el Séptimo vuelve, eso ya es la gota que colma el vaso, pienso antes de escuchar lo de los elegidos. ¿YO? ¿ELEGIDA? No tengo nada de especial... solo soy un rara mezcla de dos razas completamente distintas, no puedo hacer mucho, además soy mujer y joven.

-Haber, ¿intentas decirnos que estamos aquí todos porque los Seis nos han elegido? No, no tiene sentido alguno... Ellos son muy poderosos, deberían poder solos contra el Séptimo y no meternos el su guerra, ¿no?-digo mirando al grupo.

De pensar que de aquí a unos días puedo estar matando y abriendo tripas de Sheks y Szish me da un escalofrío. No tengo nada contra ellos, no tengo por qué matarlos, no me han hecho nada, pero debo ayudar a los dioses, a Aldun, Wina, Karevan, Irial, Yohavir y Neliam. Todos ellos son suficientes para acabar con Él... deberían de haberlo hecho hace miles y miles de años para evitar nuestro sufrimiento y nuestras muertes, nos crean para que destruyamos a otros y para que ellos nos destruyan a nosotros, no tiene sentido.

Supuestamente algunas personas o oyeron ese mensaje. "Portadores de mis armas"... tal vez porque ellos no portan objetos de ese herrero.
-A ver, ¿intentas decirnos que estamos aquí todos porque los Seis nos han elegido? No, no tiene sentido alguno... Ellos son muy poderosos, deberían poder solos contra el Séptimo y no meternos el su guerra, ¿no? -dijo Martah al segundo, pareciendo incrédula. En ese momento existían dos reacciones posibles, y yo comprendía a la perfección las dos facciones.
-Bueno, creo que no se nos puede enviar a todos nosotros a una guerra que puede no ser nuestra. Si alguien quiere matar serpientes sin motivo aparente, es libre... pero no soy un asesino.

Y Sasha, has dicho algo de los avatares de los Seis y que los Seis bajarán y lo destruirán todo... ¿por que no se ocupan ellos? ¿donde están ahora? Son ellos los que deberían llevar la batalla, y que yo sepa no eres un gran fan de los Seis. -confiaba en que la gente se hubiera dado cuenta de la naturaleza de Sasha, pensaba preguntarlo hasta que comenzó a aparecer gente, pero ahora que lo sabía se vería obligado a explicar algo mas.

Presté atención a todo lo que decían, no quería perderme ni un solo detalle de todo ese rollo de la conjunción y los dioses, nunca me habían hablado sobre ello así que no preguntaba, cosa que hice mal ya que ahora iba completamente perdida.
Acoplé mi trasero y mi espalda a mi "asiento", me puse bien cómoda y miré a Naren y a Arturia mientras hablaban, lo que ella decía era verdad, había sido algo tonta al preguntar pero... los Seis podrían haber creado otro mundo a parte o algo para luchar, ¿no?
No hice ningún comentario, solo miraba y esperaba a que todos dieran sus opiniones al respecto. Cogí unas ramitas y algunas piedras y fui apilándolas y creando formas, sobras y con una negra piedra hice una especie de retrato en miniatura, se parecía a un caballo solo que le faltaba algo de oreja y de pelo pero no tenía muchos palitos alrededor y las piedras o eran demasiado grandes o demasiado pequeñas para mis "creaciones".

Off: Lo siento por este post tan soso por decirlo así pero no se me ocurre nada que añadir :S